Enrique le debe una
Y buena. Porque sin la presencia de José Coronado en un esforzado ejercicio interpretativo para cargar sobre sus hombros toda una historia, la última película de Enrique Urbizu hubiera pasado sin pena ni gloria por las pantallas de nuestros cines.
La pieza, titulada bíblicamente No habrá paz para los malvados se desarrolla en los ambientes oscuros del Madrid de este siglo donde los policías sin uniforme se mueven con desenvoltura quizás buscando información: el detective Santos Trinidad (José Coronado) está en horas de la madrugada trasegando cubalibres con muy poca cola y ante el cierre del bar que le sirve de medio hogar se va, conduciendo medio ebrio, a dormir: cuando estaciona un momento para convertir la vía pública en franco mingitorio observa unas luces de neón de un local y allí que se va en busca de un último pelotazo: la lumia que está tras la barra le dice que está cerrado y un macarra aparece para respaldar la fulana y vemos al tal Santos empezar a cabrearse y sacar la placa de detective más chulo que un ocho exigiendo la copa: en esas aparece un rufián bien vestido y calmado que ordena tranquilidad y se sirvan las copas requeridas, a cuenta de la casa: un mal gesto provoca una acción y el Astra de Santos Trinidad resuena como un cañón cargándose rápidamente a los tipejos y a la camarera que huía en un tiro por la espalda. Un carnaval sangriento sin testigos vivos, pero hay un tipo, apenas vislumbrado en un pasillo oscuro, que podría identificar a Santos. Mal asunto.
El triple asesinato cometido en el tugurio evidentemente reclama atención inmediata y comparece el aparato judicial a las órdenes de la juez de guardia que como si no tuviera más que hacer aplica todos sus esfuerzos a investigar el caso.
Se trata pues de una película policíaca en la que por una parte hay una búsqueda intensiva, la del policía asesino en pos de quien podría identificarle, y por otra una investigación judicial que tratará de esclarecer por lo menos quién pudo ser el asesino del bar de putas, porque los motivos se irán enredando conforme avance la investigación, pasando del crimen pasional a un posible ajuste de cuentas, a una liquidación de negocio de drogas y por último a intenciones que podrían afectar a la seguridad pública, metiendo Urbizu en su guión todas las líneas que se le ocurrieron, menos una.
Precisamente, la que en mi opinión le podría dar el lustre necesario para convertirse en imperdible: la necesaria empatía con los personajes para conseguir que el espectador se conmueva con lo que va viendo en pantalla.
Faltan datos que permitan reafirmar un sentimiento hacia los personajes: el omnipresente Santos Trinidad es un personaje complejo y atormentado y hay algo en su pasado, apenas referido, que podría explicar -que no justificar- sus excesos con la bebida y su mal carácter: es un asesino sin remordimientos pero no parece ser un policía corrupto. La parquedad del guión obliga a José Coronado a esforzarse para representar ese tipo sin apenas palabras, únicamente con su mirada y su expresión corporal: es un "tour de force" el que le exige Urbizu a Coronado que aparece en casi todas las secuencias y atrae la atención del espectador que se mantiene confuso por la falta de señales que permitan identificar claramente la psicología de ese detective que un día fue señero y ahora está en una división de tercera, aunque recordando sus especiales saberes se aplicará a descubrir el paradero de quien quizás podría delatarle, consiguiendo adelantar un paso a la increíble -por irreal- juez de instrucción que muy burocráticamente se empecina en resolver el triple asesinato descubriendo cuestiones que jamás hubiera sospechado: Sin despeinarse ni permitir asomo de sentimiento, eso sí.
El conjunto de la trama viene a ser una mixtura conceptual de lugares comunes propios del cine negro con ribetes de terrorismo internacional pero adolece de frialdad inhumana porque esas acciones policiales, esas investigaciones paralelas toman el indebido carácter protagónico apartando a los personajes: la única escena en que se enfrentan el policía asesino y la juez que le investiga se resuelve en cuatro líneas muy mal escritas: no hay tensión de ningún tipo entre los personajes principales y esa falta se extiende a todos los demás.
Ni siquiera intenta Urbizu tender una línea argumental en la que el perseguido testigo, desamparado por la cámara, apenas un apunte en la narración siendo así que es el detonante de la misma, pueda sospechar que Santos y la juez van a por él: la casualidad mueve ficha de nuevo sin participación humana que conmueva y el bajón en el interés es generalizado hasta el violento repunte final cerrando con una secuencia a mi modo de entender lamentablemente ilógica, un añadido que no viene a cuento confirmando la locura de la amalgama de un guión que pretende ser brillante y pierde gas cada diez minutos.
La forma de filmar de Urbizu no tiene nada de especial ni brillante, manteniéndose en una modosa corrección que deja indiferente desaprovechando incluso las oportunidades que su propio guión le propone sincopando en exceso el montaje cuando mantener la cámara quieta hubiera otorgado a la escena un sentido trágico más pronunciado. El ritmo interno nada tiene de apresurado pero le falta intensidad aunque dicho defecto circula parejo a la falta de fuerza de los personajes: Urbizu parece creer que la fuerza del personaje reside más en lo que hace que en lo que siente al hacerlo y ahí, yerra.
Si comparáramos esta película con otras muchas que nos llegan allende los mares, diríamos que es una maravilla, porque tiene acción bien resuelta, pasan muchas cosas, parece que hay modernez y actualidad en los trucos argumentales y se asemeja, en esos aspectos, a lo más trillado del cine actual que nos viene de fuera.
El conjunto es muestra de un tipo de película inusual en la cinematografia española y sólo por ello ya diría que es obligado darle un vistazo: el cine negro, el policial serio, el llamado thriller, tiene un mercado nacional importantísimo que está siempre quejoso de la falta de productos patrios: jamás tendremos una cinematografía respetable sin dominar todos los géneros. Esta película es un buen intento que podría haber sido mucho mejor -incluso en comparación con otras con más mercadotecnia- si se hubiera concentrado en los personajes y hubiese dispuesto de mejores acompañantes para Coronado, porque también es cierto que el elenco deja muy pobre impresión, como si no acabara de entender su función en el conjunto de la película, aunque ése es un defecto nacional que habría que afrontar detenidamente en otro momento y con calma y paciencia.
Creo que Enrique Urbizu le debe una a José Coronado, sin duda.
Tráiler
Joder! Se me ha borrado el comentario.
ResponEliminaEn fin...Decía que creo que me gustó más que a ti. Que coincidía en lo de que "faltaban datos" y que eso ha hecho que cada uno "interprete" ciertas cosas a su manera... Y que para no extenderme y desvelar cosas de la peli, tienes en este enlace mi opinión (no está borrada; sigue más abajo).
Un saludito.
A mí Urbizu no me gusta. Hay algo doméstico en su cine que es muy valorable, pero por lo general todo lo suyo me acaba pareciendo un "quiero y no puedo".
ResponEliminaCoronado tampoco mucho, salvo en "La vida de nadie", en donde creo que alcanza su cénit interpretativo. Lo considero un actor que, o bien no llega, o bien se pasa tres pueblos.
Y la peli, será por eso, aún no la he visto.
Raúl
El alma difusa
No la he visto aunque estuve a puntito. Coronado me parece que ha crecido mucho como actor y qué estos personajes los borda.
ResponEliminaUn "guapo" que se afea para parecer más chungo..
No entro si el guión es bueno malo o peor es que preferí ver otras antes a la hora de pasar por taquilla.
He leido el enlace de David y ahí encuentro otra opinión..¿ ves lo que te digo ? Todo es subjetivo en ésta vida.
De todas formas ¡ qué grande es el cine que nos da para charlotear y largar a gusto de cada secuencia, de los motivos del actor director y de la mama que les dió a luz ! :-)
Pero todo de buen rollo ¡ eh !
Besos Holmes
¡ tú firme en tus opiniones que eso es parte de tu "encanto" ! :-P
Me ha llamado poderosamente la atención tu referencia a la Juez de guardia sobre la que haces un comentario delicioso, Que como si no tuviera otra cosa mejor que hacer etc, etc. Yluego te quejas del grupo de actores. ¿por ahí anda el inefable Javi de verano azul,no? Como te entiendo.
ResponEliminaNo he visto la película, pero si recuerdo que Manuel Marquez Chapestro habló maravillas de ella en su página.
Tu experta opinión arroja luces y sombras. Ahora me voy aver lo que dijo David para tener más elementos de juicio. Un saludo
Yo creo que blogger te tiene manía, David, por lo abandonado que le tienes, y te hace la puñeta y locuras con frenesí, como si fuera una amante despechada por su soledad.... ;->
ResponEliminaHe seguido ese enlace que dejas y, aparte la cantidad de soplos que dejas, estamos bastante de acuerdo, me parece, así que no sé muy bien a cual de los dos gustó más la película.
Habría que decidirlo con un platito de anchoas en medio, a ver qué pasa...
Un abrazo.
Ha sido después de ir al cine -como suelo- que he mirado imdb y me he acordado de la anterior Caja 507 y creo, Raúl, que voy a buscarla para repasarla, porque me impresionó mucho más que ésta.
ResponEliminaLa vida de nadie no la he visto, así que gracias por el aviso: apuntada queda.
Un abrazo.
Las opiniones, querida Milady, son como las cabezas: cada uno tiene la propia: naturalmente, la subjetividad es la reina de la función: si los comentarios fuesen objetivos, serían todos iguales y no tendría gracia, y, como tú dices, la conversación en torno a una pieza sería demasiado sosa.
ResponEliminaDe todas formas, creo que David y yo no vamos muy alejados, pero sí del autor de la otra reseña, demasiado optimista a mi entender.... :-)
Besos.
El personaje de esa Juez, Víctor, me dejó absolutamente descolocado por su falta de credibilidad; ese guión falla por muchos lados y trata de abarcar demasiado para sus fuerzas y para rematarlo, se proveen de una colección de secundarios que me hacen añorar todavía más, si cupiera, la dorada época del cine español con tipos extraordinarios como Manuel Alexandre & cía.
ResponEliminaLos de ahora más que dar pena, dan vergüenza ajena. En ocasiones, ni se les entiende lo que murmuran, porque decir, no dicen nada.
Un abrazo.
Mi querido Holmes lo puedes decir más alto pero no más claro..:-P
ResponEliminaEs posible, pero se compensa con el hecho de que Urbizu es el único que hace parecer actor a Coronado, así que no sé quién le debe más a quién. A mí Urbizu me parece más que correcto cuando se vuelve sórdido y violento, y mucho menos cuando se sale del cine negro a la hispánica.
ResponEliminaUn abrazo
También puede ser verdad, mirado de esa forma, Alfredo: no puedo entrar en esa materia, porque a Coronado, que recuerde ahora mismo, en cine sólo le he visto en la primera colaboración con Urbizu, así que...
ResponEliminaLo que está claro es que sin un actor que sostenga ése personaje, la cosa se le va al garete a Urbizu, porque el resto es penoso y el exceso de elementos en el guión no ayudan a concentrar la atención y además algunos quedan irresolutos y esto en un thriller, ¡caramba!
Un abrazo.
Bueno, bueno, compa Josep, qué alegría que me da que, por fin, hayas degustado una pieza de buena calidad de cine "de casa" (que, como bien sabemos, no abunda tanto como algunos quisiéramos). De mi opinión, en "amplio", ya dí rendida cuenta en mi crítica, a la que hace alusión el compa Víctor, con lo cual no voy a entrar en detalles. Eso sí, también estoy de acuerdo con el compa Alfredo en cuanto al "saldo de créditos y débitos", que me parece que está equilibrado. Coronado le da a Urbizu un trabajo de altísimo nivel, que dignifica y ensalza la peli; pero Urbizu también le regala a Coronado (una vez más) un papel de esos totalmente "caramelosos"...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
De tu opinión ya tomé buena nota, Manuel: por ello esperé deseoso de verla en "mi cine", porque es muy cierto que el cine español está falto de películas como ésta que dejen atrás prejuicios tontos y se lancen a proporcionar historias con enjundia y gancho suficiente para atraer taquilla.
ResponEliminaEsa balanza que tú y Alfredo véis tan equilibrada para mí no lo está, porque no pierdo de vista que el director -y en este caso también guionista- con no aparecer en pantalla sigue siendo el reponsable del final: el actor es un mero intérprete de un papel que debe representar lo mejor que puede y sabe, porque para eso le pagan.
Lo malo es que el elenco nacional cada vez es más exiguo, más malo, más patético, y los guiones tampoco son como para echar cohetes al aire, mal que ése sea un aspecto en el que la globalización ha hecho tabla rasa: en todas partes, hallar u guión interesante y bien construído es un milagro....
Un abrazo.
Esta me da una pereza que no creo que lo intente siquiera. Un comentario me ha recordado a La vida de nadie y, creo que ahí, sí estaba Coronado con la corona puesta y es mejor no quitársela, de momento.Y de Urbizu paso también. Hoy estoy en plan destroyer. Muy bueno todo lo escrito, tan, tan bueno que me fío totalmente.
ResponEliminaBesos!
Si no apetece, Blanca, mejor dejarla para otro día porque siendo en parte sórdida debe ser un trago buscado, no impuesto.
ResponEliminaBesos.
La he visto anoche....y me ha dejado un tanto frio....aunque supongo que esa es la intenciòn...crear un polar a la española....cosa no muy facil....En algunos momentos vistos los tugurios que frecuenta el protagonista y el coche que lleva....estuve a punto de pensar que se cruzaria en algun garito con Torrente....el panorama de limpiador de colombianos y demas gente chunga....bajo coartada de un asunto del pasado....puessss....me suena a muy poco novedoso.
ResponEliminaMe interesa mas como la pelicula muestra dos distintas formas de investigar....y por supuesto vemos cual le genera mas simpatias a Urbizu
Ese Javi....de poli a lo csi hispano....hummmmm mejor no sigo....pero bueno....no me aburri...y Santos no me parece ni de lejos un personaje ni mitico ni legendario...si pone el cassette del coche seguro que suena el fary....un abrazo
Muy buena la ironía que gastas, Víctor, me encanta.
EliminaMuchas gracias por venir a dejar cuenta de tus sensaciones al verla, sobre todo porque significa que te acordabas de estos comentarios.
Un abrazo.
p.d.: con lo del fary: ahí le has dao. ;-)