Cáspita, Pau, la cagaste
Uno es de buena fe. Uno es que intenta ser optimista y siguiendo los consejos que uno lee en esto de la internet, procura mirar los acontecimientos de forma positiva, mostrando confianza.
Así que uno, lector infantil de tebeos patrios añejos, de cuando los tebeos sólo tenían color en la portada, se arma de valor y al grito de ¡Santiago y cierra España! se lanza en picado al visionado de una película que se estrenó no hace ni medio año y ya nadie habla de ella.
Una película que representaba a priori la consecución de un anhelo compartido por miles de antiguos lectores de tebeos, como uno, que viendo la invasión foránea de tipos en calzoncillos largos, caras pintarrajeadas, máscaras que ocultan identidades secretas y poderes provenientes de una casualidad circunstancial, uno, digo, deseaba ver en su pantalla preferida las aventuras del héroe valeroso presto a jugarse el tipo con sus propias manos sin ayuda de poderes extraños y con la cara por delante, pasando miedo pero dominándolo con el valor, que es esa sustancia de la que están hechos los héroes de verdad.
Héroes como el que se inventó hace ya muchos años Víctor Mora propiciando los reseñables dibujos de Ambrós que ilustraron como nadie las aventuras del Capitán Trueno y sus adláteres Goliath y Crispín y su bella dama Sigrid, Reina de una imaginaria Thule, nación del norte del norte, más allá del norte, muy pero que muy lejos del carpetovetónico suelo que pisábamos los niños embobados con tales aventuras, reclamo semanal seguro aunque a veces la traición aparecía en forma de El Jabato.
Para quien no haya leído en su niñez los episodios del celebérrimo caballero soldado y sus amigos y haya trabado conocimiento con el personaje después de emocionarse con los aventureros tecnificados de allende los mares, la sensación debe de ser distinta. Por fuerza.
Ha habido muchas ganas contenidas, muchas esperanzas y deseos callados aguardando que al fin la industria española del cine decidiera llevar a la gran pantalla al Capitán Trueno para que pudiera compartir fama y popularidad con otros héroes de ficción. Por lo que uno ha ido leyendo en los últimos años, la gestación ha sido dificultosa a pesar de la buena voluntad del propietario de la marca, el octogenario Víctor Mora, seguramente tan deseoso como todos los seguidores de contemplar una película basada en el héroe en mallas de acero.
Al final ha sido Pau Vergara el que asegura haber escrito un guión basado en la primera aventura del valiente caballero y además se encargó de producirla junto a Antonio Mansilla y ambos acabaron por acordar que se encargaría de dirigir el rodaje Antonio Hernández y la película la titularon El Capitán Trueno y el Santo Grial que, ciertamente, es plenamente indicativo.
Una película que ha costado diez millones de euros, miles arriba miles abajo, a base de subvenciones y patrocinios diversos, con más de la mitad de las escenas al aire libre y sin ninguna estrella en su cartel. Ese sí es un misterio. Porque el resultado deja mucho por desear.
Lo mejor, sin duda, el trabajo realizado por Javier Salmones que sabe fotografiar todo sin estridencias mientras sitúa el foco donde debe y no pierde detalle tampoco en las varias luchas a cuerpo que se producen.
También el vestuario y la caracterización de los personajes parece acertada y, contra la opinión de diversas personas, creo que las coreografías de las luchas están muy conseguidas porque prima en ellas no el espectáculo circense y los movimientos maravillosos sino la rotundidad del golpe y efectividad del tajo dejándose de florituras innecesarias: uno mata porque debe matar y no por amor al arte.
Precisamente llama la atención que en las luchas hay muertes, lo mismo que ocurría en los tebeos originales, a pesar de hallarse dirigidos especialmente al público infantil. Ahora y desde hace un tiempo, en algunas películas hay mucha traca y muchos heridos pero pocos muertos.
Y se acabó lo bueno. Porque todo lo demás únicamente consigue aburrir y desesperar al adicto al tebeo que se come las uñas propias y las de quien esté más cerca preso de una angustia inabarcable, incontenible, ingente, aliada a unas ganas enormes de convertirse uno en Goliath y emprenderla a garrotazos partiendo un montón de crismas.
¿Cómo ha podido creerse Pau Vergara que su guión tenía alguna posibilidad de resultar divertido, entrañable, creíble, ameno, bien sea todo junto, bien sea solamente uno de tales adjetivos justamente aplicable a su obra?
¿De verdad has pensado, Pau, que por escribir lamentables diálogos en los que introduces exclamaciones como ¡cáspita! los adictos al Capitán Trueno íbamos a sentirnos felices?
¿Es que no te das cuenta, que hace cincuenta años, a Víctor Mora le hubieran metido en la cárcel no por ser del Psuc sino por escribir exclamaciones como ¡coño! en un tebeo infantil, y que por eso usaba lo de ¡cáspita!?
No eres muy espabilado, Pau, aunque si eres listo para los negocios, seguro. Pero como guionista, mejor déjalo, ¿eh? y así nos ahorramos un montón de dinero de los contribuyentes.
Claro que Antonio Hernández tampoco queda muy bien parado, habida cuenta que, leído el nefasto guión, no tomó las debidas precauciones: si resulta que hay incongruencias y tienes presupuesto -otra cosa es que luego los dineros no aparezcan al momento- para rodar, pues haces unos planos y luego los borras y lo atas todo con un poco de lógica, ¿no? porque, digo yo, por ejemplo, que llegar a las playas levantinas desembarcando así, sin muelle ni nada, y al plano siguiente ya todos montados en caballos y jamelgos, pues queda un poco raro, ¿no?
Casi tan raro como la bella Sigrid que debe ser una rubia nórdica y se le ve el teñido de tercera clase, con la raya en medio de la cocorota bien oscura, aunque unas secuencias después ya se lo han aclarado. No importa, desde luego, que su acento sea gutural y suene a extranjero, porque en definitiva, el personaje no es del país. Lo malo es que, cuando abre la boca, no expresa sentimiento alguno, ni por las tonterías que formas los diálogos, ni por la forma en que las dice.
Lo mismo le ocurre al Capitán Trueno que tiene un físico muy adecuado al personaje y se mueve con soltura en las escenas de acción, pero cae a las profundidades en cuanto se ocupa de los tristes diálogos -tristes por lo malos que son- que el caspitoso Pau escribió para adornar con frases aburridas los sinsentidos que conforman una trama somnolienta, en buena parte por culpa del director que además, como con recochineo, se alarga hasta casi las dos horas en su exceso pirotécnico que nada a ver tiene con el espíritu bravo y aventurero del héroe.
Del resto del elenco se puede decir lo mismo, con el agravante de comprobar cómo el disponer de una buena voz, bien educada y conocedora de los insondables y al parecer indescifrables -para muchísimos (demasiados) intérpretes jóvenes (y no tan jóvenes) - secretos de la dicción y vocalización, no es suficiente impedimento para desbocarse en una sucesión de excesos, sea por acumulación gestual, sea por enquistarse en parecer de cartón piedra: los extremos no son buenos; nunca. Ahí hay otro fallo del director, que hubiera debido dirigir a los intérpretes y uno tiene la sensación que los dejó a su suerte, abandonados.
En definitiva, una muestra más de la enorme carencia del cine español que se muestra incapaz de ofrecer a un público cada vez menos incondicional siquiera un producto digno de un género en el que nuestra cultura no tiene nada que envidiar a nadie, porque no hay más que agarrar un libro de historia para hallar aventuras interesantísimas sin necesidad de aportar necedades pseudo artúricas sin venir a cuento, resultando por otro lado que en el apartado técnico los problemas revisten una entidad infinitamente menor que la falta de gancho de quienes dan el tipo en pantalla.
Joooo...... qué pena que haya resultado tan mal el intento.
ResponEliminaYo era una voraz lectora de tebeos... pero de chicas, claro. Pero leí del Capitán Trueno porque los tenía mi hermano.
Un abrazo!!
Cuando por fin las noticias se concretaron y el asunto cuajó, hacía ya tanto tiempo desde que leí por primera vez sobre la existencia de un proyecto serio de llevarla a la pantalla, que me puso de lo más contento. Lo juro.
ResponEliminaPero luego, sumido en la misma nebulosa que parecía cubrir a todos los ecos que me fueron llegando del rodaje (que seguí con ilusión decreciente), la postproducción y, por fin, la horripilante promoción que han hecho de la cinta (señal de que ni ellos creían en la misma), con denuncias cruzadas entre producción y trabajadores incluidas, al instante me olí que la cosa iba a acabar enfadándome si cedía a la nostalgia e iba a verla. Así que no la he visto.
No la he visto. Vi algunas escenas y pasé directamente.
ResponEliminaY la verdad es que aunque de crío leí al Capitán Trueno y al Guerrero del antifaz o al Jabato, nunca conecté con ellos (acepté de mejor grado al Corsario de Hierro).
Y no por lo que puedas creerte.
Sí. Estaba enganchado a los aventureros ¿tecnificados? allende los mares...pero en realidad yo descubrí primero al Príncipe Valiente de Foster, y claro, pareciéndome bueno Ambrós (o muy bueno), Foster me parece que juega en otra liga... Y como guionista, lo mismo. Sé quién es Víctor Mora en la historia del tebeo aquí, pero Príncipe Valiente es... pues eso.
"caspitoso Pau" (eres malo, Josep).
Casualidad, ayer vi dos pelis de tipos en pijama... La del Capitán América (que me gustó; una peli infantil pero con algún diálogo que me llegó por muy tonto que suene: "no quiero que sea un supersoldado, quiero que sea una buena persona"... hay medios y es una película de tebeo, al fin y al cabo) y la de Thor (aplica lo anterior, pero me gustó menos). No sé...
A estas pelis no trato de medirlas por el mismo rasero que... no sé, el Enrique V de Branagh (por hablar de una del director de una de ellas). Eso sí que es una buena peli (ah, no! que era una obra de teatro; bueno, da igual).
Un saludo.
PD: Pau se va a encargar de los guiones de la nueva peli de Calvin&Hobbes (cáspita!!!)
Pensaba, por el título, que te ibas a dedicar, puntualmente, a glosar las andanzas del bueno de Gasol en las canchas baloncestísticas de los U.S.A., pero no, ya veo que no… Ya había leído y escuchado, compa Josep, numerosos comentarios negativos acerca de este malogrado proyecto, en el que parecen haberse conjuntado, más allá de todos los que tú tan magníficamente glosas (como de costumbre…), todo tipo de dislates en lo atinente al talento y la creatividad (dinero parece ser que no faltó, pero ésa es ya otra cuestión…). Supongo que Bajo Ulloa, que estuvo trasteando con el proyecto a lo largo de muchos, muchos años, quizá hubiera sacado algo más potable, no sé; en cuanto al prota, no tengo yo en gran estima como actor a Sergio Peris-Mencheta, pero he de confesar que me sorprendió muy gratamente en su papel de monitor de gimnasio homosexual en ’18 comidas’ (algo, ya puedes imaginar, en un registro situado en las antípodas de este del Capitán Trueno). En fin…
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
Me parece muy bien que hables de esta película. Hay que ver y luego glosar las andanzas del cine español.
ResponEliminaA mi cuando el día antes del estreno suspendieron el pase de prensa según ellos para que el suspense y sobre todo el final no se aireasen por ahí,el asunto ya me olió mal. Segura también hizo lo mismo, según él para no destripar si Torrente moría o no (yo es que ante argumentos así alucino).
La he sufrido. No tiene ritmo, ni hay tensión, las interpretaciones penosas,su sentido del humor es cochambroso y no me hace gracia. Unete a la aventura dice el poster. Yo me uní pero aventura no había.Rien de rien.
Lo peor, lo que muy certeramente anotas en tu último párrafo. Agarrarse a mitos artúricos cuando aquí disponemos de material histórico aventurero de primer orden.
A ver si va a resultar que lo de los goya al final ha sido profético pero no lo hemos entendido bien. Vamos, que al parecer los malvados somos los sufridos espectadores, y que la tortura sigue. Que no habrá paz... Un saludo.
Yo no tengo hermanos pero sí primos y además algún que otro amigo del nostálgico capitán Trueno y sus ediciones extras asi que conozco los tebeos y a sus héroes.
ResponElimina¡Lástima que el proyecto sea una fiasco porque hubiera estado bien tener al Héroe español por excelencia ( ¿o ese era el Cid ? )en una aventura bien hecha y mejor interpretada.
Esa reina Sigrid siempre me pareció una adelantada a su época conviviendo sin casarse con el Capitan y siguiendole en alguna de sus aventuras. :-)
¡Cáspita, rayos y centellas qué desastre ! :-P
No la veré ya te lo puedo asegurar.
Besos.Milady
Pues sí que da pena, Laura, porque uno tiene clarísimo que es una buena ocasión perdida y lo peor es que tardará en repetirse el intento...
ResponEliminaBesos.
De todos los problemas he tenido noticia tarde, Raúl, pero he de confesar que el personaje lo tengo tan asimilado que no podía resistir la tentación de ver la película a pesar de las señales nefastas...
ResponEliminaPero sí: puedes ahorrártela...
Un abrazo.
¿Que yo soy malo, David?
ResponEliminaVaya susto me quieres dar con tu despedida: ni en mil años, vaya...
Sabía que me saldrías con lo de Valiant, pero me parece tan débil esa crítica como no tener en cuenta que aquel bebe de Ivanhoe olvidando además que Walter Scott como quien dice lo escribió antes de ayer, como si Mora no tuviera mitos propios en los que basarse, mal que tomara prestada la idea de ese Foster al que tanto amas.
De los tipos en pijama que acabas de ver, ya sabes que dediqué una entradilla a Thor y lo cierto es que la de Capitán América la he visto pero preferí no reseñarla por no incrementar innecesariamente el cupo negativo de este siglo XXI.
Un abrazo.
p.d.: además, seguramente, ni lo entiende.
Dinero parece que hubo, Manuel, aunque gastado de forma muy "original" y desde luego, el aspecto visual es bueno; falla lo que llamamos lenguaje cinematográfico, pero lo que enseguida reclama la atención es la miseria lógica del guión: la presentación de los personajes tiene lugar en el asedio que las tropas cruzadas someten a una fortaleza sarracena: vemos monigotes simulando soldadesca que no hay, pero cuando Trueno está en los sótanos de la fortaleza, salen enemigos de debajo de las piedras, que digo yo: con todos éstos a su favor, ¿el emir se ha largado abandonando el sitio?
ResponEliminaUna verdadera pena que causa cabreo por todo lo que significa.
El protagonista, como digo, mientras no habla, da el pego, pero claro, tiene que decir algo....
Un abrazo.
Bien visto, Víctor, vaya que sí: uno acaba de verla y tiene la sensación de tomadura de pelo con recochineo, porque el guión, con ser malo, no tiene perdón en un país en el que cualquiera que haya estudiado un poquito la literatura sabe que hay ejemplos de aventuras históricas para dar y vender.
ResponEliminaSi es que simplemente basándose en el propio tebeo y recreando diálogos ya les valía, fíjate lo que se complican, con lo fácil que lo tenía el ínclito Pau...
Un abrazo.
Esa Sigrid del tebeo era una mujer de armas tomar y no tan sólo figuradamente, Milady, aspecto que se mantiene en la película, aunque la elegida no acabe de dar el pego y la relación de ambos, siendo su primer encuentro, apenas se desarrolla.
ResponEliminaCreo que, como personaje de ficción, el Capitán Trueno debe ser conocido por cientos de miles de españolitos y puede que incluso también del otro lado del charco le lleguen seguidores, y es una pena que un icono del justiciero caballeroso propio y particular haya tenido tan mala ocasión de lucirse en la gran pantalla.
Besos.
"p.d.: además, seguramente, ni lo entiende."
ResponEliminamalo, no... malísimo ;-)
Y sí. "Amo" a Fostter. Ando con una entrada sobre él (entre otros).
Buenas noches.
Digna de aparecer el mis horrores, me temo. No podía ser de otra manera, tal como fue descafeinándose el proyecto con el paso del tiempo, y con Antonio Hernández en la dirección, que suma más fiascos que aciertos, y que con "Los Borgia" ya dejó claro que lo pseudohistórico no es lo suyo. Eso sí, rompo una lanza por Natasha Yarovenko, que se comió con patatas (ya lo creo que se la comió...) a Elena Anaya en "Habitación en Roma" y que, estando como un queso o no, es una tía la mar de maja. Aunque claro, eso no disculpa que ande justita de método Stanislavski, por muy ucraniana que sea...
ResponEliminaUn abrazo
Pues yo creo, David, que ya puestos, deberías dedicar una exclusiva a ése autor tan apreciado, para que todos podamos aprender al respecto.
ResponEliminaEsa recomendación que me haces apuntada queda y añadida a la lista: ya me gustaría ver una buena pieza reciente; veremos si la fama que parece precederla es justificada u obedece a la moda nórdica que nos inunda desde hace un tiempo...
Un abrazo.
Esta película, Alfredo, parece rodada ex-profeso para acabar en el escaparate de tu Tienda y permanecer allí encabezando la lista, así que no dudo que algún día tendrá ése honor. Ya me gustará leer la sentencia, mira que te digo.
ResponEliminaEn cuanto a la Natasha, muy mona, pero muy verde; curiosamente, su acento tiene restos guturales que me resultan muy familiares, no en vano se ha forjado en mi tierra; ese acento foráneo no le va mal al personaje; incluso diría que le va bien. Pero es que no expresa nada, porque no sabe declamar. Claro que casi ninguno sabe y los que saben, se pasan de rosca haciendo gestos.
El nivel de interpretación español es francamente preocupante, diría que parejo a la calidad de los guiones y negarlo únicamente puede perpetuar una situación que aleja al público de nuestro cine.
Un abrazo.
¡Pardiez! Vale la pena la recomendación y no ver el bodrio del cual ya tenía referencias de alguien que se la tragó enterita.
ResponEliminaTe estaba leyendo, porque es una delicia siempre, y cuando he llegado a lo de "nefasto guión" ya han empezado a temblarme las piernas.
Y heme aquí, sonriendo siempre con tus gracietas.
Le mando desde aquí un DEP crack a esta peli y que nos esperen muchos años..
Hay gente para todo.
Con Besos todo es mejor. :-)
Ya veo, Blanca, guapa, que estás avisada y por partida doble, así que no temo por la integridad de tus neuronas enfrente a esta mala pieza de un telar rico pero mal empleado: meten seda por un lado y sale sarga por el otro: es lo que tienen las subvenciones...
ResponEliminaCon besos, siempre es mejor, sí... ;-)
Si alguna vez te hice sonreír..;))
ResponEliminahttp://www.youtube.com/watch?v=K1BhmwNCN7Y&feature=youtu.be
Para pasar el mal trago hay que tomar Carminho..
Besos!