Secundarios de Lujo (17)
Nacido en Boston en 1935 en el seno de una familia italo-americana, John Cazale sintió desde muy joven la vocación de ser intérprete, por lo que asistió a clases en la academia Oberlin y en la Universidad de Boston. Tan pronto como acabó sus estudios, se trasladó a Nueva York, donde entabló una estrecha amistad con Al Pacino, que, como él, trabajaba como chico de los recados en la Standard Oil, a la espera de una oportunidad para demostrar sus talentos como actores.
Ambos intervinieron en la pieza teatral The Indians Wants the Bronx y posteriormente John actuó también con Robert de Niro y la que se convertiría en su prometida, Meryl Streep.
Sean buenos recuerdos o palabras cariñosas para un ausente, el caso es que Cazale, que falleció en 1978, dejó una ristra de buenos amigos que siempre hablan de él resaltando una bonhomía excepcional.
Pacino le convenció para que se presentara al casting que se realizaba para El Padrino, en la que sería su primera intervención en un largometraje, ya que, anteriormente, en 1962, había protagonizado un corto titulado The American Way (1962)
En su carrera en los escenarios había recibido muy buenas críticas, pero fue gracias a su interpretación del más débil de los Corleone, el hijo mayor, Fredo, por lo que recibió mundial consideración y popularidad:
The Godfather (1972)
Coppola quedó entusiasmado con el trabajo de Cazale, hasta el punto de incorporarlo a su troupe de actores amigos; le reclamó para una pieza muy personal, que ya comentamos aquí en su momento, creada en el tiempo de desintoxicación mafiosa, la muy especial The Conversation
Al parecer, fue el mismo Coppola el que, al pergeñar el guión de El Padrino II, decidió ampliar el carácter de Fredo, en la seguridad que Cazale sabría sacarle todo el jugo a su complejo personaje:
The Godfather II (1974)
Al Pacino de nuevo le convenció para que actuara en una película en la que entre ambos mostrarían su amistad y complicidad interpretativa; se dice que Sidney Lumet quería un actor mucho más joven, pero que Cazale, que aceptó someterse a una audición, bordó el papel de un aficionado atracador de bancos en:
Dog Day Afternoon (1975)
Su última incursión cinematográfica representó una vuelta a sus orígenes, ya que en el reparto hacía apoyo a su amigo Robert de Niro y a su prometida Meryl Streep. La cinta, dirigida por Cimino, vió alterarse su logística debido a que, apenas empezado el rodaje, se supo que Cazale padecía un terrible cáncer de huesos, sin solución posible. La productora quiso despedir a John, pero Meryl, que ya era una estrella, aseguró que ella se iba con él. Cimino lo dispuso todo para filmar las escenas de John Cazale primero que todo. John Cazale falleció antes del estreno de :
The Deer Hunter (1978)
Sin embargo, su película póstuma fue El Padrino III ya que Coppola quiso rendirle homenaje y sacó del archivo algunos fragmentos, para que también en la tercera parte de la trilogía Cazale apareciera.
No deja de ser curioso que un actor como Cazale, que intervino sólo en cinco largometrajes, sea recordado por la cinefilia como uno de los más grandes secundarios del cine; evidentemente no falta razón en esa consideración, ya que no por nada todas y cada una de esas películas concitaron en su momento muy buenas críticas y obtuvieron diversos galardones.
La contribución de Cazale, hábil y serio actor capaz de presentar personajes perdedores con gran eficacia, consiguiendo ser recordado pasados ya más de treinta años de su fallecimiento como uno de los grandes, a buen seguro tuvo su importancia.
Maldito cáncer, que nos dejó sin un actor que nos hubiera asombrado una y otra vez.
p.d.: Espero que los vídeos aguanten por lo menos una semanita, porque esta entrada me ha vuelto loco a causa de las desapariciones en youtube.
Triste historia la de este actor que bordó todos los papeles que hizo, cierto es, con un aire común en todos ellos, pero los bordó. Y Meryl, qué señora...
ResponEliminaSaludos.
Solo he abierto los fragmentos y parece que aun funcionan. Espero que en la tranquilidad de esta tarde pueda visionarlos.
ResponEliminaFíjate si sería buen actor este hombre que me hacía daño con su debilidad en El Padrino y me daban ganas de darle un sopapo. Molesta en su papel de traidor débil. Es tremendo.
Nunca hubiera llegado a papeles principales, creo yo, pero desdeluego sus poquitas peliculas están en todas las antologías.
¿Has conseguido perdonarme la putada?...Te prometo que esta tarde o lo más mañana te quito ese baldón de tu blog. ¿OK?
Un abrazote.
No recordaba el nombre (maldita memoria) pero si el rostro y extrañamente lo recuerdo sobre todo en "La conversación" una de esas películas que nunca me cansa volver a ver.
ResponEliminaUna abraçada
El caso de Cazale es realmente curioso, ya que todas sus películas fueron nominadas a los Oscars. Una verdadera pena que nos dejara tan pronto.
ResponEliminaComo no hace tanto tiempo que hablamos sobre la posibilidad de que homenajeases a Cazale, sonrío, y me lo tomo con un favor personal.
ResponEliminaCazale es uno de los actores más peculiares que he visto jamás. Con tantos registros, y tan bien trabajados, que uno se estremece al pensar qué hubiera llegado a hacer de no haber fallecido prematuramente.
Además fue amado por Streep; y eso me hace envidiarlo.
Por último, recuerdo que cuando recientemente le preguntaron a Pacino (por otra parte reconocido amigo del difunto) quien había sido el mejor actor con el que había trabajado nunca, no tuvo ninguna duda a responder. Sin duda, dijo, el bueno de John.
Ese gran secundario actor, del que no conocía tantos entresijos, siempre me hizo sentir comprensiva de su aparente o real debilidad, incluso cuando traicionaba.
ResponEliminaYo he podido ver los vídeos perfectamente.
Un beso, Josep.
Fue una mala suerte, Alfredo, porque la parca se lo llevó de forma inmisericorde cuando estaba apenas empezando a demostrar su capacidad en el cine, después de haber triunfado en el teatro.
ResponEliminaSaludos.
Tienes razón, Antonio: su representación de Fredo es fantástica por la capacidad de dar lástima y rabia al mismo tiempo.
ResponEliminaDe "eso tuyo", solo puedo contestarte de forma cinematográfica, imitando al gran Isbert:
"Ciudadanos de Babilonia, una cosa os tengo que decir: Tengo una deuda con vosotros, y esa deuda que tengo, os prometo que os la voy a pagar"
Je,je... aguarda...
Un abrazo.
Ya te digo, Alma, que este bloc es muy especial: tener como lectora a una persona que haya visto más de una vez The Conversation es un lujo.
ResponEliminaNo merezco mi suerte.
Antes que me tiren piedras: porque tampoco eres la única, como se puede comprobar...
Una abraçada
Cierto, Alicia: casi un talismán para todas esas producciones, que no serían igual sin su concurso.
ResponEliminaSaludos.
Cierto, Raúl: hubiera sido uno de esos rostros que acaban siendo familiares, porque lo hubiéramos visto en muchas -y buenas- películas.
ResponEliminaYa te dije en su momento que andaba en ello, pero resulta que, con tan corto bagaje, hallar vídeos es tarea ardua y algunos son impresentables y otros son borrados por cuestiones de copyright.
Saludos.
Su vida, con ser corta, Susy, fue intresante y repleta de anécdotas.
ResponEliminaCazale queda en el recuerdo de muchos al extremo que se le ha dedicado un libro y un documental televisivo en los USA:
The Sundance Buzz
I Knew it was you
Besos
Gracias, Josep, por los enlaces que me guardo para leerlos tranquilamente.
ResponEliminaUn placer y un abrazo.
À votre service, Madame Susy: c'est un plaisir.
ResponEliminaBesos.
Siempre he pensado que en el cine español lo mejor son los secundarios, muchos de ellos serían auténticas estrellas en los USA
ResponEliminaNo estoy muy seguro que los actuales secundarios del cine español tenga mucho a decir en Hollywood. Hace treinta o más años no lo dudo, pero ahora, mucho famoseo es lo que hay.
ResponEliminaQue gran actor realmente, su interpretación de Fredo es una las joyas más brillantes de la para mi mejor película de la historia como es El Padrino. No sabía que había muerto tan joven y tampoco lo de Meryl...Mis saludos a este gran actor y a ti por recordarlo
ResponEliminaMuchas gracias: creo que Cazale se lo merecía y yo únicamente aporto un granito de arena en su memoria.
ResponEliminaSaludos.
No sabía lo de que el cáncer se lo hubiera llevado tan pronto. Una pena, sí.
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