G.A. (7)
Cuando era poco más que un adolescente tuve la fortuna de poder leer diversas novelas de los clásicos galos: todavía recuerdo la impresión que me causó El Jorobado de Nôtre Dame de Victor Hugo, con la espléndida belleza y sensualidad de la zíngara Esmeralda y el complejo personaje de Cuasimodo, el protagonista que da título con su deformidad a tan entrañable historia.
Mi padre siempre me hablaba de la película que hizo en los años veinte Lon Chaney, llamado El Hombre de las Mil Caras por sus múltiples caracterizaciones y maquillajes, pero cuando pude ver en la televisión la película que en 1939 realizó William Dieterle (sí: antes, en la tele, ofrecían cine del bueno) quedé absolutamente maravillado por el trabajo de Charles Laughton, grandísimo actor británico que no dudó en afrontar un duro rodaje sometiéndose a una caracterización que dificultaba su trabajo.
No podía faltar en esta mini sección el gran Charles Laughton y me ha parecido que su interpretación de Cuasimodo en The Hunchback of Notre Dame (1939), probablemente poco conocida para el cinéfilo joven, resultaría interesante.
Reseñar las grandes cualidades como actor de Laughton no representa ninguna novedad y poco puedo aportar que todos no sepan ya.
Pero quizás sí puedo descubrir un dato que hasta hace bien poco ignoraba y que me complace compartir, por si acaso el amable lector se halle en la misma situación:
En 1948, Charles Laughton participó en una película sumamente curiosa: nueve episodios, dirigidos por distintos directores conforman un relato de la decisión de un periodista, Oliver, que, impulsado por su esposa Martha, busca una serie de historias con un denominador común: la influencia de un chiquillo en las vidas de los entrevistados.
La película se tituló On Our merry way (Una Encuesta llamada Milagro) 1948 y la parte interpretada por Laughton -que ya era una estrella- desapareció en la mesa de montaje: eliminada totalmente.
Parece que, años más tarde, se recuperó esa escena y que aparece en el dvd publicado en España: no puedo decir más, ya que no he visto esa película. Puede que la especialista Gloria, si lo desea, amplíe la información.
Pero para el que quiera, aquí está la participación de Laughton que en su momento no apareció en la gran pantalla, dividida en tres partes:
Parte 1
Parte 2
Parte 3
Hay cosas que uno nunca llegará a entender.....
Laughton, qué grande (y no sólo por su apariencia física). Ya sé que suena a obvio, tanto lo uno como lo otro, pero su interpretación en Testigo de cargo, y la dirección de su única peli, La noche del cazador, ya serían más que suficientes para hacerle un hueco señero entre los grandes más grandes de la historia del cine. Y, además, compa Josep, fíjate qué curioso: ando preparando una reseña previa (ésas por las que me ha dado ahora la ventolera, ya sabes...) sobre Precious, que se estrena el viernes, y la quería centrar en el binomio (tan poco frecuente) gordos-cine. ¿Y a quién iba a nombrar como ilustre excepción de la regla? Blanco y en botella. ¿Será cuestión de telepatía...?
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
Qué bueno volver de un puente de descanso reparador y encontrarse con Laughton. Qué grande (y no sólo físicamente)...
ResponEliminaSaludos.
Yo si que conocía esa joya protagonizada por el maravilloso Burgess Meredith, y que según la ficha técnica dirigió Vidor. Pero, efectivamente, jamás la hubiera relacionado con Laughton.
ResponEliminaSin duda alguna, estamos hablando de uno entre los más, más grandes.
El grandísimo Laughton se merece todo lo que se pueda decir sobre él y aún más. Sabía lo de Our merry way, y por lo visto también dirigió (parcialmente) otra qwue finalmente consta como dirigida por Burguess Meredith, si no me equivoco. Nunca podremos saber dónde habría podido llegar como director, pero desde luego como actor no tenía límite.
ResponElimina"sí: antes, en la tele, ofrecían cine del bueno"
ResponEliminaSi que es triste. Los geniales "señores" de la programación televisiva decidieron en algún momento que todo lo que fueran "pelis viejas" no atraía audiencia, de manera que ahora, en vez de grandes películas de toda la historia del cine (que sin duda costarían cuatro duros a las emisoras), sólo se pueden ver, mayormente, películas muy recientes y/o taquilleras que aburren a las piedras. Y lo peor es que ahora, si uno/a quiere ver cine clásico, o bien tiene que suscribirse a un canal de pago, o bien "hacerse su propio canal" vía DVD (o , hum, similares).
En fín, gracias a las ideas de estos geniales "señores" de la programación televisiva, también podemos "disfrutar" de programas telecontenedor (de basura) y de futbol a todas horas (no estaría de más que algunos programadores descubrieran que tambien la esgrima o las carreras de traineras son deporte)
Bueno, ahora te diré lo que se sobre "Una encuesta llamada milagro", sobre la cual, si te he de ser sincera, no se mucho más de lo que tu apuntas.
Hace bastantes años me compré un par de fotos de Laughton en una película titulada "A Miracle Can Happen", sorprendida por el hecho de que no había oido hablar nunca de esa película. de hecho, en ninguna filmografía o biografia de Laughton que yo tuviera a mano entonces. Supe algo por una breve mención en la biografía de Charles Higham sobre Laughton que no explicaba mucho, sólo comentaba que el episodio de la película en el que aparecía Laughton había sido eliminado (y consiguientemente, había desaparecido de la superficie de la tierra), y que la película, en su montaje final se había estrenado como "On Our Merry Way". La excelente biografía de Simon Callow, unos años más tarde, no añadía ninguna información nueva al respecto, y eso que este libro aportaba bastantes nuevos datos sobre Laughton no presentes en libros anteriores.
Algunos años despues, vi que anunciaban esta película en Televisión y dejé programado el video (el cine clásico ya estaba exiliado entonces a altas horas de la madrugada). Cual no sería mi -muy agradable- sorpresa a la mañana siguiente cuando pude ver que la película emitida por Tve *incluía el episodio con Laughton*. Al parecer, alguna copia entera debió sobrevivir y llegar a Europa. Aleluya, una película "perdida" menos. La película se ha editado en dvd en España en sus dos versiones, una que incluye el episodio y otra que no: así que los que busqueís el DVD miraros la carátula con atención (si no sale Laughton, es la versión "censurada").
Sobre el tema, es Burgess Meredith (desde su autobiografía "So far, so good") quien nos amplia la información sobre la película: Explica que la principal razón por la que se embarcó en la película fue por trabajar con Laughton en esa historia. Meredith fue informado por quienes ponian la pasta en la producción que querían una película con más comedia, y que por lo tanto, no querían el segmento con Laughton, que consideraban demasiado dramático. Meredith le enseñó el film a David O. Selzkick, quien al contrario, le ofreció descartar todo lo que no era el episodio de Laughton y volver a hacer la película tomando como punto de partida su episodio, a lo que Benedict Bogeaus (co-productor del film junto a Meredith) se negó en redondo.
ResponEliminaPor cierto que Laughton, durante esa época de posguerra, no trabajaba mucho ni en papeles protagonistas ni en grandes películas: Da la casualidad de que poco antes, en 1947, había interpretado en escena el "Galileo" de Brecht, en una obra adaptada al inglés entre los dos y asimismo co-dirigida con el mismo dramaturgo (el director "oficial" de la obra era Joseph Losey: pero dudo que el entonces joven Losey le llevara mucho la contraria a lo que hacían Laughton y Brecht... como mucho "arbitraría" el evento). No se hasta que punto su colaboración con Brecht fue mal vista por algunos productores Hollywoodienses, pero lo cierto es que en aquella época se dedicó bastante mas al teatro que al cine. Shelley Winters dijo en una entrevista que, en su opinión, el fracaso comercial de "La noche del cazador" no era ajeno al hecho de que Laughton estaba en el punto de mira de cierta gente por haber trabajado con Brecht.
Supongo, Manuel, que las casualidades existen: lo de la telepatía, no sé, no sé...
ResponEliminaPrecisamente esta noche, paseando con mi amigo Llamp, he escuchado en RNE referencias a Precious, al parecer basada en una novela, y ya me han entrado ganas de verla, así que espero tus impresiones vaticinadoras, pues no tenía idea al respecto.
De Laughton, claro, tan sólo podemos mentar parabienes en el terreno artístico.
Un abrazo.
Eso, Alfredo, como se dice, es llegar y besar el santo: después de unos días reparadores, que mejor que empezar otro viendo a Laughton, seguro que sí...
ResponEliminaSaludos.
Esa película, Raúl, al parecer está compuesta de varios episodios, y fueron varios los directores que intervinieron, pues aparecen como no acreditados John Huston y George Stevens.
ResponEliminaNo me extraña que no la relacionaras, porque, como cuenta Gloria, es una película muy extraña y al parecer sólo hay alguna copia despistada que está completa...
De los grandes, grandes, bien cierto..
Saludos.
Pues sí, Alicia: parece que hubo una cierta amistad entre Laughton y Meredith: la película a que te refieres, El Hombre la Torre Eiffel, se rodó un año después de ésta: debía dirigirla Irvin Allen, pero por discrepancias Meredith, que era también quien ponía los cuartos, decidió dirigirla por sí mismo, y en las escenas en que aparecía Meredith, Laughton tomó las riendas de director.
ResponEliminaComo actor, Laughton, era sobresaliente, sin dudarlo.
Saludos.
Estoy esperando, Gloria, que esos señores programadores de TVE se acuerden de la cantidad de películas que tienen grabadas de antañones ciclos, a ver si empiezo a disfrutar de nuevo de la tele.
ResponEliminaConfieso haber estado husmeando en tu blog antes de mencionar esa escena y leí que la nombrabas de pasada en el tema de Jane Wyman; más que nada por no meter la pata.
Me alegra que corrobores con tu experiencia el detalle tan raro de esa película y que nos adviertas a todos de la edición de dos devedeses que seguramente son bien distintos, porque por lo leído por ahí, en una aparece Dorothy lamour (substituyend la parte de Laughton) y en la que aparece Laughton, Dorothy no sale.
Por mucho que me esfuerce, sigo sin entenderlo, aunque he leído las peripecias que amplías, referentes a la idea de O.Selznick de presentar la escena de Laughton como un cortometraje de calidad.
Gracias por ampliar, enriqueciéndola, la entrada.
Saludos.
p.d.: Interesantísimo el apunte de la relación de Laughton con Brecht y sus repercusiones en Hollywood.
Qué maravilla Josep, desde luego hay cosas que no se pueden comprender.
ResponEliminaUna pbservación subjetiva que no sé si será cosa mía solamente y la he pensado en más de una ocasión y ella es que Laughton, físicamente, me resulta atemporal. Veo una película de 10 años antes o 10 años después, o de 20... y me dá igual, es como si el tiempo no pasara por él ni para bién ni para mal. Ya lo dije alguna otra vez, uno de mis preferidos!!!
Las aportaciones de Gloria son tan de agradecer (gracias Gloria) y tu entrada tan buena como siempre que me admira la calidad de cada post y cada comentario.
Besos.
Tienes razón en tu observación, Susy: el físico de Laughton -como el algunos otros- al no ser especialmente atractivo de joven, le permite mantenerse muy semejante durante décadas.
ResponEliminaLo único que cambia en él es su maestría interpretativa, que va creciendo aún más, conforme pasan los años.
Sí que son afortunadas las intervenciones de Gloria, verdadera especialista en el personaje. Celebro que la entradita te haya parecido interesante.
Besos.
Dando una vueltecita, leyendo, atendiendo, aprendiendo. Da gusto pasearse por aquí.
ResponEliminaSobre Laughton nada más que añadir, sería imposible.
Una abraçada
Me alegra, Alma, que te haya interesado esta entrada; aunque no estoy muy seguro que no haya más que añadir acerca de Laughton. Eso sí: por mi parte, poco más.
ResponEliminaUna abraçada.
Hola de nuevo, Josep.
ResponEliminaSiento que no hubiera ningún post específico sobre esta película en mi blog: a la larga, el objetivo es que haya al menos un buen post dedicado a cada una de sus películas (y por supuesto, su trabajo en teatro, y más cosas). Lo malo es que me atasco porque... Uf! hay tantas cosas que se pueden explicar de él!
Lo curioso es lo de la falta de Laughton o Lamour según el DVD: no puede el distribuidor incluir el episodio que falte de cada montaje como un extra... ¡AAaaay! Luego se quejarán de la piratería, pero es ahí donde los editores de DVD pueden marcar las diferencias. Editoras con auténtico cariño al cine, como Criterion, lo tienen clarísimo y sacan unos DVDs que son como para ponerlos en un marco.
Como curiosidad, añadir que Laughton y Lamour coincidieron, esta vez, si, en The Girl From manhattan, una comedia en la que Lamour hace de modelo metropolitana y Laughton de obispo aficionado al Fúlbol americano.
Susy hace un apunte interesante, aunque yo suelo presumir de que puedo fechar cualquier foto de Charles sin equivocarme mucho, y que el Charles jovencito parecía ciertamente jovencito (unas muestras a los 12, 19, 27 y 29 años... click, click). De todas maneras, es cierto que sus facciones eran muy reconocibles, y que el hecho de que fuera un actor voluminoso desde el principio de su carrera ya lo condicionaba a interpretar papeles de personajes de más edad de la que en realidad tenía. Por supuesto, el hecho de que ya empezara gordo evita la sensación de decadencia física: entre el joven Laughton y el viejo la diferencia la marcan básicamente las arrugas: nada que ver con el caso de Marlon Brando cuyo físico varió de manera ostentosa con el paso de los años.
Luego, como tu bien apuntas, está el talento (inmenso), aunque yo diría que al Charles joven se le daba muy bien el drama (véase su Bligh, su Quasimodo o su Javert) y al mayor la socarronería (puesto así muy, muy, muy simplificado)
Te dejo con un par de estupendos links sobre Charles:
http://www.movietone-news.com/2009/04/charles-laughton-in-hollywood-different.html
http://www.brightlightsfilm.com/blog/2009/02/oil-painters-of-the-world-unite.html
Gracias, Gloria, por las aclaraciones; comprendo que un bloc se va haciendo poco a poco y que a todo debe llegarle su turno; lo cierto es que acudí al tuyo para comprobar que mi mal inglés no me traicionaba en la búsqueda que hice tras el hallazo en youtube de esa escena tan "guadianesca" que, como señalas, demuestra a las claras la escasa entidad de muchísimas editoras de dvd, con lo fácil que resulta hacer las cosas bien.
ResponEliminaA modo de ejemplo, mi ejemplar de El Hombre Tranquilo, de Ford, está en inglés o en castellano, pero sin subtítulos...
La ventaja de los grandes actores no guapos es que aguantan bien durante toda su vida...
Gracias por los enlaces..
No he visto “El Jorobado de Notre Dame” , pero tuve la oportunidad de ver algunos fragmentos en uno de los programas de Garci y los comentarios de aquella tertulia unidos a tu entrada y el video que colgaste invitan a verla, además Laughton siempre es un valor seguro.
ResponEliminaGracias por incluir en la entrada la interpretación de Laughton en la otra película que mencionas, la verdad es que, no sé como sería el resultado final del montaje de la película con la parte de Laughton eliminada, pero, coincido contigo, esa eliminación es algo que no termino de entender…
Grande Laughton, y, vuelvo a coincidir contigo, merecidísimo que le dediques una entrada en esta sección.
Por cierto, hablando de todo, yo de Víctor Hugo el que leí fue “Los Miserables”, uno de mis libros preferidos, con una adaptación al cine no hace mucho para olvidar, en mi opinión.
Besos
No debes olvidarla, Vivian, porque esta versión de El Jorobado de Notre Dame es seguramente la mejor de todas las que puedas ver.
ResponEliminaComo dices, una película con Laughton es siempre un valor añadido y la eliminación de la escena se debió, al parecer, a que buscaba el productor un tono más ligero para el conjunto que no he visto aun.
De Los Miserables he visto un montaje en teatro inglés que quitaba el hipo (lo vi en la tele y me impresionó) y creo que hay una película com Liam Neeson que me apetece...
Besos.
Per que no:)
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