A lo largo de todos estos años creo que en alguna ocasión me he referido a otra de mis aficiones, la de fotografiar casi todo lo que se me pone por delante y me llama la atención y resulta que por una serie de avatares, coincidencias, casualidades o llámelo usted como prefiera, hace ya más de un año me solicitaron material fotográfico para realizar una exposición con la idea de aprovechar unos fondos de imágenes de interés en principio localista para engrosar el archivo municipal y pese a mis reticencias iniciales al fin me ví embarcado en una empresa inédita para mí, la de seleccionar fotografías con el fin de ser expuestas al público.
Ha querido la fortuna que coincidiese la fecha prevista para la inauguración con el primer período de confinamiento general que se aplicó para salvaguardar la salud pública del maldito virus covid y así se aplazó mes tras mes hasta que al fin se decidió que, ya que todo el trabajo previo se había realizado (digitalización mediante escaneo de negativos, selección y proceso de los mismos con las técnicas digitales más modernas, ulterior selección para decidir las definitivas a exponer e impresión y montaje de las mismas) y el material estaba colgado de las paredes de la sala de exposiciones, el pasado día 2 de octubre, con mascarillas y aforo limitado, se inauguró la exposición capítulo Nº9 del "Cicle l'autor i la seva obra" y he de confesar que durante meses me embargó una ambivalente sensación de orgullo y de estar precisamente donde no debía por no merecer tanta atención.
La exposición se ha desarrollado con los trompicones propios de la época que padecemos y al fin el pasado día 2 de este mes se procedió a desmontarla como estaba previsto y creo que después de treinta días de exposición pública limitada por el covid se merecen esas fotografías un poco de aire y me ha parecido que colgarlas en este bloc de notas era lo mínimo que podía hacer, máxime cuando algunos amabilísimos lectores jamás tuvieron oportunidad de ver esas fotografías, que les pueden sonar a cosa rara por ser muy localistas, pero es lo que hay.
Para la exposición me solicitaron un texto introductorio que escribí en catalán y que he procedido a trasladar al castellano dado el bilingüismo de las gentes que por aquí se mueven y si interesa se puede leer en estos enlaces.
La exposición, evidentemente centrada en actividades de mis conciudadanos, se subdividió en cinco temáticas diferentes y he dispuesto un enlace para ver en reproducción continua cada colección por entero. Cualquier fotografía puede verse ampliada simplemente usando el ratón.
Introducció en Català
Ja de ben petit preferia mirar sense fer soroll tot allò que m'envoltava fixant-me en detalls que em deixaven absort al temps que donava la imatge de ser un bon nen, quiet i pacífic, mentre la meva imaginació volava per tot arreu.
A la primera adolescència vaig aconseguir que em deixessin manegar una càmera molt senzilla, una Werlissa, em sembla recordar, i quan havia fet guardiola em comprava un carret de ¡dotze fotos! que ràpidament vaig aprendre a administrar. Ben aviat, a la segona adolescència, vaig aconseguir que em deixessin fer fotos amb una Kodak Retina II ¡que ja portava telèmetre! i la meva afició a mirar silenciosament i a guardar les imatges a un negatiu va créixer.
La primera reflex me la vaig comprar jo mateix i va ser una Minolta 303 SRT que encara es prop meu reposant. Amb ella vaig començar seriosament a practicar la fotografia i ràpidament també vaig iniciar-me al revelat i positivat en blanc i negre, sempre havent en compte que els materials no eren barats i que els carrets no disposaven de gaire més de 36 imatges encara que fossin fets al granel a partir de rotllos de negatiu de 30 metres enllaunats.
Tot una proesa tancar-se a la fosca més profunda, obrir una llauna i d'una cinta de 30 metres tallar-ne un tros i enrotllar-lo dins d'un xassís de carret que acabaria dins la Minolta esperant que jo pensés que aquella imatge valia la pena guardar-la.
De bon segur, per això els fotògrafs que vàrem practicar la fotografia física i química (això que diuen ara, d'analògica com a diferent de digital es una mostra de desconeixement enorme) no ens acabem d'acostumar a tirar fotos com qui metralla. La foto, aleshores, requeria paciència i mirar, mirar molt fins que arribava el moment esperat.
La espècie humana es un motiu inesgotable per mirar, per tafanejar, i, es clar, per fer fotografies.
Sobretot, quan elles o ells es dediquen a fer allò que els agrada, perquè en una activitat de goig, les expressions sempre son interessantíssimes, lliures, sense complexos, sense cabòries: concentrat el subjecte en fer allò que fa de la millor manera, el fotògraf té models que sempre ofereixen bones imatges.
Si això ho ajuntem a que m'agrada la música i la dansa, acaba resultant que sense haver-ho fet premeditadament, tinc una petita col·lecció de fotos que ja formen part de l'historia de El Prat, mostra d'actes culturals que el pratenc va poder gaudir a la desena compresa entre 1976 i 1986.
De forma natural, sortir al carrer a tafanejar per les festes majors sempre ha estat un reclam pel fotògraf i no em podia pas resistir quan el veïnatge permetia barrejar-se i fer anar la càmera quan l'ull ja havia mirat prou i la gent s'havia acostumat a veurem pel mig, com si no fes res, quan estava mirant-los a ells tot esperant el moment de guardar l'instant.
Va ser una gran sort que el meu amic Joaquim Montané, sabedor de la meva passió per fotografiar la gent fent coses, m'avisés i em posés en contacte amb en Josep Vidal, que estava organitzant una pujada amb carros i tartanes a Montserrat amb motiu del 50è aniversari de la tradicional Romeria, al 1982: en Josep Vidal i el seu germà Enric em van admetre a la seva tartana, prometent jo que els ajudaria en el que fes falta i gràcies a aquesta iniciativa que va ser un regal vaig poder fer, aquell primer any i dos més encara, una bona pila de fotografies que, aquestes segur, formen part de l'historia pratenca.
Espero i confio que gaudiu de la mostra d'aquestes fotografies que d'una banda permeten recordar actes i fets de El Prat de fa quaranta anys i d'altre, suposo, assenyalen un interès i una forma de veure de qui es trobava amb l'ull enganxat a la càmera.
Introducción en Castellano
Siendo muy chico prefería mirar sin hacer ruido todo lo que me rodeaba fijándome en detalles que me dejaban absorto al tiempo que daba la impresión de ser un buen niño, quieto y pacífico, mientras mi imaginación volaba por todas partes.
En mi primera adolescencia conseguí que me dejasen manipular una cámara muy sencilla, una Werlissa creo recordar, y en cuanto llenaba la hucha me compraba un carrete de ¡doce exposiciones! que rápidamente aprendí a administrar. Pronto, en la segunda adolescencia, conseguí que me dejasen hacer fotos con una Kodak Retina II ¡que ya llevaba telémetro! y mi afición a mirar silenciosamente y guardar las imágenes en un negativo se incrementó.
La primera reflex me la compré yo mismo y fue una Minolta 303 SRT que descansa cerca de mí. Con ella empecé a practicar la fotografía en serio y rápidamente me inicié en el revelado de negativo y positivado en blanco y negro, siempre teniendo en cuenta que los materiales no eran baratos y que los carretes no albergaban mucho más de 36 exposiciones aunque fuesen hechos a granel a partir de rollos de negativo de 30 metros enlatados.
Toda una proeza encerrarse en la más profunda oscuridad posible, abrir una lata y de una cinta de 30 metros cortar a ciegas un trozo y enrollarlo dentro de un chasis de carrete que acabaría dentro de la Minolta esperando que yo decidiese que aquella imagen valía la pena guardarla.
Seguramente por ello los fotógrafos que practicamos la fotografía física y química no nos acabamos de acostumbrar a tirar fotos como quien ametralla. La foto, entonces, requería paciencia y mirar, mirar mucho hasta que llegaba el momento esperado.
La especie humana es un motivo inagotable para mirar, curiosear y claro, para hacerle fotografías.
Sobre todo, cuando ella o ellos se dedican a hacer lo que les gusta, porque en una actividad de gozo las expresiones son siempre muy interesantes, libres, desacomplejadas, ajenas a toda preocupación: concentrado el sujeto en hacer lo que sea de la mejor manera, el fotógrafo tiene modelos que siempre ofrecen buenas imágenes.
Si a ello añadimos que me gusta la música y la danza, acaba resultando que sin premeditación alguna tengo una pequeña colección de fotografía que ya forman parte de la historia de El Prat, muestra de actos culturales que el pratense pudo disfrutar en la década comprendida entre 1976 y 1986.
De forma natural, salir a la calle a curiosear por las fiestas mayores siempre ha sido un reclamo para el fotógrafo y no me podía resistir cuando el vecindario permitía mezclarse y disparar la cámara cuando el ojo ya había mirado bastante y la gente se había acostumbrado a verme por en medio, como si no hiciese nada, cuando estaba mirándolos esperando que llegara el momento de guardar el instante.
Fue una gran suerte que mi amigo Joaquim Montané, conocedor de mi pasión por retratar gente haciendo cosas, me avisara y me facilitase el contacto con Josep Vidal, que estaba organizando una subida con carros y tartanas a Montserrat con motivo del 50 aniversario de la tradicional Romería, el año 1982. Josep Vidal y su hermano Enric me admitieron en su tartana prometiendo yo que les ayudaría en lo que hiciese falta y gracias a esa iniciativa que fue un regalo para mí pude, aquel primer año y dos más todavía hasta 1984, unas cuantas fotografías que, estas seguro, forman parte de la historia pratense.
Espero y confío que disfrutéis de estas fotografías que de un lado permiten recordar actos y hechos de El Prat de hace cuarenta años y de otro, supongo, muestran un interés y una forma de mirar de quien se encontraba con el ojo pegado a la cámara.
Ya te suelo ver, ya, por Facebook, que eres todo un artista de la cámara. Lástima que las circunstancias hayan dificultado la difusión de tu trabajo, pero ahí quedará.
ResponEliminaAbrazos
Gracias, Alfredo; lo cierto es que la apropuesta de ceder las imágenes al archivo municipal fue un honor inesperado: alguien las verás dentro de años, supongo.
EliminaUn abrazo.
Hola Josep, felicitaciones. Por la introducción me pusiste en situación.
ResponEliminaMe han gustado muchas, pero en especial la 6 y la 7 de Romería a Montserrat. Esa que se ve el paisaje completo y la de la salida del túnel.
Felicitaciones amigo.
Y ahora, en la actualidad ¿esa afición continúa? Espero que si, y seguir viendo fotografías tuyas por acá
Abrazo
Hola, Frodo: Muchas gracias. Me alegra que te hayan gustado: son fotos de otra época, con otros medios. Ahora he ido retomando poco a poco el hábito, ya en formato digital y no descarto mostrar alguna otra ocasión más fotos.
EliminaUn abrazo.
Hola, Josep y enhorabuena! Me han encantado las de las festes majors. Un buen documento de esa época von muchos pantalones de campana. Buenas fotos.
ResponEliminaSaludos, Josep.
Borgo.
Hola, Borgo: muchas gracias; me alegra que te hayan gustado; sí que son históricas, sí: las ropas, como tú muy bien has visto, así lo acreditan.
EliminaUn abrazo.