Carregant el Bloc...

divendres, 4 de març del 2011

ESD 28 M



Hace ya ochenta años Fritz Lang conocía al dedillo como escribir en redondilla en lo que este comentarista viene a denominar caligrafía cinematográfica.

Muy lejos de los excesos visuales pletóricos de efectos especiales y trampas de cartón piedra o para el caso digitalizaciones variadas, el maestro vienés, dos años antes de su periplo hacia el oeste impulsado por una genuina invitación del criminal Goebbels a ocupar un cargo oficial en la Alemania nazi, se afanó en retratar la maldad de un criminal de ficción (encogiendo el ánimo de los afortunados espectadores que la vieron el cine) por medio de una película en la que la elipsis no es una excepción sino una forma de comunicar sentimientos con elegancia.

Veamos el inicio de M (1931) en una brillante escena sin apenas diálogos que no podía faltar en esta mini-sección:









14 comentaris :

  1. ¡¡¡Qué maravilla!!!
    Yo no sé por qué hoy, los alumnos de las escuelas de cine que se supone que estudian detenidamente estas cosas, cuando se "licencian" no dan muestra de conocer nada del lenguaje visual del cine y atiborran sus películas de cacharrería y estruendos o de verborrea interminable. Volver a la esencia, creo yo, es el secreto de la pervivencia del cine como medio de entretenimiento y difusión del conocimiento y de la cultura (si es que son cosas distintas). Lo demás, puro consumo.
    Qué grande es Lang...
    Saludos.

    ResponElimina
  2. Estoy con Alfredo.
    Ese primer plano de la película, en picado sobre los niños, es de una belleza, originalidad y potencia, que por sí solo valdría una cátedra. Ni qué decir de ese otro en el que una siniestra e inesperada sombra dice aquello de "Qué bella pelota".
    Sencillamente magnífica.

    Son las 9.30 de la mañana, y ya es la segunda entrada dedicada a "M" que leo. Buen día se augura.

    ResponElimina
  3. Es que los grandes directores de trabajaron en la época muda y después se integraron en el período sonoro,se nota,y mucho.Por ejemplo,si vemos el principio de La mujer del cuadro,vemos al personaje de Edward G.Robinson saliendo de su trabajo,caminando por la calle hasta que llega a su casa.Los espectadores ya saben quién és,en qué trabaja y cuás es su estado emocional.Eso,mi querido amigo,sí que es maestría.Lang lo sabía hacer muy bien.
    Un abrazo.

    ResponElimina
  4. Sigo en primera línea haciendo palotes Josep. No puedo elegir escena porque el final, aún adivinando ese final, la pelota, el globo, antes la ropa colgada, esos planos de escalera, ...todo. Lang todo un maestro y me permito añadir seguro que una salvajada, pero ¿Michael Haneke no es un poco continuidad o alumno? Ignoro el porqué pero me recuerda mucho los juego de cámara, los planos de la escalera, detalles, ambiente de la casa.
    Un beso

    ResponElimina
  5. Estamos de acuerdo, Alfredo, en todo, como ya supondrás.

    Pero tengo la duda acerca de la realidad de ese conocimiento de los clásicos.

    Es lo que sería de esperar, pero, sin posibilidad de constatarlo por mi mismo, espero que no ocurra lo mismo que pasa con la literatura y los chavales: cuando yo cursé bachillerato, en cuarto, me entregaron un librito, Antología de la Literatura Española, repleto de textos clásicos, de todo tipo.

    Ahora, los chavales leen textos de autores modernos que, en mi opinión, jamás llegarán a clásicos.

    Esperemos que no ocurra lo mismo en los estudios de cine, pero como tú apuntas, puede que no sepan siquiera imitar a los clásicos porque jamás los han visto...

    Saludos.

    ResponElimina
  6. Espero que sí haya sido un buen día, Raúl.

    Toda la película es catedralicia, me parece, y además produce placer del bueno, porque te quedas recordándola un buen tiempo, tal es la fuerza de las imágenes, aspecto que parece olvidado hoy.

    Un abrazo.

    ResponElimina
  7. Toda la razón de tu parte, Francisco, al reclamar la atención también sobre ese espléndido inicio de otra gran película de Lang: pienso como tú que el entrenamiento en el cine mudo ayudó no poco a la formación de un estilo muy cinematográfico en una pléyade de grandes Directores: Hitchcock, Ford, Wyler y Lubitsch por citar cuatro grandes, por ejemplo.

    Igual si ahora obligaban a los estudiantes de cine a dirigir unos cuantos largos mudos aprendían a usar la cámara para escribir sensaciones....

    Un abrazo.

    ResponElimina
  8. Me pillas en fuera de juego, Camy, porque no he visto ninguna de Haneke, así que no puedo responder a tu pregunta: confiemos en que algún contertulio se decida.

    Lang desde luego es un maestro a disfrutar y son varias sus películas que por suerte han aparecido en la tele de vez en cuando.

    Besos.

    ResponElimina
  9. ¡Qué raro se me hace el italiano" ¿Chi e l'assassino?
    Dicho lo cual. Un inicio buenísimo. La madre esperando. Las compañeras que suben por la escalera. La sombra del asesino sobre el cartel y la niña (toma doble información y triple información en un solo plano). Y finalmente la pelota y el globo. Sí un inicio fantástico...
    Justamente vi hace dos días la versión restaurada de Metrópolis y no me pareció tan fantástica. Visualmente sí, y tiene cosas, pero la historia era como... eeeehh... Me dio por pensar que la de Y el mundo marcha era del año siguiente y la de Lang me pareció que había envejecido cosa mala comparada con la de Vidor.
    Pero M sigue resistiendo (bueno, igual hace más de diez años que no la he vuelto a ver, pero este inicio es buenísimo y la recuerdo bastante bien).
    Un saludo.
    PD: De Haneke sólo he visto dos (tengo otra por aquí para ver... esperando)... yo no lo consideraría un alumnno de Lang. Pero yo de estas cosas no entiendo. En la de La cinta blanca veo más influencias de Bergman en todo caso.

    ResponElimina
  10. Presentar a un asesino, o su historia, con unos niños cantando y jugando, fue en su momento osado y asustante de verdad.

    ResponElimina
  11. ¡ Por fin conseguí ver el video..! No sé que ocurre ultimamente..
    Unas imagenes llenas de claro-oscuros y de una sensillez pasmosa.
    Aunque no conozco demasiado la obra de Fritz Lang puedo ver que lo suyo es la representación del miedo y lo siniestro con autentica maestria.
    A mi las peliculas de Lorre siempre me dan escalofrios ¡ qué rostro y qué miedo ! y si además hay niños..¡ pánico!...
    Curiosamente hoy he visto El hombres que sabia demasiado la versión inglesa que hizo Hitchcok en el 34, anterior a la americana claro está y alli estaba Peter Lorre con sus ojos de sapo y un peinado feisimo..¡ qué gran actor pero que perversidad en su mirada !
    La que nos presentas otra más que no he visto pero que me ha gustado descubrir.

    Besos al filo..del domingo. Milady

    ResponElimina
  12. Yo creo, David, que M sigue y seguirá resistiendo porque es ajena al paso del tiempo; es lo que tiene servirse de una buena letra para contar una buena historia: nunca pasa de moda.

    Saludos.

    ResponElimina
  13. En su momento, Alma, fue un verdadero alboroto, por lo que tengo entendido, llegando incluso a producir cierto pánico social según donde.

    Besos.

    ResponElimina
  14. Pues si esta la tienes pendiente, Milady, suerte que tienes: búscala en buen formato -seguro que la encuentras fácilmente- y disfrútala con ojos nuevos ayudando a Lang a permanecer por encima del paso del tiempo.

    Besos.

    ResponElimina

Los comentarios son lo mejor del blog. ¡Gracias de antemano por tu colaboración!
(Comentarios publicitarios son borrados sin dudarlo.)

Print Friendly and PDF
Aunque el artículo sea antiguo, puedes dejar tu opinión: se reciben y se leen todas.