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dilluns, 18 de gener del 2010

Secundarios de Lujo (20)





El joven Redmond O'Brien, nacido en la ciudad de Nueva York en septiembre de 1915, quería a toda costa convertirse en un émulo de Houdini y ser mago en un escenario.

No alcanzó la fama como mago, pero, desde luego, sí que consiguió con su magia encandilarnos a todos los cinéfilos cuando decidió que lo suyo era actuar y, quitando una sola letra, tomó el nombre artístico de Edmond O'Brien.

Sus primeros pasos fueron en el teatro y especialmente el clásico: iniciarse en las tablas representando a Shakespeare y a las órdenes de grandes intérpretes y directores británicos, como puede verse aquí ya da pistas al espectador acerca de lo que se puede esperar de un actor.

Como es habitual, el salto de las tablas neoyorquinas a los platós de Hollywood no se hizo esperar. El joven Edmond, como quien dice, entró en la meca del cine por la puerta grande.

Iniciar una carrera cinematográfica a las órdenes de William Dieterle, acompañando a grandes intérpretes es un bautizo al alcance de muy pocos:The Hunchback of Notre Dame (el Jorobado de Nôtre Dame, 1939)

Con un currículo grandioso, se me hace difícil detenerme en algunas pocas intervenciones de un intérprete que al fallecer en 1985, con sesenta y nueve años, dejó tras de sí más de un centenar largo de trabajos, todos encomiables. Sin ninguna característica que le hiciera especial, salvo su innegable talento, Edmond O'Brien pertenece por derecho propio a ese puñado de fantásticos actores que sostienen no pocas películas junto a estrellas de renombre.

Le habremos visto en muchos de sus trabajos y su naturalidad, tan fácil y tan difícil a un tiempo, habrá hecho que olvidemos su presencia: es lo que ocurre con los grandes característicos del cine clásico: parece que no actúen y no se les da mérito.

Veámoslo en algunas de las piezas que conforman una filmografía envidiable por los directores, por los compañeros de trabajo y por su resultado final:

Interpretando al detective de una aseguradora, hilo conductor de la estupenda primera versión del relato de Hemingway, del que ya me ocupé aquí, The Killers (Forajidos, 1946)

Ocasionalmente, tuvo la oportunidad de protagonizar alguna cinta estimable: Frank, envenenado, con una semana de vida por delante, busca a su asesino, para averiguar el porqué y hallar un antídoto (sí, ya supongo que les suena la historia) en la película de Rudolph Maté D.O.A. (Con las horas contadas, 1950)

La actriz y directora Ida lupino le confió también un papel protagónico en The Bigamist (El Bígamo, 1953)

Podemos verle en compañía de Michael Redgrave en la primera versión cinematográfica de la famosa novela de Orwell, 1984 (1956)

A las órdenes de John Ford, en su obra maestra The Man Who Shot Liberty Valance (El Hombre que Mató a Liberty Valance, 1962), representando, con su personaje, a la naciente prensa independiente, libre y valiente, aunque un poco aficionado a los licores: Mr. Peabody en acción.

Consiguió un Oscar al mejor secundario en La Condesa Descalza y luego, años más tarde, una justa nominación en un drama de corte político, a las órdenes de John Frakenheimer, Seven Days in May ( 1964)

Lo cierto es que dar un repaso a la carrera de Edmond O'Brien anima no poco a revisar bastantes películas; una de ellas, la ya mítica pieza de Peckinpah The Wild Bunch (Grupo Salvaje, 1969)

En muchas ocasiones nos viene a la mente la coletilla "ya no se hacen películas así", pero de lo que no hay duda es que ya no hay intérpretes secundarios así, como el gran Edmond O'Brien.





16 comentaris :

  1. Al ver la fotografía, no lo identificaba, compa Josep, pero cuando has hecho mención en la reseña de D.O.A., ya sí que se me ha refrescado la memoria: ésa es una de mis pelis favoritas, una de ésas que reviso periódicamente y que, aun con toda su sencillez y su aroma de serie B, no me canso de ver. Ciertamente, un tipo discreto y eficiente O'Brien, vaya que sí...

    Un fuerte abrazo y buena semana.

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  2. O ese envenenador de conspiraciones en el "Julio César" de Mankiewicz...
    Grandísimo actor. Quizá, y esta es una reflexión aparte, el descenso en cuanto a la calidad de interpretaciones con el tiempo ha sido mucho más notable en los protagonistas que en los actores de reparto.
    Saludos.

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  3. Es cierto. Este tipo, del que o me pongo seriamente a pensar, o soy incapaz de dar ni un sólo título, era como los buenos árbitros; su buen hacer les hace pasar totalmente desapercibidos.

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  4. Curiosamente para un tipo con más de cien películas en su haber, no ha sido fácil hallar una fotografía con calidad que le hiciera justicia, Manuel: ninguna, por lo menos, que le presente con el aspecto que tenía en su mediana edad que fue cuando más trabajó en tan buenos productos.

    Esa a la que te refieres la vi en la tele hace muuucho y casi ni me acordaba, pero ya ando buscándola.

    Un abrazo.

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  5. Supongo, Alfredo, que Mankievicz lo tuvo clarísimo al escogerle para su Casca, porque O'Brien ya había triunfado coomo actor teatral con otras piezas de Shakespeare.

    Ese apunte tuyo no está falto de razón, con el matiz que los secundarios de la época de O'Brien se las tenían que ver, ciertamente, con primeras figuras de otra galaxia.

    Resulta curioso comprobar en el vídeo de El Hombre que mató a Liberty Valance como roba la escena a Wayne y Stewart, aparte de comprobar que esos dos, además, eran altísimos, porque él medía bastante más de metro setenta y parece bajito a su lado...

    Saludos.

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  6. Precisamente, Raúl, el origen de esta mini sección fue la idea de rememorar a esos grandes intérpretes que, dominando su arte y con pocas escenas, acabamos (me incluyo) olvidando al no percatarnos, como dices, de lo bien que hacen su trabajo.

    Saludos.

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  7. La verdad es que fue un actor muy versátil, y que cambió mucho de físico según la ocasión, ya que -si no recuerdo mal- nada tienen que ver sus personajes de Al rojo vivo, La condesa descalza, El hombre que mató a Liberty Vallance o Grupo salvaje. Una presencia que siempre se agradecía.

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  8. ejem.... me suena.... sólo eso, que mal no? aisssssssss, y yo que creía saber de cine por que ganaba todos los quesitos rosas del trivial.... snif....... Petons Josep, ets fantàstic describint i emociones :)

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  9. Continuando con tu coletilla o mejor dicho remarcándola, es cierto, ya no quedan, o casi no, secundarios tan solventes y estupendos, eso que tu llamas en tu sección, de lujo, y con toda razón.

    Una abraçada

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  10. Esta sección se está< conviertiendo en un "clásico de lujo". Me encanta que saques en "primera página" a toda esta gente admirable que el 99.99 por ciento de las nuevas generaciones no saben de ellos ni de su trabajo.

    Me han llamado la atención dos actuaciones de OBrien: El Jorobado de Notre Dame y la versión sobre la famosa novela de Orwell (esta no la he visto).
    Otra actuación genial fue la del periodista de "El Hombre que disparó a Liberty Valance". Aparte que amo esta película de forma especial.

    En fin, Josep, que empezamos muy bien el año y que nos queda muchísimo camino por delante para seguir leyendo cosas como éste post tuyo.
    Un abrazote.

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  11. Supongo, Alicia, que por esa versatilidad que apuntas se lo debieron rifar todos esos grandes directores con los que trabajó, dando muestra de una forma de actuar muy sobria casi siempre, aun capaz de exaltarse controladamente.

    Tener en el equipo a un tipo así es una garantía, imagino, porque siempre está como debe.

    Saludos.

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  12. Ja,ja,ja, Cris: no et treguis mèrits, que hi ha preguntetes al trivial que no son pas fàcils, t'ho ben asseguro...

    I gràcies pel "piropo"... :-)

    Petons.

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  13. Es que, Alma, tener como secundario a un tipo que ha representado a Mercutio a las órdenes de Olivier, siempre será un lujo, ¿no te parece?

    Una abraçada.

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  14. Me alegro que te guste la sección, Antonio. Creo que es otra forma de inventivar el descubrimiento de buenos intérpretes y buenas películas.

    Su intervención en El Jorobado... ni la recordaba, y fue una sorpresa hallar el vídeo.

    Como Mr. Peabody está, sencillamente, sublime.

    Esperemos que sí, que el año siga por buenos derroteros...

    Un abrazo.

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  15. Me pasa como a algunos comentaristas, cuando he visto la foto, me sonaba pero no lo situaba en ninguna película en concreto, por su nombre, ni sus luces, pero en cuanto has empezado a mencionar parte de su filmografía, ahí sí, he podido ponerle el contexto que se merece.

    Estupenda entrada para un “secundario de lujo”, sin duda, merece un lugar en la sección, gracias por traerlo y recordárnoslo.

    Besos

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  16. Supongo, Vivian, que O'Brien, sin ser camaleónico ni fregolista, sí supo estar presente en pantalla en muchos y variados caracteres a lo largo de una extensa carrera: no hay más que verle en su inicio en El Jorobado, luego como investigador en The Killers y después como Mr.Peabody con una apariencia avejentada en su realidad: siempre estaba ahí, sólido pero discreto, soportando con eficacia las escenas sin arrugarse un ápice ante las estrellas.
    Besos.

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