ESD 31 SUSPICION
Cuando iniciamos esta mini sección dedicada a las escenas sin apenas diálogos, residente su fuerza pura en el aspecto visual, ya quedó patente que, por fuerza, el maestro Don Alfred Hitchcock iba a aparecer -con toda justicia- en más de una ocasión.
Lo que nadie pudo pensar jamás es que la pérfida ironía de Don Alfred alcanzara a estremecer a miles de honrados ganaderos que una buena tarde de asueto sintieron cómo el suelo de la sala de cine se les iba de los pies al contemplar esta simple, expresiva y endiabladamente bien rodada escena:
(A mí me pone una Voll, por favor...)
Ah! La de la bombilla en el vaso. Sí. Está muy bien. ¿Qué tiene el vídeo, doble audio (suena a ruso encima del inglés)?
ResponEliminaMe quedo con el arranque de la de Anthony Mann que pusiste.
Buenas noches, noctámbulo.
Momentazo inigualable... Ya no he vuelto a beber leche sin café o sin cacao...
ResponEliminaUn abrazo.
Esta escena siempre la recordaré, compa Josep, además de por la peli a la que pertenece (que, como todas las de Hitchcock, me encanta...), porque la utilizó un profe de un curso (de eso que se llama extensión universitaria -nunca supe muy bien por qué...-) de iniciación a la técnica cinematográfica al que asistí hace siglos, para ilustrar el aserto hitchcockiano de que lo que puedas decir con imágenes, no lo digas con palabras (en este último caso, mejor escribe una novela...). Discutible, como casi todo, pero demoledor. Y la escena, y el vasito de leche, también...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
Es mejor no añadir nada. Una Joan Fontaine y un Cary Grant guapos,guapos,guapos, una casa, unas luces, una habitación, una cama, ¡qué no debo de decir nada, lo estropeo todo!.
ResponEliminaGracias por esta secuencia.
Buen fin de semana y no tomes muchas voll....
Un beso
Ese vídeo, David, tiene un doblaje chungo: ruso sobre la versión original; parece que no saben cambiar la banda sonora y aprovechan algún canal perdido...
ResponEliminaBuenas tardes....
Buena medida, Alfredo, buena medida...
ResponEliminaPara que luego digan que el cine no enseña nada...
Un abrazo.
Pues esa, Manuel, viene a ser la base de la mini sección: la fuerza de la imagen que por encima de idiomas comunica: en este caso, peligro, duda, tensión dramática.... buff...
ResponEliminaUn abrazo.
No estropeas nada, Camy, pero remarcas puntos a favor de la escena, que los tiene, buenos y muchos.
ResponEliminaControlamos, controlamos... :-)
Besos.
Al ser una escena sin palabras ( alguna hay, perdona..) casi no se puede dejar comentario...
ResponEliminatodavia me pregunto qué clase de 'jueguecito' se traia el Sr. Hitchcok y su personaje, Cary..¿ queria matarla o cambió de opinión..?
La leche mejor servida del cine :-)
Buenas tardes..
Ja, ja, ja, ¡Qué ocurrencia más ingeniosa la de Abril!....Desde luego nadie ha servido mejor la leche que Cary Grant en esa peli, sin discusión de ninguna clase.
ResponEliminaCon todo este aluvión de escenas que estamos mostrando corremos el peligro de la saturación. No cabe duda alguna de que esta escena no admite discusión. Está perfecta en todos sus detalles de planificación. Don Alfredo sabía mucho acerca de cómo ilusionar al espectador y dejarlo pegado a las butacas.
Ya se, amigo Josep, que eres muy exigente con los nuevos realizadores, pero hace una semana me sorprendio más que agradablemente la labor de tu paisano Jaume Collet-Serra en la película "Sin identidad". A pesar de muchos fallos del guión (incluso en eso pecaban muchas pelis del maestro inglés), demuestra una maestría que me sorprendió.
Alabemos todo lo antiguo, pero demos paso tambien a lo nuevo.
Un abrazote.
Ese jueguecito, Milady, me temo que no te lo puedo resolver y ya me gustaría, ya...
ResponEliminaBesos.
Trato, Antonio, de no cerrar el paso a nadie, pero tampoco estoy dispuesto a construir puentes de plata ni siquiera al peor de los enemigos y el peaje lo pagan todos, porque si no fuera así maldita la valoración que tipos sabios como tú iban a dar de mis notitas.
ResponEliminaSi me cae a tiro la veré, porque tu recomendación lo vale.
Un abrazo.