Amor y Vudú
Betsy Connell es una enfermera canadiense que un buen día recibe una generosa oferta de trabajo: desplazarse a una isla caribeña para hacerse cargo del cuidado de una enferma, esposa de un comerciante que allí posee una plantación de caña de azúcar. Sol, playas, palmeras; y brujería; cuando la contratan, ya le preguntan si cree en la brujería. Su racionalismo rechaza la cuestión.
Explicada por la voz en off de Betsy (Frances Dee) se inicia una película que se mueve en torno al melodrama pero con sugerentes apuntes fantásticos, rodada por Jacques Tourneur colaborando de nuevo con Val Lewton como ya hicieron el año anterior en La Mujer Pantera.
En esta ocasión, basándose en una historia corta de Inez Wallace, guionizada por Curt Siodmack, la pareja de cineastas al servicio de la RKO nos traslada al trópico ancestral y nos sumerge en las prácticas del vudú con Yo Anduve con un Zombie (I Walked with a Zombie 1943).
Con el dominio habitual de Tourneur en sugerir más que en enseñar y primando la inteligencia de la mirada por encima de los medios materiales, nuevamente mediante el uso magnífico de la excelente fotografía en blanco y negro de J. Roy Hunt y el montaje de Mark Robson se nos presenta la simple historia de la enfermera Betsy que va a cuidar a la Sra. Holland, postrada en la cama la mayor parte del día, pero que se levanta y deambula como sonámbula. El esposo, Paul Holland (Tom Conway) dirige la plantación de caña junto con su hermanastro Wesley Rand (James Ellison), hijos de una misma madre, una especie de asistenta médica y social, la Sra. Rand (Edith Barrett ), persona con gran predicamento entre la población isleña, compuesta en su mayor parte por creyentes en el vudú como amalgama de religiones.
Hay una historia que subyace en las relaciones de los habitantes de Fort Holland, residencia donde habitará la recién llegada enfermera, de cuyos detalles tomamos conocimiento por medio de la intervención de un cantante callejero interpretado por Sir Lancelot que con calypso despierta el interés de Betsy, primero cuando está conversando con Wesley, observando que éste tiene problemas de adicción a la bebida, y, cuando éste cae dormido presa de los efluvios del ron de caña de azúcar, acaba por oir el romance cantado de forma siniestra por el cantor lugareño.
La gracia de Tourneur consigue que una mera canción tenga de por sí aires amenazantes; el tratamiento que sabe dar a lo cotidiano se transforma en sus manos y sin caer en aspavientos, sabrá infundir temor e intriga en el espectador.
La película, con un ajustado metraje de sesión doble, escasos 69 minutos, sabe contarnos una relación de amor y odio, una historia más sugerida que explicada detalladamente, entendiendo por sus efectos el cómo fue la causa, con algún giro sorprendente que incide en el terreno de lo fantástico e increíble. Una forma de contar historias directa pero no simple, con un uso de recursos cinematográficos básicos: luz, sombra, niebla y sonidos manejados de forma maestra por Jacques Tourneur para seguir asombrándonos aún tantos años después, a pesar de los muchos adelantos técnicos que ya hemos visto y padecido en ocasiones, una muestra perfecta de un talento casi olvidado: sugerir ideas en el espectador.
Trailer
p.d.: parece que esta magnífica obra también va a padecer un "remake". Aprovechen ahora que todavía pueden ver el original sin contaminación...
Uff. Las remakes son una plaga. Ni al pobre Tourneur lo dejan descansar en paz...
ResponEliminaUn saludo Josep. Buenísima la reseña!
Pues sí, Faraway: perplejo me he quedado cuando he visto el anuncio de un totalmente innecesario remake. Parece ser cierto que en Hollywood ya no hay ideas nuevas. Gracias.
ResponEliminaSaludos.
Vaya, lo que no me había fijado (supongo que porque las canciones no tendrían subtítulos) es en la letra. Her eyes are empty and she can not talk and the nurse has come to... the brothers are lonely and the nurse is young... A mí me gustó mucho la escena entre las cañas o lo que fueran, cuando aparece el zombi...pero mis favoritas de Tourneur son la de Mitchum (cine negro; Regreso al pasado? No me acuerdo ahora del título, porras; no voy a mirarlo).. y la de La noche del demonio. La mujer pantera y El hombre leopardo están bien, pero las otras dos me gustan más.
ResponEliminaRetorno al pasado, si no recuerdo mal: a mí La mujer pantera también me gusta mucho; esas películas tienen un aire misterioso gracias al arte del director y sin apenas efectos especiales y siempre logran conmoverme.
ResponEliminaUn abrazo.