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dimecres, 15 de juliol del 2009

A les fosques



Este comentarista se ha explayado en diversas ocasiones maldiciendo los productos que surgen de la televisión y más aun de la televisión pública, que entiendo como un servicio, ya que la pagamos entre todos.

Las maldiciones suelen basarse en el desprecio mostrado hacia la cinefilia en general porque mi (nuestra) afición es minusvalorada desde hace lustros.

Hay excepciones, claro, como en todo; y sería de malnacido ocultarlas, no correspondiendo a mi forma de ser denegar el reconocimiento explícito cuando se ve con agrado el tratamiento de la temática que me interesa.

La cuestión es que en TV3, la televisión pública de Catalunya, hace unos días se emitió un documental realizado como ejercicio de fin de curso de una especie de master (supongo) y los autores, jóvenes cinéfilos seguramente, tuvieron la ocurrencia de mostrar tres historias que atañen al cine en su faceta de exhibición, relatando las peripecias actuales de tres cines del Bajo Llobregat, territorio natural de este cinéfilo que suscribe.

Apareciendo en dicho documental la sala de "mi cine", no puedo menos que insertar el vídeo de dicho documental, ni que sea como resguardo de mi memoria infantil, pues aparecen escenas en las que bien podría aparecer yo mismo, calles que piso aun hoy día.

Me resulta de enorme interés, por el nexo vital que me une a una de esas salas, y me ha parecido que debía compartirlo con mis amigos lectores, aun constatando la dificultad de su comprensión, ya que la mayor parte de los diálogos están en catalán (una parte pequeña en castellano, lo cual derriba ciertas teorías intransigentes y patibularias respecto al real bilingüismo de nosotros, los catalanes), pero a buen seguro que un oído atento podrá descifrar sin merma el quid de la cuestión, cual es la supervivencia de las salas de cine en poblaciones demográficamente medias: una sala a punto de cerrarse, otra que ha reabierto gracias al movimiento social popular, y otra que por suerte persiste, quién sabe hasta cuando.

Porque el cine, sin exhibidores cinéfilos, puede llegar a extinguirse como acto social consistente en la magia de compartir en la oscuridad (A les fosques {del título del documental} )




p.d.:quien albergue dudas acerca de cual de las tres salas es "mi cine" no tiene más que leerse la primera entrada de este bloc.



16 comentaris :

  1. Ya no me da tiempo, compa Josep, a ver el vídeo (antes habré de irme al curro), pero intentaré echarle una miradita tranquila. Desde luego, debe tener su puntito el que le dediquen un documental a "tu" cine; ya tienes un material audiovisual para conservar como oro en paño (que a saber cuánto te durará el cine en cuestión).

    Un fuerte abrazo y buen resto de semana.

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  2. Debe de ser curioso ver "tu" cine convertido en escenario de un documental. Efectivamente, el retrato de un mundo a existir. Mi barrio de ZGZ tenía su propio cine cuando yo era pequeño (de hecho catorce de los barrios de la ciudad tenían al menos una sala, además de las del centro de la ciudad, que han ido cerrando uno tras otro). El cine de mi barrio se llamaba Roxy. Hoy en su lugar hay un bloque de pisos y una tienda de flores. Al menos no es un banco.
    Saludos.

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  3. El mío, que al ser yo de pueblo sólo podía ser uno, llevaba por nombre Cine Avenida. Hoy, se llama Proxidis.

    pd.- Me ha encantado el título del documental.

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  4. Precisamente, Manuel. Aunque espero que se jubilen de esta vida después de mí, porque me sentiría huérfano sin cines en mi pueblo, y ya solo me queda uno....

    Un abrazo.

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  5. Es curioso, 39escalones, desde luego, comprobar como la mera existencia del cine al que uno suele ir es una noticia remarcable, cuando debería ser algo normal y cotidiano.

    Es un aviso que algo no acaba de funcionar, está claro...

    Saludos.

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  6. En mi juventud, Raúl, había cuatro en mi pueblo, con menos de 10.000 habitantes; hoy somos más de 60.000 y de los cuatro, sólo queda uno y esperemos que aguante.

    El título es muy adecuado y su segunda lectura, como predicción de futuro, espeluznante...

    Saludos.

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  7. Me pillas de vacaciones "lleidatanas" y no ppdré el video, lo haré cuando vuelva, pero precisamente ahora que estoy vacacioneando en donde transcurrió mi infancia y juventud, recuerdo que había tres salas de cine por entonces, una de ellas de sesión triple, y he tenido curiosidad por saber cuantas hay en la actualidad, creo que queda uno, el cinema Comtes d'Urgell (hablo de Balaguer) pero estoy buscando su programación y no esta disponible, por lo que hasta dudo que quede alguno.

    Imaginate si ya las grandes ciudades se quedan sin cines ¿que pasará en los sitios pequeños?.

    Una abraçada, tornaré per veure el video

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  8. Sabía que el cine del Fermi era el cine de tu niñez. ¡Qué documental más hermoso!....No me cabe la menor duda de que todo ésto que se muestra, aunque realizado por chicos jovencísimos, son los restos de un naufragio inminente. Estoy completamente seguro de que al final los cines de nuestra niñez serán pura leyenda romántica.
    ¡Ni recuerdo los nombres de muchísimos cines de Barcelona, donde pasé momentos inolvidables, que hoy son pura leyenda. Ahí tenemos la preciosísima y sentida canción del Serrat.
    Y quien dice Barcelona, dice Madrid o Londres o Nueva York.
    Precisamente hoy, cuando regresaba de Las Palmas ví la fachada del Cine Morales, que ya es un cadáver más que polvoriento. Ni siquiera lo han demolido, ahí sigue con sus arrugas y el polvo de sus verjas al sol. Todos estos cines son solo poemas que entendemos los más veteranos.....pienso morirme soñando con el Darymelia y mi primer recuerdo cinematográfico: Los hermanos Marx
    Ah, lo del catalán no importa, pienso que poniendo un poquito de voluntad lo pillas. Y el Fermi es un crack. Supongo que el corto de los compases bailando es de es ¿cierto?
    Un abrazote.

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  9. Esto de sesión triple, Alma, agradecería que lo aclararas: ¿quieres decir que en tu pueblo con una entrada veías hae tiempo TRES películas?

    Porque yo veía dos, pero tres, tres, eso debía ser la repera.

    Que ahora en Balaguer no haya ninguno sí que me extraña y me parece, en cualquier caso, grave.

    Una abraçada.


    p.d.: el video hi serà, doncs dubto que TV3 el retiri... :-)

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  10. Muchas gracias, Antonio, por el esfuerzo dedicado a visionar el video aun siendo la mayor parte en catalán. (Claro que tú ya tienes el aprendizaje hecho).

    Yo confío en no ver desaparecer el cine de mi pueblo, porque me daría mucha pena.

    Fermí y su familia son dignos de un documental para ellos solitos, te lo aseguro. El además de realizar cortos de animación ha dirigido que yo recuerde un largo y un par de largos de animación. Y su hijo es guionista y director, también. Llevan el cine en las venas.

    Y mi cinefilia se sustenta también en las muchas horas viendo desde mi casa las películas que exhibían en su cine de verano, y durmiendo con el sonido de las películas "para mayores" de fondo... que tiempos...

    Un abrazo.

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  11. Seguramente los cines de nuestro barrio, allá hace ya años, suponía sumergirse de lleno en otro mundo amparados en la oscuridad de nuestros sueños.
    Yo iba a sesiones dobles y si me gustaban repetía y repetía faltando no pocas veces a clase, cambiándome el uniforme del cole por una falda y una blusa, como de señorita, en un portal, los calcetines por medias finas, de esas que llamaban "de cristal".
    Cuando he visto el vídeo me he dado la vuelta y me ha parecido verte por ahí, Josep.

    Un besito.

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  12. Si, señor Josep, como suena, tres películas, en el cin Condal, creo recordar que se llamaba. Ibamos los domingos por la tarde con la comida aún en la garganta y nos tragamos las tres (fuera lo que fuera). Ahora veo una película de más de dos horas y ya me da repelús. Como hemos cambiado que diría aquel, y para bien, que diria yo misma.

    Una abraçada

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  13. Me ha encantado el comentario, Susy.

    Esos novillos cinematográficos permanecen ya en el interior para siempre.

    Puede que estuviera por ahí, sí.

    Besos.

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  14. Que envidia, Alma: sesiones triples.

    Yo de infante me tragaba normalmente "una de romanos" o "una del oeste" y además una "de niñas", porque aparecían por allí Marisol o Rocío Durcal; el día bueno era cuando "echaban" una de romanos y una del oeste... :-)

    Y las películas duraban hora y media, que es lo que debía durar toda película. Dos horas son demasiadas en el 70% de las ocasiones.

    En esto, no estoy muy seguro de haber cambiado para bien: salas mini y películas "maxi" y de la calidad, hablamos otro día, si te parece.

    Una abraçada.

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  15. Apreciado Josep y lectores,
    Ante todo, disculpas por no haber conocido la existencia de este comentario hasta la fecha de hoy. Para mí y seguro que para mis compañeros autores del documental, es un honor que alguien amante del cine y los cines, valore positivamente nuestro trabajo; y, también, claro está, que tenga a bien compartirlo con sus amistades.
    Puedo confirmar que se trata del trabajo final de un grupo de alumnos del Máster en Inovación y Calidad Televisivas de Televisión de Catalunya. Y que vivir esta experiencia con la familia Marimón fue un auténtico lujo. Como podéis adivinar Fermí es, ni más ni menos, tan entrañable como se muestra: Alguien de quien muchos deberían aprender la magia del cine.
    Esperemos que el título no sea premonitorio en el mal sentido, sino que podamos, poe muchos años, disfrutar de esa sensación de "el cine, amb la sala a les fosques".
    Muchas gracias a todos. Un abrazo.

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  16. Ante todo, bienvenida, Alba, a este rincón cinéfilo.

    Agradecerte a tí y a tus compañeros el trabajo realizado, porque, como habrás leído en los comentarios, pese a ser la mayoría castellano-hablantes, vuestro documental ha resultado ser muy bien acogido, como muestra del cariño por esas viejas salas que no deberían desaparecer nunca.

    Como ya habrás colegido, a la familia Marimón les conozco desde hace muchos años y espero que documentales como el vuestro les ayuden a persistir en su modélico empeño de ofrecer cine a su pueblo.

    Esperemos que sí, que por muchos años, podamos disfrutar del cine como tú deseas.

    Una abraçada.

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