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dilluns, 10 d’octubre del 2011

Añoro a Clark




En algunas ocasiones he manifestado públicamente un cierto desdén al fervor que suscitan lo que los más aficionados denominan "cómics" cuando lo que correspondería sería tebeos o aventuras gráficas y me consta que es meterse en un berenjenal porque acuden como moscas a defender su parcelita de escaso contenido vitanímico para el cerebro de nadie y se alzan airadas lamentaciones relativas a mis cortas entendederas de un supuesto arte que pretenden, oh, ingenuos, equiparar con la literatura.

Ello no significa que no haya leído tebeos (cientos de ellos, todos los que pillaba, excepto los de niñas) y que no sea capaz de divertirme un rato con sus historietas sobre todo si están bien dibujadas.

Cuando el año 1978 asistí al estreno de Superman la cinefilia ya había asomado por mis poros y de alguna forma concilié mi fervor infantil por el personaje con las ganas de ver el tebeo a todo color en pantalla grande y moviéndose a toda leche.

Lo que más me gustó, mira por donde, fue Clark Kent (bueno, la pobre Valerie Perrine resultó más atractiva, pero no nos despistemos) interpretado por un desconocido Christopher Reeve que supo dar entidad y carácter zumbón al personaje mortal que oculta al superhéroe, esa segunda identidad que le permite llevar una vida normal más cercana a la rutina humana que a la rutilante aventura, además de servirle de perfecto disfraz.

Ese Clark Kent me sigue encantando porque está provisto de un fuerte componente auto-paródico ya que la ineptitud física de la que hace gala constantemente con tropezones y caídas a cual más ridícula, esa supuesta debilidad que convierte al alger ego del héroe en un ser pusilánime cuando no cobarde me recuerdan las triquiñuelas clásicas de legendarios héroes como La Pimpinela Escarlata o el mismo Zorro, ambos valerosos justicieros que se valían de una identidad enmascarada para ejercitar su valentía.


La verdad es que no me extraña nada que Martin Campbell, que dirigió dos lamentables refritos del Zorro haya olvidado esa característica importantísima en un héroe cual es la de cuidar su dualidad y no me extraña porque ya hace días que le perdí la confianza a Mr. Campbell. El reciente visionado de su última película, Green Lantern demuestra que el control de los guiones no es el fuerte de Campbell o quizás es que meramente se limita a rodar lo que le ponen por delante tomando su función como asalariado antes que como artista, pero es que ni siquiera se cuida de dirigir al protagonista que parece recreado digitalmente, tan rara se hace su expresión: cuando va disfrazado y con antifaz no se nota tanto, claro, pero es porque se dispone a la lucha, pletórica de colorines verdes fruto del gran ordenador.


Pero sí me extraña que Kenneth Branagh, que de historias sabe bastante, haga una fastuosa dejación de sus reconocidas facultades como director de intérpretes y permita que el fortachón mozalbete que protagoniza Thor se pase toda la película sin apenas cambiar la expresión: o está enfadado, a poco enfadado, o muy enfadado, o con un cabreo que apártate, y, encima, Kenneth se permite el lujo de usar (y tirar) a un tipo como Idris Elba (del que tuvimos noticia aquí) simplemente como estaquirote que vigila un puente intergaláctico: que por allí ande un tal Anthony recogiendo los cupones verdes que se le caen del bolsillo a la Natalie carece de importancia porque aunque esos dos gesticulen (y cobren, claro) por todos, la balanza a la que me estoy refiriendo sigue desequilibrada y la película se resiente: de hecho, el personaje más interesante es el malvado hermano adoptivo que, a lo que se intuye viendo el espot publicitario que sale después de los larguísimos títulos de crédito (parece que sale toda la familia entera) también tendrá continuidad.

Porque esos dos tiparracos, el de la linterna verde y el del martillo pilón, en definitiva héroes de relleno para tebeos minoritarios (ahora es cuando me maldicen: ¡ya! gracias...) que se basan en guiones esperpénticos repletos de falta de lógica y alargados como chiclé, el año que viene los volveremos a tener presentes, junto con el tipo ése del escudo (que me falta en mi colección de despropósitos cinéfilos) bajo la dirección estratégica de un negrazo tuerto, ya verán que bien: para entonces, espero que los guionistas se hayan puesto las pilas y sepan presentar esas historietas de acción desenfrenada con menos citas supuestamente filosóficas (dan no se sabe si arcadas o ganas de reir) y un poquito más de auto-parodia, de humanidad que sepa entretenernos simplemente, porque fácilmente nunca lo será.

Si es muy fácil: sólo tienen que fijarse en cómo Clark parecía débil, timorato y cobarde, y todos, menos los que vivían dentro de la pantalla, sabíamos que era Supermán: ¿lo ven? el truco más viejo, sigue siendo el más efectivo.





24 comentaris :

  1. Uy! En fin... No sé ni por dónde empezar... Y me temo que esta entrada la has puesto como anzuelo y yo voy a picar el cebo...pero vamos allá.
    En primer lugar...
    Yo también añoro Christopher Reeve, porque estuvo estupendo como Clark Kent y como Superman. Más allá de su interpretación cómica del periodista, el tío se creía el personaje de las mallas.
    Siendo aficionado a los tebeos (y te aviso por aquí que no te he podido encontrar lo que me dijiste, pero seguiré buscando)... varias de tus afirmaciones darían para una discusión en la que no me voy a meter, y de la que más de una vez he pensado en hacer una entrada.
    Un dibujante como Gil Kane (que durante años dibujó la serie de Green Lantern; personaje que no es que me interese mucho)... decía molesto que Will Eisner (autor de Spirit y novelas gráficas varias) era un "gran escritor" hasta que lo comparabas con los grandes de la literatura como Tolstoi, Dickens y demás.
    A ver, no mezclemos naranjas con tomates... El cómic no puede compararse con la literatura porque son medios distintos. Cuando hace ya años mi padre me planteó que el cómic (o tebeo o como quieras llamarlo; a mí eso me da igual) era más simple que la literatura porque tenía imágenes, yo argumenté que por esa regla de tres, el cine también. Y él dijo que sí, claro.
    Sin comentarios.
    No sé a qué autor (creo que fue a Max) le leí que al cómic le había faltado densidad hasta ahora. No es que la novela tuviera más altura... es que era más densa... Puede ser. La cosa está cambiando desde hace unos años, y el tebeo, cómic, novela gráfica o como quieras llamarlo, no sólo habla de historias de tipos en pijama como las películas que mencionas en la entrada. Películas basadas en personajes de un género muy disfrutable pero que se dirigía a un público específico muy concreto (y no tengo que decir cuál, ¿no?
    Sigo luego... que ahora no puedo...

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  2. Firmaría tu artículo letra por letra, sí señor. Me encanta Clark Kent, detesto a Superman, como todo lo que lleve el prefijo "super". Especialmente el gesto de subirse torpemente las gafas cuando se inclinan por la nariz... En Reeve había un actor; en los superhéroes de hoy no hay más que un cuerpo apto para que los sensores informáticos que van a servir para maquetarlo todo en el ordenador hagan su trabajo y disfracen al protagonista de lo que no es.
    Un abrazo.

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  3. Hola otra vez.
    No he visto las pelis de Thor, Linterna Verde o El Capitán América. Personajes que de tebeo que de crío devoré y me hubiera encantado ver en pantalla, han llegado tal vez en un momento en el que mi interés es mínimo. Puedo ver las pelis, pero no con la ansiedad con las que las hubiera visto de crío.
    Cuando Thor empezó, el personaje de su identidad secreta era un médico cojo que usaba bastón (bastón que al golpearlo en el suelo se convertía en martillo y a su dueño en Thor). En fin, da lo mismo... No confundas a un género (que es muy disfrutable y tiene obras estupendas, por otra parte) y unas adaptaciones con todo un medio. Yo no voy a juzgar el cine por las películas malas que me encuentro a menudo...
    Lo que sí llama la atención es la cantidad de adaptaciones de este género que se han hecho estos años. Se ha puesto de moda. La verdad es que el cine no podía competir con los tebeos de Marvel y DC y sus coloridos personajes. No había tanto efecto especial para rayos, espacio, naves, etc... Pero hoy en día, el cine no tiene problema alguno con eso. Es por eso que el Spider-Man de Raimi puede hacer las mismas piruetas que el del tebeo (el primero, televisivo, no podía, claro).
    Ala. Un saludo.
    PD: Lee Fun Home de Alison Bechdel y me comentas.

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  4. Yo es que leí pocos tebeos. Bueno, algunos seguí, pero todos ellos demasiado "ibéricos": Purk, El guerro del antifaz, Capitán Trueno,... lo que tocaba.
    En cuanto al cine de este género, salvo las pelis de Nolan que, con todos los matices del mundo, admito que me han entretenido, tengo por máxima no ver ninguna. No he visto los Spidermans, por ejemplo, de ahí que poco pueda decir de ellas, más allá de lo genérico y de ese aspecto subjetivo que ya de entrada me impide ir a verlas.
    Pero también me gustaba mucho Clark. De hecho durante un tiempo -y aunque era evidente que no- decidí creerme que C. Kent no fingía su torpeza, sino que ésta era una cualidad más de su proyección terrícola, que se disipaba en el instante en el que sacaba a relucir los calzoncillos.


    Raúl
    El alma difusa

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  5. Uhy ¡ qué interesante está ésto ! Casi vengo en otro momento..a ver que se lee más por aqui..

    A mi tambien me encanta Clark Kent y sus gafas, torpezas y demás tic..no creo que fueran auténticos..era su personaje... lo fantástico resultaba de hacernos creer que Lois y el resto no "veian" a Superman en él..¡ eso es la gracia del cine !
    Y el tema musical ( éste sí)ya nos ponia en situación..

    Volveré a por más jeje

    Besos :-DD

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  6. Sabía, David, que estarías dispuesto a rebatir mi opinión sobre los tebeos, pero, amigo, es lo que hay: no digo que no los haya leído, ni que no me gusten, pero tampoco hay para tanto como algunos se empeñan en asegurar, entre ellos, tú, y ya sabes que no hay animadversión personal alguna en mi postura.

    Lo que interesa es el exceso de adaptaciones que, claro, precisan acudir a personajillos de segunda clase como los citados, pero es que, habiendo oportunidad, ni siquiera se les ocurre intentar presentar dignamente el lado digamos humano del héroe: ése Thor nada tiene que ver con el tebeo, pues se le hurta miserablemente su alter ego y se intenta retorcer la cuestión entre mitología nórdica y extraterrestre (con la lamentable costumbre de humanizar a todo quisqui) y el de la linternita aunque lo intenta no alcanza a pasar el listón.

    Acudir al tebero ante la falta de ideas y encima hcerlo mal, es la repanocha, tú.... :-)

    Un abrazo.

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  7. Exactamente lo que siento, Alfredo: Reeve se tomó en serio su personaje y supo dar importancia al atrabiliado Clark, dubitativo, consiguiendo de inmediato la complicidad del respetable, que no podía evitar reirse a carcajadas cuando simulaba desmayarse para interponerse en la trayectoria de una bala y cogerla al vuelo: eso es saber sintonizar y los de ahora sólo saben gruñir, mirar de frente y disponerse a que el ordenador les rodee de maravillas que no ven: patético.

    Y de los guiones ni hablar, claro, porque sería empezar y no acabar...

    Un abrazo.

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  8. Pues si no engañan las noticias, al Capitán Trueno pronto le podrás dar un vistazo, Raúl, porque lo estrenaron este fin de semana: parece que no es muy recomendable, pero me temo que no podré resistir la llamada de la memoria infantil, porque me leí montones de sus aventuras.

    Lo que hace respecto a la disipación terrícola de Clark al quedarse en gayumbos, amigo, ya quedó claro en la segunda parte, me parece, cuando él y Lois.... ;-)

    Estas dos películas que menciono, fíjate si serán flojitas, que han inaugurado la posible costumbre de acumular más de una pieza en una reseña...

    Un abrazo.

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  9. Muy cierto, Milady: conseguir convencer al público que nosotros sí sabíamos de su secreto, nos colocaba en una posición halagüeña y te predisponía hacia el personaje: truco clásico, pero efectivo donde los haya: Don Alfred siempre ofrecía información al epectador que negaba a sus personajes y nunca le fue nada mal.... :-)

    Besos.

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  10. Sabía que lo sabías (ja,ja).
    No hay para tanto y SÍ hay para tanto. Pasa lo mismo que con el cine, la música, la escultura, la fotografía, etc. Depende qué obras (ya no digo ni autor, porque este puede tener mejores o peores), la cosa sí será para tanto.

    Por otra parte, aquí hay un... no sé cómo llamarlo. ¿Importa tanto que estos personajes sean de "tebeo"? Es decir...lo que interesa es que la película sea buena, más allá de en qué medio (novela, cómic o teatro) se basa. Para ello, a mí me da igual si traiciona al personaje, es fiel o qué sé yo...

    Comentaba el otro día lo de las excesivas adaptaciones del género de tipos en pijama para el cine con un amigo. Me dijo que era moda pasajera... No sé... Si empiezan a adaptar a todos los personajes de los tebeos con secuelas y demás, tenemos género para rato... como le pasó al western. A mí me daría igual...siempre que lo hicieran bien... Pero me da que no es el caso. Es lo que dices, acudir a las fuentes y hacerlo mal.
    Pero eso también pasa con las novelas, ¿no?
    Ya que habéis mencionado por aquí lo del Capitán Trueno... Ya sabrás que Víctor Mora se inspiró en la obra de Foster (y yo, que leí antes el Príncipe Valiente, nunca pude soportar lo de El capitán Trueno, que me parecía mucho peor en comparación). Pues bien, la adaptación cinematográfica que Hathaway dirigió basada en la obra de Foster, para mí pierde toda la magia y la maravilla del tebeo original... que te lo comparo con la obra (literaria o cinematográfica) que quieras.
    Mi mujer dice que sólo se quedaría con dos de los tebeos que tengo en casa: Little Nemo y Prince Valiant.

    Pero bueno...volviendo al tema...

    Lo que también tienen los "tebeos" de supertipos a favor las pelis que los adaptan es que tienen tropecientos números... y entre muchos de relleno, siempre hay algunos autores que hacen "algo" que es por la que se suele recordar la serie, además de disponer de más tiempo para desarrollarla. En el caso de Thor, fue Walt Simonson. En el de Linterna Verde, los números que cogieron Dennis O'Neil y Neal Adams.

    En fin.. Insisto. No puedes juzgar a un medio por un género. E incluso no puedes juzgar a un género por las obras malas que encuentres en él.
    En este caso... el medio del que hablas y las historias que criticas son las del cine. Son las películas las que son malas... No es que los personajes sean de segunda (como dijo el autor de Superman: "No hay personajes malos, sino guionistas incompetentes")... es que no han sabido ser buenas adaptaciones (o sí, no sé; que tampoco las he visto... ni muchas ganas, la verdad..igual la del Capi y la de Thor las termino viendo).
    Ala...lo dejo... Y te he mandado un mail.
    Un abrazo...



    Acudir al tebero ante la falta de ideas y encima hcerlo mal, es la repanocha, tú.... :-)

    Un abrazo.

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  11. Tu última frase estaba pegada porque he copiado tu comentario para ir comentándote todo...pero se me olvidó el final (ja,ja).

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  12. Hablando de películas de este género, siempre nos quedará aquella que me diste a conocer tú. Me estoy refiriendo a la magnífica "Defendor".
    Sonrío.

    Raúl
    El alma difusa.

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  13. En su momento me gustó mucho la película de Richard Donner,las demás es mejor olvidarlas.La música de Williams,Lex Luthor,Glen Ford,Brando,etc.A Reeve le tengo cariño.Mala suerte la suya.Es lo que digo siempre:si el cine fuera real,el actor se hubiera reído por esa estúpida caída.
    Los héroes no son más que niños que juegan a ser buenos,incluso cuando su pasado es oscuro.
    Un saludo,amigo.

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  14. ¡Pero como que el del martillo pilón!. A mi Thor me pareció muy entretenida. No voy a decir que es una obra maestra, pero se me pasó en un suspiro. Y sin embargo, tengo que decirlo, Supermán siempre me ha resultado larga, y miro el reloj. No la descalifico pero tampoco me parece nada del otro jueves, Incluido el malogrado Reeve, que nunca me pareció un gran actor(tampoco en "el reportero de la 42" ni en "el pueblo de los malditos"). Respecto de las adaptaciones siempre han existido y ahora le ha tocado al comic, en unos casos con mejor fortuna que otros.Saludos.

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  15. En esta cuestión, David, jamás lograremos ponernos de acuerdo, y me refiero, claro está, al diferente grado de aprecio hacia los tebeos. Tú no vas a convencerme y yo no voy a gastar mis pocas fuerzas en intentarlo.

    Pero de lo que no hay duda es que las películas basadas en tebeos, además de carecer normalmente de guiones espléndidos, suelen ser infantilizadas más de lo que cabría esperar y hay una verdadera dejación de la profesionalidad en todos los ámbitos del cine salvo, eso sí, el departamento de efectos especiales: de ahí el título de la entradilla.

    Por otra parte tienes suerte que esto es un medio incorpóreo y no te llegará ninguna flecha de las miles que te han lanzado los pies negros al leer tu asombrosa llamada comparativa al western para excusar torpezas tebeísticas.... :-)

    Un abrazo.

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  16. No te falta razón en absoluto, Raúl, y ésa es una clara excepción o, si lo prefieres, un modelo a seguir, en el que la parte humana del héroe consigue conquistarnos.

    Un abrazo.

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  17. Coincido en tu aprecio por la película de Donner, Francisco, muy superior a las otras dos que siguieron y por descontado a la última (con niño incluído, qué horror) de hace tan poco.

    La dualidad en el héroe -véase Supermán,véase Batman, véase Spiderman, véase El Fantasma- daría para mucho si un buen guionista se sentara a escribir pensando en el público adulto...

    Un abrazo.

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  18. Que sí, Víctor, que sí: un martillo pilón mezclado con un bumerán...

    No puedes negar que en Thor hay un cierto aire de juguete, con esa civilización asgardiana que no acaba de definirse intentando una laicidad que no cuadra a los personajes y con detalles que tampoco cuadran en la supuesta condición extraterrestre tomada ésta como de gentes que viven en otra galaxia: y ahí volvemos de nuevo a la infantil costumbre de antropomorfizar a todo quisque: sin son asgardianos, ¿porqué tiene que parecer nórdicos?¿y el japo?¿el negro gigantón, aparece para contentar a los negros?

    Muy floja y mal interpretada, salvo Loki que es el único que mata con la mirada.

    Respecto a Reeve, te recomiendo veas las dos películas en que coincidió con Michael Caine: Deathtrap y Noises off

    Un abrazo.

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  19. Pero bueno Josep. Si no he mencionado la trampa de la muerte y cía es por no echar más tierra encima sobre Reeve, ya que en esos dos films si algo demuestra es que no le llega a la suela de los zapatos a Caine. Por no mencionar su papel en aquel remake del clásico del periodismo junto a la Turner Y Burt Reinolds de doloroso recuerdo.
    Respecto de Thor, a ver, que es un comic, no hay que exigir tanto rigor histórico. Lo mismo cabe un negro que un pigmeo, el género te permite esas licencias, creo. Un saludo.

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  20. No seas malvado, Víctor, que te veo: en La Trampa de la Muerte el trabajo de Reeve es encomiable e incluso le dieron algún premio: acercarse mucho a Caine no es un baremo aceptable porque si lo aplicas, batman se queda fuera de juego automáticamente: ése es un comodín con dos caras.... :-)

    Del refrito ése que mencionas nada puedo decir porque ni la ví ni pienso en verla jamás.

    respecto a las libertades con Thor, dudo que esas licencias que requieres se admitan tan fácilmente por los "fans": lo que pasa es que a Branagh siempre le ha gustado meter a negros en sus películas y quizás haya querido tantear a Elba para un Othello que ya me gustaría ver algún día...

    Un abrazo.

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  21. "...divertirme un rato con sus historietas sobre todo si están bien dibujadas..."

    Hal Foster, mejor voy a releerte en vez de perder el tiempo alargando un comentario aquí. No merece la pena.

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  22. Esa frase mía que resaltas, Elio, me da una vez más la razón: si sabes tanto como predicas del amigo Harold Foster, supongo que no serás la voz discordante en la aclamada sensación que, a partir de 1975, cuando dejó de ocuparse del dibujo, la serie empezó su declive.

    Con lo cual, está claro que, sin dibujos, nada interesante pervive en un tebeo: y si te gustaran acaso los diálogos, mejor leerse cualquier pieza de Arthur Miller, por ejemplo, o de Tennessee Williams, que tiempo para hacerlo no te faltaría, pues leer, lo que se dice leer, del amigo Foster con una hora te lo puedes leer todo: entero. Sin mirar los dibujos, claro...

    Un abrazo.

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  23. ¡Ah! Me olvidaba, Elio: si no te merece la pena volver por aquí, la salida es tan gratis como la entrada.

    Otro abrazo.

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  24. Para ser un tema tan..digamos trivial le poneis una pasión que ya ya..:-DDDD
    Es que tenia que volver porque sabia que da para mucho más de lo que aparenta..jeje
    Y pensaba entrar "al trapo" pero me quito el sombrero ante todos vosotros y me retiro discretamente...

    Besos .Milady

    P.D. Lo de los dibujos me ha gustado Holmes, los del oficio estaran/estaremos encantados..

    ResponElimina

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