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dilluns, 27 de juny del 2011

Maldito teléfono




No descubro nada a ninguno de los amabilísimos lectores de este bloc de notas si aseguro públicamente que no me inclino por gastarme los cuartos viendo películas de miedo. No ya de terror: ni siquiera de miedo.

Han sido contadísimas las ocasiones en que he visto películas cuya motivación principal es la de alterar el sistema nervioso del público que usualmente disfruta con esa agitación y luego asegura sentirse mucho más relajado.

Supongo que será cosa adrenalínica pero esas estimulaciones no cuentan en principio con mi afición, aunque tampoco es que me vaya a largar corriendo del cine cuando me pillan in fraganti o, sinceramente, despìstado cual pulpo en un garaje y metido en una sala de cine repleta de buenas gentes dispuestas a asustarse y pasarlo en grande exudando emociones y soltando grititos.

No me voy corriendo por vergüenza, claro. Porque cuando me pillan, paso un miedo tremendo. Y sufro. Y no me acaba de gustar: ocasionalmente, reconozco, después, que no había para tanto...

Fred Walton se estrenó como director de cine llevando a la pantalla un guión que había escrito él mismo con la colaboración de Steve Feke en el que se contaban una serie de sucesos causados por un psicópata. la película se tituló When a Stranger Calls se rodó en 1979 y se estrenó en España con el título de Llama un extraño.

Sus primeros veinte minutos me dejaron tan impresionado que, tiempo después, todavía andaba yo buscando por todas partes una copia en VHS para verla con calma.

(VHS significa vídeo grabado en una cinta magnética, como las de las cassetes, pero más ancha. Esto, los cassetes eran.... ¡vale ya! trastos viejos, ¡caramba!)

En ese inicio Walton demuestra un oficio que luego fue desapareciendo, empezando ya en el minuto 22. Empieza la historia con una joven que va a cuidar a unos niños a su casa porque los padres se van a cenar y luego quizás al cine: los niños están ya dormidos y es mejor que no les moleste ni les diga nada a menos que se despierten. La joven Jill (Carol Kane) se dispondrá a estudiar en el salón de la casa cuando empieza a recibir llamadas de un hombre que al parecer la está observando, con mensajes parcos y quedos pero cada vez más amenazantes.

Únicamente con la estupenda actuación de Carol Kane y la voz del extraño al teléfono, Walton sabe crear un crescendo de tensión que, hace años, me dejó recuerdo imborrable. El uso de la iluminación, el emplazamiento de la cámara con enorme profundidad de campo incluyendo las sombras de la casa, las luces que entran por los ventanales y la martilleante música de Billy Preston y Dana Kaproff consiguen crear un desasosiego no exento ciertamente de trampa, pero efectivo al máximo y sin acudir al típico susto sonoro ni al montaje sincopado tan frecuentes en cintas del género.

Si en los primeros veinte minutos el peso de la acción cae sobre la muchacha, a partir de entonces y previa elipsis cinematográfica, lo que ha empezado como una cinta de miedo o de terror suave se reconvierte en una policial, ya que sabremos que han pasado siete años y que el extraño que llamaba fue calificado como demente, absuelto de culpa criminal y encerrado en un sanatorio del que, claro, acaba de escaparse. Y el que hace siete años fue el teniente de policía que le detuvo, John Clifford (Charles Durning) es ahora un detective privado que procurará por todos los medios hallarle y dejarlo fuera de combate.

En el segundo tercio Walton, a la vez director y guionista, pierde la oportunidad de profundizar en la compleja mente del perturbado Curt Duncan (Tony Beckley) y a pesar de contar con esos dos buenos intérpretes, se inclina por un tratamiento de la trama que apunta a la figura del justiciero tan en boga en algunos productos comerciales de baja calidad aunque sin caer en el uso de la violencia excesiva y gratuíta de algunos. Mantiene la tensión pero el ritmo se le va un poco abajo, hasta que, llegado el último tercio, recupera el brío con la presencia de Jill Johnson, ahora ya casada y madre de dos hijos, que de nuevo recibirá una llamada de un extraño cuya voz no ha podido olvidar....

Esta película ha permanecido en mi memoria durante tres decenios principalmente por la sensación de agarrotamiento que me produjo asistir a la proyección de sus primeros veinte minutos en la sala oscura: verla ahora de nuevo en casa no ha sido lo mismo, cierto, a pesar que sigo asustándome con cierta facilidad y siguen sin gustarme las de miedo. Seguramente para el cinéfilo acostumbrado a las películas de terror la sensación será distinta, pero habiendo comprobado que hace escasos cinco años se rodó un refrito que al parecer no obtuvo demasiado éxito, he pensado que quizás pueda resultar interesante su revisión para comprobar cómo es posible cargar de tensión el ánimo del espectador -e incluso llegar a producirle la adrenalínica sensación de miedo- sin necesidad de que se vea en pantalla sangre, ni agresiones, ni montajes sincopados, ni ruidos atronadores e inesperados, sencillamente iluminando con naturalidad y emplazando la cámara en el lugar adecuado y, naturalmente, contando con la colaboración de un buen editor como Sam Vitale que ayuda a cortar lo innecesario dejando un metraje ajustado de poco más de hora y media, suficiente para conseguir lo que se buscaba: un entretenimiento digno que, mira por donde, consiguió casi treinta dólares de beneficio por dólar gastado en la producción. Ahí es nada: ya lo quisieran muchos.

Video




18 comentaris :

  1. He visto el vídeo, compa Josep, y ofrece una pinta la mar de solvente (por cierto, fíjate tú que "casualidades terroríficas": ayer tarde, aprovechando que me había "tocado" con el periódico, me metí entre pecho y espalda "Sé lo que hicisteis el último verano"; no me gustó...). El aspecto de desvalimiento e indefensión de la chica es alucinante, la estás viendo estrangulada o descuartizada así, de un momento a otro, sin que nadie la haya tocado aún; y cómo crea atmósfera sin abusar de recurso facilón (la música solo aparece al final del clip, se agradece...).Buena pinta, buena pinta...

    Un fuerte abrazo y buena semana.

    P.S. a mí sí me gustan las de miedo, pero tampoco abuso de su ingesta. Con moderación, compa...

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  2. Leñe!! Creo que la he visto, hace mucho, y apenas la recuerdo aparte de que, siendo casi un zagal, el inicio me espantó. La segunda mitad no me suena tanto, así que imagino que sería una de esas noches con cine interruptus por madrugón al día siguiente. La busco.
    Un abrazo.

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  3. Y añado: una versión actual de esta película tendría que incluir, inevitablemente, en horas sesteras, la llamada del típico teleoperador para que te cambies de compañía. Es imposible entender el terror telefónico de otra forma hoy en día...

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  4. A mí me ocurre como a ti; el género jamás me ha atraído lo suficiente. Alguna habré visto, claro, pero aún así soy incapaz de valorar con propiedad ninguno de sus títulos.

    Raúl.

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  5. Pues yo creo que también la he visto (o una parecida; era también de llamadas, pero fue hace muchísimos años)...pero no recuerdo nada. Y ya me estoy bajando la de Lawman (que se me ha quedado ahí atascada)... así que no me voy a poner con esta (además, a mí, salvo excepciones, tampoco me van las de este tipo).
    Y no digo más, que después de la entrada anterior, no debería ni pasar por aquí.

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  6. Me suena pero no la recuerdo en absoluto. No me gusta el terror y menos las vísceras , me gusta el suspense y no descarto un terror "pequeñito" o del estilo de Psicosis o el estrangulador de Bóston , Murder by Decree o similar que ese sí que es espeluznante.
    De modo que, si nos recomiendas ésta la pondremos en la lista.

    Besos y agradecimientos ( a pesar de la rabieta de David )

    P.D. Comparto la copa con él ¡ venga..vá ! :-P

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  7. Si eres amante del género, Manuel, creo que puede gustarte un poco.

    Ya te digo que me dejó impresionado y lo cierto es que el motivo de verla de nuevo, aparte curiosidad por el refresco, era comprobar si seguía emocionándome, y he de decir que, por momentos, pues sí.

    Un abrazo.

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  8. El inicio, Alfredo, ha sido la motivación de volver a verla: del resto apenas si recordaba algún retazo y, ciertamente, sin ser notable, se deja ver muy bien.

    Un abrazo.

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  9. Jajajaja: Alfredo, eso del teleoperador cuando justito estás acabando de caer en el sopor de la siesta ¡es un horror de los de verdad! ;-)

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  10. A la hora de contemplarlas, Raúl, intento dejar de lado los clichés que no alcanzo a comprender y trato de pensar que es una película "normal" aunque en realidad mi experiencia es tan limitada que se me hace imposible.

    Un abrazo.

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  11. Si es de hace muchísimos años, David, puede que sea esta.
    De verdad de la buena que asusta pero de forma bastante contenida y esa mezcolanza la aleja de los puristas del género.

    Un abrazo.

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  12. En ésta, Milady, no podrás ver ninguna víscera: apenas un hilillo de sangre y muy poca violencia física. Te sorprenderá.

    Besos.

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  13. Josep, al igual que a ti no me gustan las películas de miedo, no quiero pasar unas horas encogida en la butaca y con el corazón en la boca,pero curiosamente ésta, ignoro el porqué, la he visto, recuerdo el argumento al leerte a ti, y después de ver el video la he recordado.
    cosa curiosa, tengo hasta ganas de verla otra vez.
    un beso

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  14. Pues es que es una eterna discusión esto de las pelis de miedo. No recuerdo ninguna en la cual yo lo haya sentido. No soy miedosa y encima odio a la gente gritando en el cine, eso sí me espanta y me hace saltar en la butaca. Mataría a alguien en ese momento. Sanguinaria soy xDD.

    La peli es excelente y ha merecido la pena hacerle una reseña.

    Besos!

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  15. La habrás visto, Camy, por lo mismo que yo: porque no pensabas que ese principio fuera como es.

    De verdad que fuera de la gran pantalla no impresiona tanto, aunque si la memoria no te ayuda mucho, sigue intrigando...

    Besos.

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  16. Miedo me das, Blanca: te imagino asestando bajonazos aprovechando los momentos de oscurecimiento de la pantalla, uyuyuyuyuy, por un quítame allá esos grititos asustadizos, corriendo la sangre bajo las butacas... vamos a rodar una de miedo, y tú, de prota: ¿qué te parece? ;-)

    Besos.

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  17. Jajaja, sí, sí, cuando quieras rodamos por el barro. Es cierto, hasta en mi familia se tapan la cara por algunas escenas xD.
    Te voy a contar escena y de pánico. Viendo en el cine Instinto básico con una prima. A su lado un hombre. En la escena del punzón para picar hielo, ese energúmeno se levanta y a grito pelao dice: Mátalo, mátalo, ¡¡mecagoenross!! y con objeto en la mano que no sabíamos que era. Mi prima acojonada y, yo más. A la segunda vuelve a hacer los mismo. Me levanto de la butaca y grito yo: ¡Acomodador! Hay un asesino en la sala!. Se paró la proyección, se le llevaron y pude ver la peli tranquila. Mi prima no recuerda nada, sólo al loco de la colina xD

    Besos!

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  18. Anda que no: como para ir contigo a ver una de Drácula, Blanca, y salir en el intermedio a por una de palomitas y una bolsa de suero...

    Supongo que tu prima jamás ha vuelto al cine contigo, claro...

    Besos.

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