TC (8) VERTIGO
Cuando inicié esta mini sección dedicada a recordar títulos de crédito, todos, empezando por mí mismo, éramos conscientes que, tarde o temprano iba a aparecer en este espacio el que todavía sigue siendo considerado, catorce años después de su fallecimiento, como el más grande de la especialidad: me refiero, claro está, a Saul Bass quien a lo largo de más de cuarenta años y en sesenta ocasiones encabezó con su trabajo películas que casi todos recordamos.
Colaborador habitual de Don Alfred Hitchcock, en 1958 puso imágenes y letras sugestivas sobre la magnífica partitura de Bernard Herrmann para introducirnos en la especialísima trama ofrecida en Vertigo:
p.d.: saldrán más trabajos en otras ocasiones: tranqui....
Una pequeña obra maestra en sí mismos.
ResponEliminaSaludos.
La de gente que con posterioridad lo ha imitado, ha bebido de sus fuentes o, directamente le ha copiado. Estoy pensando, por ejemplo, en los créditos de algunas pelis de Almodóvar.
ResponEliminaLos títulos de crédito de Saul Bass son comparables a las grandes oberturas que daban paso a las óperas geniales.
ResponEliminaHitchcock sabía rodearse de excelentes colaboradores y Bass fue uno de ellos. Hizo pequeñas obras maestras para muchos grandes cineastas. A mí, personalemente, esta de vértigo, acompañada de la música de Bernard Hermann (otro maestro) es absolutamente imprescindible.
Un abrazote.
La leche, compa Josep, qué casualidad; ví Vertigo hace sólo unos días, y tuve ocasión, pues, de disfrutar de esta pequeña maravilla (y, después, de toda la gran maravilla, completita, de pé a pá...). Saul Bass era grande, muy grande; eso sí, si me tengo que quedar con algunos (y no sólo con los créditos, sino con toda la peli, que es una de mis debilidades más grandes), es con lo de Con la muerte en los talones. Qué gozada...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buen día.
Pues gustándome mucho Saul Bass, los créditos de Vertigo no es que me apasionen. Creo que en su momento serían buenísimos, pero las imágenes de espirales, curvas y demás ha quedado un poco... no sé.. De todas formas, lo que no ha envejecido nada y sigue dándole una fuerza tremenda a esos créditos es (como dice Anro) la música de Bernard Hermann.
ResponEliminaUn saludo
Hitchcock, Bass, Hermann...todos ellos son nombres en mayúscula, Josep. Y luego nos llaman carrozas porque preferimos películas como esta.
ResponEliminaPues a mí me parece maravilloso.
ResponEliminaGracias, Josep, ha sido precioso recordarlo.
Besos
Ultimamente y supongo que por la ocasión, has dedicado varias de tus secciones a Hitchcock, y como dices no podía faltar en ésta. Aunque en ésta presentación de película, en estos créditos, a mi lo que más me destaca es la música, creo que sin ella las imágenes aún siendo poderosas, perderían fuerza. Pero todo, forman un conjunto espléndido.
ResponEliminaUna abraçada
Eso creo, Alfredo, aunque siendo de Bass, se me hace difícil elegir o hacer una lista de preferidos...
ResponEliminaSaludos.
Es que Raúl, el amigo Saul Bass y todo su enorme equipo demostró que, con pocos minutos, se podía hacer arte y claro, a ver quien es el que se resiste a imitarlo, seguirlo, incluso copiarlo, despreciando tanta sabiduría en tan breve tiempo.
ResponEliminaSaludos.
Buen apunte, Antonio, ése que haces comparando con la música y más precisamente con la ópera: no lo abía pensado, pero es definitorio.
ResponEliminaUn abrazo.
Puestos a elegir, como ya he dicho, Manuel, no sabría con cual quedarme.
ResponEliminaY he preferido los de Vertigo porque ya hace unos días saqué a colación North by Northwest y no he querido repetir...
Un abrazo.
Yo creo, David, que esas espirales fueron inspiradas en la mente de Bass tanto por la música de Herrmann como por la propia temática de la película y, la verdad, me parecen idóneas y acertadísimas.
ResponEliminaLo malo es que luego se han usado a tutiplén en demasiadas películas y claro, ya no parecen tan originales como en su estreno...
Saludos.
No te falta razón, Alicia, al calificarlos a los tres con mayúsculas.
ResponEliminaLo que no creo, querida jovencita, es que a tí nadie te llame carroza.
Y en cualquier caso, apliquemos la sabiduría de Cervantes:
"Ladran, luego cabalgamos...."
Saludos.
Maravilloso es, Blanca, y me encanta que te lo parezca, porque evidentemente, lo es: y gracias a tí por recordarlo disfrutándolo.
ResponEliminaBesos.
Tienes buen ojo y mejor criterio, Alma, porque aciertas en todo lo que dices: creo que Bass realiza los títulos contando con la música: es decir, que, silentes, los hubiera realizado de otra forma. ¿Cual? Nunca lo sabremos. Pero el conjunto, fantástico, sí.
ResponEliminaUna abraçada.
Estupenda forma de empezar una obra maestra como Vértigo, si tuviera que destacar algo esos planos detalle de la cara, boca, ojos ... me parecen magníficos.
ResponEliminaSaludos
Merecido reconocimiento a Saul Bass y, de rebote, a Hermann.
ResponEliminaSiempre asocio a Bass unido en mi memoria a la persona que me lo descubrió, hace tiempo, cuando empezó a interesarme el cine más allá de ver películas, y descubrí, que fuera de los círculos cinéfilos, los “creadores” de títulos de crédito, guionistas, directores de fotografía… son grandes desconocidos que no suelen recibir el reconocimiento merecido por su labor para el gran público, mucho más si se compara con el reconocimiento de actores y directores.
Yo es que desde aquel entonces soy de las que lee “los cartelitos” de antes y después de las películas, incluso con las series de televisión lo hago ;)
Besos
Saps? Em recorda una mica al crèdits dels incicis de les pelis del James Bond 007.... a tu no?
ResponEliminaFantàstic, m'ha encantat veure-ho d'aquesta manera, de vegades no prestem massa atenció ni als crèdits dels principis i molt menys del final (sobretot els fumadors, ja saps).... i trobes veritables joies, o BSO fantàstiques.... Gràcies un cop més, i petons cinèfils :)
Pues sí, karaguebo: esos primerísimos primeros planos ayudan no poco en esa introducción que me resulta brillante: primero la fisicidad humana y luego esas espirales retorciéndose como apuntando a la mente del protagonista: todo ello una perfecta introducción al resto.
ResponEliminaSaludos.
Eso de quedarse en el cine mirando los títulos finales en muchas ocasiones, Vivian, le hace a uno parecer un bicho raro, porque en ocasiones son tan largos que incluso ya han prendido las luces de la sala y los que van desfilando te miran como a un extraterrestre, pero lo cierto es que uno no puede sustraerse a ese vicio una vez se ha iniciado en él.
ResponEliminaSi tu iniciación fue con Saul Bass, no pudo ser con nadie mejor, está claro.
Besos.
Es que moltes de les pel·lícules de Bond s'han inspirat no poc, en els seus títols inicials, en els treballs de Saul Bass, sobre tot pel que fa a les lletres i el joc amb la música, Cris: val a dir que acostumen a agradar-me bastant i que no he sigut capaç, encara, de trobar-ne cap a la xarxa que tingui bones condicions per oferir-lo aquí....
ResponEliminaPetons.