Dulce saxo
Estos fríos días de otoño ya próximos a desaparecer todavía se revisten de ocres en la hojarasca callejera y la humedad impregna hasta las luces de las farolas que marcan el camino de vuelta a casa y apetece una melodía que acaricie los tímpanos y embalsame el ánimo.
Nada mejor que un dulce saxo jugueteando con el pentagrama y quien más hábil y ligero que el compañero de tantos conciertos memorables, siempre dispuesto a sorprender y emocionar, el dueño de un saxo alto irrepetible, Johnny Hodges que triunfó por todo el mundo viajando con el genial Duke Ellington y su orquesta que se enorgullecía anunciándolo, por ejemplo, para interpretar Things Ain't What They Used to Be, demostrando el maestro Hodges una humildad excesiva al ejecutar de forma tan brillante el tema.
Claro que los aficionados al jazz ya sabían lo que podían esperar del gran saxofonista que se constituyó en una de las piezas más significativas de ésa orquesta, en mi opinión la más grande de todas las que se dedicaron al jazz, como puede comprobarse en su versión del celebérrimo tema On the Sunny Side of the Street
Lo cierto es que cualquier excusa es buena, sea otoño, invierno, primavera o verano, para poder degustar el arte de tan excelente músico que triunfó a mediados del siglo pasado dejando clara impronta en muchos de los músicos que le siguieron, e incluso en sus coetáneos, como el enorme Ben Webster, gran amigo y admirador suyo, que no puede contener unas lágrimas de homenaje a su amigo y mentor cuando, en medio de un concierto en Copenhague le dieron la noticia del fallecimiento de Hodges.
No cerremos esta nota de forma triste: alegrémonos porque por suerte, la forma de tocar de Johnny Hodges, su arte, lo que era su vida, todavía podemos disfrutarlo hoy : Black Butterfly
El frio golpea el cristal y la farola nos deja ver la nieve timida que cae mansamente... y además escuchando éste tema siento el susurro del viento que es casi como las dulces palabras que quisiera oir en éste momento de la noche.. ya he cerrado los ojos...
ResponElimina¡ Gracias y un beso ! Irene A.
Gracias por los "minutos musicales". Se agradecen, Josep.
ResponEliminaReconozco mi total ignorancia en el tema jazz, Josep... Creo que aparte de algún que otro disco como Porgy&Bess, (Louis&Ella) o On the Beatles de Count Basie...pues he escuchado poquito, la verdad.
ResponEliminaAdemás, he leído esta entrada sonándome otro género musical por spotify. Ya escucharé tus enlaces en otra ocasión (si San Youtube quiere).
Un saludo.
La verdad es que esa entrada tan lírica merece lo que viene después.
ResponEliminaObviamente todos los temas que insertas son brillantes, pero yo me quedo con el de Ben Webster y Teddy Wilson en el concierto de Copenhagen en 1970. Es absolutamente precioso.
Nos has regalado algo para los oídos y para el corazón.
Que pases un estupendo y largo fin de semana (supongo)y que el frío y la lluvia no te lo estropeen.
Un abrazote.
El frío del otoño y las hojarascas invadiéndolo todo, se han adentrado en mi. Ese Black Butterfly me deja un poco melancólica.
ResponEliminaBonita entrada Josep.
Un beso
Desde luego, uno de los grandes. Un sonido claro, apuntando directamente al corazón.
ResponEliminaMagnífico todo (pero me quedo con Black Butterfly).
Saludos
muy muy bueno Johnny Hodges
ResponEliminaDe nuevo el frio y la música para entrar en calor...:-)
ResponEliminaEstamos en sintonia.
Un beso Sherlok . Irene A.
La voz del saxo es un murmullo, un susurro que acompaña las horas quietas de la madrugada, Milady, y te dispone a dulces sueños en los que, vestida de noche, asistirás a una jamm con Johnny al saxo alto y Duke al piano...
ResponEliminaBesos.
En ocasiones, Raúl, la música ayuda a amansar algunas fieras...
ResponEliminaSaludos.
Nunca es tarde si la dicha es buena, David, aunque tampoco hay que dejarlo para luego y ya que dominas el invento ése, pídele lo que sea de Johnny, porque seguro que te va a encantar.
ResponEliminaSaludos.
Al Bruto ya le dedicaremos algún día una entradilla para él solito, Antonio, pues se lo merece, aunque buenos vídeos hay poquitos...
ResponEliminaAquí, de momento, un sol espléndido aunque algo frío el sábado...
Un abrazo.
Ese saxo, Camy, me ha parecido el mejor sonido para expresar melódicamente estos días fríos de luz menguante y claro, melancólicos como ningunos otros...
ResponEliminaMe alegra que te haya gustado, Camy.
Besos.
Esa forma de tocar, Gourmet, con el respaldo de la orquesta de Ellington, se me hace siempre irresistible y no he podido menos que compartirlo.
ResponEliminaSaludos.
Bienvenido, Agustín: sí que era bueno Hodges, sí: un maestro del saxo alto seguramente con más influencia que fama actual.
ResponEliminaSaludos.
Ya sabes, Irene A., que siempre eres bien recibida, que tu regreso es esperado y que estas entradillas musicales se disfrutan mejor en sucesivas ocasiones..
ResponEliminaBesos.
me gusta tu blog, el sabor de tus letras y tu presentacion corta para leer mas......Felicitaciones con besos..
ResponEliminaGracias, MuCha: me satisface que este sitio te detenga en tu vuelo por la blogosfera.
ResponEliminaBesos.
Fuera llueve, nada mejor que un dulce saxo para sentirse seco y caliente en casa.
ResponEliminaEste saxo, Alma, acompaña dulcemente a todas horas y más cuando apetece estar a cobijo de lo que sea....
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