Espabila
Pertenezco a una generación que creció en una España en la que sólo había una cadena de televisión, y todavía recuerdo cuando de repente los adultos intentaban entender aquello del UHF, el segundo canal de lo mismo, que sólo se sintonizaba en algunas partes. Por recordar, incluso recuerdo que, en casa, no había tele, hasta que apareció una, con cuernos anténicos y en asombroso blanco y negro, un aparato inverosímil de la casa Marconi que compraron mis padres a Miguel, el vecino, que al salir del trabajo en la fábrica se dedicaba a vender y reparar electrodomésticos, radios, y un buen día, televisores.
Aquel aparato significó una revolución en las costumbres y la puntualidad de las cenas se adaptó a una programación de reloj -y no como ahora- y, algunos días, me permitían ver alguna serie televisiva apta para menores, siempre antes de las diez de la noche, hora máxima de irse a la cama. Esas series forman parte de mi historia personal, como a la de miles de personas.
Por eso, cuando uno, pasados más de cuarenta años, lee en internet (¿cómo se contarán esas batallitas dentro de otros 40 años?) que se prepara una versión cinematográfica de una de esas series, no puede menos que estremecerse, ante la duda:
¿Estará el resultado a la altura del recuerdo de infancia?
Porque hay antecedentes lamentables, desde luego...
Ya que en "mi cine" por motivos que no he averiguado decidieron no ofrecer la exhibición, no me ha quedado más remedio que acudir al dvd (con la ventaja, eso sí, de la v.o.s.e.) para resolver el interrogante que permanecía desde que supe que las gentes de Hollywood habían decidido que ya era hora de llevar a la pantalla grande las aventuras y desventuras del más famoso superagente especial, no otro que Maxwell Smart, quien junto con la Agente 99 y el Jefe de Control se constituyeron por derecho en cita obligada, un día a la semana, durante largas temporadas televisivas en blanco y negro, solazando a grandes y chicos, deviniendo en mítica en el recuerdo de una época seguramente más ingenua que la actual.
Parece ser que el cada vez más famoso actor estadounidense Steve Carrell que por su edad no pudo ver los episodios originales más que en revisiones, se empeñó en interpretar para la pantalla grande al superagente y al final la industria decidió que Peter Segal era el indicado para producir y dirigir Superagente 86 (Get Smart , 2008), (la película, como pomposamente se añade al título español, fruto el añadido, como siempre de las preclaras mentes del cine del país).
Contra alguna opinión leída deprisa, he de decir que me ha gustado bastante esa traslación de la -para mí- mítica serie al cine.
La elección de los intérpretes que acompañan a Carrell resulta un acierto: Anne Hathaway ha crecido y su tránsito de adolescente encantadora a mujer bella, sexy, fuerte y decidida es muy apropiado y convincente como la no menos famosa Agente 99, ambos al servicio, como no, de Control, dirigido por Alan Arkin que parece haber nacido para ser el Jefe que aprecia a Smart a pesar de su condición de metepatas, descubriendo en el superagente una virtud que otros no tienen: la corazonada, la intuición y la virtud enorme de no desfallecer ante las múltiples pifias que siembran sus actos.
La actividad de Peter Segal se reduce a no molestar demasiado buscando una originalidad indeseada, manteniendo firme el pulso narrativo de un guión que basado en las historias y caracteres sobradamente conocidos por muchos, no es una mera repetición de situaciones conocidas ni una especie de simple homenaje, bien llamado copia, plagio o "remake", siendo más apropiado decir que manteniendo el espíritu burlón, nos cuenta una historieta bien tramada, simple, donde la forma en que el protagonista pasa de ser un mero analista de información a un héroe de acción comporta una serie de gags dialogados y físicos que arrancan una carcajada.
El humor planea sobre la historia: un humor blanco que no pretende cuestionar nada ni zaherir a nadie en particular, otorgando una pátina de amabilidad a la película, que se convierte en un entretenimiento muy digno, provisto de la suficiente inteligencia para evitar el zafio humor presente en muchas comedias imbéciles de la década; la mayoría de las bromas recaen, como siempre, sobre el sufrido protagonista que, impertérrito, las va dejando atrás demostrando un tesón y una voluntad invencibles dando muestra de un optimismo que traspasa la pantalla y nos reconforta consiguiendo de nuevo reconciliarnos con ese superagente que de fantástico no tiene nada y que podría muy bien ser uno mismo, o ese primo, ese hermano, ese amigo, que parece incapaz de grandes hazañas, pero que es capaz de conseguir lo que se propone haciendo frente a la adversidad, traducida en la historia en los usuales momentos cómicos.
La actuación de todos los intérpretes es notable, huyendo del histrionismo fácil en una historia cómica, usando una seriedad que da fuerza de verismo en lo que acontece, incluso generando una fuerte corriente de simpatía a la pareja protagonista que demuestra lo que convenimos en llamar "una química especial" entre ellos, incluso los secundarios -atención a algún cameo arborícola- están bien, cuando algunos gozan de fama más por sus hazañas circenses de lucha que interpretativas, lo que cabe apuntar a la dirección de intérpretes de Segal, un acierto.
En definitiva: si el amable lector siente temor a quedar defraudado por esa traslación de la serie al cine, olvide su miedo y disfrute de una película que busca claramente entretener y conseguir unas sonrisas y alguna carcajada espontánea, y lo consigue.
Pues me temo que yo no soy tan benévolo. No coincido mucho con las críticas tan negativas que ha tenido, pero es que Carrell, y en general estos nuevos presuntos cómicos norteamericanos (Will Ferrell, los hermanos Wilson, etc.) no me van nada, nada.
ResponEliminaSaludos.
Bones Josep,
ResponEliminacoincido contigo. Es una película más que correcta, y digna traslación de la mítica serie. A mí Steve Carrell me parece un gran cómico!
Saludos
No llegué a seguir la serie en su día, ni recuerdo en qué mundo de dios me encontraba así que también pasé de ver la peli. No me vibraba demasiado bien. Por supuesto que un cine por y para entretener está muy bien y hay muchísimos buenos ejemplos de ello. Me fio plenamente de tu criterio, pero seguramente ya esperaré al pase por el plus.
ResponEliminaOye, Josep ¿tú crees que tal como van las cosas podrán contarse otros 40 años?
Un abrazote.
Qué suerte he tenido Josep, que necesito urgentemente ver pelis que puedan estar en la biblioteca de mi barrio y que tengan algún talento, pero nada, nada, nada de profundidad... Me la apunto.
ResponEliminaUn supersaludo
Yo es que a Carrell, 39escalones, no lo veo tan cómico; he leído que es un showman en su país, pero sólo recuerdo haberlo visto haciendo el papel de tio en Litle Miss Sunshine y en ésta.
ResponEliminaY su actuación como Maxwell me ha gustado, como reinterpretación del personaje afortunada, nada histtiónico.
Cuestión de gustos, claro.
Saludos.
Pues sí, Marchelo: me parece una digna traslación al cine de la serie, que tampoco es que fuera muy especial, pero sí que entretenía un buen rato.
ResponEliminaHemos visto peores adaptaciones de series, como por ejemplo, la de Miami Vice que creo que ayer la ofreció TVE1 y que sí es un tostón..
Saludos.
Supongo, Antonio, que estarías metido entre fogones: sería por el año 1966 o 1967, no recuerdo bien. La serie era entretenida, un poco burlándose del género de espía-que-todo-lo-hace-bien, pero con un humor suave, y la película, asombrosamente, para la época en que estamos, sigue la tónica.
ResponEliminaPara pasar un buen ratito y hechar unas risas.
Supongo que alguien podrá contarlos, otros cuarenta años y seguro que a alos que nazcan dentro de veinte, cumplida la fecha, hablarán de internet como yo de la televisión en blanco y negro... supongo...
Un abrazo.
Bienvenida, Superwoman: si buscas una película para pasar el rato con tu superfamilia al completo, esa es una buena elección, no me cabe duda.
ResponEliminaNo es una película "imperdible" pero tampoco te deja con la sensación que te han tomado el pelo: la típica película que cumple con lo que ofrece, sin más. Y no aburre, que es lo más importante...
Vuelve cuando quieras, ya sabes...
Saludos.
por mucho que la intenteis defender de verdad que es que no hay nada de nada, prefiero entretenerme con otras cosas, es mi opinión.
ResponEliminaSaludos...
ayyyy josep me hiciste recordar cuando en mi casa tambien tajeron el primer televisor que por supuesto no tenia control remoto, que epocas felices esas! un gran abrazo!
ResponEliminaOpinión respetable como todas, Troncha, aunque no la comparto, como puedes imaginar; pero gracias por dejarla aquí plantada.
ResponEliminaSeguramente el componente nostálgico y su acertada recreación influyen en mi parecer, aunque creo que sigue siendo una buena muestra de cine entretenido sin mayor aspiraciòn, cumpliendo con las espectativas.
Saludos.
De vez en cuando, jean cartier, un poco de nostalgia no hace daño; y la presente es una clara muestra. No en vano en el comentario, al referirme a los prototípicos personajes de la serie televisiva, los enlazo directamente con sus intérpretes originales...
ResponEliminaUn abrazo.