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dilluns, 31 d’agost del 2015

Ex Machina




Hallar a estas alturas del calendario una película de este mismo año que sea capaz de captar la atención contando únicamente con tres personajes que comuniquen ideas automáticamente convierte el evento en una excepción y uno no puede menos que sentarse a teclear para avisar a los cinéfilos tanto o más despistados que uno mismo, porque el estreno no es reciente aunque me temo, por las características del producto, que habrá pasado, si es el caso, rápidamente por las cada vez más breves carteleras. Puede que, con retraso, aún pueda satisfacer la cinefagia de cada quien.

El británico Alex Garland, después de ver en la pantalla grande ocho de sus guiones, decidió que el noveno lo iba a dirigir él mismo. En buena hora. Quizás porque al tratarse de una trama adscrita al género de la ciencia ficción, pensó que otro director no acabaría de trasladar a imagen lo que él sintió al pergeñar una trama que en su mayor parte satisfará las ansias del cinéfilo que es o ha sido lector de la ciencia ficción clásica, aquella en la que primaban las ideas por encima de los hechos.

Ya el título elegido, Ex Machina (2015), afortunadamente conservado en nuestras carteleras, apunta en una dirección infrecuente que puede atraer lo mismo que repeler comercialmente desde el momento en que se expresa en latín con todo lo que ello puede significar y no me refiero al literal etimológico que vendría a ser "más allá de la máquina".

Muy lejos de las aventuras galácticas e incluso de la frenética acción en un futuro incierto, Garland presenta una trama cuya mayor virtud es la densidad de ideas expresadas mediante unos diálogos de calidad infrecuente aunque ciertamente alejados del común de los mortales pero decididamente atractivos como lo son los de esas películas clásicas que todos recordamos, cuyos personajes hablan con una gracia y un vocabulario que ya quisiéramos poseer: o sea, nada de tacos y bastante de lógica aplicada al razonamiento que trata de entender qué es lo que está ocurriendo.

Los personajes, tres, son: Nathan (Oscar Isaac), un superdotado creador en su adolescencia de un complejo programa informático que le ha convertido en millonario y poseedor de una finca enorme en plena naturaleza, rodeada de montes y glaciares; Caleb (Domhnall Gleeson), un joven informático al que por un sorteo le corresponde pasar una semana con el primero; Ava (Alicia Vikander) un ¿prototipo? de la robótica, con una inteligencia artificial con caracteres desconocidos. Está también Kyoko (Sonoya Mizuno) que se dedica a atender a Nathan, pero ni entiende ni habla inglés, dice Nathan, para evitar que algún día pueda contar nada de lo que vea en las instalaciones, perdidas en medio de la nada agreste: Caleb, al preguntar al piloto del helicóptero que le transporta si falta mucho para llegar a la propiedad, recibe como respuesta: llevamos dos horas volando encima de la propiedad: ya casi llegamos; le dejaré cabe un riachuelo, porque tengo prohibido volar cerca de la casa.

En la moderna mansión, totalmente domotizada, no se vislumbra a nadie más aparte de los citados. Caleb recibe una tarjeta que le permite acceso libre a algunos lugares y firmará un contrato de confidencialidad antes de ser aceptado como único invitado. Su tarea consistirá en entrevistarse con Ava desde un cubículo de cristal blindado y contar luego sus impresiones a Nathan. Caleb, evidentemente, está alucinado por su suerte.


Garland ha escrito una trama que desarrolla fraccionada y simétricamente a lo largo de los siete días de la estancia de Caleb incluyendo unos letreros que nos advierten de la sesión que va a ocurrir entre Ava y el joven informático: luego, cada día, Caleb da cuenta a Nathan y éste, interrogándole, va ofreciendo nuevos datos y sensaciones.

Pero el discurso aparentemente lineal y ordenado contiene sorpresas que se van desarrollando y que se perciben tanto en los ricos diálogos como en detalles visuales, ofreciendo perspectivas que incrementan el interés de la historia conforme ésta se acerca a su fin anunciado, pues sabemos que la tarea de Caleb finaliza al séptimo día.

Garland, en la mejor tradición de la ciencia ficción, juega con la metáfora, la sugerencia,la confusión de ideas. Quizás le falte un poco de lógica práctica y un mucho de valor para finalizar su relato, pero es un placer atender una propuesta que no precisa de naves espaciales ni rayos láser ni super poderes para recabar la atención del espectador.

Curiosamente y contra lo esperado, me ha gustado más el desempeño de Garland como director de cine que como guionista: para ser su primer rodaje hay que remarcar que consigue una experiencia visual muy potente, creando un escenario que parece un laberinto de cristal con puertas de franco acceso y otras bloqueadas, jugando muy bien con la iluminación para crear espacios, usando los efectos especiales con una moderación impropia de un novato y una pericia asombrosa que consigue maravillarnos por un momento para inmediatamente seguir el curso de la trama, porque si el escenario, la luz y los trucos son perfectos, el ritmo no decae en ningún momento y la cámara se mueve con agilidad ofreciendo todo el detalle preciso para ir entendiendo que hay más de lo que se escucha.

Garland se decanta por la economía visual tendiendo al clasicismo cuando otro hubiera fácilmente caído en propuestas videográficas próximas a la psicodelia y ello redunda en la seriedad que la trama ofrecida mantiene durante casi todo el metraje, ayudado especialmente por la estupenda labor de los jóvenes intérpretes elegidos que procuran fuerza y convicción a sus personajes insuflándoles veracidad gracias a una labor medida y muy natural, debiendo resaltar la dificultad que supera Alicia Vikander reducida -es un decir- a un rostro y unas manos excelentes.

Una película muy interesante que ofrece un juego de personajes atrayente en el marco de un espacio grande pero cerrado: el laberinto de cristal citado trae a colación la buena pieza de Anthony Shaffer (de la que ya hablamos aquí) que puede haber influido en la estructura dramática, repleta de giros y sorpresas, más, desde luego, que el sentido de la lógica que domina las obras de Asimov, consecuente con su propuesta hasta el fin, cuestión que Garland parece desechar aunque no descarto que por parte de la productora haya habido un entrometimiento que causa un final que se precipita comercialmente contra toda razón, quedando este cinéfago un poco decepcionado pese a reconocer que la propuesta tiene, por su enjundia, difícil conclusión.








20 comentaris :

  1. Me gusta la propuesta. He visto el cartel en un cine donde fui a ver Mr. Holmes.
    Me gusta el trío, ella es buena, la descubrí en A royal affaire y en Ana Karenina como la encantadora Kitty de Tolstoy. Oscar Isaac tiene un físico y una mirada muy potente y ¿ qué decir del pelirrojo? Digno hijo de su padre el enorme Gleason.
    Me la apunto xq siempre te adelantas ( que nos haces el favor) ;)
    Poco más de momento. Ya vendrán esos dos provocadores a sacarte de tus "quicios" jeje
    Besos. Milady

    PD. Espero que no se duplique, escribo con el móvil. El Pc me da algún problema

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    1. Esperaré que la veas, pues, y dejes tu opinión, Milady.
      De los intérpretes no tenía noticia, aunque en realidad a Gleeson sí le he visto en alguna película antes, pero no me había quedado con el nombre: me gusta lo capaces que son de ofrecer con mucha sobriedad la construcción de sus personajes.
      Supongo que Garland también llevará parte de mérito, cuestión que me dejé en el tintero ahora que lo pienso.

      Besos.

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  2. No la he visto. Vi algún reportaje sobre ella como nueva versión de "Frankenstein". Apuntada. Si la veo ya te comentaré.
    Un abrazo.

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    1. Ese reportaje, David, mejor olvídalo por completo.
      En ocasiones pienso que hay gente por ahí que habla de lo que no conoce con muy poca vergüenza y me refiero precisamente a películas.
      Nunca se me ocurriría comentar una película sin haberla visto...
      Creo que te gustará y que coincidirás conmigo en que el final no le hace justicia al relato.
      Un abrazo.

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  3. A ver cuándo vienen esos dos provocadores que menciona abril..

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  4. ¡ Hay que ver como negamos la realidad! XP jiji

    ( Os he echado de menos);)

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  5. Por cierto..¿ves? David ya ha hecho un spoilers.. "una versión de Frankestein " ~~

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  6. Para ser una pelicula que juega a fondo la baza del minimalismo....al final se le va la mano bastante....el punto de partida es en mi opiniòn muy poco original, recuerda a la isla del dr Moreau y muchas cosas parecidas....y como el guinista lo sabe, apuesta x ser original en lo formal...luego es verdad, tiene algunos giros de guion y dialogos que enriquecen....aunque pretende acercarse tanto a la ciencia ficciòn intelectualizada que la mezcla queda extraña, y en mi opiniòn menos original de lo que pretende
    No coincido en el apartado interpretativo...Oscar Isaac como guru de la ciencia multimillonario...quiere ser inquietante....y dan ganas de darle dos collejas x su pedanteria sin limites.
    El hijo de Gleason....vale...hace de chico timido pero la verdad...un poco de sangre en las venas.
    El robot esta muy bien hasta que empieza a hacer lo que hace al final.
    Creo que el estudio sobre la misoginia que la pelicula plantea...igual llega a conclusiones un tanto....misòginas??
    Y eso a ver esos dos que solo ponen pegas...que salgan si quieren...saludos

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    1. Evidentemente, Víctor, la película es estimulante, porque lo de la isla del doctor yo no lo veo salvo por la sensación de soledad y aislamiento...
      No estoy muy seguro tampoco que haya un mínimo interés por la misoginia aunque ciertamente es un enfoque a considerar si hubiera un desarrollo que lo sostuviera: me parece que, en cualquier caso, por esa línea, llegaríamos a una personalidad semejante a la del protagonista de Tamaño Natural.
      De lo que estoy seguro es que la propuesta es interesante, como ves tú mismo da lugar a conjeturas variadas, y creo que estamos de acuerdo en que el final no corresponde con lo previo.
      Los intérpretes me gustan y mucho: Gleasson está perfecto: imagínate como se quedaría cualquiera al llegar y ver lo que ve... pasmado...
      Un abrazo.

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  7. Se me olvidaba....Reminiscencias a la obra de Anthony Shaffer????? Lo dejo en interrogante mientras lo pienso....

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    1. El laberinto, el escenario cerrado, las incógnitas de los personajes, los juguetes.... la trampa.....
      Tiene un aire, tiene un aire....

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  8. Jugais con ventaja ya que la habéis visto y así no manera de "meter baza" a ver si tengo ocasión que me intriga y más al ver que hay discrepancia.
    David que es un "rapidillo" seguro que aparece en algún momento con otra opinión bien distinta ( o no) según le dé (jiji)
    Pensé que podría ser como La huella, llena de trampas y giros de guión pero en plan futurista..
    Ya os diré algo (si me dejáis algo que decir)XD

    Besos

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  9. Abril, ahora mismo estoy con demasiadas series y pelis en lista como para ponerme con esta...

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  10. ¡David!!! ¿demasiadas series? oooohhh my God!! XD

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  11. Vista y degustada. Y se ve bien, nada complicada sigue una línea elegante, interesante y minimalista pero no sorprende tanto como parecía en un principio.
    Me ha gustado sin emocionarme.
    Es una "revenge" en toda regla..eso pasa cuando se juega a ser dios..se nos rebelan los "juguetitos "
    .
    Los intérpretes bien, muy bien diría yo en el caso de los jóvenes /as, Oscar Isaac me parece un poco excesivo, pero le da ese toque de genio extravagante.

    Besos.Milady

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    1. Supongo, Milady, que el remate te habrá sabido a poco; el papelón de Isaac lo veo ajustado: recordemos que es un tipo que se recluye en un lugar perdido: una especie de eremita cómodo, pero eremita al fin y al cabo, porque nos hurtan la posibilidad que en esa mansión haya personal de servicio y mantenimiento, siendo la ilusión de poder hacerlo todo su único ocupante una teoría poco sostenible.
      Besos.

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  12. ¿Demasiado ocupado para atender a las visitas?..humm.. :(

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