MM 61 FORT APACHE
Los que como quien suscribe somos irredentos admiradores del genio con el parche en el ojo sabemos que en muchas de sus grandes películas siempre hay un momento de transición, un pequeño descanso narrativo, en el que la música toma presencia y se impone, obligando a algún que otro personaje a intervenir, bien sea cantando, bien sea bailando, por mucho que ninguna de ambas actitudes frente a una partitura sean esperables de su condición.
El larguirucho Henry Fonda siempre tuvo los pies ligeros y cierta habilidad para no hacer el ridículo, mostrándose como perfecto anfitrión a la hora de iniciar un baile de gala, aún con cierta vacilación por la pareja de turno:
Bueno, vale... Pero de momentos musicales en Ford, igual prefiero otros... Lo que me hace gracia de esta peli es utilizar al progresita Fonda para interpretar a un reaccionario conservador y al conservador Wayne para interpretar a un tipo...bueno, si no progresista sí más abierto y tolerante que el carca de.. no recuerdo el apellido del personaje de Fonda. Espera. Owen Thursday.
ResponEliminaY sí, el coronel Custer y todo eso..
Un momento genial es cuando le pide el caballo a Wayne y le dice algo como "cuando usted mande este regimiento, que supongo que será dentro de muy poco, etc"...para luego ir a inmolarse con los suyos (jo! qué huevos).
Ay.. qué pena que la realidad se empeñe en hacernos ver que los militares yankis ya no tienen nada que ver con los soldados fordianos.
Buenas noches.
No me parece que este momento en particular -ni, qué narices, el resto de "momentos musicales" de tipos como Ford- sean exactamente momentos de transición. En este caso concreto, me parece una forma muy sutil de completar la caracterización de uno de los personajes centrales, a la par que un vehículo para tratar uno de sus temas favoritos: la supervivencia de la civilización -y de la tradición- en un entorno hostil y deshumanizador.
ResponEliminaSi en el cine de Ford eliminamos esos "momentos de transición", su cine no sería redondo.
Un abrazo
Ayyy... cuantas veces habré visto Fort Apache...,cierto que hace mucho tiempo. También soy admiradora del cine de Ford.
ResponEliminaUb abrazo!!
Esos momentos sociales e "humanizantes" como por aqui te han dicho donde las damas cobran protagonismo luciendo son expléndidos trapitos y los caballeros uniformes de gala , siempre ayudaron a las niñas adolescentes a ver con mejores ojos los dramas que rodeaban el salvaje oeste un mundo de hombres que las mujeres apenas compartian siendo imprescindibles.
ResponEliminaBesos..
P.D Para ser un"patoso" al tal Henry no se le daba mal :-P
"Sus expléndidos trapitos "
ResponEliminaPor cierto ¿ otro momento musical..tan seguido ?
¿Los "debates" de los apartados "no me agrada" nos dejan agotados ?
¡Perdón , perdón estoy siendo muy mala ! Lengua larga..excusatio non petita..:-(
Creo que los soldados fordianos, como tú les llamas, David, poco o nada tienen que ver con los militares yankis pero no desde ahora, sino que entonces, tampoco. Por eso los de Ford son eternos.
ResponEliminaUn abrazo.
En este caso concreto no lo recuerdo muy bien, Alfredo, pero sí permanece la sensación que, al margen del significado que apuntas, con el que coincido, las escenas musicales fordianas son elementos que puntúan su discurso y las sitúa magistralmente entre fases distintas de la historia que narra, y a ello me refiero cuando digo que son transiciones, momentos en suspenso entre dos acciones, en ocasiones, prolegómenos a una nueva situación.
ResponEliminaLo que es evidente es que Ford se vale magistralmente de esos momentos musicales para puntuar su discurso y por ello son tan abundantes en su filmografía.
Un abrazo.
Ya veo que eres una peliculera con muy buen gusto, Laura, que voy a decirte: que estoy de acuerdo, claro, y que también hace demasiado que no veo Fort Apache....
ResponEliminaBesos.
Esos espléndidos trapitos, Milady, los sacaban del alcanfor luciendo palmito porque las mujeres, en muchas películas, son depositarias de la poca civilización que existía en aquellos lugares retratados, lejanos destacamentos en una época no tan antigua.
ResponEliminaMe buscas las cosquillas, ¿eh? ¿de veras te crees que me cansan los debates? Lo dudo...
Besos.
p.d.:
La repetición MM viene dada porque los de youtube, de repente, te cambian las características de los vídeos y te los colocan obstaculizando la inserción y hay que correr a buscar lo que sea factible en el archivo de provisiones. Iban a salir unos títulos de créditos setenteros con sintonía molona, pero va a ser que no... :-(
Explicación aceptada Milord..;-)
ResponEliminaYa sabes que no hay nada que me guste más que ver y leer tus efusivas diatribas para poder rebatirte si ello fuera posible ( que va a ser que no ) ;-P jiji
Es que aprendo tanto..:-D
Plaisir mon ami.
Besos. Milady
La secuencia del baile de suboficiales de "Fort Apache" es una de las más perfectas jamás rodadas en la historia del cine. Lo mismo que el ataque de los indios a la diligencia en la película del mismo nombre. Fíjate, las dos de Ford...
ResponEliminaAhora bien, por lo que respecta al baile del larguirucho Henry Fonda, tampoco están nada mal los pasos que se marca en "My Darling Clementine".
Salucines
Nada me extraña, Fernando, leer alabanzas a escenas propias de Ford, ése que aseguraba, tan tranquilo, que hacer cine era muy fácil...
ResponEliminaPues mira: entre ambas dos, me decidí por ésta porque se le ven mejor los pies y los pasos que se marca: creo, mejor dicho, estoy seguro, que ni Jimmy ni Duke fueron jamás capaces de semejantes hazañas....
Un abrazo.
En fin, siento llegar tan tarde para comentar que esta escena me encanta, y que Fonda bailando con Ford detrás de la cámara es algo que transciende lo cinematográfico para entrar directamente en la leyenda. Me remito a otro baile magnífico, el de "Pasión de los Fuertes", con un Fonda magistral y el del ojo en el parche alcanzando otra de sus muchas obras maestras.
ResponEliminaEn fin...
Un abrazo!
(ahora acabo de leer a Fernando y me alegra que coincidamos)
Nunca es tarde si la dicha es buena, Ethan, y para detenerse en una escena fordiana cualquier tiempo es excelente: lo curioso es que, por mucho que lo pienso, Fonda es el único bailón entre los protagonistas de renombre a las órdenes de Ford y me queda la duda, para expertos, relativa a la elección del actor por esa condición ajustada a un guión ya escrito.
ResponEliminaUn abrazo.