Simplona
Ya sabemos todos los que por aquí nos vemos las caras, cinéfilos pacientes y sufridos, que la simplicidad es una virtud que en muchas ocasiones esconde un talento enorme y muchas horas de trabajo previo puliendo y desbrozando el camino para conseguir la perfección cuando el artista prepara a conciencia lo que luego plasmará en imágenes de forma aparentemente sencilla.
Claro que no siempre es así y en demasiadas ocasiones la simplicidad es tanto el mecanismo operante como la definición de la forma de pensar de quienes afrontan un rodaje sin tener idea consistente que valga la pena presentar. Si a ello añadimos un guión deslavazado y pletórico de ideas erróneas y erráticas, la simplicidad puede pasar fácilmente de ser un elogio a un adjetivo que denote poco aprecio por el resultado final.
La última película presentada en España protagonizada por el archiconocido Tom Cruise tiene según algunos críticos apresurados y los voceros habituales grandes diferencias con la última que vimos, Valquiria, de la que ya nos ocupamos en su momento aquí, intentando alejarse de lo que parece ser fue un rotundo fracaso -el tiempo pone a cada cual en su sitio y cada vez a una velocidad más rápida- asegurando que ésta de 2010, es mucho más ligera y divertida, lo cual no deja de sorprenderme, porque todavía siguen manteniendo la teoría que Valquiria era algo más que un despropósito indigno.
La de este año se titula en inglés Knight and Day lo que viene a demostrar de buenas a primeras la enorme simplicidad mental de quienes están detrás de todo el montaje, porque el juego de palabras en inglés es una memez sobresaliente (Knight suena casi igual que Night: knight es caballero {y caballo como figura del ajedrez, noble juego guerrero} y night es noche) buscando un enredo surrealista sin gracia que además puede dar lugar a interpretaciones malévolas, como que subliminalmente se buscara un recuerdo a la exitosa (en taquilla, que tampoco había para tanto ) The Dark Knight, que no me extrañaría demasiado.
Ello, como es natural, ha dado pie a que la traducción de ese risible título al castellano se alce con la rocambolesca situación de traducir la cacofonía propuesta directamente, como Noche y Día, o, según donde, pasar olímpicamente del estúpido título original e inventarse otro, tal como consta en el póster que debe aparecer al lado.
Sea como sea, lo peor no es el título: lo peor es el guión: un guión que en los créditos de pantalla aparece como única responsabilidad de Patrick O'Neil que fue quien al parecer tuvo una primera idea la cual posteriormente fue retocada, alterada y reescrita en varias ocasiones por diversas personas, que, además, fueron cambiando el título, cuestión que me deja los pelos de punta y que acabo de descubrir al leer esto.
Con tantas idas y venidas no me extraña el resultado final: el guión es muy simple: un poderosísimo espía, que no se sabe si es bueno o malo, se ha apoderado de una batería más pequeña, más potente y más duradera que la del conejito y se topa con una mujer a la que lía de mala manera para ir a buscar al inventor de la batería, que está oculto en alguna parte, porque le buscan los de la CÍA por un lado y por otro un malvado fabricante de armas español, sevillano por más señas. ¡Hala! ¡Ya está!
¿No hay más? Bueno, sí: el poderosísimo espía es Roy Miller (Tom Cruise) con lo cual ya sabemos que no es el malo de la película, la chica es una rubia treintañera entendida en mecánica de coches "clásicos de los 70" que atiende al nombre de June Havens (Cameron Diaz) y el inventor de la superpila es un joven que estaba tranquilamente haciendo un trabajo para el instituto cuando descubrió la pila, aunque debe ser un pelín retrasado de estudios, porque Simon Feck (Paul Dano) ni en broma tiene pinta de adolescente empollón: está claro que hace tiempo cumplió los veinte.
La trama consiste en que hay una persecución de los malos que dirige la directora George (Viola Davis) que tienen localizado a Roy a través de vídeos a distancia, siempre: incluso pueden tanto que todo un avión está repleto de los malos: azafatos, azafatas, pasajeros e incluso los pilotos, todos están ahí para pillar a Roy y su pila mágica pero no lo consiguen, claro, porque si no, se acabaría la película en diez minutos y podríamos salir a tomar el fresco.
No, no: de eso nada: como que las ideas de todos los que participaron en el guión mimetizaron, después de la primera persecución hay.... ¡otra! y así, una tras otra, cambiando de lugar, espacio, país y continente, hasta que transcurrida más de hora y media, ¡zas! se acaba una persecución, muere el verdadero malo y queda la pareja feliz.
Claro que entretanto han tenido tiempo para demostrar insultante menosprecio hacia nuestra cultura popular, haciendo que en Sevilla se celebren los sanfermines: y aun que se acuerdan de la fecha: no sé que les parecería a los estadounidenses que, por ejemplo, se ofrecieran escenas de rodeo en Nueva York: esos tíos, los que se supone se cuidaron del guión, además de necios, son tontos e incultos.
Como lo de Knight: ¿de donde viene? Pues muy sencillo: resulta que Roy se apellida Knight, que lo pone en el buzón de casa de sus padres, a donde llega June después de haber visto la imagen de su casa, con dirección y todo, en el teléfono móvil de Roy, que cada dos por tres lo mira en google maps: lo hace porque así los malos no podrán perjudicar a su familia, claro: otra gilipollez más, que hay que tragar, como lo de los toros en las calles sevillanas: uno acaba cansándose de tener que aceptar tantas cagadas en un guión porque si no, parece que uno sea muy exigente.
Que un producto como éste sea una película que busca entretener, no es excusa para tamañas estupideces: podrían currárselo un poco, caramba, que en la historia del cine hay cientos de ejemplos en los que mirarse, películas sin más pretensión que distraer al personal pero con eficacia y sin caer en trucos tan deleznables.
Me parece mentira que James Mangold se haya avenido a filmar una película semejante, tan repetitiva: ciertamente, Mangold demuestra su oficio y las persecuciones, con la ayuda de la informática, son espectaculares; nada que hablar, por descontado, de los personajes, pues su psicología es inexistente.
Da la sensación que se ha buscado un entorno que apoye el declive carismático de Tom Cruise pero no se ha conseguido: Viola Davis está desaprovechadísima en un personaje casi que fugaz, con apenas cinco breves apariciones; Paul Dano, a sus veintiséis años, está pidiendo a gritos mejores oportunidades que ésta, y el español Jordi Mollá recibe lo que merece por participar cómplice en unas escenas que deberían ser borradas.
A pesar de construir la película como nuevo vehículo de lucimiento de Cruise, es la rubia Cameron la que se lleva el gato al agua en todas las escenas que comparten y son muchas: o quizás es que me gusta mucho más ella que él; la Cameron a sus treinta y ocho años está físicamente espléndida y evidentemente, para ser más expresiva que Cruise tampoco ha tenido que esforzarse mucho.
Leyendo ahora las informaciones relativas a los pormenores de la pre-producción, uno tiende a pensar que los productores decidieron aprovechar el supuesto tirón de taquilla de Tom Cruise, a pesar de su franco declive; de sus declaraciones en los medios propagandísticos -perdón: quería decir la prensa escrita- se desprende su orgullo por ser capaz de ejecutar acciones físicas de riesgo, lo que, en mi opinión, le conduce a catalogarse automáticamente como un simple especialista y no sé si lo hace en un acto de sinceridad que elogiaría o lo hace para recordar a los productores de cintas de acción que el todavía puede rodar sin ayuda de dobles: como sea, está claro que lo de actuar, no es una cuestión que tenga mayor consideración para Tom Cruise y ahí, en mi opinión, está la clave de su declive.
Porque su guapura es menos, su fuerza mengua y cede terreno a otros más jóvenes que están ahora pisando el terreno de igual forma que él mismo en sus inicios, consiguiendo fama y dinero sin que haya un especial talento interpretativo en su haber. A sus cuarenta y ocho años, más le vale no lesionarse, porque, falto de talento interpretativo, sólo vale para dar saltos y hacer piruetas mientras muestra su blanca sonrisa: nada más.
Así que ya lo saben: si buscan una película con una persecución que dura más de hora y media y tiene mucha acción y nada más, ésta es su película.
Y si en algún lado leen que es un homenaje a las películas de falso culpable del maestro Don Alfred, no hagan ni puñetero caso, créanme. Es mala y simplona.
Vean un promo-vídeo clip si lo desean.
Pareja protagonista sin chispa, diálogos que se supone hacen gracia, apuntando a un público cada vez más bajo ("si te has reído con las paridas del trailer, sin duda esta peli es para ti" -pensarán), lo que, desgraciadamente, es apuntar directamente a la recaudación y un insulto a los que intentamos reconocer en éste un arte, por ejemplo, el séptimo (aunque está perdiendo puestos por días).
ResponEliminaSaludos
Vaya, compa Josep, cuando ví el título de la reseña, pensé que no la ibas a calificar de mala (sólo de simplona), pero ya veo que no ha caído la breva (como, por otra parte, era de esperar). Creo que hay un matiz importante, y que, sin ánimo de corregirte, pero al hilo de tu argumentación inicial, quisiera aportar, y que es el de que no hay que confundir sencillez (sublime complicada, difícilisima de conseguir, fruto de ese trabajo de desbroce intenso al que aludes) con simplicidad (que es, me temo, y tú nos vienes a confirmar, lo de esta peli). Peli que, por cierto, no pienso ver ni en pase televisivo, conste. Ah, y sobre Cameron Diaz, no sé cómo lucirá en la pantalla grande, pero en el material promocional que he visto (tele, Internet, etc...), me ha producido pavor: no sé si es que no le paga las facturas a su cirujano plástico, o anda en algún otro contencioso con él, pero ese rostro adorable que exhibía hasta hace cuatro días se ha convertido, me parece, en un engendro deformado por el bótox y el bisturí en dosis de caballo. En fin...
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buena semana.
Bueno, vistas algunas imágenes y escuchando todo lo que rodeó a la presencia de los protas en Sevilla, no tengo ninguna duda de que es una mierda de película. Tu texto confirma mi sospecha. Por otro lado, me ha parecido ver en las imágenes que hay un abuso de computador tan grande y llamativo hasta el punto de que canta mucho en las imágenes, que está hecho de manera tan torpe que parece más bien un cómic o una caricatura que una película de acción pretendidamente seria. ¿Es así? Porque de mierda eso la puede elevar a la categoría de supermierda.
ResponEliminaSaludos.
A mí lo que me sorprende es que seas capaz de escribir tanto, y tan pormenorizado, de algo que da para tan poco. Qué profesional que eres, Josep... qué profesional.
ResponEliminaA ver... yo no voy a ver esto pero ni loco, así que no sé como tú, que tienes mucho mejor gusto, tragas. Serás porque eres cinéfilo (ja,ja).
ResponEliminaVarias cosas...
No he visto Valkiria, así que sólo he leído por encima esa reseña. Sí he visto la de Batman, pero no me ha apetecido leerla.
Me ha encantado el cartel de la película original (lo has puesto en uno de los enlaces... las figuras silueteadas en blanco)... debe ser lo único bueno después de leer tu post.
La escena que has puesto del avión. En fin.. es como cómica, ¿no?
Cameron tiene ya 38?
En lo de Tom Cruise me parece que tienes razón... a pesar de lo cual yo creo que es un buen actor, depende qué proyecto y quién le dirija. Pero sí, parece que está más por la otra labor de hacer de héroe.
Me ha gustado mucho la reseña.
Un saludo, Josep.
Querido Josep, estoy empezando a creer que has caido en una peligrosa espiral de salvador de cinéfilos despistados. Ese peligroso papel que asumes lo único que te reporta es cabreos y desilusiones, que poco a poco erosionan tu jovial caracter.
ResponEliminaNo me entra en la cabeza, que un tío culto y sensible al buen cine, como pocos, se mame unos ladrillos cinematográficos tan bordes y sosos. Cuando este fin de semana vi la cartelera y se la comenté a Lola añadiendo que el estreno estrella era ese "Noche y día" o como quiera que queramos titularlo, me dijo, "no, mi niño, nos vamos a dar un paseito a la playa a la caida de la tarde y nos tomamos unas birritas tan ricamente".....Dicho y hecho y al Cruise, que ya no esta para crujirse, que le den.
Hazme caso, por favor, amigo Josep, no te machaques con estos bodrios veraniegos y baila la rumba catalana que te irá mucho mejor para tu cuerpo y para tu espíritu.
Un abrazote muy fuerte.
Absolutamente PRESCINDIBLE. Suscribo tooodo lo que dices y más. Pretende vendernos unas risas que ni queriendo, unos alardes que resultan aburridos..¡ me dormi te lo juro en plena acción ! Cameron no está mal del todo pero Cruise.....................................
ResponEliminay me pregunto ¿ para qué narices he entrado yo a ver ESTO..? Y lo de los S.Fermines en Sevilla es de un patetico-inculto que no se puede aguantar..
Ya he escrito mucho y no se lo merece. La peli, tu reseña si..para despistados como dice Anro.
Un abrazo a la espera de tu proxima cita con el cine ( a ver si encuentras otra más interesante)
No pensaba verla. Ahora mucho menos. Otra película deCruise también transcurría en Sevilla, con Sara Baras bailando ( que la rumorología comentó que tenía prohibido el mirarle a los ojos) y en esa película también se cargaban la cultura española,. Aparecían las fallas de Valencia creo recordar. Por eso y otras cosas, cada vez me aparto más de estos estrenos.
ResponEliminaUn beso
Como dice Raúl eres un profesional de tomo y lomo, yo lo hubiera despachado con un, donde digo simple, digo simplón.
ResponEliminaUna abraçada
La recaudación, Gourmet, parece ser la única motivación de productos como esta película y por desgracia suele ser así en la mayoría de lo que vemos en el cine, y así les va: uego se quejan que la gente va cada vez menos al cine, que siempre será un arte, aunque bajo esaa denominación cada vez haya más productos espúreos que no merezcan el genérico.
ResponEliminaUn abrazo.
Ese matiz, Manuel, lo escribí dos veces y al final, nada satisfecho, lo cambié por el que ha quedado definitivo, así que no me extraña nada tu apunte, aunque tiene una cierta dificultad que mi amiga María Moliner me dio a entender y preferí quitarme de encima dificultades.
ResponEliminaYa sé que la Cameron te engatusó hace años y si lo medito bien puede que en la película haya una buena capa de "maquillaje digital" que se me hizo más evidente en Cruise, mira que te digo... ;-)
Un abrazo.
Yo no diría, Alfredo, que la aplicación de las infografías digitales se haya hecho mal, aunque sí son muy evidentes por momentos, incluso en los propios protagonistas: ya se sabe que en las escenas de acción, sincopadas al máximo, hay que estar ojo avizor para distinguir lo real de lo "pintado": por momentos, incluso algún movimiento parece poco humano, sí...
ResponEliminaDesde luego, no la catalogaría como película de acción: más bien de "persecución", que es distinto...
Saludos.
Ja,ja,ja, Raúl, hago lo que puedo: ya que fui hasta el cine, por lo menos amortizo el gasto con una entradita en el bloc....
ResponEliminaUn abrazo.
Lo del gusto, David, es cuestión de cada cual, y no lo hay mejor que otro: sólo distintos.
ResponEliminaY voy a ver estas cosas porque "mi cine" está a cuatro pasos y me resulta cómodo, además que ya hacía semanas que no iba, pues entre "eclipses" y otras así, pues...
Lo de los carteles es una coña semejante a lo de los títulos, porque al parecer, tardaron mucho en decidirse, ya ves...
Lo del avión es el principio y a partir de ahí todo va apelotonándose, David, en el mismo plan.
A mí el amigo Cruise nunca me ha parecido un buen actor, salvo que aceptemos a Swarzeneger y a Stallone como actores...
Me alegro que te haya entretenido.
Un abrazo.
No te falta mucha razón, Antonio, aunque ya sabes que, en el fondo, aprovechar estos bodrios para dar un poco de caña siempre es agradable y además sirve como entrenamiento: eso sí, hay que tomárselo con calma y de vez en cuando, sin abusar...
ResponEliminaUn abrazo.
Pero Milady: si me hubieras dicho que ibas a verla, me hubiera ahorrado el trago y te hubiera pedido que me hicieras la reseña ;-)
ResponEliminaClaro que tu gentileza natural no es la más adecuada para dar la caña que merecen esos cuatro haraganes que se las dan de gentes del cine... :-)
Lo de hallar otra más interesante que ésta, será fácil: lo difícil será que sea recomendable a los amigos... a menos que tire de estantería...
Besos.
Te refieres, Camy, a Mission Impossible II en la que mezclan la semana santa sevillana con las fallas, otro insulto a nuestras tradiciones culturales: lo de la Sara Baras no me extraña, porque si Sara le mira, el Cruise se derrite, jajajaja.
ResponEliminaComo has leído, parece que les encanta reincidir en mostrar su estulticia.
besos.
Jajaja, Alma, se hace lo que se puede, ya ves: además, si lo despacho con tal brevedad, me imagino la suerte de comentarios: vago, lo más fino y elegante....
ResponEliminaUna abraçada.