Secundarios de Lujo (13)
Seguro que el antiguo esclavo Henry McDaniel, cuando su esposa Susan dio a luz a la pequeña Hattie, el 10 de junio de 1892, no pudo imaginar que su hijita llegaría a ser la primera en nada.
Porque su condición de negros apenas salidos de la esclavitud en un país convulso en su formación a finales del siglo XIX no era precisamente garantía de un futuro esperanzador.
Sin embargo, la pequeña Hattie McDaniel, bastantes años más tarde, en una época en la que las nuevas tecnologías iban apareciendo, consiguió ser la primera, y lo consiguió en dos ocasiones:
En 1926, fue la primera cantante de raza negra que intervino en un programa de radio; Hattie McDaniel, que heredó la voz de su madre, ocupa un lugar en la historia radiofónica, circunstancia que por sí sola ya la hace merecedora de fama.
Sus actuaciones en el teatro, en revistas musicales, en espectáculos musicales y en transmisiones radiofónicas, le otorgaron una publicidad que no tardó en favorecer su incursión en la entonces novísima industria del cine.
La condición de mujer de raza negra en aquellos albores cinematográficos produce que muchas de sus intervenciones, forzosamente ocupándose de papeles secundarios, en ocasiones ínfimos, apenas hayan recibido reseñas notables ni siquiera en la base de datos de IMDB, donde sólo constan menos de cien, cuando en la realidad alcanzan sobradamente el triple.
En una época en que los negros eran apartados una y otra vez de los lugares comunes, vejados y maltratados, al extremo de aparecer actores blancos con las caras ennegrecidas en algunas películas, Hattie McDaniel fue haciéndose un hueco en la industria cinematográfica, alcanzando el reconocimiento que su valía personal y artística merecían.
La sorpresa fue que en una película plagada de estrellas de primera fila ocupándose de caracteres secundarios, a la oronda Hattie McDaniel se le entregara un papel mucho más extenso de los que hasta entonces había ejecutado; más aún: que por su trabajo, se la nominara como mejor actriz secundaria.
Y si resultó sorprendente su nominación, algo parecido a un milagro debió ocurrir para que los académicos del cine hollywoodiense, en el año 1940, decidieran otorgarle el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria a Hattie McDaniel, que así fue de nuevo la primera mujer negra en obtener el galardón.
Gone with the Wind (1939):
En la escena, un bromista Clark Gable sirvió a Hattie verdadero brandy en lugar del acostumbrado té frío; Hattie mantuvo el tipo; cuando Gable anunció que no iría al estreno en Atlanta, porque no habían invitado a Hattie, por ser negra, ésta le agradeció el detalle pero le requirió a que asistiera.
Aun ahora resulta un enigma la concesión de ése Oscar a Hattie: no por inmerecido, pues su trabajo, como todos los que hizo en su larga vida, es notable, si no porque las condiciones sociales de la época, muy racista todavía, no permitía albergar muchas esperanzas a los artistas negros respecto al reconocimiento de su labor.
Resulta prácticamente imposible hallar testimonios en vídeo de las actuaciones de Hattie previas a ese Oscar, pero, desde luego, no era ninguna recién llegada al cine.
Su condición de buena cantante hizo que interviniera en no pocas películas musicales, como, por ejemplo, en la primera versión de Show Boat (1936) :
Aun ahora resulta un enigma la concesión de ése Oscar a Hattie: no por inmerecido, pues su trabajo, como todos los que hizo en su larga vida, es notable, si no porque las condiciones sociales de la época, muy racista todavía, no permitía albergar muchas esperanzas a los artistas negros respecto al reconocimiento de su labor.
Resulta prácticamente imposible hallar testimonios en vídeo de las actuaciones de Hattie previas a ese Oscar, pero, desde luego, no era ninguna recién llegada al cine.
Su condición de buena cantante hizo que interviniera en no pocas películas musicales, como, por ejemplo, en la primera versión de Show Boat (1936) :
Apenas un año antes de obtener el Oscar, podemos verla desarrollando una vez más un trabajo mínimo, como asistenta del aseo de señoras, en Vivacious Lady (1938) :
La obtención de la preciada estatuilla, como ha ocurrido en otras muchas ocasiones, no significó una variación inmediata en la forma con que la industria contemplaba el trabajo de los artistas negros, y Hattie siguió interpretando, hasta su fallecimiento en 1952, acabando, como muchas actrices, trabajando en la televisión. Las películas en las que concurrió a mediados de los cuarenta del pasado siglo no fueron muy notables y los papeles que se le confiaron tampoco fueron remarcables, suma de dos evidencias: era una mujer de mediana edad, y, además, negra....
Podemos verla aprovechando sus aptitudes para la canción en dos escenas:
Recordando sus inicios como artista de variedades en la película Thank Your Lucky Stars (1943):
Podemos verla aprovechando sus aptitudes para la canción en dos escenas:
Recordando sus inicios como artista de variedades en la película Thank Your Lucky Stars (1943):
Y cantando un clásico, en una película de la factoría Disney, Song of the South (1946):
Una artista polifacética lamentablemente encasillada la entrañable Hattie McDaniel, inolvidable para muchos.
Ya veo, compa Josep, que en tu viaje a través del universo de los secundarios, no sólo le echas cariño y brillantez, sino tambiénn amplitud de miras. Hattie McDaniel no es ninguna desconocida (la negrita de Lo que el viento se llevó...), pero está claro que no es uno de esos nombres que suele aparecer en cualquier recopilación canónica sobre el tema. Me parece fantástico.
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
Nadie apretó jamás un corsé como ella...
ResponEliminaSaludos (ya de vuelta)
Estupendo post. Precioso por su forma y su contenido(¿Cómo diablos haces para dejar tan bonitos los videos del You Tube?). El corto de "Thank Your Lucky Stars" es el que más me ha gustado. Obviamente el primero es el archiconocido.
ResponEliminaIgnoraba la faceta musical de Hattie y sus comienzos en el medio.
¡Qué diferencia la situación de los actores afroamericanos en aquellos años a la que tienen en la actualidad! Sin ir más lejos, la película que comento hoy,está dirigida e intepretada en su mayor parte por afroamericanos con status de stars. Los tiempos han cambiado, ya¡
Un abrazote
Como olvidar a Hattie,
ResponEliminamujer, negra, gorda, fea... en los mejores tiempos del KKK, y tan sustancial. No sabía que cantaba y tan bien!!!.
Cuando vengo a tu blog, josep, lo hago con premeditación y alevosía, tranquilamente, para disfrutarlo.
En tu anterior entrada, cuando la leí, no dije nada por que no soy en la "cosa" nada diestra ni entendida.
Un día de estos, cuando el tiempo me sea favorable, y con tu permiso, te enlazaré a mi blog, con mención especial. Ya me dirás si la idea te agrada ¿vale?.
Mi adorada Hattie, ¿qué habría sido de la señoita Ecalaata sin ella?¿quien sino ella habría sido capaz de decirle a Clark Gable que parecía una mula? De pequeña tenía una muñeca que me encantaba, y era exactamente igual que ella.
ResponEliminaMuy buen Post. Creo que Hattie McDaniel es un ejemplo de cómo alguien con talento y fuerza, puede ir superando todos los escollos y prejuicio.
ResponEliminaUn abrazo
Gracias por los ánimos, Manuel: creo que hay muchos y buenos intérpretes secundarios que no entran en las recopilaciones que tú refieres, y el caso de Hattie es señero: por su antigüedad en el cine, muchísimas de sus películas son desconocidas, y pensé que merecía un recuerdo al margen de su conocidísimo papel.
ResponEliminaUn abrazo.
Desde luego, 39escalones, sin Hattie las escenas de la joven Escarlata no serían igual; aun ahora me parece curiosa la longitud de sus escenas, atendida la época...
ResponEliminaSaludos.
La faceta musical de Hattie, Antonio, forzossamente resulta desconocida porque apenas se han visto muchísimas de sus películas, probablemente porque no ostentan mucha calidad "exportable".
ResponEliminaLo de los videos de youtube, no sabría como explicártelo con claridad, ya que retoqué parte del CSS de la plantilla, así como inserté un script de java. Lo saqué de Vagabundia, cuyo enlace puedes ver en blogs de ayuda. Debo decirte que lo mejor es crearse un blog para ensayos, porque puede uno cascar el trabajo realizado sin casi darse cuenta....
un abrazo.
Supongo, Susy, que el descubrimiento de la Hattie cantante es común a todos, porque no suelen verse escenas de esas películas donde muestra sus facultades.
ResponEliminaMuchas gracias por tus lisonjas, que me hacen enrojecer de vergüenza.
Puedes enlazarme cuando quieras, sin permiso alguno; yo tampoco te lo pedí para enlazarte, así que...
Besos.
Tienes razón, Alicia: sin ella, la "señoita" no sería lo mismo.
ResponEliminaUn personaje más que entrañable, inolvidable en una película repleta de grandes caracteres; tal parece que, viendo como funcionaba Hattie, le "estiraron" el papel...
Saludos.
Bienvenido, Tecnologia... (muy interesante tu blog)
ResponEliminaEs cierto lo que dices de Hattie: contra viento y marea, llegó a ser reconocida por su calidad y firmeza en el mundo del cine como una de las damas representativas de los artistas negros, tan olvidados antaño.
Saludos.
No encuentro falta alguna en estas entradas "en honor a..." que nos regalas; son todas respetuosas, preparadas y enormemente cinematográficas.
ResponEliminaMe alegra, Raúl, que te parezcan interesantes esos pequeños recordatorios de aquellos que contribuyen calladamente al disfrute de tantas películas.
ResponEliminaSaludos.