ESD 34 THE GODFATHER
Habiendo asistido a su estreno en una matinal del tristemente extinto Cine Vergara en la que resulta ser única "novillada" de mi ordenada existencia, la memoria que guardo de la primera parte de El Padrino está unos centímetros por encima de la mayoría de películas que he visto y esa mitología particularísima construida a golpe de subjetivismo del que ya a estas alturas no tan sólo no me avergüenzo sino que, además, me enorgullezco, viene conformada por una sucesión de escenas a mi entender maravillosas en las que el genial Francis Ford Coppola desgrana su talento a raudales, munífico para los espectadores que se ven rociados por cine de verdad.
No le hacen falta muchas palabras a Coppola para dar a entender que, por fin, las negociaciones han quedado cerradas para siempre y ha llegado la hora de aceptar el trato:
p.d.: esta escena, que es la de la cabeza de caballo, puede que no llegue a verse en pocos días, pues parece que youtube tiene fijación en eliminarla rápidamente, quizás debido a la perfección de su rodaje y montaje y al brillante uso del sonido.
Me han regalado la trilogia en DVD que no tenia y tengo pendiente darme el gustazo de ver las tres de un tirón..¡ claro que nada comparable con una pantalla grande ! Solo compensa verla en la intimidad del salón de mi casa sin ruidos de bolsas y palomitas..solo el grito horrorizado de éste caballero ante tan sangriento regalo..
ResponElimina¡Menuda noche de reyes querido Holmes nos dejas !
Besos.
P.D. sigo intrigada..
¡Ay! Haciendo novillos...
ResponEliminaYo tampoco sé cuánto durará esta . Y además, como no veías la serie.
Esta película está tan plagada de buenas escenas...
¡Qué buenos los Simpsons..están llenos de referencias y homenajes ! :-DD
ResponEliminaEso sí que es un buen regalo, Milady: se nota que te haces de querer...
ResponEliminaEso sí: para ver la trilogía completa, debes proveerte no sólo de palomitas: también de chocolatito y nata y unos churritos, a tomar en la segunda: Don Vito te lo agradecerá y así podrás aguantar la maratón, porque son muchos minutos, no vayamos a desfallecer... :-)
Besos.
Paraunperroquematé,novilleromellamaron.
ResponElimina;-)
Esta película, David, como las que le siguen, son una fuente inagotable: lo díficil es que los vídeos permanezcan lo suficiente.... :-(
Un abrazo.
Se dice que el actor desconocía lo que iba a encontrarse en la cama una vez destapara el "envoltorio", y que su reacción es, por tanto, más auténtica de lo que obliga la mera actuación. En cualquier caso, momentazo.
ResponEliminaUn abrazo
1) La aproximación, centrándose en una de las ventanas de la fachada.
ResponElimina2) Primer plano de interior, enfocando precisamente la ventana.
3) Los detalles: el guión y la estatuilla en la mesilla, la primera mancha de sangre en la sábana,...
4) La música, in crescendo...
Sí, para mí también es difícil recordar una película que me impactase tanto desde la primera vez que la vi.
De ser cierto, Alfredo, me imagino el impacto, porque los de atrezzo debieron reforzar la verosimilitud... :-)
ResponEliminaUn abrazo.
Para que luego digan, Raúl, que rodar una película es sencillo: la de cosas que uno ve (en mi caso en varias, múltiples y placenteras revisiones) en apenas un minuto de metraje, y ninguna casual: todas con la intención del "dire" que apabulla absolutamente al espectador.
ResponEliminaSi es que dan ganas de ponerse a verla de nuevo...
Un abrazo.
Como la compa Abril, también tengo la trilogía de marras en DVD, compa Josep, y no te puedes hacer idea de cuántas veces me he visto tentado de ponerme al tajo, y despacharme las tres de una tacada; pero, ya sabes, no es cosa sencilla cuando se anda siempre corto de tiempo, entre compromisos profesionales y familiares. En todo caso, conformarse con escena tan tremendamente impactante como ésta que esta vez nos regalas, no es poca cosa, no: hay más cine en su minuto y pico de duración que en horas y horas de celuloide despachado por otros muchos...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena tarde.
Esa idea, Manuel, es para llevarla a la práctica bien en soledad bien en perfecta armonía y por suerte creo que, a menos de una ocasión especial, harto difícil de llevar a la práctica. Eso sí: llegado el caso, habrá que decidirse entre esa pasión y cualquier otra... ;-)
ResponEliminaUn abrazo.
p.d.: respondo tarde, porque, inexplicablemente, tu comentario resultó apartado por google/blogger y al darme cuenta acabo de recuperarlo...