Benjamin Barker
Una previa: cuidadín con los enlaces documentales, que cuentan la historia al completo; sirva de aviso para navegantes: preferible no leerlos, si hay voluntad y disposición en ir al cine.
La leyenda de Benjamin Barker, que un día regentó una barbería en la londinense calle de Fleet Street, aparece a mediados del siglo XIX y ha originado múltiples adaptaciones; una de las últimas, adaptando la turbia historia de venganzas sangrientas a un musical de renombrado éxito que se estrenó hace ahora ya casi treinta años, en marzo de 1979, en Broadway, acontecimiento seguido por este comentarista con fruición a través de la prensa, corroído por la envidia en la imposibilidad de asistir a sus representaciones.
Por suerte, pasados casi esos tres largos decenios, el director Tim Burton decidió que ya iba siendo hora de adaptar el gran éxito de las tablas a la pantalla.
Adaptación que no debió resultar fácil, ya que en la versión musical, basada en una excelente partitura del maestro Stephen Sondheim, todos los personajes cantan alguna pieza, con sus tesituras marcadas conforme a sus carácteres dramáticos, como es usual.
Cabe fantasear sobre el inicio de la idea en la mente barroca de Burton; su compañera sentimental, Helena Bonham Carter ya le habría demostrado, en la intimidad de cualquiera de los dos hogares vecinos que comparten, que sabe cantar; ello, añadido al éxito de la obra y a la inexistencia de versión cinematográfica (sí televisiva, pero no es lo mismo) que hiciera justicia a la historia, debió provocar que, en cualquier velada después de cenar, tomando unos tragos de buen bourbon, uno de los dos dijera:¡Oye! ¿Porqué no hacemos Sweeny Todd?
Y así, si así les gusta, se inició la aventura que acabaría siendo la película titulada en España Sweeny Todd, el diábolico barbero de la calle Fleet (Sweeny Todd, 2007)
Burton ya tenía a la protagonista, la Sra. Lovett, pues el papel, evidentemente, tenía que ser representado por Helena Bonham Carter.
Pero, ¿y el barbero? ¿quién hará el barbero?
Que lo haga Johnny, dijo Helena. Pero Burton, que ha hecho con su amigo varias películas, se preguntó: ¿pero Johnny "también" sabe cantar? Voy a llamarle para preguntárselo.
Johny Depp le dijo: no lo sé, pero puedo intentarlo.
Burton ha realizado una adaptación perfecta de la obra a la gran pantalla, incidiendo en la recuperación de la truculencia original de la leyenda, otorgando un carácter siniestro inigualable a esos lugares sórdidos, lúgubres, de los barrios menos favorecidos de un Londres añejo, remarcando con un uso adecuadísimo de tonos fotográficos los distintos ambientes; el entorno de Sweeny Todd, antes conocido como Benjamin Parker, el mejor barbero de Londres, siempre será en tonos fríos, grises, azulados, en contraposición a las lujosas dependencias de su archienemigo y causante de su desgracia, el Juez Turpin( el siempre excelente actor británico Alan Rickman), escoltado por el rufián agente judicial Bamford (Timothy Spall, otro británico de mucho cuidado), con unos colores cálidos, resplandecientes, lujosos.
La película es un placer para los sentidos, ya que la magnífica música está servida por unos intérpretes que realizan su labor con enorme inspiración y profesionalidad.
Antes de ver la película tuve ocasión de informarme al respecto, y he de afirmar que no coincido con casi n¡ngún comentario, ya que para este bloguero, aún siendo muy destacable el trabajo de los secundarios, no alcanza la labor de Johnny Depp y Helena Bonham Carter, que bordan, literalmente, la pasión desenfrenada que mueve a sus personajes, con un hálito de locura inconcebible en cualquier otro intérprete, consiguiendo una naturalidad pasmosa en una pareja a toda luz perturbada en su sentido común, más aún, en su humana razón.
Y además, cantan bien.
No es, sin embargo, plato para todos los gustos; es un musical con todas las de la ley, pero es un musical trágico, terrible, sin un momento de humor que alivie la tensión; la obra no tiene nada de cómoda, pero ello, amigos, no hay que imputárselo a Burton: es así, y punto. La música tampoco es alegre, en perfecta consonancia con la historia.
Si con estos antecedentes deciden ir al cine a verla, seguro que lo pasarán bien; poco menos de dos horas bien gastadas, que, gracias al buen pulso de Burton, pasan en un suspiro.
Es una de las películas con la que mas he disfrutado este año, Josep; espléndidos Johnny Deppy Helena Bonham Carter, modélica la ambientación y para sorpresa el descubrimiento de Sacha Baron Cohen, que está a la altura de Timonthy Spall y Alan Rickman. Una gozada
ResponElimina¿Se le puede perdonar a un fan de Tim Burton, a un enamorado de Helena B. Carter, a un chiflado de los musicales, a un apasionado del XIX londinense, a un rendido amante del cine....etc...etc...etc...no haber visto esta película?...¡¡I'm guilty, pero la culpa la tiene mi compañera¡¡¡....Sí, ella se negó en redondo ir a verla, sin darme razones convincentes para ello. ¿Qué podía hacer?¿divorciarme?¿rebanarle el cuello con una cuchilla barbera?...je, je, je...eso hubiese sido muy ocurrente. Pues nada, que no la he visto. Fin de la historia.
ResponEliminaTienes razón, Alicia: olvidé mencionar a Sacha Baron Cohen, que, en un corto papel demuestra unas dotes que seguro darán que hablar, más allá de sus caracterizaciones extravagantes ya conocidas.
ResponEliminaSí que es una gozada, sí.
Saludos.
La culpa la tiene la compañera, la tiene la compañera...
ResponElimina¡Bah! ¡Excusas de mal pagador!
Le das a zurcir unos miles de calcetines, y te vas al cine tú solo... (uyloquehedicho)
Esperemos que tu compañera te tenga guardada una sorpresa y, por lo menos, en tu próximo viaje, asistas a la representación en vivo y en directo en Broadway (suponiendo que esté en cartel, todavía, que no lo he mirado)
Siempre te quedará el recurso de que ¡milagro! alguien se acuerde de tí en tu anniversario y te caiga, llovido del cielo, el dvd...
Pero como culpable, eres culpable, no hay duda: condenado a acelerar esa crónica que apenas has esbozado; ya sabes...
Un abrazo.
Para tu conocimiento, queridísimo Josep ¡¡¡YO NO ZURZO CALCETINES¡¡¡ Soy una mujer liberada y encima eso está pasado de moda.
ResponEliminaMira, la idea de ver el musical en Broadway, no está mal. Pero ya le hemos dado un vistazo y me parece que no está en cartel. Lo único que tenemos claro es ir todas las noches a un musical distinto. Algo que ya tenemos seguro son las entradas al Metropolitan (¡máscate los dientes, por ser mal aconsejador¡)donde veremos "El Corsario" con el American Ballet y en Washington "Cavalleria Rusticana. Tambien tenemos las entradas para ver en Washington "Antonio y Cleopatra" de Shakespeare.....¿te parece bien?...y no, no voy a dejar solo a mi compañero. Somos como la pareja Hildy y Walter, nos peleamos mucho, pero nos gusta más estar juntos.
Un besito de Hildy
Ya sabía yo que me iba a salir caro el error... ¡Pero no tanto!
ResponEliminaAhora me han crecido tanto los dientes, que voy a tener que alimentarme a base de puré de guisantes sorbido en pajita... :-(
En mi descargo diré, no obstante, que mejor ponerse a zurcir que acabar degollada, ¿no?
Querida Hildy, creo que deberás asumir tu parte de responsabilidad y pensar en comprar el dvd, pero no lo compres en USA, que luego no lo podrá ver en casa el pobre "Walter" :-)
¡Muac! Saludos.
Ultimamente me venía topando con unas cuantas críticas negativas. Me alegra encontrarme con gente que la disfrutó tanto como yo.
ResponEliminaUn abrazo para tí y largas vidas a Burton, Depp, Rickman, Bonham Carter y Baron Cohen!
... y a Sondheim, claro.
Resulta evidente, Faraway, que esa película sólo gustará a quien, de entrada, sea amante del cine musical y me temo que es un porcentaje bastante pequeño...
ResponEliminaUn abrazo
No soy yo como muy bien sabes, compa Josep, muy de musicales, pero tras leer tu tan amplia como bien documentada y grata reseña, habrá que darle una oportunidad (porque, eso sí, yo a Burton, pese a que, como bien sabrás, en este caso la crítica no le ha tratado demasiado bien -o no tan bien como en ocasiones anteriores- sí que le tengo bastante aprecio).
ResponEliminaUn fuerte abrazo.
Jugamos en campos contrarios, Manuel, porque a mí siempre me ha interesado el musical y las traslaciones de grandes musicales teatrales a la pantalla y, en cambio, la filmografía de Burton no me apasiona precisamente.
ResponEliminaCreo que la crítica no le ha tratado bien porque ha olvidado de donde parte la película, que es fiel a la obra, lo cual, por otra parte, es de agradecer.
Lo que demuestra que los críticos también se equivocan: demasiado, añadiría yo.
Un abrazo.
He tardado en aparecer por esta entrada porque dudaba en darle el placer de DISCREPAR, por fin, sobre el asunto citado. Reconozco que yo tampoco soy aficionado al musical (casi opereta, en este caso), pero he disfrutado sin problemas de algunos de ellos. "Sweeney Todd" me parece correcta, sin más. Me parece que lo mejor es la interpretación de Johnny Depp (a mi pesar, puesto que no consigo acabar de tragar con él; su trabajo aquí, sin embargo, es impecable) y el diseño de producción, como era de esperar. La narración empieza fuerte, para luego irse diluyendo progresivamente en el estancamiento de los personajes y la historia, que demasiado pronto llega a un lugar en el que no hay más movimiento que un par de asesinatos más, y un par de canciones más. La historia romántica adolescente paralela es accesoria y ñoña, adjetivos que se les puede aplicar perfectamente a los jóvenes actores que interpretan con alarmante sosería a dichos personajes. Lo siento, pero no salí satisfecho del cine con "Sweeney Todd", y empieza a preocuparme la búsqueda infructuosa de la magia perdida que percibo en Tim Burton desde hace varios años, con la excepción de la excelente "La novia cadáver". Saludos.
ResponEliminaSi me dices, Marcbranches, que dudabas entre aparecer o no porque discrepas, he de sentirme ofendido pues me tratas de intolerante; espero que no pienses que me vaya a molestar discrepancia alguna. Y no quiero ni pensar que te has dejado en el tintero cualquier otra discrepancia, por el mismo motivo.
ResponEliminaNo creo que el término "opereta" sea el más adecuado, ya que no hay humor alguno en la pieza. Al contrario, quizás su defecto más evidente -para mí- sea que es demasiado tétrica. Pero hay que reconocer que la base es respetada por Burton y ahí reside su mérito.
Prefiero esto a invenciones sobre clásicos como Sleepy Hollow, que se aparta demasiado del original, dejando de ser una simple adaptación cinematográfica. a cada quien lo suyo.
A mí Burton no me entusiasma especialmente como director; pero reconozco que está dotado para crear ambientes góticos. Hasta la fecha, no obstante, Ed Wood sigue siendo mi preferida.
Y Johnny Depp siempre me ha gustado, aunque no he visto ninguna del pirata.
Saludos.
Josep, dudaba en aparecer precisamente porque no quería otorgarle la honda satisfacción (parezco el rey Juanca) de discrepar conmigo. Los placeres hay que ganárselos... Creo que, en realidad, toda la obra es puro humor negro-tizón, precisamente por puro excesiva. Prefiero "Sleepy hollow", me parece más compacta y mejor construida; no me importa si es más o menos fiel al original, si está bien hecha. La fidelidad a la obra, como se ha demostrado múltiples veces ("Lolita", "El planeta de los simios") no tiene por qué significar mayor calidad. Saludos.
ResponEliminaCreo que el placer de discrepar me lo tengo bien ganado, a pulso.
ResponEliminaLa obra de Burton llama directamente al gran guiñol, especie ya caduca y representada principalmente a primeros del siglo pasado: no es que sea un humor negro-tizón: es que eran así, truculentas, las piezas del género.
Es cierto que la fidelidad a una obra no es garantía de nada, véase Hitchcock, por contar con un clásico.
Pero a mí me gusta -como a otros, supongo - ver la plasmación fidedigna de piezas musicales que en este país nunca podremos disfrutar. No quiero inventos: sólo quiero disfrutar de la representación y que todo cuadre.
Por eso Burton, para mí, en este caso, ha dado en el clavo. Y creo que solo él hubiera sido capaz de realizar dicha traslación a la pantalla, por el carácter tétrico de la pieza, acorde con su peculiar visión.
Y dime: ¿esto de darme tratamiento de Vd. en mi bloc y de tú en el tuyo/vuestro, es intencionado, o es que pretendes que te lo devuelva a modo de usía?
Saludos, joven.