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dilluns, 7 de juliol del 2014

Calvary




Hace muchos años un desquiciado alteró la tranquilidad veraniega que asolaba mi pueblo en los atardeceres húmedos y calurosos de mi infancia provocando un rumor popular inmediato que alborotó las tertulias callejeras: con una navaja de barbero intentó degollar al Párroco que estaba, como solía, tomando el fresco sentado cabe una mesa provista de refrigerios en buena compañía de algún feligrés: en ausencia de televisores, la conversación se prolongaba entre dimes y diretes y el orate aprovechó la oportunidad de satisfacer su locura: por suerte la abundante papada del cura le salvó la yugular y aquella noche quedó como una anécdota que marcó un verano.

Aquello ocurrió años antes que naciera John Michael McDonagh y estoy segurísimo que el director irlandés no tiene ni idea de lo que yo conocí de oídas pero mi recuerdo ha aflorado de improviso después de haber visto su segunda película, Calvary ,protagonizada como la primera, de la que ya hablamos aquí hace dos años, por Brendan Gleeson en una nueva oportunidad de mostrar que sus anchas espaldas pueden soportar el peso íntegro de una película.

Si el arranque de El Guardia enganchaba, en esta segunda ocasión McDonagh eleva el listón: el Párroco James Lavelle está en su confesionario cuando un confesante le dice:


Probé semen por primera vez a los siete años.
¿No tiene nada que decir?

Como primer comentario, es asombroso

............................

¿Matar a uno bueno?¡Eso sería noticia!
Le voy a matar a usted, padre.
Le voy a matar porque usted no ha hecho nada malo.
Pero no ahora.
Le daré tiempo para que ponga sus cosas en orden.
Digamos que el domingo de la otra semana.
(póster de Tom Moore)



McDonagh, que vuelve a ejercer de guionista y director, urde una trama que bebe directamente de los clásicos del cine negro y ofrece como novedad la profesión del protagonista y el entorno social en el que se mueve. El conjunto llega a desconcertar y puede que provoque interpretaciones diversas según la idiosincrasia o el ánimo del espectador, pero probablemente no dejará indiferente a nadie.

La identidad del feligrés que se anuncia como asesino la mantiene el Padre James en el anonimato pero sabemos que le conoce y que, más allá de su convicción -errónea o acertada- de mantener el secreto de la confesión su decisión se basa en la creencia de poder usar la razón para solventar el dilema fatal. De ese modo, McDonagh rechaza la incógnita y el suspense como sustento de su historia y se centra en la presentación de la mínima sociedad que constituye el entorno del sacerdote, tan peculiar como él mismo, ordenado después de enviudar: tiene una hija treintañera a la que acoge unos días después de un intento de suicidio.

Los parroquianos, la feligresía que constituye el campo de actividad del protagonista, constituyen un grupo heterogéneo que probablemente no agradará mucho a los irlandeses que pretendan ver su sociedad representada en ese microcosmos, lo cual sería craso error, entre otros motivos porque no creo que McDonagh pretenda autolimitarse a Irlanda como escenario: el calvario del título se refiere al que figuradamente pasa el protagonista por el transcurso de los días que le faltan hasta el fatídico domingo anunciado al inicio y así se nos recuerda en letreros que nos sitúan temporalmente, acrecentando de forma un tanto artificiosa el interés por el desenlace, que será sorprendente.

El aspecto criminal no es más que una excusa, un mcguffin del que servirse para acentuar la mirada sobre unas individualidades: el reducido grupo de personajes con los que se entrevista el Padre James en el curso de una semana por distintas razones y motivos acapara la atención del espectador que acuciado por la incógnita del desconocido criminal, procura no perder detalle intentando descubrir quién pueda ser el que ha prometido romper el quinto mandamiento. El truco argumental de McDonagh funciona, aunque intenta abarcar más de lo que puede pues en apenas cien minutos y atendida la amplitud del coro la brevedad debe imponerse y algo queda en el tintero.

Los hermanos McDonagh (hemos tratado ya las dos piezas del otro) son identificables ambos por mantener en sus argumentos conceptos inusuales en la cinematografía más moderna, tales como el honor y el deber incardinados en los preceptos religiosos católicos, principalmente aquellos que atañen a la vida humana: el asesino profesional incorporado por Gleeson en In Bruges se escandaliza y horroriza cuando su colega -al que está pronto a liquidar- intenta suicidarse y el párroco James intenta superar con cariño el intento de suicidio de su hija y se muestra firme al negar que el quinto mandamiento, no matarás, pueda ser obviado ni siquiera en caso de una guerra. Pero la caterva de feligreses del párroco, en realidad, son unas piezas de mal tejer, y lo iremos descubriendo, poco a poco, llegando a pensar que el calvario del pobre cura no es tener anunciada su muerte sino apechugar con esa clientela.

McDonagh dirige sin entrometerse en la acción ni resaltando ni puntuando, manteniendo una cierta lejanía sentimental, como buscando una objetividad, evitando tomar partido, o quizás limitado por su propia condición, pero afinando mucho a la hora de conferir un ritmo firme, avanzando lenta e inexorablemente a un final deseado desde el inicio porque el desenlace está pendiente durante todo el metraje y su forma gustará o no, pero es la que impone el autor en el ejercicio de su libertad de artista.

Precisamente esta película se aparta de la mayoría de la cartelera porque no se sujeta fácilmente y puede ser entendida de formas distintas: es evidente que McDonagh no pretende sentar cátedra ni convencer a nadie de nada y muy al contrario, ofrece un campo abonado a la interpretación, como diciendo ¡ahí queda eso y apañaros con ello! dejando el turno de la palabra al espectador: la última escena refuerza esa sensación pues el final aparece justo antes de pronunciarse la última palabra, quedando ahí una conversación repleta de interrogantes, preguntas que el autor deja en labios nuestros, a nuestro albedrío. Me parece una sabia decisión, además de valerosa, porque estamos demasiado acostumbrados a que nos lo den todo masticado y casi digerido.

En definitiva, una película que podrá gustar o no, pero que no dudo en recomendar a quien sienta que su cinefilia decae por falta de buenas piezas que llevarse a los sentidos.


Tráiler





p.d.: hoy este bloc de notas cumple siete años: a trancas y barrancas, pero sí.






16 comentaris :

  1. Vaya vaya....cualquiera se da una vuelta por tu pueblo...si así son las anécdotas no sé cuando la cosa seponga seria...
    Pero bueno, vamos a lo que vamos...la película me parece muy atractiva. La premisa muy buena...y el hecho de que el director tome cierta distancia y no tome partido me gusta...creo que favorece este tipo de historias.
    Además esto va más allá del clásico whodonit policiaco, yas que veo que importa el costumbrismo y los personajes....
    Y además, a parte del protagonista...sale Kelly Relly...actriz a seguir la pista....bueno yo hasta he visto dos veces eden lake...y confieso que ella tiene buena culpa.
    Por aquí no ha llegado, a ver si hay suerte...un abrazo

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    1. Efectivamente, Víctor: la intriga es el recurso y hay que estar atento al diálogo y a las actitudes para captar las personalidades: como en la vida real, vaya: nada masticadito.
      El elenco cumple, por supuesto, y la Relly, como siempre, punto de atracción, sí.
      Un abrazo.

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  2. Ahhhh del cartel que opine David, que algo dirá.....otro saludo

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    1. El cartel ése me pareció más afortunado que los comerciales, mira...

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  3. Se me olvidaba lo del cumple blog....pues espero que no haya resultado un calvary para usted. De todos modos ahí queda eso....tómate algo a la salud del personal....o mejor al revés, me tomaré algo a tu salud y a la de los que por aquí pasan...

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    1. Pues muchas gracias: tómate lo que sea, y que me lo carguen a mi cuenta... :-)

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  4. Al igual que ayer, se me ha borrado el comentario. Vamos a ver ahora.

    Lo primero, FELICIDADES por esos siete añazos. Lo segundo, que me has enganchado nada más empezar.... Tanto, que he dejado de leer la entrada un momentito para ver si estaba en cartelera (no es el caso). Recuerdo que me gustó menos la anterior de este hombre que a ti, pero que aquella no me dejó mal recuerdo (más bien al contrario).
    El cartel me gusta, V. Y como al lorito, creo que es mejor que el de la foto que han utilizado.
    Y poco más...cuando la vea (espero que no a mucho tardar) comentamos.

    Un saludito.

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    1. Muchas gracias, David.
      Me alegra haberte animado a ver esta película: espero tu comentario. Seguro que no te aburre. Creo que es de las que crece con el tiempo.
      Un abrazo.

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  5. En cuanto la vea te digo algo. Se me acumulan.. .a poco q me guste como El guardia, me vale.
    Pero algo sí digo ¡ qué pico tiene éste lorito! ( sin faltar al respeto que lo digo desde el cariño)y cuanto nos hace desear sus historias..
    Feliz cumplebloc y que no cese..a trancas o a barrancas.

    Besos
    Pd.perdón x pasar tan tarde..estaba haciendo turismo x la City.

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    1. Muchas gracias, querida Milady, por el elogio.

      Espero que halles tiempo y oportunidad de verla, porque supongo que te interesará.

      Besos.

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  6. Termino de verla ahora mismo. Atención SPOILERS y todo eso...

    No has dicho que más fuerte que lo del semen es lo que sigue a la confesión...
    mmm... Hace unas semanas o poco más de un mes vi "Diario de un cura rural"... No me gustó mucho. Se me hizo eterna. Toda esa amargura, ese agobio, esas culpas..
    Y esta era más o menos lo mismo solo que mejor llevada porque tiene humor. Negro, con muy mala leche tal vez...pero lo tiene.
    La peli está bien y te deja pensando...Decae un poco hacia el final,pero joder, el final es tan tremendo que la levanta de pleno. La conversación en la playa entre los dos con lo del perro y lo de los niños... y es que si lo pensamos un poco, ese tema y la actuación de la Iglesia ha sido tan nefasto... Por otra parte, no hay uno que se salve en el pueblo (joder! es como demasiado)...Pero por eso me encanta también la parte en la que habla con la hija y le dice que siempre estamos hablando de los vicios y no de las virtudes y luego habla del perdón. Eso de "Te perdono, ¿me perdonas tú a mí?" Y que él responda "Siempre" me ha gustado. Y también la escena final. Quiero pensar que ella va con la intención de perdonar. Pero no lo sé. Sería para hablarlo... Me "sobra" tal vez la borrachera de él y el numerito de la pistola. Parece alguien demasiado cabal y sereno como para caer en esas, pero bueno... Me encanta la réplica que le da al ¿obispo? de "eso lo ha leído en un libro". La verdad es que buena peli, sí. Te deja pensando. Pero a mi mujer no le ha enganchado...demasiada acumulación de temas sórdidos en su opinión y ha perdido interés... Yo no... y entiendo también que si saca a parroquianos felices y contentos, la peli no interesaría tanto...tiene que sacar a aquellos que le dan "problemas". Pero habría estado bien mostrar a otros (aparte del viejo escritor) para compensar un poco, ¿no? Gracias por la recomendación.

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    1. David: ya sabes que prefiero no contar mucho cuando las películas son muy recientes y presupongo que no han sido muy vistas.
      Me alegra que descubrirla por tí mismo te haya significado un buen rato: no dudo que el desarrollo te habrá atrapado el ánimo y te agradezco muchísimo el comentario y el detalle reconociendo la oportunidad de mi recomendación, que me compensa ciertamente de la labor de pensar y escribir la nota.
      Respecto a la elección de los personajes que conforman la trama, coincido con tu apreciación, que no quise poner de relieve, porque evidentemente es una decisión del director/guionista: fíjate que incluso el pueblo dispone de una clínica con un cirujano, lo que implica cierto tamaño que no se nos presenta: hay una abstracción forzada de la mano de quien manda -el autor- que elige el medio y la forma y muestra un contenido específico dirigido a remover neuronas más que sentimientos y desde luego que consigue su objetivo, porque imagino que, ahora, estarías encantado de poder sentarte conmigo para comentar aspectos de la película que te habrán interesado íntimamente, confrontándolos con los que me habrán interesado a mí: eso para mí es Cine y creo que para tí, también.
      Un abrazo.

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  7. Felicidades por el séptimo aniversario!!! Siete, no está nada mal.
    Esa película promete y el cartel es magnífico. Eso sí, no la encuentro en la cartelera. ¿Dónde está?
    Saludos. Borgo.

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    1. Muchas gracias, Borgo. Esta película estaba previsto estrenarla en este país para el mes de marzo/abril, pero algún entendido habrá decidido que no era el momento, así que por ahora no está en la cartelera patria. Casi que mejor, porque nos ahorramos un doblaje.
      Un abrazo.

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  8. En consonancia con Josep en no desvelar demasiado la peli...si el comienzo, pero poquito mas,jeje...estupenda peli; humor negro típico anglosajón, y para mi aunque no decae, quizás esa pausada manera de contarlo, tan ordenada a alguno le ponga nervioso...a mi no. En general coincido con lo que comentaís , tanto David cono Josep, y felicidades por el Blog, claro

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    1. Bienvenido, Atikus: Y muchas gracias por el comentario y el elogio.
      Celebro que esta película te haya traído por aquí, porque ello debe significar que te habrá gustado y, vista, habrás pasado un buen rato.
      Un abrazo.

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