Los Simpson
Empecemos con una declaración que nadie cree: nunca, hasta hoy, he visto las aventuras de la familia Simpson.
Naturalmente, sí he tenido conocimiento de su existencia, por comentarios en la prensa, y por haber visto algún que otro anuncio relativo a su emisión en la tele.
Por lo tanto, mis sensaciones frente a la película que acabo de ver estrenarse son las de un neófito, o, si se prefiere, de un ignorante total en lo que respecta a la famosísima familia mediática de ficción.
La película, con una duración de poco más de setenta y cinco minutos, nos presenta en forma de dibujos animados una familia compuesta de un padre con una mentalidad de niño egoísta, proclive a las gamberradas, sin respeto para los demás, mentiroso y despreciable, hasta que al final parece darse cuenta que debe cambiar de actitud; su sufrida esposa, inexplicablemente, le soporta; su hijo crece a imagen y semejanza del padre, aún reconociendo que, en ocasiones, quisiera un padre más atento y cariñoso y menos gamberro y metepatas; una hija con conciencia ecológica que descubre el amor por primera vez; y una bebé que, sin hablar, parece la más juiciosa de la familia, ya que el abuelo está majareta.
La historia que se presenta es algo lineal, adornada con algunas anécdotas y sucesos cabe que suponer típicos en las vivencias de la televisiva familia, que, al parecer, lleva ya más de quince años en antena.
A pesar de algunas puyas y chistes a costa de algún personaje conocido, este espectador ha quedado algo decepcionado, ya que esperaba un poco más de mordiente o, por decirlo en castizo, algo más de mala leche, probablemente por el desconocimiento e ignorancia de la idiosincrasia de la serie, o, quizás, porque, proviniendo de los U.S.A., en la película, claramente dirigida a todos los públicos, se haya edulcorado el potencial sarcasmo que, con unos personajes así, nada ejemplares, podría poner en tela de juicio muchos de los comportamientos que a diario vemos en nuestras relaciones sociales, siendo el tratamiento de lo contado un tanto superficial, con escasa ironía y poca profundidad, quedando el espectador novicio con la sensación que el humor es un tanto blanco, sobretodo después de las primeras escenas, prometedoras, entre un gato y un ratón astronautas.
De ese modo, si la pretensión de los autores es la de captar adeptos para la serie televisiva, quizá no hayan dado en el clavo; no obstante, la película técnicamente es muy correcta y su gramática cinematográfica también, por lo que, habida cuenta de la inteligencia de no alargarla mucho más allá de la hora y cuarto, entretiene, aunque no provoca demasiadas carcajadas y apenas alguna sonrisa cómplice.
Trailer de la película:
Pues ya ves, compa Josep, aquí tienes a otro que jamás ha visto un episodio completo de la ínclita familia Simpson, aunque no deja de sorprenderse de cómo ha conseguido aunar un enorme éxito comercial con una tremenda estima por parte de la crítica más "cultureta". ¿La peli...? Pues habrá que verla, cómo no; eso sí, respecto a la pregunta que te formulas al final de tu reseña, pienso que las pretensiones funcionan más bie la contrario: es decir, la película no trataría de captar nuevos adeptos para la serie, sino, como todas las adaptaciones de series a la pantalla grande, aprovecharse de un tremendo potencial de público ya "hecho", que va a acudir en masa a las salas por el señuelo de que se trata de un producto bien conocido.
ResponEliminaUn abrazo (muy veraniego y muy caluroso: que no afloja, compa, que no afloja...).
Ufff! Me quitas un peso de encima, al saber que no no soy el único bicho raro de la galaxia :-)
ResponEliminaDe hecho, las consideraciones relativas al tremendo éxito de la serie creo que darían para un estudio sociológico que está fuera de mi alcance.
Igual son elucubraciones propias del calor que también por aquí padecemos, con una humedad relativa del 74%, o sea, que ni a la sombra te libras. :-(
Un abrazo.
Leí esta reseña hace dos días. Lo que más me sorprendió fue ver que ni tú ni Manuel conocíais la serie. A mí la peli regulín, pero la serie ha tenido episodios grandiosos y las primeras temporadas me parecieron buenísimas y de una regularidad ascendente difícil de esperar. Ahora hace la tira que no la sigo y me parece que ha bajado mucho-mucho-mucho...pero hay episodios que es una lástima que no hayas visto. No sólo por su humor, sino por sus referencias cinematográficas, estoy seguro de que os hubieran encantado.
ResponEliminaEstoy convencido de todo lo que dices, David, porque he leído en varias ocasiones que la serie albergaba referencias cinéfilas en algún episodio y alguien me recomendó visionar las primeras temporadas asegurando que tenían bastante ironía y crítica, pero me temo que se me pasó el momento: cuando la estrenaron en la tele el horario me iba fatal y lo cierto es que nunca me despertó el interés, seguramente por desconocimiento.
ResponEliminaSaludos.