Tomar riesgo
Ha sido una relativa sorpresa saber esta misma tarde que ha recibido el máximo galardón del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges el primer largometraje dirigido al alimón por Dan Kwan y Daniel Scheinert que hasta ahora se habían ocupado de cortometrajes y vídeos musicales firmando en ocasiones con el genérico Daniels.
Parece que el éxito conseguido con sus cortos propició el deseo de abordar un largo -cosa habitual por otro lado- con la fortuna añadida de obtener financiación para el empeño a cuya suerte habría que añadir la decisión de intervenir como protagonistas de dos actores, Paul Dano y Daniel Radcliffe, ya veteranos a pesar de su juventud y gozando de un merecido prestigio no dudaron en cargar sobre sus hombros la representación de dos personajes absolutamente extraños y no tan sólo porque uno de ellos es un cadáver.
Precisamente el saber que hay un fiambre chupando pantalla es un detalle que al cinéfilo veterano puede tumbarle las ganas de ver la película si acaso padeció las tonterías de Este muerto está muy vivo y cabe proclamar de inmediato que no hay caso: la pieza dirigida por los Daniels sobre guión propio, salvo el co protagonismo de un muerto, no guarda parecido con la mencionada ni tampoco su intención es la de hacer reír al respetable aún cuando alguna carcajada -o muchas, depende- puede oírse en la oscuridad, si llega el caso.
Swiss Army Man (2016) que se ha proyectado en la Blanca Subur esta semana que acaba probablemente no verá alterado su título si llega a exhibirse en las pantallas españolas, aunque "El hombre navaja suiza" sonaría tan surrealista como merece la pieza: rechácese cualquier adjetivo que se proponga para definirla de otro modo; quede avisado el personal que se hallará ante una obra formalmente mejorable presentando una trama dotada de una fantasía que indudablemente le ha hecho merecedora de recibir el galardón sitgetano con toda justicia.
Ésta es una película que el cinéfilo debería ver ineludiblemente a pesar que es posible que, transcurrida la hora y media de metraje, apenas siete minutos antes del final, me maldiga los huesos por habérsela recomendado. Es lo que hay: un riesgo artístico tomado por la pareja de directores y también por la pareja de actores reclama a voces el riesgo del público que debe abandonar toda idea de comodidad: ésa no es una película comercial al uso: se la han jugado, oiga.
Esa pareja, los autodenominados Daniels, son jóvenes; no tienen miedo al fracaso porque confían en la brillantez de sus propuestas, sus ideas que rozan el surrealismo y se expresan principalmente de forma visual con una inventiva y atrevimiento que se encuentra a faltar en demasiadas ocasiones en otras películas. Diría que huyen de lo plácido y sus hallazgos sorprenden. Lástima que les falte experiencia al momento de construir el ritmo de la narración y que, seguramente ilusionados por lo bien que se les da mover la cámara, no advierten que la reiteración y la redundancia, aunque leves, son enemigas de la agilidad y para rematar la faena ofrecen un final realista que rompe la fábula de mala manera.
La otra pareja, Paul Dano y Daniel Radcliffe, merecen todos los aplausos: a Radcliffe ya le han señalado en Sitges por su representación de ese cadáver tan especial y se han olvidado un poco de Dano cayendo en la costumbre de apreciar los caracteres especiales y raros por encima de los más normales siendo así que estos calificativos únicamente son aproximados porque los personajes de ambos, complementarios, son lo mejor de la película y exigen de los actores un trabajo agotador tanto física como mentalmente porque el ridículo y la farsa están a un milímetro y ellos saben pasearse por ese precipicio saliendo airosos. Hay que tener valor para aceptar esos trabajos, porque ya no se trata de un vídeo más o menos gamberro: es un largometraje con una historia subyacente cuya pretensión no es, no puede ser, comunicar un único mensaje.
Habrá que estar atento a lo que puedan ofrecernos en el futuro esos Daniels. De momento, imperdible para el cinéfilo: dad un visionado a ésta, no sea que, en un par de años, se haya convertido en "una de culto" y no se haya visto.
plus: en este enlace de una pagina en inglés hay -aparte de mucha información- varios vídeos rodados por los Daniels que dan idea inmediata de sus capacidades.
Ante todo, ya que te veo al tanto de Sitges, me gustaría saber tu opinión del hecho de que algunos premios del festival vengan "patrocinados" por marcas de empresas como Mercedes o Gas Natural.Si nunca me he fiado un pelo de los festivales, esto parta mi es la gota. No es que los teatros lleven ya nombres de marcas y cías de seguros, es que los premios tb...en fin.
ResponEliminaNo obstante, viniendo de quien viene la recomendación tomo debida nota...la pareja se las trae, desde luego...y no te preocupes, si no me gusta no pasa nada, en peores garitas hemos hecho guardia.Un abrazo
¡Ay, Víctor! Fíjate que ahora que estamos en una sociedad "más civilizada" llaman patrocinios a las ayudas interesadas por la publicidad recibida a lo que en épocas supuestamente más bárbaras definimos como mecenazgos y eran contribuciones que los poderosos efectuaban por el puro placer del arte en un dispendio que, además, acababan compartiendo con la "ignorante plebe" (que quizás no era tan ignorante, no en vano sabía entender a Shakespeare y gozar con Haendel). Me alineo contigo en el poco aprecio a los premios y a los festivales concebidos como una competición, siendo así que festival viene de fiesta....
EliminaEl tema daría para una tesis más que para una entradilla y siempre, para una apasionante conversación.
También tienes razón: cosas peores se han visto y se verán en este mismo año 2016.
Un abrazo.
El tema da para mucho,ya que en ocasiones la cosa se disloca hasta el punto de que me encuentro en la entrega del premio planeta a los reyes y ministros varios haciendo la función de azafatas del telecupón o maniquies de Cortefiel. Con lo que la función del mecenazgo publicitario bajo cuerda queda de tal forma que son los entes públicos los que tienen que ir a hacer la pelota abrazando la farola planetaria. Muuuuy surrealista todo.
EliminaEsto casi es propio de una película "marxista"; luego nos aseguran que aquí lo de los grupos de presión conocidos en el otro lado del océano como "lobbys" (o sea, de hacer pasillos, vaya) no existe....
EliminaNo la he visto pero sí algún trailer y comentarios.
ResponEliminaVa de soledades, naúfragos y cuerpos muertos con problemas de flatulencias..¿no? ¡Menudo tema! Arriesgado y original, sin duda.
De entrada a mí Paul Dano me gusta mucho, me interesa todo lo que hace y Harry Potter está demostrando que es algo más que el niño mago y que no se ha quedado en Hogwarts, y dicho esto, si se me permite la broma,parece que ahora está poniendo en practica y aprendiendo, nuevos trucos.;)
Apuntada queda.
Besos. Milady
Si te digo de qué va, Milady, por una parte plantaré un chivatazo inexcusable, vulgo "spoiler", y, además, deberé interpretar el sentido del conjunto que, posiblemente, se me escapa al cien por cien, porque acabaría reduciéndolo a una anécdota demasiado simplista al aplicarle una lógica pretendidamente cartesiana: mejor verla y dejarse llevar po esos momentos brillantes y luego, si eso, volver por aquí a desfogarse.... ;-)
EliminaBesos.
Pues no la he visto. Otra que apuntar a la lista.
EliminaSobre lo que comenta Víctor... Yo paso del fútbol, pero eso de que la Liga Nacional sea ahora la liga BBVA y lo mismo en otros deportes. En fin... Cuando el Festival de Cannes se llame Festival de Cannes Coca Cola (o Pepsi), pues qué vamos a decir.
Pero si consigues olvidarte de eso (a pesar de que te lo machacan), lo importante es el partido, el juego, la peli o lo que toque.
Me encanta esa distinción que has hecho entre mecenazgo y publicidad, lorito. Te ha quedado muy bien... Solo un detalle. A veces ese mecenazgo sí era "publicidad" para el patrocinador. Había mecenas más "interesados" que otros en lo que el artista fuese a hacer...
Lo de los trucos que dice abril tiene gracia,
PD: Ayer vi dos pelis. Una que tú recomendaste por aquí...pero no me apetece ir ahora a esa entrada y otra que creo que no has señalado.
La de Siete psicópatas (me gustó, pero sin más; tal vez esperaba más porque la habíais puesto bien en un par de blogs vecinos) y la de El renacido (¡Buuuuuuuufff! Solo diré que me gustó bastante menos que la otra, y que la otra era "sin más" al final, así que imagina esta).
Al loro le contesto arriba.No se si has visto un video humorístico que me hizo mucha gracia en su día. Se disponía a sacar la tenista Garbiñe Muguruza hija de vasco y venezolana y afincada en Barcelona y salía primero un español con los colores de España...vamos Mugu, le replicaba el vasco pero que dices ignorante aupa Garbiñe vasca 100%, contestaba el catalan, callad los dos, la Muguruza es tan catalana como el barca, salía uno disfrazado de Maduro, silencio todos, Garbiñe es de pura cepa bolivariana, una tenista revolucionaria y por último aparecía un señor de traje con un contrato...me disculpen todos ustedes, pero según la clausula quinta del contrato de publicidad firmado y que obra en mi poder, todos los derechos de imagen de Garbiñe Muguruza pertenecen a BBVA. Pues eso
EliminaJajaja...Pues sí. No he visto el vídeo, pero es así.
EliminaY relacionado con esto..
Por encima de credos, nacionalidades, razas, culturas, tradiciones y demás, el metal hermana a los de su clase. El problema es que los gilipollas de abajo seguimos diferenciándonos por esas cosas mientras que los de arriba tienen muy claro que esas cosas son diferencias mínimas y solucionables (no ha problemas para conseguir nacionalidades, exenciones religiosas o lo que haga falta cuando el dinero manda) porque les une otra cosa.
En fin...
Deberías verla, David: luego no te gustará, pero deberías verla.
EliminaLo del patrocinio llega al ridículo: el otro día estaba uno dando la "interesantísima" rueda de prensa después del partido y van y le colocan dos botellas de dos diferentes bebidas delante. ¡Y ni un vaso! XDDD
Es patético, pero es lo que hay....
Un abrazo.
Ahh por cierto....yo es que vi el trailer, me medio mareé y renegué de la película.... no la he visto perooo...
ResponEliminaPara hacerte una idea, en la página que enlazo al final hay algunos vídeos esclarecedores de lo que estos dos directores suelen rodar....
Elimina¡Qué nivel señores! Y todo se reduce al vil metal
ResponEliminaY a Mr. Parrot le digo..despues de leer : "deberé interpretar el sentido del conjunto que, posiblemente, se me escapa al cien por cien, porque acabaría reduciéndolo a una anécdota demasiado simplista al aplicarle una lógica pretendidamente cartesiana"...
..me dejas sin palabras, sire XDDDD
Reverencia, saludo y me quito con gracia el sombrero XD
Sí, Abril. Una vez más, de pé a pá ;-) Todo es el vil metal (y los de arriba lo tienen más claro que nosotros).
EliminaYo ya digo que los chavales de Potter mejoraron como actores a partir de la tercera... Luego está qué papeles te toquen, cómo te dirijan o aconsejen, etc...
Así que le dí al botoncito, Milady, supe que me la iba a cargar con todo el equipo.... XDD
EliminaPara David..¡ no me digas que Daniel/Harry no aprovechó los años en la academia de magia! Salió de allí al mundo muggle con unos brios... despues de Voldemor y su dementores lo demás es pan comido ..¿ahora vuelve al inframundo? ¿qué es eso para él? ;P
ResponEliminaSaluditos
Síp ;-P... Mejor que no hubiera vuelto a la letra impresa (ay qué decepción con el nuevo libro. Lo leí en inglés antes de que saliera por aquí; y no quise hacer entrada porque no tenía ganas de ponerlo mal).
Elimina¡Hombre, David! ¿Miedo escénico a estas alturas?¿Remordimientos?¿Pánico a los miles de trolls?
Elimina¡Caña al mono, que es de cera! XDD
Este año no he pasado por Sitges (el anterior sí, vi una tontorrona película canadiense con zombis: "La escafandra" y un pase de cortos que no estaba mal) pero me apunto esa película a la que te pasa lo mismo que a mí con "La paloma que se posó sobre una rama..." de Anderson que me encantó pero no me atrevía a recomendársela a nadie.
ResponEliminaSaludos!
Borgo.
Pues aupongo que algo así, Borgo: pero resulta tan especial, que merece dar el aviso: seguro que cada espectador saca una conclusión distinta y ello ya de por sí le da el punto.
EliminaUn abrazo.
"...seguro que cada espectador saca una conclusión distinta y ello ya de por sí le da el punto." Cito tus palabras, amigo Josep, porque desde hace un tiempo vengo dejando comentarios en los blogs amigos un tanto vulgares respecto a mi persona. Siempre digo que el cine es memoria y por eso me siento totalmente inepto a la hora de escribir sobre películas de estreno; soy incapaz porque no tiene todavía la memoria que justifica el tener que escribir sobre ellas. Verás, no hace tanto tiempo que vivo en Mataró. Nací y me crié a diez minutos en coche de Sitges. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que me he pasado toda mi vida en ese festival, pero, ojo, jamás llegué a entrar a una sala de cine. Me explico. Siempre con intenciones buenas y cinéfilas, iba a ese pueblo maravilloso de pescadores del Mediterráneo con sus aguas azules y sus olas de Homero y gramática a lo Josep Pla... perdón por la lírica o pedantería, en fin, que el origen de mis pensamientos era ver todas las películas, pero... las salas de fiestas, los amigos, las extranjeras y no tan extranjeras, la edad, el alcohol, la vida loca, los chapuzones en la playa completamente desnudo a altas horas de la noche junto a aquellas francesas... en fin, que siempre acababa completamente borracho. Según me han contado, me despertaba en aquella playa tan pequeñita que tiene Sitges y no me acordaba de nada. Una vez desperté en un apartamento de gays. ¡Cuidado! No pasó nada. Esa buena gente me recogió al ver mi lamentable aspecto. Allí también había una inglesa guapa pelada como una gamba. Me dijo que yo llevaba más de un día en estado “zombi”. Incluso me llevaron a comer a una terraza, pero no comí. Ahora podría describir cómo estaba: a lo Daniel Radcliffe en esta película que no he visto, pero sí el tráiler. Al menos este chico tuvo la oportunidad de estudiar en una escuela de magia (y mira como ha acabado). No sé qué más decirte, mi querido Josep, que siempre que voy a mi adorado Sitges acabo de esa manera y no hay forma que entre en un cine. Te lo juro; mi pensamiento original está en esas salas, pero no hay manera. La maldita leyenda del Santo Bebedor. Sitges me mata dulcemente. Sitges es el lugar mítico
ResponEliminade mi adolescencia. Por las calles de Sitges he visto cosas más surrealistas que en el cine fantástico. He visto por sus entrañables callejuelas a Spock, al enano de Willow, a Schwarzenegger con un bebé en brazos, he visto a David Cronenberg con una chica Bond, he visto al actor que hacía de Freddy Krueger comiéndose una paella de marisco en el Restaurant Colon, (allí, junto al mar), he visto a un tipo altísimo llamado Peter Mayhew (Chewbacca) firmando autógrafos a un grupo de africanos, he visto a John Carpenter cuando todavía tenía pelo, a Wes Craven después de muerto, he visto a George A. Romero con esa larga coleta blanca y sus gafas de culo de botella caminar sin inmutarse a través de los zombis que atrae el festival, he visto atacar naves en llamas más allá de Orión... Momentos que se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia... es decir, a Rutger Hauer en sus buenos tiempos. No. No he conseguido todavía entrar en un cine de Sitges, pero he visto cosas. ¿Te apuntas para el año que viene? No hace falta que lleves el bañador.
Un fuerte abrazo.
Paco, amigo mío: me apunto, claro: sin bañador y sin teléfono móvil, además. Lo que no aseguro es que mi influencia sea más poderosa que la tuya, así que igual acabamos viendo a las estrellas de cine justo donde se vislumbran las del cielo, aunque este año la luna ha tenido protagonismo...
EliminaPor lo demás, yo creo que tú no dices nada del cine de este siglo que ves porque eres de digestión lenta y pluma rápida, así que vas regalándonos sensaciones bien asimiladas; te ahorras así el darle muchas vueltas, en ocasiones, para no soltar tacos y exabruptos por doquier a causa de algún guión más flojo de lo resistible. Tus comentarios, déjame que te lo diga en secreto, nunca son vulgares: intercambiar ideas contigo siempre es un placer.
Un abrazo.