MM 50 El Sur
En esta mini sección dedicada a recordar momentos musicales hemos llegado ya, mira por donde, al medio centenar de ejemplos que se han podido disfrutar.
Normalmente son escenas de baile, canciones, casi siempre al margen de películas musicales, pero en su mayoría rodadas con espíritu musical.
Hoy, sin embargo, merece la pena fijarse en la forma en que el grandísimo director Víctor Erice filma el entrañable bailoteo de un padre y su hija en presencia de familia y amigos dando una nueva clase magistral de planificación anticipada, una escrupulosa muestra de guión técnico de primerísima categoría:
Un momento mágico, sin duda. Y cómo lo enlaza luego con la escena final, padre e hija solos en el café, con una boda en el salón de al lado, en la que luego tocan la misma pieza... Joder, qué país de mierda el que se ha permitido tener a Erice en el paro...
ResponEliminaUn abrazo.
Recuerdo bien esta entrañable escena...
ResponEliminaUn abrazo, Josep.
Tú lo has dicho: "clase magistral de planifiación anticipada". Punto.
ResponEliminaRaúl
El alma...
En esta ocasión todos hemos recordado una gran película y una magistral escena y a la vez, otra gran película "La sombra del membrillo" con un Antonio López entrañable.
ResponEliminaun beso Josep
Una de mis pelis favoritas, y no solo españolas, compa Josep, sino de todas-todas. Una obra maestra absoluta; curiosamente, hace unos días tenía una ocasión de ver un reportaje (creo recordar que de Días de cine, de RTVE) dedicado al análisis pormenorizado de esta secuencia, plano a plano, movimiento a movimiento, y su engarce en el relato. Motivo de más para poder apreciar el prodigio que supone. Y sí, estoy de acuerdo con Alfredo, una vergüenza que un autor como Érice no tenga apenas ocasión de rodar en España (aunque también mucho me temo, considerando que dificilmente iba a hacer pelis al estilo Michael Bay, que sus taquillas le fueran a permitir una carrera de muchas holguras). En fin...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
No quiero usar ningún adjetivo, Alfredo, porque me salen todos peyorativos, pero es evidente que, dentro de cien años, ningún estudioso del cine podrá entender cómo se ha podido permitir que Erice haya trabajado tan poco: es ponerse a compara y entrarle a uno la mala leche...
ResponEliminaUn abrazo.
No lo dudo, Gourmet, ni por un momento, porque degustarla es un placer inolvidable...
ResponEliminaUn abrazo.
Pues sí, Raúl: es ponerse a verla y asombrarse del trabajo; para que luego digan que "preparan" los rodajes algunos...
ResponEliminaUn abrazo.
Precisamente escuché en RNE la semana pasada una entrevista a Antonio López con motivo de la exposición revisando toda su obra en el Thyssen que ya me gustaría que se viniera al MNAC, Camy...
ResponEliminaBesos.
Pues ya me gustaría saber en qué lugar de la web de RTVE se puede ver esa pieza, Manuel.
ResponEliminaDe las relaciones de Erice con las productoras -y productores- se podría escribir una tragedia griega, me parece, y mira que estoy convencido que aun en el peor de los escenarios, con un Erice trabajando como ua hormiguita y un productor poniendo pasta, luego no se iba a recuperar con creces la inversión, porque recuerdo el éxito de El Espíritu de la colmena y fue increíble, Manuel: la gente no es tonta y el boca oreja funciona perfectamente.
Un abrazo.