MM 42 The Seven Little Foys
La verdad es que andaba buscando otra escena musical (que ya aparecerá, ya, aunque sea con la maldita brevedad youtubiana) y de repente me dije: ¿Porqué no busco la famosa escena de ese actor tan bajito?
No, Mickey Rooney, no, hombre, aquel con cara de mala leche, el gángster, el matón, ¿cómo se llamaba? ¿Raft? ¡No! ¡Ese tampoco! El rubio, aquel que de jovencito fue un bailongo y luego mataba a sangre fría, sí, hombre, el de la Pepsi con Wilder; bueno, el de la Coca, da igual, para lo que busco, ¡caramba, sólo quiero una escena musical!
¡Sí, hombre, sí! el que hacía claqué en Yankie Doodle Yankie: ¡El James Cagney!
Y tampoco nos vamos a detener en ésa, porque ha aparecido una escena que, si bien no tiene la impronta de otras de esta mini-sección, sirve perfectamente para ilustrar el porqué antes en Hollywood se ganaba dinero a espuertas y ahora están casi que en quiebra:
Dos tipejos (el otro, tampoco es manco ni cojo) prácticamente en la cima de su fama cinematográfica demostrando que, pasados los cincuenta, todavía saben sudar para mostrarse polifacéticos.
Vean:
James Cagney con 56 años y Bob Hope con 52 años, por si las dudas: quien tuvo, retuvo.
Este " pequeño gran hombre " además de enemigo público bailaba estupendamente. Hace solo un par de dias vi de nuevo " Un, dos, tres " donde prácticamente llevaba él toda la pelicula, "calentando la guerra fria" bajo la mirada de Billy Wilder... pero ¡ no le habia visto bailar claqué con el gran Bob Hope ( a éste sí le he visto, incluso cantar )
ResponEliminaLo de la edad está en la cabeza y ésta gente sin duda era de otra "galaxia".
¡ El viejo Hollywood de platino!
Un gran momento para irse a dormir con una sonrisa.
¡ Buenisimas noches Sr. Holmes ! Irene A.
James Cagney figura entre mis actores favoritos. Creo recordar que Kubrick lo tenía entre los diez mejores.
ResponEliminaUna escena la que nos traes sorprendente. No recuerdo haberla visto. No, no la he visto. De ser así la recordaría.
Saludos
Qué completos, qué artistas, qué versátiles... qué... qué profesionales, como diría el bueno de Manquiña.
ResponEliminaEn aquellos tiempos los grandes actores eran además todo-terreno. Con todo, ya sabes de mi alegria al musical.
ResponEliminaSaludos.
Yo esto no lo había visto nunca y no sé de dónde es.Vale. Ya he visto de dónde la has sacado. Cómo te gusta hacernos trabajar.
ResponElimina¡El James Gagney! Ja,ja!
Tengo por aquí para ver la de Ragtime y lo que más me llama a verla no es que sea de Forman, sino que trabaja James. Uno de los grandes-grandes. Y recuerdo que vi un telefilm en el que estaba ya mayor y hacía de alguien en silla de ruedas y estaba francamente genial (me parece que le dieron un Emmy).
Un abrazo.
Ahora que me acuerdo...Todavía no me he puesto con la entrada de Cole. A ver si este finde, que si no, los vídeos de youtube desaparecerán cuando venga a verlos.
ResponEliminaUn saludito.
¡qué jóvenes se ven!, es lo primero que se me ocurre. Recuerdo a Bop Hope en sus últimos años, muy mayor ¿decrépito?
ResponEliminaUnos bailongos perfectos. Unos actores completos.Una escena divertida.
confieso que he visto poco cine con Bop Hope como actor y además no me resultaba atrayente su persona....sus chistes...
De James Cagney, recuerdo películas en blanco y negro, siendo muy niña y nunca bailando. él muy mayor y creo recordar como actor secundario, en papeles de gansters.
Un beso
James Cagney, compa Josep, un actorazo como la copa de un pino. No sé por qué, pero es una figura que siempre asocio -y me consta que bien poco tienen que ver el uno y el otro- a la de Edward G. Robinson; otro que también es un monstruo, buenísimo. A los de ahora, a las actuales estrellitas, pues no sé, habrá que esperar a que se hagan maduritas, aunque me temo que esa versatilidad no la van a exhibir ni de coña...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
La verdad, Milady, es que esos dos eran un buen par: su recorrido artístico abarcó la revista de variedades en sus inicios y supieron mantenerse ágiles: tienes toda la razón al afirmar que la edad es cosa mental: no hay más que verlos bailar con esa fuerza, sin ser "profesionales" :-)
ResponEliminaBesos.
Esa escena, Gourmet, ni siquiera yo la conocía: ha sido descubrirla y pensar que compartirla sería buena idea, y me alegra que así haya sido.
ResponEliminaSaludos.
Muy cierto, Raúl: profesionales de los de verdad, completitos, capaces de afrontar cualquier clase de escena, bregados en mil sesiones y con el callo de las tablas curtido en mil viajes y teatros...
ResponEliminaSaludos.
Ya conozco tu poca inclinación al bailoteo, Alfredo, pero también me consta que tu buen ojo sabe discernir la grandeza de esas gentes sin miedo y capaces de todo, lo mismo afrontar un gángster que una hilarante comedia, como si fuera tan fácil...
ResponEliminaSaludos.
Yo tampoco, David, por si te sirve de consuelo, que ya sé que no... :-)
ResponEliminaMe doy cuenta que no he parado en ninguna película de Cagney y ya va siendo hora, creo... :-)
Un abrazo.
p.d.: ya sabes que youtube se carga los vídeos con una celeridad pasmosa: un día habrá que hablar de ello...
Es que, Camy, el amigo Cagney falleció con 86 añitos pero Bob llegó a centenario, y trabajaron hasta muy avanzada edad: esta escena pertenece a una película de Hope, cuando estaba en el cénit de su popularidad y productividad, que fue muy alta, aunque muy de su país, como su humor, bastante "casero" si es que se puede aplicar a tanta ente el adjetivo..
ResponEliminaBesos.
Pues ya somos dos, Manuel: supongo que vemos a Cagney y a Edward G. como representantes de una serie de películas en las que lideraban el lado de los malos malosos, que dirías tú.
ResponEliminaLas actuales estrellitas me temo que ganan muchísimo más dinero pero luego....
Un abrazo y buen fin de semna.
Pero bueno, ayer te dejo comentario y hoy buscando la respuesta me topo con que aquí no hay comentario ni8 nada que lo parezca.....me estoy empezando a preocupar seriamente amigo Josep. ¿No tendrán algo que ver esos dos bailongos?...Nada, te decía que el sábado pasado yo tampoco lo hacía tan mal con mi sombrero panamá....
ResponEliminaUn abrazote.
Solo se puede hacer una cosa, ver y escuchar, y aprender a disfrutar.
ResponEliminaEsos dos bailongos, Antonio, podrían ser un terceto, a buen seguro, con un tipo como tú, aunque no sé si estás todavía en condiciones de marcarte un tapeo como el del ellos, aunque eso sí: eran más jóvenes... :-)
ResponEliminaUn abrazo.
También puedes unirte a ellos, Alma, o tratarlo, porque el goce ya viene solo con la música y el baile, pero eso tú ya lo sabes bien... ;-)
ResponEliminaUna abraçada.