Carregant el Bloc...

divendres, 28 de gener del 2022

Follada





Estamos a finales de enero lo que significa también en puertas de las campañas de mercadotecnia que, disfrazadas de premios, nos van a machacar las meninges hasta bien entrado el mes de abril y quien sabe si incluso mayo. O sea que a partir de nada vamos a escuchar por todas partes y nos vamos a encontrar con artículos de concienzudos "críticos de cine" que nos van a lanzar mensajes encomiables y elogiosos bien pagados por los jefes de propaganda de, por ejemplo, RTVE, TV3, y adláteres del ICO y compañía y los refiero por vivir todos del erario público, es decir, del dinero de su bolsillo, amable persona que se ha detenido aquí.

Una de las películas que más vamos a escuchar va a ser la última del inefable Fernando León de Aranoa que ejerciendo una vez más de juan palomo se erige en guionista y director de El buen patrón, que, agárrense, ya ostenta tres premios y cuarenta y seis nominaciones en este momento y aún pueden aumentar.

¿Estamos ante la obra maestra del recién finiquitado año 2021?

No.

Vale: del cine en general no, ¿pero y del cine español?

No, aunque puede que sea la mejor del cine español del año pasado, tan mal están las cosas en nuestra cinematografía.

Ya sabemos todos que según el maestro Kurosawa para hacer una película primero hay que escribirla y para escribirla primero hay leer mucho y bien. Pues bien: Fernando León no ha leído mucho o lo que ha leído no ha sido de la calidad necesaria para impregnar su guión de un mínimo de calidad aunque es cierto que por lo menos ha sabido usar un lenguaje en los diálogos que no es tan deprimente como suele serlo habitualmente en el cine moderno, tan lleno de zafiedades y ocurrencias de ignorantes semi analfabetos.

La trama ideada por Fernando León nos presenta a un empresario de una fábrica de balanzas que está esperando una visita de funcionarios que van a otorgar un premio industrial, de esos que otorgan prestigio y se pueden lucir en los logotipos y membretes. (Lo cierto es que algunos esos premios, como algunos otros, se consiguen previo abono de prebendas, pero esa cuestión no cabe aquí, ahora.).

Y precisamente en la semana de espera de la visita funcionarial le surgen una serie de problemas y si usamos el rico vocabulario del castellano con la despreocupación y desparpajo de Don Camilo José de Cela acometiendo los hechos que componen la trama con los dobles sentidos que nos permite el diccionario podemos definir ese largometraje (largo de verdad:dos horas de la vida de cada espectador) como una auténtica follada.

Que según el diccionario es una empanadilla hueca y hojaldrada. Como definición principal, vaya. Y le vale perfectamente a la cosa esa de Fernando León.

Habrá chivateo, aviso, aunque no muy importante.

Nada más empezar, vemos al patrón (craso error de Fernando León, porque el de empresa se denomina patrono) Blanco encorajando a sus empleados ante la visita funcionarial y luego despide a un grupo de becarias y escuchamos cómo la más guapa le dice "te amo" mientras le coloca una insignia de recuerdo. O sea que Blanco se ha follado a una becaria que podría perfectamente ser su hija. Bien: el tío es un follador nato, que repetirá la jugada con otra de las becarias del nuevo grupo que sustituye a las que han salido. Enseguida entenderemos que el tipo tiene ahí una fuente de ligues. Luego abundamos en el tema que se le escapa de refilón al bueno de Fernando León.

En el mismo día se presenta un ex empleado acompañado de sus dos hijos menores quejándose porque le han despedido (nunca sabremos las causas) y a pesar de haber sido indemnizado de conformidad ante los juzgados pretende volver a su puesto de trabajo y le monta una paradita en la puerta de la empresa con la connivencia del segurata de la puerta.

No acaba Blanco de lidiar con el descontento cuando se encuentra con que dos de los jefes de distintos departamentos, Miralles y Khaled, se lían a discutir porque Miralles está muy raro, que se sube por las paredes. Su problema será que se huele que su mujer se larga por las noches a follar con otro. Blanco intenta apaciguarlo hablando con la esposa, que resulta estar despechada porque Miralles se está follando a la secretaria de Blanco. Y Blanco acaba descubriendo que es Khaled el que se beneficia a la mujer de Miralles, cosa que este, por suerte, ignora.

Llegadas nuevas becarias, Blanco inmediatamente tira el anzuelo a la más mona y mientras está con Miralles en un puticlub recibe una invitación de las becarias a una fiesta y allá que se van y Blanco, claro, se folla a la más alta y mona.

Pasan más cosas, que no vale la pena relatar de tan simples como son y de infantil como resulta su planteamiento. La cuestión es con todo el follaje descrito un tipo como Azcona en un santiamén nos monta una trama que te descojonas al tiempo que critica ácidamente la sociedad actual. Pero Azcona no está y no se le espera, aunque no nos importaría un émulo en condiciones.

Lo chivatado nos alcanza a la mitad de la cinta y su desarrollo es de pena, tan patético y facilón resulta, tan ilógico y sin atar los personajes más allá de tópicos que algunos confunden con prototipos y mientras vas viendo la cosa esa te asaltan preguntas que podrían dar para un debate con los defensores del largometraje en cuestión, que los hay, supongo que satisfechos:

- A un tipo como Blanco, tan bregado, ¿no se le ocurre que puede acusar de coacciones al ex empleado que ya ha recibido a conformidad su indemnización?

- ¿No resulta un pelín machista ese segurata que cuando va de gorra con la parienta al ballet, la deja a ella en la silla de atrás, desde donde apenas verá nada a causa del corpachón del tipo?

- ¿No resulta muy machista todo ese follaje en el que se hallan los empleados dejando Fernando León a las mujeres como accesorios? Simplemente una escena en la que ver a la esposa de Miralles tramar su venganza con Khaled alejaría esa sensación y proporcionaría una línea interesante.

- ¿En serio nos hemos de creer que la niñata fogosa acaba haciendo lo que le da la gana a un tipo serpenteante como Blanco?¿En serio?¿O es que habrá secuela?

Uno se queda asombrado de la capacidad inmensa de Fernando León de contarnos estupideces y dejar de lado posibilidades que sin duda alguien como Berlanga hubiese aprovechado en un sangrado burlesco marca de la casa, pero estamos en el siglo veintiuno y si los premios de libros (que no literatura) son como son, no vamos a esperar que las películas sean mejores.

Naturalmente, huérfano de buenas ideas en su propio guión, Fernando León ejecuta una dirección cinematográfica ramplona y sin interés, limitándose a seguir por todas partes a Javier Bardem que gracias a una prótesis dental, imagino, habla con un deje extraño y hace unas muecas como temiendo se le vaya a escapar la dentadura y lo peor es que, como puede observarse en el acertado póster, hay un evidente desequilibrio entre el personaje protagonista y todos los demás, lo que redunda en contra del conjunto.

Resulta francamente deprimente observar que con dinero público se producen películas tan huecas de contenido como una buena follada. Quedan en aviso.



Leer más...
Print Friendly and PDF
Aunque el artículo sea antiguo, puedes dejar tu opinión: se reciben y se leen todas.