ESD 20 Hell in The Pacific
El británico John Boorman es un director que concita adhesiones y críticas a un tiempo, pero no puede negarse que conoce el oficio.
Hace ya bastante tiempo, en 1968, se atrevió a rodar una película con dos únicos personajes: dos soldados, uno japonés y otro estadounidense, manteniendo los diálogos en sus propias lenguas, dando como resultado una extraña película, comentada aquí hace un par de años.
Evidentemente, gran parte de la película podría ofrecerse en esta mini sección tan difícil de contentar; me ha parecido que la escena que sigue es ilustrativa del modo en que Boorman resuelve la narración:
Me gusta mucho esta película y, en general, tanto Mifune como Lee Marvin (cuando se habla de ciertos tipos duros del cine de ahora me entra la risa floja si los comparo con el bueno de Lee...). Boorman, a veces. Eso sí, "A quemarropa", uf...
ResponEliminaSaludos.
Qué fisica es esta película. Qué orgánica; con los ruidos de la jungla, con el fondo sonro del mar, con la presencia tan cercana de las interpretaciones.
ResponEliminaHay en la secuencia dos cosillas (errores de aquella época, creo9 que no me acaban de gustar. Uno es el uso del denostado zoom. La otra, las proyecciones oníricas de cada uno de los personajes instantes antes del enfrentamiento que no llega a producirse; me despistan.
Boorman es un tipo de lo más curioso.
Pd.- ¿Recuerdas el remake futurista que se hizo de esta película no hace tantos años, verdad?
Boorman es un director muy interesante. Tengo pendientes tres pelis a comentar que siempre me han parecido notables (salvo que una nueva revisión me desdiga) que son, Deliverance, Zardoc y Excalibur. También tiene actualmente entre manos un proyecto que me parece muy atractivo que es "Las Memorias de Adriano". No sabía yo que este hombre siguiera en activo, pero sí.
ResponEliminaInfierno en el Pacífico es muy interesante y coincido con Raul en lo de los ruidos omnipresentes como un elemento más. No caigo en el remake futurista ¿cuál fue?
Un abrazote.
Es una película muy peculiar, Alfredo: seguramente, sin esos dos grandísimos actores, no resultaría lo mismo, porque el uso de dos lenguas diferentes y los grandes silencios no son fáciles de resolver...
ResponEliminaA Quemarropa la tengo en lista....
Saludos.
En pocas ocasiones, Raúl, lo de "física" como cualidad se aplica tan bien como en este caso: Boorman aprovecha todo para expresar el guión.
ResponEliminaEsas proyecciones oníricas que tú dices, me encantan porque son la representación diáfana del miedo del combatiente, la proyección del aleccionamiento del soldado que se halla solo ante el enemigo. Cierto que lo del zoom está un poco "demodè", pero es marca de su tiempo...
Me pones en un brete, porque no recuerdo a que te refieres, salvo que apuntes a Predator.... ;-)
Saludos.
Tampoco yo sabía que Boorman se hallara preparando Las Memorias de Adriano, Antonio.
ResponEliminaSin duda es un director muy peculiar, muy suyo, que no siempre acierta o por lo menos no siempre acaba convenciendo al cien por cien.
Un abrazo.
Me refería a la película de Petersen, "Enmigo mío", de 1985.
ResponEliminaLeo que está basada en una novela diferente pero, si la has visto, estarás conmigo en que los paralelismos con la película de Boorman son más que evidentes.
Sigo pensando que no casan demasiado bien las proyecciones oníricas a las que nos referimos. Entiendo su significado poético, claro está, pero desde un punto de vista técnico me hubiera gustado que se les encontrara un acomodo disinto. No sé.
Una altra més a la llista, a més té com guió d'obra de teatre, un tête a tête, oi? Ah, i per cert, al 68 van passar grans coses, a part d'arribar a la lluna, lalalalala (si, va, vaig nèixer jo, jajajajaja ) petons xato :)
ResponEliminaRecuerdo vagamente éste film, pero admiro a los interpretes profundamente como dos grandes del cine.. no soy de cine bélico ( patriotero )pero precisamente por
ResponEliminalo que quiere decir el director y el guionista interesa muchisimo. A veces los gestos y silencios
son más elocuentes que las parrafadas.
Muy elocuentes las miradas.
Por cierto , como he dicho no recuerdo el final aunque lo sospecho..¿ podrias contarlo ?
Un saludo afectuoso
Esa referencia, Raúl, me suena. Pero no juraría haber visto la película. No me acuerdo, sinceramente.
ResponEliminaPues ya ves que disentimos, porque precisamente elegí ese corte a causa de esas escenas que tú llamas oníricas y que yo entiendo como presentación del miedo de ambos, del uno con el otro....
Saludos.
Un veritable tête a tête, Cris, perquè en tota la pel·lícula no hi surt ningú més. Un tour de force admirable per a tots dos actors, sí.
ResponEliminaAixò sí que es un punt més a afegir a l'anyada, i ben favorable... ;-)
Petons.
No es muy bélico, Abril: yo diría que es más bien anti belicista.
ResponEliminaEl final es lo más flojo, resuelto de una forma que no me acaba de gustar.
Luego te lo digo...
Saludos.
Lee Marvin y Toshiro Mifune; eso sí que eran dos tipos duros, y no los de ahora. Me gusta la forma que tiene Boorman de mostrar la naturaleza, en La selva esmeralda, Excalibur, Deliverance o esta película.
ResponEliminaComo no he visto la película no opino, pero leo, lo leo todo y disfruto. Boorman, como dice Alfredo, depende.
ResponEliminaUna abraçada
La película no la he visto, pero la escena que nos traes invita a descubrir la película.
ResponEliminaA mí sí me gusta esa inclusión de las “intenciones” de los protagonistas antes de enfrentarse en los segundos que preceden al ataque, no lo veo tanto como un toque onírico como una manera de introducir al espectador en la mente de ambos contrincantes, y dice mucho de cada uno de ellos la manera en que cada uno tiene en mente acabar con el contrario.
Otra más que me apunto, y nuevo descubrimiento gracias a ti.
Besos
Casi rocáceos, Alicia, estos dos, cada uno con su peculiar forma de interpretar: Boorman tuvo un gran acierto al elegir a Toshiro y a Lee.
ResponEliminaEse apunte tuyo no lo había pensado; es muy cierto que Boorman, en varias de sus películas, rueda en exteriores de una forma que consigue que la naturaleza devenga en un personaje más.
Gracias por el aporte, Alicia.
Saludos.
Pues deberías verla, Alma, porque es singular, no tanto por la época en que se rodó, sino incluso ante la posteridad:no es nada usual hallarse ante un duelo semejante.
ResponEliminaUna abraçada.
No me extraña que no la hayas visto, Vivian, ya que en la tele no es fácil que la repongan y los re-estrenos han pasado a la historia en las salas de cine.
ResponEliminaEsta escena, de hecho, con esas inclusiones, como tú las llamas, se refieren más a la forma en que piensa que pueden morir que en la que pueden atacar: son dos hombres atemorizados y el curso de la película ofrece un desarrollo muy interesante de su interacción.
Seguro que te gusta, Vivian.
Besos.