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divendres, 21 de novembre del 2008

Dos jirafas premonitorias


Por el motivo que sea, Roger Deakins no estuvo allí.

Y aparecieron, de repente, dos jirafas: dos enormes y movedizas jirafas que se cernían, visiblemente amenazadoras, sobre la reluciente calva de John Malcovich .

Claro que no eran jirafas de verdad: eran lo que se conoce como tal nombre, utensilios que se usan para ubicar fuera de cámara los micrófonos que recogen los diálogos de los actores.

Porque Malkovich estaba -es un suponer- actuando: representaba a un alcholizado analista de la CIA, un tal Osbourne Cox que empieza el dia recibiendo la ingrata sorpresa de que van a retirarlo de sus ocupaciones y lo van a trasladar a un departamento con inferior valor estratégico. Cox se queja amargamente y renuncia en el acto, despidiéndose el mismo.

Tengo la sensación que los hermanos Coen, Ethan y Joel, han cometido un error de bulto; mejor dicho, han cometido varios errores, cuya suma da como resultado su última película estrenada entre nosotros, titulada Quemar Después de Leer (Burn After Reading, 2008 )

Aparte del error de no contar con el buen oficio de Deakins, que tan buenos resultados les ha dado, han cometido el error de creer que su capacidad de cineastas les permite afrontar un rodaje complicado como lo fue el de su última película, No Country for Old Men (cuya reseña mía se puede leer aquí ), con la preparación del guión de su próxima aventura.

Esa presunción, que muy rigurosamente podríamos de calificar como prepotente, la han mantenido los hermanos Coen incluso en las notas de prensa repartidos como aperitivo del inminente estreno, según se puede leer en esta reseña de USA TODAY :

{..the pseudo-thriller is described this way in the press notes by Ethan Coen: "Like Advise and Consent, this is about the personal meeting the political, with melodrama. Burn After Reading is also our version of a Tony Scott/Jason Bourne kind of movie — without the explosions."}

Si no lo entiendo mal, vienen a referirse como referentes a todo un clásico como Tempestad en Washington (Advise & Consent, también comentada aquí ), fruto del enorme talento de Otto Preminger, y un refrito de las aventuras de Bourne que cada vez van a peor, en mi opinión.

Lástima que esa soberbia publicista no tenga parangón con el debido cuidado que se espera de los hermanos Coen a la hora de pergeñar un guión propio, actividad abandonada desde hace siete años. De hecho, da la sensación que a los hermanísimos del cine se les da mal el género de la comedia: desde El Gran Lebovski, no dan pie con bola cuando se trata de divertir al espectador haciéndole reir.

El guión de Quemar Después de Leer no parece siquiera que haya sido confeccionado por los Coen: los diálogos son paupérrimos y carentes de gracia y las situaciones son vulgares en su mayoría, cuando no con una falta de lógica que toma la apariencia del mismo descuido que permite iniciar la película con esas dos jirafas sónicas que resultan ciertamente premonitorias: el conjunto carece del nivel esperado. Esa película, firmada por los hermanos X, hubiera sido pasto de incendiarias críticas cuando no olvidada, indiferente, en un rincón.

A estas alturas del comentario, quien haya leído hasta aquí tendrá la seguridad que la película no me ha gustado....

Pausa publicitaria:



Si aún no ha ido al cine a verla, y ésa es su intención, a pesar de mi consejo de ahorrarse el trámite y el gasto, hará bien en dejar de leer, pues a partir de ahora relataré algunos aspectos de la trama.

Todo el jaleo empieza porque en una taquilla del gimnasio donde trabajan Linda y Chadd aparece un disco compacto que contiene las memorias del alcoholizado Cox, copiadas por su esposa Katie, quien trama divorciarse de él.

¿Cómo ha llegado el cd al gimnasio? El torpe guión nos lo hurta hasta que, en el último tercio, adivinamos que lo olvidó allí la secretaria del Abogado con el que Katie está consultando para divorciarse, cuya secretaria tiene a sus pies una bolsa de deporte con el anagrama del gimnasio.

Se entiende que Katie ha llevado el cd al Abogado, el cual lo ha entregado a la secretaria, junto con el expediente. ¿Me puede aclarar alguien porqué la secretaria se lleva el expediente o el cd y lo mete dentro de su bolsa del gimnasio? Increíble.

Esa circunstancia detonante de la acción está muy descuidada; la posibilidad cómica de las casualidades es abandonada constantemente por los Coen en un guión que resulta deslavazado, pueril.

Me viene a la memoria una escena casual con fuerza cómica, esperpéntica, en la línea que los Coen parecen haber querido para su último trabajo, sin conseguirlo.

Tan sólo la escena de la muerte de Chadd (se lo avisé, no lean...) sugiere ese punto de humor macabro que uno esperaba hallar y que no aparece salvo esa excepción.

Los líos amorosos de los personajes Linda, Katie y Harry (¿lo de apellidarlo Pfarrer, es una referencia a Palmer? ¿a Harry Palmer? vaya chiste tonto...), un triángulo fruto del apetito sexual de Harry, lo complican todo, pero los diálogos son tan vulgares y faltos de chispa que resultan insulsos.

Si la pretensión de meter a la CIA en medio del lío era satirizar a la famosa agencia de inteligencia, a fé que no lo consiguen: está claro que la CIA obra muy cuerdamente al dejar de confiar en el atribulado Cox que mantiene una relación demasiado estrecha con sus botellas de wisky. Además, en un momento clave, el jefe de la CIA, al conocer que el nivel de Cox era el 3, se queda tan tranquilo, dando a entender que la información que Cox manejaba no representa nada serio e importante, siendo lógico, por tanto, que no alcance a comprender qué interés puedan tener "los rusos" por el cd, ni tampoco porqué andan todos tan alocadamente de un lado para otro.

El mcgufin, amigos, no funciona. Esos descerebrados empleados del gimnasio piensan que tienen oro, cuando es cobre. La abulia del Jefe de la CIA, interesado únicamente en que su alcoholizado y descontrolado ex-empleado no se vea en líos para no perjudicar la imagen de la compañía, resta un punto importante de interés en la trama. En muchas otras películas hemos visto como alguien ajeno a tejemanejes políticos posee información importante sin saberlo y es perseguido de forma implacable por esbirros en ocasiones esperpénticos, lo cual causa un interés por averiguar que va a pasar, mientras nos reímos de los sucesos.

Aquí, lo que pasa apenas alcanza a desatar una sonrisa y una carcajada nacida del deseo previo a la exhibición.

Incluso en su lamentable remake de un clásico (The Ladykillers) los Coen supieron causar momentáneas carcajadas con bromas macabras con un humor irreverente para el original, pero dotado de una gracia inexistente en esta película.

Cuando leo que los hermanos Coen escribieron varios de los personajes pensando en los actores que iban a incorporarlos, no alcanzo a comprender como su amistad no se ha roto: los personajes carecen de impronta, de personalidad, reducidos a meras caricaturas de trazo grueso. Malkovich está llamado, desde luego a más grandes empresas y resulta un chiste fácil, por su calvicie, decir que ni siquiera se ha despeinado. Pero Clooney, que parece querer dárselas de gran comediante, casi sucesor de Cary Grant, queda en un remedo, tonto, tonto. El que sale bien parado es Pitt, muy natural: se nota que no se esfuerza en actuar.

Para hacer reir, para hacer una comedia, el secreto es conocido. No hace falta que lo diga: vayan a su estantería y cojan, por ejemplo, esto y se darán cuenta, hermanos Coen, que hacer reír es algo muy serio , como ya dijo Wilder hace años.

14 comentaris :

  1. Qué alivio me da encontrar a alguien con el que coincido. No ceso de escuchar alabanzas sobre esta película que, personalmente, me parece de lo peorcito de los Coen. En general, cuando quieren hacer reír adrede suelen patinar.
    Me quedo muy satisfecho por la coincidencia. Me reconforta.
    Saludos.

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  2. Alberto Q.
    www.lacoctelera.com/traslaspuertas

    Yo puse algo parecido en mi blog hace tiempo (lo recordarán, supongo).

    También mencioné a Wilder y me cayeron palos.

    Estoy de acuerdo al 100%.
    Los Coen en comedia no me hacen gracia para nada... ¡qué vuelvan al drama!

    Saludos!!!

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  3. bueno josep sinceramente no me hacia mucha ilusion verla no se si por premonicion o que pero ahora menos gracias por hacer que ahorre el dinero y lo invierta en algo mas productivo.

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  4. Parece que soy la única que va a llevar la contraria, pero a mi me gustó y me divirtió, aunque también te digo una cosa, Josep, Fargo y El gran Lebowski la primera vez que las vi no me convencieron demasiado, y después cuando las he vuelto a ver cada vez me han gustado más, de modo que creo que los Coen pueden salir beneficiados en otro visionado. Desde luego lo mejor sin duda es Brad Pitt

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  5. El alivio y el reconforte es mutuo, 39escalones, porque yo me esperaba una lluvia de palos y me alegra comprobar que no soy tan bicho raro como pensé.
    Aunque puedo alegar en mi (nuestra) defensa, que los que coincidieron conmigo el sábado pasado en el cine, tampoco se rieron, excepto una (extraña) pareja de jubilados a mi vera...
    Saludos.

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  6. Claro que recuerdo tus sensaciones, Alberto, y reconozco que la llamada a Wilder la he introducido consciente de la semejanza, aunque fallé al no mencionarla expresamente; enmendada queda.

    Vista que ha sido, incluso creo que me gustó menos que a tí.. :-)

    Yo creo que para la comedia sí están dotados, porque ya sabes que el Gran Levobski me gustó; pero en esta han trabajado muy poco...

    Saludos.

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  7. Bienvenido, doctor: conste que es una opinión de un simple aficionado la mía.
    Por si acaso no coincidieras con mis gustos, date una vuelta por aquí y compruébalo, no vaya a ser que no..
    Saludos.

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  8. Ya te esperaba, Alicia, porque como sabes leí tu reseña en su día; te agradezco tu voto discordante, por lo que vale, aunque en esta ocasión no lo comparta.
    Es cierto que en ocasiones una segunda visión otorga nuevos sentidos, pero me temo que en este caso va a ser difícil, porque la impresión recibida ha sido muy negativa.
    No sé, quizás cuando salga en dvd la alquile y le de otro vistazo, pero lo dudo...

    Salaudos.

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  9. Vaya, parece que somos más de los que creía. Alicia sabe mi opinión al respecto de la película; no entré en ningún momento en el juego, excepto momentos puntuales (Brad Pitt sí me hace cierta gracia, y las nimias apariciones de J.K. Simmons son lo único que me provoca una sonrisa abierta). Pensé que era cosa mía, porque nunca he encajado bien el humor de los Coen (ni siquiera soy fan de "El gran Lebowski", que en cualquier caso es mucho más divertida que esta), pero ya veo que hay más gente rara como yo. En particular, en cuanto a los actores, he de decir que con Clooney me llevé una decepción, se queda en tierra de nadie con un personaje tan absurdo como soso. Tu acotación sobre Brad Pitt tiene mucha mala leche, y me parece muy ventajista de tu parte tirar de Billy Wilder... pero sí, que aprendan. Saludos.

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  10. Hago pareja con Alicia, querido Josep. Lo bueno de los Cohen es la controversia que arman. Su sentido del humor es genial y concretamente en "Quemar etc" se ríen con toda la mala baba de determinados sectores de la sociedad americana y del modus vivendi del americano medio.
    Con Fargo me hice incondicional de esta hermandad y reconociendo que no siempre han dado en la diana, este par de hermanos me parecen dignos herederos de los clásicos.
    Pero obviamente para gustos se hicieron colores y no tengo que objetar nada a tu criterio sobre los Cohen.
    Un abrazote.

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  11. Pues sí, Marcbranches: suponiendo que seas raro, no estás sentado solo en ese banquillo.

    Cierto lo de Pitt, que nunca me ha gustado y me parece un bluff, un enorme souflé lleno de viento, un niño guapo (según dicen, que tampoco me lo parece), presto a desinflarse con apenas un aguijonazo.

    No creo ser ventajista al traer a colación a Wilder, visto que los hermanísimos tienen la desfachatez de equipararse a Preminger: ellos se lo han buscado. Quien siembra vientos, recoje tempestades (y nunca el aforismo ha sido tan oportuno)

    Además, has leído que me refiero incluso como mejor a la innecesaria Ladykillers, donde J.K. Simmons también se luce. (Por cierto, el doblaje al castellano no hace justicia a su voz)

    También me refiero al ilustre manchego con mejores ideas esperpénticas, como habrás visto en el enlace: ideas que no son en definitiva tan descabelladas, porque puedo jurar como verdaderas dos situaciones dignas de una cinta de este tipo:

    1ª.- A un pobre hombre, un buen día, sobre el capó de su coche, debidamente aparcado en la calle, le cayó encima una taza de inodoro con su tapa y todo. A la mañana siguiente, al ir a trabajar, se quedó pasmado, ala ver el coche destrozado con el inodoro coronándolo...

    2ª.- Hará unos siete años, por poco no me cae a mí en la cabeza una minicadena cuando circulaba de madrugada a pie, por una calle. Por suerte caminábamos en la acera del otro lado de la calle, y nadie pasaba por el lugar del impacto, que hubiera sido terrible.

    Esas situaciones, inverosímiles incluso en pantalla, pueden conseguir que la platea se parta de risa.

    Los Coen no han trabajado nada el guión, y así ha salido.

    Y sí, tienen todavía mucho que aprender respecto a la comedia, o, por lo menos, tienen que dedicarle más tiempo.

    Saludos.

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  12. Te agradezco, Antonio, que muestres tu disconformidad, y me sabe mal no poder sentarme frente a tí (y tu colega) para discutirlo con calma: pero aún siendo admirador de los Coen en muchas de sus películas, esta me ha defraudado, y mucho.

    Creo que se han creído que son "los mejores" y eso solo significa que deben trabajar más que nadie todos los aspectos de una película: el guión da pena. Tú, que sabes encontrar lo imposible, y lees de corrido el inglés, un día me darás la razón cuando halles el guión original (que no encuentro, de momento) y compruebes que está plagado de lugares comunes y frases baratas.

    A esos dos hermanos, porque pueden, hay que exigirles más y resulta inaceptable que nos endilguen peliculitas como la presente.

    En lo que estamos de acuerdo, desde luego, es en que la controversia está servida, y eso, amigo, siempre es un placer reservado a locos cinéfilos... :-)

    Un abrazo.

    p.d.: y gracias por pasarte por aquí en dias tan pesados.

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  13. ¿Un guión mal trabajado? Para eso no hay más que ver Quantum of Solace... A mi la película simplemente me encantó, incluso me parecía que en cualquier momento aparecería "El nota" en mitad de la trama delirante. Hasta ahora los Cohen jamás me han decepcionado, siempre tienen un toque diferente, desenfadado, incluso en obras menores.
    El trabajo de Clooney es fantástico, han descubierto que da la talla cómo imbécil (En Oh Brother y Crueldad intolerable casi repite papel, aunque la obsesión por el fijador de pelo de la primera, y de tener los dientes limpios de la tercera, en esta ha desencadenado en doble: sexo y vigorexia).

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  14. Hola, Rafael: sobre gustos, ya se sabe, aunque no me apeo de mi opinión. La presente es tan, tan menor, que merece un buen palo, porque, justamente, los Coen pueden hacerlo mejor.

    Esos detalles de los personajes de Clooney son lo que se llaman "muletillas" que, cuando se repiten hasta la saciedad, acaban siendo "tics" propios de comediantes de poco pelo.

    Con lo que cobran por su trabajo, cabe exigir más de todo el grupo... creo.

    Saludos.

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