ARGO
Después de unos días de ver películas de este siglo sin que ninguna de ellas haya conseguido animarme a teclear nada, la muy publicitada maniobra propagandística en que se han convertido los premios Oscar casi que me impele, más que motiva, a desahogarme poniendo blanco sobre negro las pocas ideas que brotan después del visionado de una película que se refiere a un momento histórico que recuerdo como si fuera anteayer porque ocupó muchísimas horas de los telediarios en todo el mundo.
Los primeros minutos de la tercera película dirigida por Ben Affleck tienen un carácter marcadamente documental y explican muy brevemente unos cuantos años de la historia moderna de Irán, ese país que conocemos casi todos a través de las agencia de noticias internacionales.
Recuerdo que en 1979 una multitud de iraníes irrumpieron en la embajada estadounidense en Teherán, capital de Irán y tomaron rehenes a los diplomáticos que allí se encontraban, exigiendo al gobierno estadounidense la extradición del que hasta poco antes había sido el jefe del estado, el llamado "Sha de Persia", para llevarlo ante los tribunales iraníes.
El pueblo iraní tenía toda la razón en sentirse desairado y le asistía el derecho de reclamar la extradición pero evidentemente no entra dentro de la legalidad internacional la licitud de la toma de una embajada de otro país.
La respuesta del rey del cacahuete, Carter, entonces máximo mandatario estadounidense, se hizo esperar más de la cuenta y acabó en un fracaso rotundo y vergonzoso que se conoció como la Operación Garra de Águila y fue el hazmerreir del mundo entero que tenía en la memoria la hazaña israelí en Entebbe pocos años antes.
Parece que Ben Affleck ha decidido bajar un escalón en su incipiente carrera y buscando la simpatía de un populacho mal informado ha dirigido con buen pulso una ficción, un poupurri, una mezcolanza que ha titulado como ARGO (y así, tal cual, ha quedado en nuestras carteleras) basándose en el guión pergeñado por Chris Terrio que a su vez se inspira en el libro de memorias del ex-agente de la CIA Tony Méndez que explica algunas operaciones ya desclasificadas.
La película ha recibido tantos parabienes que me han entrado ganas de explicar el porqué me parecen exageradísimos tantos honores, menciones y premios.
Es muy cierto que Affleck realiza un buen trabajo como director, pero únicamente destacable de la mediocridad general por el clasicismo que usa al estilo de los llamados "artesanos" que poblaron la misma pantalla de cine de mi pueblo en la misma década de los setenta del siglo pasado: solidez en la caligrafía cinematográfica que huye de las alharacas y efectos gratuítos y se limita a contar la historia del modo más efectivo y visualmente económico, seguramente imitando aquel cine setentero como añadido ambiental de la cinta que si destaca en algo es en la recreación de la época, incluyendo el cúmulo de estupideces que se les ocurren a algunos cerebros de la central de inteligencia americana: que los rehenes salgan de excursión en bicicleta hasta la frontera debió ser idea del mismo que diseñó luego el fallido rescate.
Sin entrar en consideraciones históricas ni tampoco en la veracidad de lo que cuenta Affleck y tomándolo todo como una ficción para analfabetos históricos, el conjunto sigue chirriando por todas partes y hace aguas a la que se le aplica el mínimo sentido de la lógica resultando evidente su carácter panfletario que se reduce a la exposición de meras anécdotas en la búsqueda del aplauso patriótico que redimirá y exorcizará la vergüenza causada por la afrenta de los iraníes que mantuvieron durante 444 días los rehenes que quisieron.
ARGO pretende contarnos los entresijos de una operación protagonizada, como no, por un excelente "analista" de la CIA que se especializa en la liberación de rehenes, lo que ya daría risa a la vista de la historia que uno conoce: hubiera sido mejor ir a buscar a McClane o a Rambo, porque por lo menos hubiera habido más acción.
Ese protagonista, el propio Tony Méndez (interpretado por Ben Affleck) presenta una mal contada problemática familiar, un aspecto personal que se queda a medias, apenas apuntado, y se alía con un par de personajes de Hollywood, un especialista en efectos y un productor cascarrabias (John Goodman y Alan Arkin respectivamente) que serán vitales para el buen de la misión, no otra que conseguir que los iraníes se crean que los diplomáticos que pudieron escapar entre el tumulto invasor de la embajada, seis personas, en realidad acaban de llegar para inspeccionar el zoco a fin de rodar una película de serie B titulada, claro, ARGO.
Naturalmente, la misión es un éxito. No hay spoiler que valga porque desde los primeros compases uno ya se da cuenta del carácter panfletario de la película y resulta evidente que todo acabará con la victoria estadounidense, redimida la todopoderosa CIA por la intrepidez de su agente especial que actúa un poco como por su cuenta y riesgo, ofreciendo un relato que no coincide con la realidad pero que tampoco acaba por interesar, por emocionar, por lo menos desde la óptica de quien no siente como propias las barras y estrellas estadounidenses.
Incluso dejando de lado consideraciones relativas a la ética en las motivaciones de los personajes para actuar como lo hacen, tanto de un bando como del otro, la trama resulta fría en exceso y no acaba de producir la empatía necesaria para provocar la angustia por la incertidumbre del resultado de la operación de rescate: apenas se ofrecen detalles personales de nadie y en consecuencia los caracteres devienen en tópicos, casi irreconocibles en una uniformidad adocenada.
Por otro lado, la mecánica no está filmada con el brío suficiente para erigirse en un espectáculo visual que resulte atractivo por su propia forma ya que no hay tensión excesiva en el ritmo impuesto por Affleck que parece rehuir así el recurso a la acción por sí misma y no se da cuenta que los personajes carecen de gancho para producir emoción en el patio de butacas.
El trabajo interpretativo en general no pasa de eficiente, incluyendo a Alan Arkin que ha sido nominado ignoro porqué razón: la nominación a mejor película se entiende por el carácter propagandístico que intenta remedar errores del pasado reciente recreando la historia, pero incluso más allá de las razones para deplorar esas invenciones, si nos atenemos únicamente al ámbito artístico, me parece que tampoco da la talla. Veremos en qué queda toda esa propaganda enfrentada a otra propaganda mayor.
En definitiva, una muestra más del uso mediático interesado en defender ciertas posturas que ciertamente no esperaba en un cineasta como Affleck, ayer más independiente que hoy.
Documental
Estoy de acuerdo, en el país de los ciegos...
ResponEliminaYa desde los ochenta, pero muy marcadamente en los últimos lustros (desde los noventa, la influencia perniciosa de Miramax, las fiestas, los regalos, los intereses corporativos de las empresas que controlan los medios en las productoras y viceversa...) lo de los Oscars es la exposición de un grupo de películas sobrevaloradas entre las cuales, de vez en cuando, se cuela alguna cosa apreciable de la que, por lo general, pasan de largo los premios. Son ya muchos años en los que las "esperadísimas" películas nominadas no me despiertan otra cosa que tibieza, decepción y escepticismo ante el, demasiado a menudo, aplauso unánime de los medios a un grupo de películas, normalmente mediocres, pero que incluso llegan a ser, según los casos, directamente malas.
Abrazos
En este caso además, Alfredo, después de leer las noticias de hoy, diría que estamos ante la ultra definición de una película "políticamente correcta", casi un modelo a seguir; espero equivocarme, porque puede resultar aburridísimo...
EliminaUn abrazo.
A mí me gustó. Más allá de premios, honores y todas esas cosas. Me parece que tiene un inicio buenísimo, no el de la parte documental, sino el asalto a la embajada. A partir de ahí, pierde (para mí) porque es un arranque tan potente, que lo que sigue no tiene tanta fuerza...pero luego va ganando. No me convenció ese final con los coches de policía y la camioneta persiguiendo al avión. Eso me sobraba. Lo de las fotos en los créditos para dar "veracidad" a lo mostrado me pareció curioso. Pero más allá de su parecido o no con la realidad, lo veo como una película, así que ficción. Pero entretenida, al menos. Lo que digan los medios y lo de los premios es algo que al final da igual. ¿te lo pasaste bien? ¿mal? ¿regular? Y eso es lo que importa al final. Como me enganchó por momentos, más allá de algunas cosas que no me convencieron (pero que luego pensándolas tampoco estaban tan mal), pues la considero una buena peli. Igual también es lo que dice Alfredo de en el país de los ciegos... no sé..
ResponEliminaUn abrazo (y no te hagas esperar tanto).
El inicio, David, lo saca Affleck de los telediarios que él no vió porque era un crío, pero que ya están en el documental enlazado.
EliminaCuando la ví todavía no era más que una candidata a premios y cuando me puse a escribir únicamente sentía el pálpito de lo que ha sido: debería haber comprado lotería, porque adiviné también los oscar a los actores...
Esta película, dentro de cinco años, la comparas con cualquiera de los setenta, y pierde por goleada: creo que estamos bajando el nivel de exigencia de forma alarmante...
Un abrazo.
¡Hola, buenos dias ! Me alegra leerte, pero como me temia no estamos de acuerdo.. al menos si ésto te hace salir de "tu cueva"..:-D
ResponEliminaYo es que debo ser de esas mentes poco informadas..:-P
La pelicula me gustó, me entretuvo. Me parece que tiene los ingredientes necesarios para eso precisamente, como ficción, porque no le busco una "veracidad" absoluta.
Como dice David más arriba, tiene sus defectos. Algún "pero" tenia que tener ( la peluca de Affleck);-), no para ganar el óscar, pero en su conjunto me mantuvo interesada, aunque presentia el final, no le restó suspense. Claro que yo soy una aficionada "facilita". Y ante las opciones..
Besos
Buenas noches, querida Milady. No creo que estés mal informada ni mucho menos desinformada, pero desde luego no compartimos gustos cinematográficos, porque esta fantasía, que se tiñe de veracidad incluso en sus títulos de crédito, es una invención propagandística en mi opinión mal acuñada y que no define ninguno de los aspectos que ofrece con la relevancia que a otros y en otros momentos hemos exigido.
EliminaLas opciones, las opciones.... excusas de buena fé.... :-)
Besos.
Pues nada, querido Josep... Como veo que con Argo de cine y de premios con justicia vamos a hablar poco, yo solo pasaba para decirte que ayer volvió a emocionarme Peter O'Toole con Lawrence de Arabia; y ya van...
ResponEliminaBueno, a eso y a saludarte, que hacía mucho tiempo que no me pasaba.
Abrazos.
Encantado de verte, Raúl: esos pagos polvorientos que has frecuentado albergan mucho más cine que las estancias en que discurre esta película que, si nadie lo remedia, acabará como referente histórico de algo que en realidad nunca sucedió.
EliminaDel amigo Peter ví hace muy poco Lord Jim, por fin en v.o.s.e....
Un abrazo.
L'autor ha eliminat aquest comentari.
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ResponEliminaUna entrada muy completa y con mucha información adicional, que siempre se agradece. Le he estado dando demasiadas vueltas a esta película, hasta el punto de que tengo sensaciones encontradas y por eso no la he comentado.
ResponEliminaPor una parte me pareció una película correcta, me recordó mucho a "Firefox" de Clint Eastwood. Tal vez deficiente como plasmación del documento histórico pero eficaz en la narración. Luego empecé a darle vueltas a partir del propio eslogan, "la película es falsa, la misión es real". Estoy de acuerdo y no dejaba de preguntarme sobre la segunda parte del eslogan. ¿Cual es la auténtica misión de Afleck?
Creo que estamos ante una película subversiva, audaz y revolucionaria en la que Afleck se dedica a denunciar los engaños fílmicos utilizando su propia película como cebo.
No dejo de pensar en que él también entró a un estudio como Toni Mendez, pero en su caso, para hacer un film denuncia a través de una presunta película patriotera, y poner en tela de juicio como Hollywood perpetra ficciones presuntamente serias que conmueven basadas en hechos reales. Y creo que lo ha logrado. El eslogan es perfecto aplicado a su propia película. Y la misión no era tal vez hacer un film histórico ni político, sino denunciar los manejos y las manipulaciones de Hollywood con las historias basadas en hechos reales. Parece estar diciendo al espectador, miren ustedes como manipulamos en Hollywood y jugamos con la realidad. Espectadores, no se dejen engañar ustedes como los iranies en 1979…Abran los ojos. No dejo de darle vueltas a esa posible lectura. Bueno, es solo una hipótesis.
Tal vez por eso y como aviso para navegantes, la película comienza como un cuento narrado por una niña. Un abrazo
No estamos de acuerdo, Víctor, aunque puede que sí: dependerá de si te dejas o no dominar por tu optimismo que intuyo innato y te hace argumentar unas posibilidades que yo únicamente supongo en tu imaginación porque, contrariamente, creo que Affleck, en su tercera película y con la intromisión del amigo Clooney -no le olvidemos- ha conseguido congraciarse nada menos que con la mismísima casa del poder, contando -con poca fuerza, visto de lo que es capaz- una historieta que de veraz únicamente tiene el calco de noticiarios que se ocupa de recrear en los dos primeros minutos, para inmediatamente ofrecer una visión fumada de lo que aconteció.
EliminaNo creo que pretenda denunciar la desinformación y la manipulación histórica ejercida por el cine desde siempre en muchísimas ocasiones y, de hacerlo, tampoco se salva de ofrecer un conjunto deslavazado y carente de intriga.
Pasados ya todos los premios habidos y por haber, no queda más que reseñar que ninguno de los que le han caído me parece justo, salvo que la declaración de desierto no quepa, lo que significa automáticamente una bajada de nivel preocupante, no ya en la inteligencia de guionistas, productores y directores, sino en el espectdor medio, que amplía sus tragaderas a límites insospechados en los años setenta del siglo pasado.
Como dices, tu reflexión me parece una buena hipótesis, pero no por lo acertada, pero sí como muestra de bondadoso optimismo y buen carácter...
Un abrazo.
Querido Josep:
ResponEliminaMás allá de lo "politicamente correcto" o de lo que se ajute a los hechos, una peli puede ser entretenida.. no tenemos más que hacer un recorrido por la historia, la del cine y la otra.
Otra cosa son los gustos y la exigencia..ay ay qué dificil de complacer se ha vuelto usté, mi querido amigo :-)
¡Buenos dias !
Besos. Milady
Precisamente, Milady, lo malo de Argo es que resulta previsible y falta de interés, lo que viene a ser sinónimo de aburrimiento. Comparada con las dos películas de Affleck que la preceden, es una debacle, por mucho que la premien.
EliminaNo es cuestión de gusto, creo: es cuestión de pasarlo bien o aburrirse y luego intentar averiguar el porqué.
Si no he sabido expresar el porqué, la falta es mía: pero Affleck deberá responder de su película (y de las mentiras que cuenta) y dentro de pocos años se verá como soporta el paso del tiempo y la efímera -y muy politizada- fama.
Besos.
No, nada de acuerdo con su reflexión (me echaba ustede de menos, ¿a que sí?). He leído hace nada un artículo bastante vomitivo del simpar Jordi Costa, y me asusta que coincida con sus tesis generales. Sólo le falta decir que los muñecos de Star Wars que salen al final significan que los agentes de la CIA son como caballeros Jedi. Me parece que se yerra el punto de vista cuando se analiza "Argo" desde el propagandismo. Por encima de todo, "Argo" es un homenaje al propio cine, y en ese sentido sí es propagandista. Las instituciones americanas no salen especialmente bien paradas, sí algunas personas, como el propio Tony Mendez; normal, teniendo en cuenta que se utiliza su punto de vista. A veces parece que nos empeñamos en exigir a cualquier película americana que sea crítica con USA, sólo por el hecho de tocar algún palo político. Affleck quiere contar una historia con el poder del cine como polea, y lo hace extraordinariamente. Ha probado que es un narrador magnífico, y desde la secuencia inicial ya tan loada, me parece que mantiene un pulso narrativo de hierro, sin alharacas ni efectismos (excepto esa absurda persecución al avión del final), suave como culito de bebé. No observo ninguna necesidad de desarrollar las personalidades de los rehenes, porque son en realidad una unidad, el complemento directo de la película. Incidir en los problemas familiares de Tony Menedz no haría más que lastrar la película; otra cosa es que el Affleck actor no transmite. No sabe ni sabrá. Con otro actor en su lugar, uno competente, la película habría ganado bastante. Sí que comparto tu opinión sobre Alan Arkin, su papel no requiere esfuerzo ninguno.
ResponElimina¿Es "Argo" la mejor película del año? Probablemente no. No creo que sea inferior a cualquiera de las otras, por lo menos las que yo he visto (me falta "Amor"); para mí, "The master", "De óxido y huesos" e incluso "Blancanieves", sin pensar demasiado, son superiores. Es tan cierto que "La noche más oscura" es, posiblemente, más incómoda para mucha gente. Eso no la hace mejor película, y, si lo piensas bien, menos propagandística... Saludete.
Claro que te echaba de menos, Marcbranches.
EliminaNo he leído nunca al tal Costa, así que lo dejaremos de lado.
Veo que mencionas un par de cuestiones en las que coincidimos: la poca información respecto a los rehenes y el tratamiento de los problemas personales del protagonista.
Precisamente, sacar a colación la relación familiar del espía no lleva a ningún lado y más bien molesta al conjunto, sobre todo porque no está bien desarrollada y queda a medias: no llega a importar y se convierte en un estorbo: tú usas el condicional, pero yo afirmo que lastra la película.
Lo del homenaje al cine me suena a excusa de mal pagador, porque esos dos prototipos son de pena: ¿de veras te crees que un especialista en maquillaje de segunda tenga tanta influencia? Vamos, que ya hemos visto otras películas sobre interioridades del cine. Si esa pareja se nos hubiera presentado como aguerridos patriotas, con alguna ideología, etcétera, tendrían un sentido. No me acaban de convencer y menos con tantos problemas: montar una ficción no es tan complicado cuando uno tiene que convencer a quien únicamente podrá llamar a un teléfono en otro país para comprobar una coartada. Es un invento lamentable, risible.
Podría extenderme mucho respecto a los defectos que le encontré para no darle ningún premio, pero puedo resumirlo diciendo que su ideología y tratamiento de la "historia" me recordaba más a Rambo que a Syriana, mil veces mejor que ésta.
Curioso que Clooney también haya decaído tanto ideológicamente. ¿Será un virus?
Un abrazo.
No había leído tu respuesta hasta hoy...
Elimina¿Rambo?
¿RAMBO?
Marededeusenyorelquemfasescoltaraquesteshores.
En cuanto a lo demás, solo comentar que si del visionado de la película extraes que valía con solo una llamada para tener una coartada para el viaje... Por supuesto que no es así. La llamada se convierte en clave por cuestiones de narrativa, por supuesto. Pero todo lo demás se hace necesario para mantener un mínimo de credibilidad en la historia, y para cubrir todos los ángulos y conseguir los permisos. Como si fueran a permitir a cualquier pelagatos canadiense, así como así, entrar en Irán y ponerse en contacto con las autoridades culturales del país para rodar una película allí, sin tener un mínimo de documentación, background, etcétera. Considero esa crítica muy fuera de lugar.
Y ya que estoy con el hacha, Syriana es un peñazo (marcbranches en modo tocagónadas ON).
Ainss..insisto ¡ que difícil de complacer !
ResponEliminaAcepto que no te guste ( a ti ) que te resulte aburrida, vale pero ¿es tan difícil para ti aceptar que a los demás ( hablo por mi ) nos haya gustado ?.....somos mentes inferiores querido, aceptalo y alegrate por ti. Pero por favor..Relájate y disfruta.:-)
Besos
Conste que lo de mentes inferiores lo dices tú, Milady, y conste que yo no lo pienso así en absoluto.
EliminaNo intento convencerte y menos enseñarte.
Sólo intento explicarme: nada más (y nada menos).
Besos.
A mí me dio la misma impresión que cuando vi "Rambo" un premio cinematográfico de consolación por lo del Vietnam. Como si dijeran: "No todo lo hicimos mal". Eso sí: es un producto bien facturado y, como dices, entretenido aunque le encontré cierto tufillo a película caza-Oscars. Saludos. Borgo.
ResponEliminaLo defines breve y certeramente, Borgo: sí que parece filmada pensando en la ceremonia, sí...
EliminaUn abrazo.
Vale. No espero a la noche. Miquel y Josep... no os paséis. Esto no es Rambo...
ResponEliminaA ver...
1º Como dice un amigo cuando le han dicho que es una "americanada"...¿y qué va a ser? ¿Pretendéis que dé el punto de vista de Irán?
2º Hace ya como una semana o dos que la vi, pero si no recuerdo mal, hay un momento en el que en uno de los pasillos de la CIA, cuando alguien comenta cómo han podido hacer eso los iraníes, otro agente comenta: "apoyamos y ahora acogemos al dictador que les ha jodido durante no sé cuántos años. ¿Cómo no van a hacerlo?" Eso es una pequeña crítica.
3º Rambo es un personaje de ficción. El de Tony Mendéz es real. El tipo se la jugó y rescató a seis personas (¿eran seis, no? Esta memoria).
No a toda la embajada al completo. Y al contrario que Rambo, el tío sabe que si le pillan se acabó (no es Rambo, es un espía normalito)... La peli no tiene el punto dramático y bien hecho de una peli como "El topo" (para eso, sobraría la escena de los coches y la camioneta persiguiendo al avión, entre otras cosas; pero es Hollywood).
Coincido contigo en que lo de la familia del protagonista (sus problemas) no aportan mucho a la peli. no sé si lastran, como tú dices...pero sobraban (en mi opinión)
La pareja del cine (el de Alan Arkin es un personaje ficticio) se nos presentan como dos amigos de Tony que saben que hay gente que está en peligro de muerte y a la que ellos pueden ayudar. ¿Tienen que ser más o menos patriotas? Los de la embajada canadiense serán patriotas canadienses, pero a mí me gusta pensar (igual me equivoco) que si ayudaron a esas seis personas fue por solidaridad con ellos porque eran personas...Sin más.
Claro que la cosa no acabó como en la peli, o esta obvia otros hechos (es una peli FICCIÓN)... Justo al día siguiente de ver la peli, tuve que ir a la hemeroteca para buscar una cosa y era sobre esas fechas, año 80...y los titulares hablaban de las chapuzas de Carter y los USA con el plan de rescate para salvar a los rehenes (no a esos seis; a los otros).
Un saludito.
Lo siento, Sire..es que no puedo estar más de acuerdo con David.
ResponEliminaYa sé que no intentas convencerme, no al menos de forma consciente jeje y sé que estás en tu casa y puedes decir lo que quieras y como quieras, nosotros nos sentimos libres de expresarnos esperando que ésto no suponga ningún "problema" ;-)
Y siempre aprendo de ti, querido..no hay más que ver cómo te expresas.
Besos. Milady
Pero, ¿por aquí no pasas ni dices nada?
ResponEliminaDesde lueeeeeeeego... qué poco atiendes a los invitados en tu casa últimamente (jaja)
Un abrazo.
El merito de esta película es que te mantiene en tensión todo el tiempo, y es realmente interesante para ser una historia real. Christopher Stanley quizá no apareció mucho, pero lo considero buen actor desde Mad Men.
ResponElimina