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diumenge, 2 de setembre del 2007

LLETRAFERITS

Helene Hanff (1916 - 1997) fue una escritora autodidacta de oficio, que, a mediados del siglo pasado, se mal ganaba el sustento trabajando como guionista de series de televisión como, por ejemplo, los seriales de Ellery Queen.

Un buen día de 1949, el 5 de octubre, harta de no encontrar en Nueva York, donde vivía, las ediciones de los libros que gustaba leer, escribió una carta a la reputada librería Marks & Co., situada en el 84 de Charing Cross Road, Londres, W.C.2, enviando una lista de sus apetencias en libros usados, porque, dice: "digamos que soy una escritora pobre amante de libros antiguos y que los que deseo son imposibles de encontrar aquí salvo en ediciones raras y carísimas".

Iniciaba así una larga relación epistolar con el encargado de la librería, que atendía por el nombre de Frank P. Doel, que se mantuvo ininterrumpidamente hasta el fallecimiento de Frank, veinte años después, sin que ambos llegaran a conocerse personalmente.

Contra su costumbre, Helene guardó la correspondencia y, después de años de haber buscado infructuosamente el éxito como escritora, un buen día de 1969 pensó que aquellas cartas podrían dar lugar a una serie de relatos cortos, tan apreciados por los le
ctores de los periódicos neoyorquinos.

Para su sorpresa, el editor la llama y le dice:"Publicamos 84, Charing Cross Road" Helene, sorprendida, le pregunta:"¿Bajo qué forma?" "¡En forma de libro, por supuesto!", replica el editor. "¡Está usted loco!", exclama ella. (Así nos lo cuenta en su postscriptum del libro Thomas Simonnet)

El libro, titulado 84, Charing Cross Road, afortunadamente editado en España, es una delicia de 187 páginas para amantes de los libros, que lo leerán de un tirón, pese a pertenecer a un género, el epistolar, que suele ser árido, gracias a una escritura fácil, concisa, elegante, que, a lo largo de veinte años, refleja los anhelos, los sentimientos, las necesidades, las alegrías y las penas de dos personas que se conocieron íntimamente sin jamás haberse visto nunca las caras.

Hace unos años, pocos, al cambiar de un canal a otro de la televisión me quedé prendado de una historia que no había visto empezar, ignorando dato alguno de la película que estaba viendo; tan pronto como pude, averigüé que se trataba de la película titulada en España La Carta Final (84, Charing Cross Road , 1987) y no paré hasta conseguirla y luego, busqué y hallé el libro.

La película, dirigida con acierto por David Hugh Jones , se basa en el libro de Helene Hannf, a través de la obra teatral escrita por James Roose-Evans , guionizada por Hugh Whitemore .

A través de la correspondencia entre una solterona escritora apasionada por la literatura inglesa y su librero en Londres, vemos desarrollarse la vida de unos personajes que se hacen entrañables desde bien acabada la II Guerra Mundial y hasta bien entrados los 70.

Son personas de carne y hueso, con sus problemas económicos a cuestas, que luchan como todos por salir adelante con sus vidas, uniéndoles la pasión por los libros, pasión que trasciende la pantalla deviniendo en eje identificador entre el espectador y todos aquellos que han hecho posible la película.

De forma llana y simple, podría decirse que es una película que trata "de libros", asumiendo un riesgo económico importante pues en modo alguno nadie puede imaginar a un productor cinematográfico invirtiendo sus dineros en crear una película que, simplemente, no va destinada a conseguir grandes recaudaciones.

Y lo más sorprendente es que el productor sea Mel Brooks .

Y no creo que simplemente lo haya hecho por darle una oportunidad a su esposa, magnífica Anne Bancroft, que se las ve con un todavía no mimetizado Anthony Hopkins , realizando ambos unas composiciones interpretativas dignas de encomio, con una extraña sensibilidad.

La obra transpira por los cuatro costados el amor que uno puede sentir por la literatura y especialmente por los libros: "... me encantan los libros viejos, cuando se abren por el lugar preferido por su antiguo dueño..."

Naturalmente, es una película pausada, relajante, que transcurre de forma plácida en poco más de hora y media, ajustándose pues al canon clásico de los 90 minutos, sin que sobre ni falte nada; en ése espacio de tiempo, nos ofrece pinceladas de las vicisitudes pasadas por la sociedad británica en la posguerra (el grupo de británicos en pie ante la tele cuando su todavía Reina fue entronizada, dejando momentáneamente los bocadillos de "jamón auténtico" recibidos de Dinamarca por obra y gracia de la corresponsal americana, da fe de las penurias y los fastos contradictorios), así como el cambio de costumbres y actitudes (la aparición de la minifalda y la desaparición de las existencias del libro de viejo gracias a las incursiones - mohín - de numerosos turistas americanos que vacían las estanterías de Marks & Co.), como antes nos ha mostrado en que manera las enormes casas señoriales de la campiña británica se mantienen en pie mientras liquidan los preciados habitantes de las lujosas estanterías de sus magníficas, pero vacías, ya, librerías.

Pero el libro, tesoro de conocimiento, no fenece: sólo cambia de manos, hallando presto un sucesor que le dará nueva vida con su lectura, como un empujón más del columpio, vaivén vital en definitiva, hasta que recaiga en otras manos y así, con el tiempo, recogiendo el cariño de sus temporales dueños, puede colmar de felicidad a quien lo recibe, viejo como nuevo, llevando consigo anotaciones y marcas que acreditan que no tan sólo es un montón de hojas impresas, mensajero de sentimientos depositados por su lectura.

Es un mensaje imperecedero, pues, el que nos ofrece esta sencilla película, que uno descubrió hace años en una sesión para noctámbulos de la tele, y que ahora, al revivirla, emociona de nuevo, lo que no es poco.

A veces, las películas sencillas, sin pretensiones, acaban siendo notables.

Aunque sólo sea para cuatro chalados por la letra {"lletraferits", decimos en Catalunya}, que también gustan del cine.


16 comentaris :

  1. Muy bien interpretada por Anne Bancroft y Anthony Hopkins (si no recuerdo mal Judy Dench hace el papel de su mujer), también ha sido llevada al teatro y con muy buenas críticas, por cierto. A propósito, a mi no me sorprende que Mel Brooks fuera el productor, ya que sus gustos como productor son muy distintos a los de actor, como ya demostró con El hombre elefante.

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  2. Ante todo, bienvenida, Alicia: vuelve cuando quieras: como en casa.

    Cierto, la Dench ya empezaba a aparecer en el cine, por suerte para los que no podemos acudir a verla al teatro.

    Lo de Mel Brooks es un caso digno de estudio, ya que de vez en cuando ha financiado, con el dinero obtenido de sus divertidas, locas y a veces disparatadas aventuras, obras serias. Es una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, en forma de productor de cine. Ahora mismo, que yo sepa, está produciendo para el cine Agente 86...
    Saludos.

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  3. Lo del superagente 86 me parece bastante lógico, ya que si no recuerdo mal él era uno de los guionistas de la serie, y es cierto que su caso es un poco Doctor Jeckyll y Mr. Hyde, aunque hay mas de uno así en el mundo del cine. Y gracias por la bienvenida.

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  4. Tampoco podemos olvidar Frances, otro drama, de 1982.

    Realmente, Mel Brooks, actor, guionista, productor, compositor, da para mucho...

    Gracias por la visita.

    Saludos.

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  5. Eeeeh! No he leído esta reseña todavía... Ni he visto la peli...perooo... este libro se lo regalé a mi mujer (y a mi hermana) hace nada ( mi mujer lo tiene sin leer; a mi hermana le gustó). Lo cogí por la portada (una foto preciosa) y al leer de qué iba, me encantó. Voy a ver qué cuentas de la peli.

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  6. Vale. Me voy a leer el libro... y apunto la peli.
    Un saludo.

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  7. Después de acertar con el libro, David, deberías acertar con la película: o sea: regalásela también, hombre, que vale la pena: os gustará y sorprenderá que hasta ahora no hayáis oído hablar de ella. Pásalo... ;-)

    Un abrazo.

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  8. Termino de verla. Me ha gustado. Buena adaptación. Y la peli además, más allá del tema cinematográfico está tan plagada de corazón. Me han dado ganas de releer el libro (muy probablemente lo haga).
    Un abrazo.

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    1. Gracias por acordarte, David, y venir a dejar tu impresión: celebro que te haya gustado tanto la película com el libro.
      Un abrazo.

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  9. Vale. De acuerdo. Me habeis convencido. No escondo que Anne Bancroft tambien influye. Intentare consegiir el libro y ver la pelicula. Un abrazo

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    1. Ese doblete no te defraudará, Víctor: incluso quedarás sorprendido por la actuación de Hopkins, aquella técnica que le dió fama y prestigio, lo que ha dilapidado después a cambio de mucho dinero. Y recuerda que la producción de la película es de Mel Brooks

      Un abrazo.

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  10. No hay de qué... De lo que también me acuerdo es de que aquí cierto lorito no actualiza...y ya va siendo hora, ¿no?

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  11. Esta entrada se me escapó..¡hace tanto que ni siquiera sabia que existia! peeeero por éstos extraños y maravillosos pasadizos, hilos y conexiones (elige tú) David el de los gorritos me ha traido hasta aquí.¡ Y..qué delicia..! el texto y los comentaristas.
    Por supuesto es un libro que tengo apuntado y tras el que voy (caerá), la peli la he visto hace poco, tambien por una sugerencia bloguera a consecuencia de la entrada que hice sobre la correspondencia en el cine y en la literatura.
    La verdad es que el libro me llamó la atención por lo mismo que a David, la portada de la libreria MarKs & Co. El caso es que ese día no llevaba dinero y lo dejé; volví otro y el libro ya no estaba. Asi que lo tengo pendiente.
    Me ha encantado la frases que mencionas porque tambien serian las que yo resaltara.
    Una historia bonita de verdad y dices bien, personajes de carne y hueso, ella con ese sentido del humor yanqui y esa excéntrica bondad (si es que ese término existe para calificarla) y ellos, ingleses, tan "estirados" como entrañables.
    Yo sólo he hecho una pequeña reseña y casi estoy por enlazar (con tu permiso) ésta entrada tuya.
    Por cierto.
    Estamos en Mayo del 2014 y seguimos en las mismas querido...David animándote a actualizar (en 2013) y él por el estilo...¡No sé que voy a hacer con vosotros..! menos mal que Mr. V resiste (jeje)..:-P

    Besos y un tirón de orejas. :-D

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    Respostes
    1. Querida Milady:
      Me encanta tu aparición en algunas entradillas añejas y debo agradecerte que tengas la amabilidad de dejar huella de tu paso por esta casa.
      Te aseguro que el libro bien merece la pena y, después, seguro que volverás a ver la película... ;-)
      Por descontado, no precisas pedirme permiso para enlazar siempre que quieras cualquier entradilla mía: es favor que me haces y siempre me siento muy honrado por tu gentileza.
      El tirón de orejas ha surtido efecto, aunque liviano. Vamos poco a poco, pero vamos... :-)
      Besos.

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  12. Solo por constatar que hay temas que no pasan de moda ni pierden un ápice de interés, quiero dejar comentario.

    Entrada del 2007, comentarios de 2011, 2013, 2014 y ahora terminando el 2018... he ahí el poder de la literatura, las historias bonitas, cargadas de humanidad y bien contadas, tanto en el cine como en los libros.Por ésta y por la Sociedad literaria del pastel de piel de patata.
    Lo digo por si hay alguno que lo duda aún. ;)

    Besos. Milady

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    Respostes
    1. No te falta un ápice de razón, Milady.
      Brindemos pues por libros y películas como esas.
      No creo que nadie lo dude... ;-)
      Besos.

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