Salvad a los actores
Hace muy poco repasaba la filmografía de Jack Gilford, muy honorable secundario que aparecía en aquella película de 1971 de la que hablamos el mes pasado, veinte días atrás, y constataba que muy poco después aparecía en una película de la que había leído mucho pero que no recordaba haber visto jamás:
Save the tiger (Salvad al tigre (1973)) es una película dirigida por John G. Avildsen basada en un guión escrito por Steve Shagan en el que se narran las peripecias que vive un empresario del mundo de la confección pret-à-porter situado en la ciudad de Los Angeles de primeros de los setenta del siglo pasado.
Harry Stoner, que así se llama el personaje interpretado por Jack Lemmon, junto con su amigo de toda la vida Phil Greene, interpretado por Jack Gilford, está en los días previos a la presentación de una nueva temporada de moda, preparando todo con el ansia de conseguir las ventas suficientes aunque consciente que por el éxito puede hallarse en serios problemas de tesorería pues la suya es una empresa que ya hizo algunos arreglillos contables en el período anterior y carece de fondos para soportar los gastos inherentes a una producción que satisfaga los pedidos que su nueva colección, muy buena, seguro va a conseguir. un pez que se muerde la cola.
Harry está muy angustiado y cae en un aparente círculo vicioso en el que la memoria de sus compañeros de la segunda guerra caídos en las playas de Anzio, en cuyas playas años después no ha visto más que jovencitas en bikini, es un brote recurrente significativo de la angustia económica en la que ha caído por causas que no llegaremos a saber.
La trama ideada por Steve Shagan, narrando minuto a minuto lo que acontece a Harry en apenas dos días con la intervención de su socio y amigo de treinta años Phil como contrapunto de su voluntad al tiempo que reclamo de la propia conciencia, está servida con unos diálogos ácidos y una cámara bien movida por Avildsen en uno de sus mejores trabajos pero las cuestiones éticas y de fondo de todo lo que se nos cuenta no afloran con la fuerza requerida y uno se queda a medias porque se atisba pero no se alcanza una crítica potente al sistema en el que Harry y su socio Phil se hallan más que inmersos, prisioneros.
Diríase que hay una cierta autocensura en el propio guionista que, a las puertas, no acaba de entrar en lo que en aquella época era conocido como cine - denuncia.
A pesar del esfuerzo de Avildsen, las limitaciones del guión no le permiten ir más allá, con lo que el director, con buen criterio, decide construir una plataforma idónea para gentes con talento: el trabajo interpretativo de Jack Lemmon le reportó su único premio Oscar como protagonista: el actor, nacido en tal día como hoy hace 91 años, consiguió el premio con una película que podríamos considerar menor en una filmografía con grandes titulares. El bueno de Jack Gilford, pese a haber sido nominado como candidato en su calidad de secundario no obtuvo igual consideración y ahora, visto su trabajo, me parece una injusticia total, una más de la dichosa academia.
Ésta es pues una película que puede recomendarse para disfrutar del trabajo de dos actores que exhiben una naturalidad asombrosa: ambos Jack dan la impresión que se conocen íntimamente: son dos tipos que llevan años tratándose y se reconocen en los gestos, las inflexiones, las afirmaciones y las negativas. Ambos Jack era la primera vez que trabajaban juntos en una película y nunca más volvieron a hacerlo. Pero realmente parecen dos socios enfrentando día a día la misma aventura durante más de treinta años. Una lección de vocalización, gesticulación y control del tiempo. Una maravilla. Vale la pena.
Vídeo
Pues sí dios salve a los actores al menos a tipos como éstos. aunque yo creo que ellos ya están en un lugar mucho más digno y merecido.
ResponEliminaMe vas a permitir que el comentario se remita a una entrada que ya dejé en el apartamento hace como..tres años..¡uff..qué horror de tiempo! De todo hace tanto..
Dejo el enlace por si quieres pasar
http://elapartamento-enparis.blogspot.com.es/2012/12/salvad-al-tigre-jack-lemmon.html
Gran pelicula, poco conocida de un hombre que tiene tantas. Se me ha pasado, mejor dicho, no me ha dado tiempo, subir una entrada a proposito de su cumpleaños porque ya sabes que, junto con Pablito es uno de mis amores cinematográficos
Me alegra que tú lo hayas hecho. Se merece todos los reconocimientos y ese otro que le acompaña, con su narizota, otro actor sólido Jack Gilford, y sin embargo desconocido para la mayoría.
Besos. Milady
Por partes, Milady:
Elimina1.- Si hubiera leído tu excelente reseña, no hubiera acometido la mía, que resulta innecesaria. Tonto de mí, porque ya sabía que te encantaba Lemmon y se me ocurrió comprobarlo.
2.- Después de ver a Gilford con Scott le recordé vagamente de otros tiempos -más televisivos, todo hay que decirlo- y al indagar, como digo, me picó la curiosidad por ver la película, por más inri, asignatura pendiente.
3.- Con el tiempo corriendo, enseguida me dí cuenta que, por las fechas, la entradilla me iba al pelo para dar homenaje a ambos: porque a mí no se me puede olvidar que ayer Lemmon hubiera cumplido años, lo mismo que James Dean, entre otros... :-)
Besos.
Otrosidigo:
EliminaTu entrada es perfectamente compatible con la mía,pérdida ya en el pasado reciente, como dice el señorito de los gorros, complementaria, de lo que me alegro mucho. Un placer, un honor pour moi.
Y precisamente para recordar a Lemmon en su cumple. Su compañero y tocayo, otro que merece ser rescatado del posible olvido.
Otro beso.
Supongo que sí, Milady, partiendo de la incorporación del otro Jack. Pero me quedo con el run-run...
EliminaBesos.
Recuerdo que la película -que vi hace bastantes años- me gustó mucho. Lemmon consiguió su merecidísimo Óscar aunque, lamentablemente, se habló más del penoso estado en que se encontraba al recoger el premio pues el actor estaba en su punto más álgido de alcoholismo.
ResponEliminaSaludos!
Borgo.
Es verdad, Borgo: ésa ceremonia de los Oscar pasaría a la historia por motivos poco cinematográficos como el que apuntas, pero en parte Lemmon tuvo la gran suerte de que el mismo día Robert Opel decidiera pasar a la historia dejando pazguato al pobre David Niven y no digamos a Elizabeth Taylor, así como a miles de espectadores.
EliminaUn abrazo.
Pues esta peli la tengo sin ver.
ResponEliminaLa entrada de Abril está muy bien, pero eso no tiene que impedir que hagas la tuya. Son complementarias. Aquí tú mencionas la labor de Gilford, por ejemplo. Y allí, ella menciona otras cosas...
Es curioso, porque Avildsen tiene una serie de películas que parten de una especie de tema común. El de la superación personal enfrentándose a alguien o a algo. Las pelis le salen mejor o peor depende el guión. Pero las que menciona Abril como Rocky, Karate Kid y La fuerza de Uno (me gusta la parte del principio, luego cae) o incluso Lean on me (Escuela de rebeldes de título por aquí). Por cierto, recuerdo que vi esta y me di cuenta de que pensé lo mismo que la crítica de Rogert Ebert sobre una escena en la que cuando una profesora habla o recoge un papel del suelo, él la despide porque ha mandado silencio!!! Y se supone que tenemos que empatizar con el protagonista. En fin... Esto no tiene mucho que ver con la peli de aquí...
Un saludito.
Eh...mal redactado lo de arriba. Quería decir que esas pelis tienen un tronco más o menos similar. Las tres primeras con un combate final para el que el protagonista se ha ido preparando.
ResponEliminaSe ha entendido perfectamente, David. Pues ésta creo que te gustaría, porque el trabajo de ambos actores es muy bueno y Avildsen sabe mover la cámara muy bien. Casi todas las escenas son interiores, en espacios reducidos, y lo resuelve muy bien.
EliminaUn abrazo.
no sobra nada Josep....yo ya ni me acordaba de lo de Abril, de modo que nunca está de más desempolvar peliculas como esta y actores como ese otro Jack...respiran mucha veracidad esas miradas entre ambos....con actores así...sigo pensando lo qiue dije en el apartamento sobre los papeles maduros de Lemmon...
ResponEliminaSobrar puede que no, Víctor, aunque no añada mucho: pero cierto es que siempre está bien recordar esas películas que siguen manteniendo un cierto interés y que, además, son tan diferentes al cine actual...
EliminaUn abrazo.