La Maldición del Remake
Hace tiempo me prestaron el dvd de La Leyenda del Zorro y nada más empezar a verla, me dio un ataque de pánico y la abandoné.
Haciendo un acopio de fuerzas y provisto de un bol de palomitas y un buen vaso de whisky de malta, decidí,antes de devolverla a su dueño, verla, jurándome a mí mismo que la aguantaría hasta el final, como quien hace un sacrificio.
He de decir que, acabada la tarea, el esfuerzo fue ímprobo: un verdadero suplicio, capaz de revolver las entrañas al más pintado: peor que una bota malaya, oiga...
Acordándome ahora de la experiencia vivida, ya que el director de ese "remake" fue el Sr. Martin Campbell, justamente el que se halla en la pretensión apuntada en la entrada inmediatamente anterior de este bloc, me ha parecido oportuno refrescar la memoria del "experimento" y ofrecerlo al amable lector, que a buen seguro sabrá perdonar con su indulgencia el poco interés que despierte en su ánimo aquel "remake" de hace ahora tres años, tomado siquiera como medicina preventiva del futuro nada halagüeño:
No deja de sorprenderme la amalgama de estupideces, tergiversaciones e infantilismo que rezuman por partes iguales de dicho trabajo, que me niego a calificar como de película: lo llamaré "la cosa".
Intentando ofrecer un comentario ajustado a lo visto y oído, siguiendo el orden impuesto por su autor, quisiera destacar el contenido político que contiene "la cosa", pro - yanqui sin pudor alguno, con gran sorpresa por mi parte, atendidas las supuestas ideas progresistas de su protagonista, Antonio Banderas , de las que ha hecho gala en diversas ocasiones.
Se inicia, como digo, "la cosa", mostrando unas elecciones en las que el pueblo californiano decide su unión a la Unión, valga la redundancia, referida a los Estados Unidos de América, con vítores y alabanzas porque al fin han conseguido alcanzar la "libertad".
Abramos un paréntesis: como que el dvd lo vi en mi ordenador, mientras oía una serie de sandeces aproveché para lanzar mi firefox en busca, google de por medio, de la "independencia de California", y hallé, como me temía, la corroboración de unos datos interesantes al respecto, que aclaran la situación y desmienten de forma irrefutable la presentación mendaraz de "la cosa"... que me niego a llamar película
Vea el interesado lo que hallé de California y su historia , y tome debida cuenta.
Mal empieza, pues, lo que mal termina, presentando a un público desinformado unas circunstancias demagógicas que ocultan hechos históricos o peor aún, que presenta como hechos históricos los que no son más que deformaciones de la realidad.
Ya sabemos que el cine y más el de aventuras, no tiene porqué ser real. Pero cuando se presentan hechos como históricos, cuando se usa como base de un argumento pobre en ideas el derecho de la autodeterminación de un pueblo, no hay que mentir.
Empieza, pues, mal, "la cosa".
Pero abandonemos el tema político -aunque sustente buena parte de la trama- y revisemos otros aspectos: el guión, sobre ser mendaz, es irrisorio, ya que pretende una mezcolanza entre cine destinado a infantes, donde casi nadie muere pese a las múltiples escenas de luchas y otorga una preponderancia a las acciones salvadoras de un niño metido a héroe ocasional, con una falta de lógica abrumadora que resta credibilidad a lo que vemos en la pantalla.
Los malos son de película de risa, de tan imbéciles como resultan, pese a pertenecer a una inclasificable Orden de los Caballeros de Aragón, algo así como templarios que, según nos cuentan, dominan todas las monarquías de Europa y van a hundir los U.S.A. a base del uso indiscriminado de un invento,la nitroglicerina, que obtienen a base de tratar pastillas de jabón, lo cual, sobre ser sumamente difícil, es una estupidez más de "la cosa", ya que, puestos a inventar -antes de tiempo y en los U.S.A.- la nitroglicerina, que, dicho sea sin retintín, se inventó en Italia (Europa) {también los guionistas hubieran podido indicar que el malo (francés) la traía inventada}, ¿me quiere explicar alguien porqué en vez de usar directamente glicerina, se complican la vida trayendo de contrabando toneladas de pastillas de jabón, para luego obtener de éstas la glicerina?
Claro que los malos son tontos pero eso sí: son muy trabajadores: en apenas dos días consiguen montar una vía férrea que ríete tú: con varias locomotoras a vapor, llegadas a la California pre-U.S.A. nadie sabe cómo, pero, total, a estas alturas de "la cosa", como que da igual, oiga.
Y tiene que ser el caballo del bueno el que salve a un pueblo entero, siguiendo las órdenes del crío repelente, al mover un cambio de agujas salvador de una hecatombe. De pena, vaya.
En "la cosa" el director, ése que ahora quiere remedar a Sir Alfred Hitchcock, sí, ése, como decía, mete de todo: explosiones, persecuciones a caballo de un tren, escenas del bueno encima del tren, escenas del bueno cayéndose -casi- del tren, la típica escena de encima del tren acercándose a un túnel, y unas peleas con una coreografía de espadachines de película de Cantinflas, y lo digo con todo el respeto que me merece Don Mario Moreno, escenas de esgrima que más que emoción lo que dan es grima, y me ha salido un pareado, sin haberlo pensado...
Qué lejos están aquellas magníficas escenas de tantas películas de capa y espada, reales, con unas buenas luchas con acero de por medio, como por ejemplo, la de Los Tres Mosqueteros de Richard Lester {según un amigo mío campeón de esgrima, de lo más veraces}, por no hablar, del duelo entre Tyrone Power y Basil Rathbone , inolvidable.
Por meter, hasta nos meten a los agentes de la famosísima Agencia Pinkerton, al parecer precursora de la T.I.A., que no hacen otra cosa que reclutar a la mujer del Zorro, Catherine Zeta-Jones, que se convierte de la noche a la mañana en algo así como una precursora de Mata-Hari pero con hijo repelente.
Total, más de dos horas de inaguantable sufrimiento: nunca ves la hora en que se acabará el desatino que constituye "la cosa".
Hacía tiempo que no veía algo semejante.
Sirva mi pobre experiencia de aviso para navegantes: por no servir, no sirve ni para que la vean los críos, pues pueden llegar a creerse que algo es cierto de la temática de fondo y eso sí que es peligroso.
Imagino que a los amigos mexicanos que la hayan visto les habrá sentado como una patada en las narices.
Por lo visto, la recaudación fue pobre. Me alegro. Es La Maldición del Zorro por haberse metido a perpetrar "remakes" innecesarios con nulo talento siquiera para copiar en color lo que otros ya hicieron magníficamente en blanco y negro.
Miedo me da la nueva aventurilla de Mr. Campbell...
Como decimos en mi pueblo, compa Josep, te has "quedao agustito"... Madre mía, qué soflama. Pero debo dar por sentado, aun sin haber visto la peli, que está más que justificada. En cuanto al apunte que haces sobre Banderas, sólo te puedo señalar que el día que se escriba la Historia Universal de la Incoherencia, tendrá en ella capítulo destacado la comparativa entre la carrera usamericana de Banderas y su perfil político: antípodas puras...
ResponEliminaBuen día y un fuerte abrazo.
Josep, antes de escribir mi comentario me he puesto de pie y he ovacionado este magnífico post que supera con creces cualquier artículo terapéutico de mi "tienda de los horrores". Magnífico, soberbio, sublime pezcozón a Martin Campbell y compañía. Bodrio como pocos.
ResponEliminaEsta merecería una tienda de los horrores como la copa de un pino.
Saludos.
Estaba en la tarea de contestarte cuando me quedé a oscuras. Te decía que menuda catilinaria le has largado al pobre Mr. Campbell.
ResponElimina¡Ni con diez guisquis de malta soportaba yo a este individuo¡ Reconozco que no soy demasiado objetivo si juzgo algo sin verlo, pero estas nuevas versiones de El Zorro me han dado grima y ni me molesto en darles un vistazo.
¿Encontraste lo de Peckinpah?
Cuidate este fin de semana, larguito y tal vez lluvioso. Yo tengo reuniones familiares (estilo El Padrino)en las que correrá el ron a copas llenas. Espero estar en forma el lunes.
Un abrazote.
has tenido coraje! yo creia que solo veias PELICULAS1 OK BASTA DE SARCASMO SINCERAMENTE NO LA HE VISTO, NO QUIERO HACERLO PERO SEGURAMENTE COINCIDIRE CONTGO Y MIENTRAS LEIA EL POST TAMBIEN PENSABA COMO NIGUN MEXICANO HIZO NADA CONTRA ESTO! SALUDOS!
ResponEliminaAciertas al aplicar la frase, amigo Manuel, porque es cierto que, en estas ocasiones, uno se queda "muy agustito" .
ResponEliminaYa sabes lo mucho que me cuesta morderme la lengua y a veces no hay más cera que la que arde: si es mala, es mala, y punto...
Un abrazo.
Me abrumas y me haces sonreir, 39escalones, por lo que te doy las gracias por partida doble, máxime viniendo de tí que regenta con tan buen tino esa sección tuya de la "tienda de los horrores".
ResponEliminaSí que merece que le dediques una entrada en tu terrible establecimiento, aunque, a fuer de sincero, vas a sudar tinta china primero y no me parece que merezcas pasar tan mal rato. Aunque me encantaría leerlo, por otra parte... :-)
Saludos.
Estoy convencido que Mr. Campbell se merece el trato recibido, así que no me apena, Antonio.
ResponEliminaCon diez guisquis sí podrías, porque dudo que le prestaras un minuto de tu valiosa atención.
Por cierto: he repasado el comentario, porque me he dado cuenta que el enlace de la lucha entre Tyrone y Rathbone ¡era en color! ¡maldito Turner! y ya lo he arreglado. Eso pasa por hacer las cosas deprisa...
Un abrazo.
Bienvenid* crédito..
ResponEliminaNormalmente las películas que no me gustan no suelen aparecer por aquí, pero si son rematadamente malas -según mis gustos, claro- sí hallan su rinconcito; de hecho, esta es la número trece de las que componen la sección...
Si no la has visto, ni te molestes: escarmenta en cabeza ajena (la mía) y disfruta con cualquier otra.
No he leído ningún comentario redactado en México: ya me gustaría, ya.
Saludos.
la verdad es que es todo un suplicio sentarse a ver semejante disparate
ResponEliminaMe ha parecido muy interesante el artículo, hasta que he visto la expresión "bota malaya". Considerando esto como una provocación en toda regla, le reto a duelo a tenedor de tres puntas en el lugar que usted elija. A cubierto, si puede ser, que estos días llueve mucho. Saludos.
ResponEliminaLo de Banderas es fácilmente explicable: el actor puede ser muy "rojo", pero antes de eso es una estrella de Hollywood, y esta "cosa" (que no he visto, pero asumo que el criterio de Josep es acertado) es la secuela de una película que reventó las taquillas en su día, así que sabido es que cuando más cubren de millones a una estrella es cuando quieren que vuelva a interpretar a un personaje exitoso, ya que para los ejecutivos eso es sinónimo de ganar muchos más millones de los que gastan. Recuerdo una entrevista a Whoopi Goldberg cuando iba a hacer "Sister Act 2", en la que le preguntaban por qué había aceptado el proyecto, a lo que respondió "Porque me van a pagar toneladas de dinero". Al menos es sincera.
ResponEliminaCuando repasé el texto, Marcbranches, me acordé de tí, lo puedo jurar... :-)
ResponEliminaAcepto el reto, claro; siendo tenedor de tres puntas, está claro que tendrá que ser "a cubierto", porque en el "menú" no entrará...
Yo elijo sitio y tú elije día y hora.
Envía tu padrino/a con las condiciones.
Saludos.
Me parece plausible tu explicación, Matías, desde luego; aunque algo falta de lógica digamos que "interna", o poco consecuente, porque esta secuela destila una propaganda yanqui demoledora en el peor sentido imperialista... y así le fue, que fracasó en taquilla de forma estrepitosa.
ResponEliminaLo de la Whoopi lo entiendo mejor, mira...
Saludos.
p.d.: para que luego digan que no existen las casualidades...
"Tenedor"... "cubierto"... "menú"... festival del humor con Marcbranches y Josep, los nuevos Faemino y Cansado de la bloguería... Tendremos que dejar el asunto de momento, porque mi padrino está de vacaciones en Alaska. Saludos.
ResponEliminaIgual nos hacíamos un hueco y empezábamos con unos "bolos" invernales, Faemino, y salíamos hasta en los papeles...
ResponEliminaTu padrino... ¿no estará en Alaska para darle ánimos a Sarita, verdad?
En cualquier caso, mándale una nota y dile que se traiga algunos filetes de alce y así les hincamos los tenedores...
Saludos, Marcbranches.