Secundarios de Lujo (24)
Si empezáramos diciendo que este intérprete jamás recibió ningún galardón por su trabajo siempre podría salir algún listillo asegurando que claro, habiendo iniciado su carrera pública como deportista en los campos universitarios y careciendo de estudios melodramáticos, como iba a recibir nada.
Tanto como nada tampoco es que sea cierto, porque llegar a trabajar en doscientas setenta y una producciones, la mayoría películas, en un período de treinta y un años, viene a significar que algo bueno le verían en la industria hollywoodiense que de caritativa nadie la ha adjetivado que se sepa.
Si además el buen hombre llegó a trabajar en un año en más de treinta películas, está claro que le reclamaban sin cesar.
Nacido a primeros del siglo pasado, en 1903 en un pueblo de Nebraska, Wardell Edwin Bond se crió de jovencito en Denver y luego se trasladó a la universidad en California donde formó parte del equipo de fútbol americano coincidiendo con un tal Marion Morrison con el que mantuvo a lo largo de toda su vida una fuerte amistad.
Ambos conocieron el cine como extras y el tal Marion empezó a aficionarse a esto de trabajar en el cine y, como quien no quiere la cosa, el joven Ward Bond se estrenaría con su amigo en 1929 en papelitos de relleno y ya no pararían de trabajar en el cine hasta su defunción: Ward Bond casi siempre en papeles de secundario, componiendo perfectamente tipos duros, con carácter, ocasionalmente también dotados de rasgos humorísticos, por lo que se cuenta, casi como era él personalmente.
La evidencia de su valía persiste en la memoria cinéfila y vamos, si les parece, a dar un pequeño vistazo a algún que otro momento de su carrera.
Advierto que hay un peligro: puede uno quedarse con las ganas de ver otra vez cualquiera de estas películas que han sido elegidas prácticamente al azar, pendiente de su existencia en la red; podría haber escogido otras tantas, y seguiríamos con ganas de volver a verlas.
Fíjense, si les place, en los compañeros de rodaje de Ward Bond:
En The maltese falcon (1941) hace una pregunta que obtendrá de Humphrey Bogart una respuesta ya mítica.
Al año siguiente, su composición de un célebre boxeador le enfrenta en Gentleman Jim (1942) a un Errol Flynn que estaba en su apogeo: a Ward le tenían que haber premiado por su trabajo.
Casi seguro que pocos se acuerdan de su trabajo a las órdenes de Capra en la célebre It's a wonderful life (1946) donde acaba de encontrar al perdido James Stewart.
Valiendo lo mismo para un barrido que para un fregao, aquí podemos verle marcándose unos pasos de baile en Fort Apache (1948) y compartiendo escenas con Henry Fonda y John Wayne (su amigo Marion)
Tan amigo de John Ford como de Wayne, el gran director demostró gran confianza en Ward Bond y justo es afirmar que nunca le defraudó; la de Ward es la voz en off que nos guía en la obra maestra The Quiet Man (lo siento: los vídeos de youtube están bloqueados) y en otra obra maestra The Searchers (1956) Ford se vale de Ward Bond para explicar, focalizando su rostro, toda una historia.
¿A que sí que apetece ponerse a ver cualquiera de esas grandes películas? Estaban advertidos...
Pues ése es el premio que se llevó Ward Bond, un actor secundario sólido, un tipo con agallas, de esos que daban seguridad a cualquier escena en la que aparecían.
Un gran-gran actor. ¿Y cómo que pocos le recuerdan en la de Capra? Yo lo recuerdo siempre que la veo.
ResponEliminaLo cierto es que lo asocio siempre a Ford, claro.
En The Quiet Man hace más que la voz en off.
Podías haber contado lo de que era tan reaccionario o más que su amigo Marion (pobre John ¡qué nombre!)... no tiene nada que ver con su labor interpretativa, pero bueno, anécdotas como esa de que Ford se burlaba cuando John y él hacían la vigilancia matinal al no haber ido a la guerra, o la de que luego fuera uno de los miembros destacados del Comité de Actividades Antiamericanas tienen su miga. Es curioso... gente que no fue a la guerra (por diferentes motivos) luego tenía que demostrar (aunque fuera a costa de otros) que eran tan o más americanos que el resto.
Un saludito.
Por cierto...
ResponEliminaEn la de Gentleman Jim estaba estupendo (pero Errol también... y la que hacía de futura novia..Alexis..no recuerdo apellido...e igual el nombre es erróneo. espera que lo mire. Alexis Smith, vale.
Buenas noches.
Me quedo con ese reverendo-capitán con el culo atravesado por el sable de un oficial inexperto... Una cara imprescindible, una de esas que resumen el cine de otro tiempo.
ResponEliminaSaludos.
Si que dan ganas, si...:-) Yo me quedé con su cara antes que con su nombre. Era el inseparable amigo de Marion-John-John, el Ford y el Wayne...
ResponEliminaY de amistad hablamos porque parece que toda una vida compartiendo set de rodaje dan para mucho y bueno.
Demostrar que uno es/era más "americano" que nadie era el lema y la "necesidad" en tiempos oscuros...¡ Me encanta en todos los videos que has recomendado y en otros que recordamos como el sargento o capitan de Gone with the wind engañado por Clark Gable..! La expresión en The Searchers es todo un poema y el cura de The Quiet man...¡ En fin, yo le daria todos los premios ! :-)
Tenias que traerle a ésta sección con todos los merecimientos.
Besos. Milady
Todo un característico, como se calificaban a actores de ese corte hace algún tiempo: gente que, por su perfil (sobre todo, físico) no iba a interpretar una peli grande en su vida, pero que, gracias a su valía, podían acumular toneladas de títulos (como fue el caso de Bond; la cifra que reseñas es verdadermente alucinante). Está claro, compa Josep, que el que pasara por esta tu seccion era solo cuestión de tiempo...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
Admiro mucho el trabajo de los secundarios en general, en muchas ocasiones suelen construir personajes más cotidianos que los de los protagonistas, pero si tengo que elegir, sin lugar a dudas me quedo con los de Ford. Así que figuraros mi admiración por el talento de este hombre.
ResponEliminaVamos, que es uno de esos que le veo en cualquier película y le considero como de la familia.
Gracias Josep, como siempre muy atinado.
El puñadito de pelis que seleccionas es de puro lujo. El hombre no es de los secundarios más afamados pero no cabe la menor duda que su presencia en estas y otras pelis de su carrera era un buen puntal. War Bond era para los espectadores, como bien dice GCPG, uno de la familia.
ResponEliminaUn abrazote.
No suelo interesarme ni por la vida privada ni por las ideas propias de los actores, David: otro caso son los guionistas y los directores, de los cuales sí me interesa, claro, su vida privada.... jajajaja....
ResponEliminaDéjame decirte que lo de su trabajo con Capra (en Qué bello es vivir) era más que nada una oportunidad (que has perdido: jajaja) de decir que donde nadie le recuerda en en Sucedió una noche, de Capra....
Gentleman Jim la ví hce mucho tiempo y me quedé muy impresionado por el trabajo de Ward Bond.
Saludos.
Es verdad, Alfredo: es ver cualquier fotograma en el que aparezca Ward Bond y ya sabes datar, sólo por su apariencia.
ResponEliminaSaludos.
Ya llevaba tiempo, Milady, buscando vídeos con calidad para recordarle, porque fue un actor realmente "de soporte" para tantas películas buenas que lo raro era que no había vídeos de él. No sé lo que durarán éstos, pero, por lo menos, como dices, ya está donde debe, en esa pequeña lista de grandes secundarios del cine que poco a poco vamos haciendo.
ResponEliminaBesos.
La cifra, Manuel, es espeluznante, porque el bueno de Ward debía llegar a los rodajes sin casi tiempo de haber estudiado los guiones.
ResponEliminaTipos así ya no hay muchos, con esa planta: hoy daría miedo a la mitad, por lo menos físicamente...
Un abrazo.
Es que para mí, Gourmet, una de las virtudes de las películas de Ford es el cuidado de todos los personajes: los guiones fordianos, aun de diversos autores, siempre tienen esa caracerística y, desde luego, los secundarios de Ford son los más conocidos y apreciados.
ResponEliminaEl detalle de confiar a un secundario la voz en off de The Quiet Man ya lo dice todo.
Celebro que te haya gustado.
Saludos.
Ese puñao de películas, Antonio (bienvenido de nuevo), es una tentación casi que irresistible y a buen seguro que la intervención de Bond no es ajena a ello.
ResponEliminaun abrazo.
Como alguien ha dicho por ahí, este hombre es de mi familia. Una familia bien grande. Saludos.
ResponEliminaComo dice Abril hubiera reconocido su cara por mil películas pero no hubiera dado con su nombre. Pero que se le recuerde es todo un triunfo en este mundo de los secundarios.
ResponEliminaEn la foto que he usado, Alma, resulta fácil que no se le reconozca, porque la mayoría de sus buenísimas películas las rodó con más edad: desde luego, aunque su nombre se olvide, su presencia permanece en la retina.
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