MM 47 Idiot's Delight
No andaba yo muy seguro de si era o no buena idea llamar la atención sobre la siguiente escena musical, porque su calidad no es excepcional que digamos.
Pero dada su brevedad y atendida la personalidad de su protagonista, puede que haya todavía alguien que no la haya visto y le haga cierta gracia.
Pertenece a una película que ni siquiera llegó a estrenarse por estas latitudes y que incluso desconozco si alguna vez tuvo un pase televisivo.
Véanla, y seguimos:
La conocía por haberla visto en la tele, eso sí, pero con muy mala información, porque la ubicaban erróneamente en las postrimerías de los años veinte, cuando fue estrenada en 1939.
De hecho, lo que más llama la atención es que, contra lo que algunos "expertos" aseguraron cuando la vi en la tele hace tiempo, Clark Gable estaba en la cima: justo preparándose para ser el archifamoso Red, como puede verse dando una ojeada a su filmografía.
Un tesoro de escena; no soy muy de musical, pero sorprende comprobar cómo entonces ser actor era una profesión integral, y todo el mundo, más o menos, aprendía a cantar y a bailar, y si no a hacerlo bien, al menos a no desentonar. En buena medida, en Hollywood al menos, se conserva en parte esa formación. Pero lo que es aquí...
ResponEliminaPor cierto, ¿no se apoya el sombrero en las orejas?
Un abrazo y hasta la vuelta.
Un Clark Gable delicioso. Yo había visto en tele también, varias veces y me encanta.
ResponEliminaEstás poniendo unas joyitas de bailes últimamente que da mucho gusto
Besos
¡Joder, qué bueno! El Sr. Gable no desmerece nada echánose un bailecito.
ResponEliminaLo que apunta alfredo y ya hemos dicho en numerosas ocasiones: antes, ser actor, suponía tener en la pared de u salón el diploma de doctorado en numerosísimas disciplinas.
Yo ya la había visto un par de veces. No en la peli, sino en ese rescate de piezas que presentaban Fred y Gene. That's Entertaiment! No sé si en la I ó en la II.
ResponEliminaDe todas formas, comparas esta con la de Fred , que a mí me parece absolutamente increíble y maravillosa (como dije en mi blog, digna de figurar en un Museo de Arte Contemporáneo) y bueno...es curiosa por ser quién es, sin más.
Un saludito y pasa buen fin de semana!
No es que quiera repetirme pero yo tambien la vi en That's Entertaiment.
ResponEliminaDavid lo de Clark Gable es ¿ como diria yo ? un momento simpatico, una imitación..no sé nada que ver con lo de Fred. Es como el que canta en la ducha y el que lo hace en un escenario profesional con alas en los pies..!!
no sé si me explico porque actores son los dos pero ¡ no hay comparación posible ni creo que Gable lo pretendiera !
Pero a mi me gusta que conste. Lo de Fred es otra liga..:-)
¡Muy bien traido el numerito Holmes !
Besos. Milady
Si estabas en la nómina de un estudio, amigo mío, el actor tenía que estar a las duras y a las maduras. El Gable ya había demostrado lo que valía un bigote y para las fechas del 39 tenía una buenísima nómina de pelis, pero ya ves, si se terciaba un baile o una canción pues allí estaba el hombre para ello.
ResponEliminaNo recuerdo haber visto la peli ni esa escena en concreto pero tiene una cierta simpatía, más que nada por la buena voluntad que pone el futuro Red, que estaba a puntito de llegar al cenit de su carrera.
Un abrazote.
No será excesivamente buena, pero es una gozada descubrir a Clarck Gable bailando. Un encanto único, ¡esa sonrisa y caída de ojos! ¿Por qué siempre que vea a George Cloony pienso en que imita a Gable?
ResponEliminaUn beso y buena tarde de domingo Josep
Como ya han señalado los compas anteriores, resulta curioso, compa Josep, vaya que sí. Está claro que Gable no es Astaire (ni falta que le hace, supongo), pero se defiende muy, pero que muy dignamente. Eso sí, supongo que algo así, hoy día, se resolvería tirando de "expediente digital" (sin canon, por supuesto...). Ah, y una corrección, con tirón de orejas (sin segundas...), para el compa Alfredo. ¿Cómo que en otros países, como, por ejemplo, y es solo un ejemplo, España, los intérpretes no se preparan para estas cosas? ¿No has visto entonces al Segura en la escena del baile final de Torrente 4? Ni West Side Story, compas...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
En aquella eṕoca, Alfredo, como ya sabes, cualquier estrella "además" debía saber montar a caballo, manejar un mandoble y lo que fuera preciso, porque, si no, le daban el papel a otro. Como aquí, vaya....
ResponEliminaLo del sombrero.... no digo nada, que las mías son del mismo soplillo.... jajajaja.
Un abrazo y buenas vacaciones.
Estos bailoteos, Blanca, son verdaderos hallazgos debidos a la suerte y la inspiración, y esperemos que youtube siga permitiendo disfrutarlos con los amigos.
ResponEliminaBesos.
El amigo Clark, Raúl, se batía el cobre sacando pecho: su profesionalidad era legendaria y seguro que unos pasecitos y un canturreo no le acobardaron lo más mínimo, máxime cuando ya tuvo su experiencia más jovencito...
ResponEliminaUn abrazo.
Pero, David, no seas así: que esta sección (mini) trata de recordar momentos musicales en películas que no lo son y tú traes a colación al maestro danzando la misma canción: ya sabrás que Fred aparece en pantalla, primerizo, acompañado por Gable; pero eso nada tiene que ver con esta escenita: es otro juego...
ResponEliminaAstaire jamás hubiera podido protagonizar The Misfits.....
Un abrazo.
El numerito, Milady, tiene su aquel porque su protagonista es inesperadamente bailón y canturrea con desparpajo, y la cinta nada tiene de musical, pero el numerito es recordado por los cinéfilos, y con ello basta y le sobra para estar ahí, querida, máxime cuando tenéis el buen gusto de disfrutarla por lo que vale: una rareza entrañable y simpática.
ResponEliminaBesos.
Tienes toda la razón del mundo, Antonio: las estrellas de los estudios no podían andar con muchos remilgos: que si el caballo me mira mal, que si el piso está demasiado encerado: acción y p'alante y que se diga.
ResponEliminaGablea sale airoso, que ya es mucho.
Un abrazo.
Porque tienes ojo clínico, Camy, por eso.
ResponEliminaBesos.
Pues, Manuel, acabando de ver como quien dice un ejemplo similar a lo que cuentas, no puedo menos que estar de acuerdo con tu apunte, y mira que me falta leer tu reseña "suitesca" sobre ese torrente de talento que seguramente dejaré pasar por un tiempo, hasta que no vea todas las anteriores de la saga...
ResponEliminaUn abrazo.
Coincido con varios de los comentaristas, ya no es que supieran cantar y bailar, sino que aceptaban hacerlo si el director se lo pedía. Profesionalidad.
ResponEliminaAhí está, Alma, ahí está: profesionalidad, seriedad en el trabajo a desempeñar, orgullo por el trabajo bien hecho y luego las copas, claro, pero lo primero, lo primero.
ResponEliminaBesos.