La niña mata y aburre
No son pocas las ocasiones en que uno se acerca a ver una película porque en el cartel vislumbra unos nombres que a priori suscitan cierta confianza al haber constatado que disponen de unas facultades histriónicas que pueden sostener cualquier empresa medianamente bien construida. Está claro que el guión es un componente importante para el buen resultado de una película pero, maldita sea, qué pocas veces me fijo en si aparece o no en el cartel el nombre del guionista: de hecho, casi ni me detengo a buscar el nombre del director. Y así me va.
Voces se alzarán provenientes de gentes mucho más comprensivas y benévolas que yo mismo protestando por lo que sin duda puede tacharse como un exceso de prejuicios pero a fuer de sincero he de manifestar que cada día que pasa me fío más de mi experiencia pasada que de las promesas y las buenas palabras y ello porque, mira por donde, jamás he visto a nadie asegurar impertérrito que a su película no hay por dónde cogerla.
Hace ya bastante trabé desafortunado (para mí) conocimiento de las discutibles artes de Joe Wright como director de cine: si entonces se trató de un melodrama romántico, hoy me detengo en una cinta supuestamente perteneciente al género de intriga y espionaje, titulada someramente como Hanna a lo mejor para evitar que el acostumbrado traductor/traidor al castellano tuviera la más mínima duda o quizás -más seguramente, bien mirado- para intentar desde el mismo momento en que se ve el póster enaltecer en el ánimo del cinéfilo predispuesto la figura de la protagonista, una casi adolescente y escuálida muchacha con porte de corredora de maratón que ha sido educada en la tundra por su salvaje padre que la mantiene en un perpetuo campo de entrenamiento de supervivencia, asilvestrada y apenas conocedora de informaciones destinadas a mejorar sus aprendidas habilidades para matar por no morir: en la primera escena la vemos hiriendo y siguiendo hasta dar muerte un cuadrúpedo que podría ser un alce (el detalle no importa) sin mostrar sentimiento alguno, con una frialdad que supera la del gélido ambiente en que discurre.
Luego, su padre le indica que ya está preparada para partir y la llegada de unos extraños precipitará una despedida y un viaje que inmediatamente se muestra absolutamente inverosímil, un periplo que lleva a los personajes de un lado a otro del mundo como si se tratara de un paseíllo por la plaza del pueblo de tasca en tasca, persiguiendo, huyendo, persiguiendo, huyendo los unos de los otros, porque la niña parece deambular por el orbe sin rumbo fijo y una super espía líder de un grupúsculo de la acostumbrada CIA la quiere secuestrar, pero el padre de la nena está atento y parece que va tras ella pero en ocasiones parece que va tras la super espía, que debe ser que se conocen porque la mala insiste en que él debe estar por ahí, cuando todos dicen que murió, y es un embrollo que acaba por enredarse con personajes secundarios verdaderamente prescindibles, así que los matan y ya está.
¿Lo han entendido? ¿No? Pues me dejo en el tintero que hay por ahí un par de relaciones paterno-filiales desdibujadas, una experimentación de super-agente que ríete tú de Lobezno y del Capitán América, aunque eso sí, para economizar gastos, no se ve ni una imagen, pero lo cuentan muy embrollao, así como pareciendo intrigante. Pero no.
Vamos a ver: ¿no debería ser un delito hacer perder el tiempo a la gente?
Es que, además, están destrozando la carrera prometedora de Saoirse Ronan que debe apechugar con esa protagonista impávida, asentimental, fría, perfecta máquina de matar en el inicio de su desarrollo que se perfila como base a secuelas, pero con un lío de historia y una falta de definición del carácter que es un desastre superado por la levedad del trazo con que se escribió los personajes de Eric Bana como voluntarioso padre putativo y el triste papel que una vez más le endosan a Cate Blanchett (Cate, guapa, piensa en cambiar de agente).
El guión es un montón de ideas sobrepuestas sin solución de continuidad en un desvarío semejante al viaje de los protagonistas carente de lógica y significado, una historia pergeñada con trazo grueso y tan disparatada que uno, a la vista de la coincidencia, acaba por pensar que Seth Lochhead y David Farr odian al resto de miembros de la Commonwealth y muy especialmente a los australianos y escribieron el desatino a modo de venganza: una locura.
Eso sí: para que todos veamos lo listos que son y que desde el primer momento mantienen una idea preconcebida y que todo es fruto de una planificación matemáticamente exacerbada, acaban la historia con la misma primera frase, en un "espectacular" guiño al espectador que, con razón, se cabrea por la tomadura de pelo.
Si por lo menos Wright se hubiera tomado en serio su función de director quizás el estropicio del guión hubiera sido menor pero en la tónica actual de tantos y tantos directores, la sensación es que se aplica la ley del mínimo esfuerzo para sacar adelante una historia que antes de la primera media hora ya cansa y que ni se decanta por el estimulante estudio de una adolescente criada selváticamente que se va incorporando muy lentamente a la civilización ni se decanta por enfatizar una trama de espionaje e intriga que requeriría un mecanismo de lógica interna bien trabado en la dirección de la aberración evidente de la manipulación genética para conseguir asesinos perfectos, quedando en un traspiés continuo que no acaba de significarse ni por un tratamiento ni por otro: está claro que, nuevamente, el interés por hacer caja pisotea y malbarata las posibilidades de hacer no ya arte, que sería pedir mucho, sino, simplemente, una obra digna.
Un petardo con la pólvora húmeda.
Tráiler
Pues parece que se invierten los papeles, porque esta vez de nuevo soy yo quien se libró de este truño por verlas venir... Por cierto, qué de acuerdo estoy con eso de que a Cate le vendría bien cambiar de agente. Hay actores y actrices que en otras épocas del cine hubieran lucido más su talento; hoy en día hay unos cuantos subsumidos en la nada más absoluta por culpa de un cine cada vez más pobre y de unos productores y directores que se dirían analfabetos.
ResponEliminaUn abrazo
Es una lástima, compa Josep, que pelis de este corte, que no cuentan, a priori, con malos mimbres -al menos, con algunos de ellos, como puede ser una protagonista carismática y un arranque argumental potente-, se terminen echando a perder (como tú bien dices, malbaratando; qué palabro tan sonoro...) porque el resto de ingredientes de la ensalada no llegan a la mínima altura exigible. En fin, qué se le va a hacer; empezamos la semana con una -1 (y a ver si remonta...).
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
"Vamos a ver: ¿no debería ser un delito hacer perder el tiempo a la gente?"
ResponEliminaMira que eres quejica. Pérdida de tiempo no ha sido, que has podido escribir esto y evitar que otra gente lo pierda (ja,ja)..
Porque de la peli no sabía nada, pero tras tu reseña y el trailer...como que seguiré sin saber. Y eso que a mí Cate también me parece guapa, sí (pero aquí no sale muy favorecida).
Un saludito.
Yo voy a acabar por solicitarle al estado que te remunere los servicios sociales que prestas. Tu abnegado sacrificio en pos de garantizar la salud mental de otros muchos ciudadanos (los que te leemos) debería de estar subvencionado.
ResponEliminaHe dicho.
Raúl
El alma difusa.
Uhi ¡ qué frio da ese trailer..!¿ Y no deberian meter en la cárcel a un padre que "maltrata" así a su hija..? y ¿ a los productores ( por lo que cuentas ) por semejante bodrio..?
ResponEliminaMe remito a lo que dice Raúl, deberian pagarte por prevenirnos y ahorrarnos unos pavos..jiji
En la cartelera hay otros títulos bastante más aceptables..'La duda' pongo por caso y alguna más de la que no quiero hablar no sea que meta la pata jeje..:-P
Besos Holmes
La deuda queria decir..
ResponEliminaYo la tengo en Stand-by desde hace tiempo, la voy posponiendo cada vez más, y otros títulos saltan sobre ella. A ver si leo algo positivo que me insufle las suficientas ganas para ponerme con ella.
ResponEliminaSaludos
Roy
Por supuesto que voces se alzarán, pero no de gentes más comprensivas sino de otras que tienen por costumbre llevar sombrero calado. No he visto esta película, por lo tanto he estado a punto de decir, vale, gracias por el aviso, se agradece y tomo nota. Pero ya digo, solo he estado a punto. Y no lo voy a hacer por cuanto aunque tu criterio suele ser muy atinado, en el último momento me dió por leer tu comentario a propósito de "expiación", uno de los films de época más complejos y atractivos que uno ha tenido ocasión de ver en tiempo. Un film que va mucho más alla del ropaje y el diseño de producción de los films británicos de época para adentrarse en terrenos de gran calado, verdaderamente tortuosos y francamente interesantes.
ResponEliminaNo es expiación un film facil, y si que entiendo que quien fue a ver otra ración de sentido y sensibilad británica se llevó un chasco. Este es un film áspero, duro y en el que el fatal paso del tiempo está a mi juicio muy bien tratado. En mi opinión una película con muchas capas. Y me llama la atención tu comentario por cuanto admiré y mucho el soberbio trabajo que hiciste de "el caso winslow". Esta claro que no siempre hay por que coincidir, y que ello es hasta sano. De Hanna hablaremos cuando la vea, y de la banda sonora de Chemical Brothers también. Tengo curiosidad por ver como se adaptan a un film.
Por lo demás,he de decir que tu causticidad me ha divertido mucho. Un saludo
Me engatusó, Alfredo, y no vayas a reirte demasiado, la suposición (mía, propia e inexplicable) que Wright bajo la forma de un cine de acción discurriría acerca de la joven educada de forma asilvestrada, casi "natural", por un (imaginado) padre vigilante...
ResponEliminaCraso error el mío: sí. :-)
Lo de Cate, sabiendo de lo que es capaz, me produce una tristeza...
Un abrazo.
Lo malo, Manuel, es que como bien sabes -y has experimentado por tí mismo- llevamos una racha demasiado abultada casi convertida en una pandemia que no tiene visos de finalizar y no le veo solución a corto plazo....
ResponEliminaUn abrazo.
Después de leerte le dan a una ganas de matar a todos, menos a Cate :-).
ResponEliminaLo mejor sería buscar su email y mandar la crítica que has hecho y ella se encarga del agente.
Estas cosas les pasan a todos una vez cada cuatro películas, más o menos. Mandan los estudios. Los actores tienen que cumplir y hacer un relleno en su carrera. Grandes, los más, filman una suerte de desatino a menudo, querido.
Lo mejor de todo son las risas que se pasa una contigo cuando sueltas esas perlas sobre alguna peli. Mala suerte ha tenido esta y buena para nosotros..
Besos, Josep!!
Te agradezco, David, esa ración de optimismo: me encanta mirar la botella y verla medio llena, pero no tengo facilidad para ello; ver un tema que podría desarrollarse mejor y con unos actores buenos a medio gas, es una pena...
ResponEliminaUn abrazo.
Están los tiempos, Raúl, colega, como para pedir nada y ya sabes, porque alguna vez has hincado el diente, que hay una cierta pasión enfermiza -por no decir vicio- que por suerte supura y se limpia a través de escapes como el presente... :-)
ResponEliminaUn abrazo.
Aciertas en lo del frío, Milady, que hubidera debido remarcar como defecto porque la frialdad impera en el metraje desde el primer minuto al último y esa falta de pasión se contagia al patio de butacas...
ResponEliminaJeje, cuando he leído La duda me ha parecido entrar en el túnel del tiempo... :-)
Besos.
Pues me parece, Roy, que vas a esperar bastante antes de poder leer un comentario que anime a verla porque no puedo imaginármelo...
ResponEliminaUn abrazo.
No puedo menos que alegrarme, Víctor, ante la posibilidad de que la curiosidad te lleve a ver esta película y luego, naturalmente, a contar las sensaciones que en tí pueda despertar, para que todos podamos leerlo en tu casa.
ResponEliminaDe Expiación apenas me acuerdo, salvo que realicé verdaderos esfuerzos por no quedarme dormido, porque en ocasiones puedo soltar algún ronquido y en el cine eso sería peligroso: podría despertar a alguien... :-)
Si acaso la has reseñado, me encantará leer las razones por las que te pareció atractiva, porque francamente, me aburrió. Y espero que no me salgas con el famoso plano de la playa... :-)
Un abrazo.
Ya veo, Blanca, que mantienes los nervios templados y en calma... :-)
ResponEliminaNo sabe bien la Cate de la que se salva... :-)
Es cierto que cada vez más parece que en vez de trabajar por el salario cada cuatro películas es en cada ocasión y que la vocación artística es una excepción.
Me alegra mucho haberte hecho sonreir... :-)
Besos.
A mí más, Josep. Vengo de otro blog en el que me he reído también porque has estado criticando a otro animal :-).
ResponEliminaEspero que no se chive la seño xDD
Besos!
Espero que no se chive y que no la tome conmigo por darte pie a ti, Blanca, aunque me encanta que estemos un poco de acuerdo tú y yo...
ResponEliminaBesos.