MM 35 WITNESS
Uno siempre tiene algo que aprender en el cine.
Que un coleccionista de vinilos como un servidor se quede sorprendido al escuchar una melodía famosa hasta ese momento desconocida, es un aliciente que convierte una película en inolvidable.
Gracias al buen mozo de Harrison Ford y su canturreo en la escena que sigue, en el año 1985 descubrí -no me avergüenza decirlo, porque no tengo para estas cosas- al enorme cantante de soul Sam Cooke que canta como nadie más lo ha hecho la melodía What a wonderful world this would be
Preciosa la escena y preciosa la canción. La Kelly y él estaban en un muy buen momento y la peli funcionó bien.....y además recibió un montón de premios.
ResponEliminaDe la discografía de Sam Cooke siento decir que no tengo absolutamente nada. Habrá que remediar el asunto
Un abrazote.
PD. ¿Como se remedia el tiempo por esos lares?...Te lo repito amigo. Hay que cambiar de trabajo y de lugar. Aquí se está mucho mejor y no nieva...aunque a veces llueve de forma escandalosa para al otro día brillar el sol.
Qué maravilla, compa Josep, para cerrar la semana. La escena es una preciosidad; tierna, sencilla, y poco pretenciosa. Y la canción, también; yo ya la había oído años antes, y la tenía en el vinilo de un banda sonora más antigua donde aparecía, la de Desmadre a la americana (no recuerdo su título original), por ahí debe andar... Y sí, Kelly McGillis (qué lástima que la carrera de esta mujer se disolviera como un azucarillo...) y Harrison Ford (que éste aún anda exprimiendo el limón) daban el pego romántico la mar de bien.
ResponEliminaUn fuerte abrazo y buen fin de semana.
Digamos que la dimensión pública de la Kelly se fue haciendo más pequeña conforme sus dimensiones personales se hacían más grandes... Y es que Hollywood no perdona la estética no oficial.
ResponElimina¿No tuvo Sam Cooke una muerte truculenta al estilo Marvin Gaye? ¿No lo mató su cuñado o su hermano o algo así?
Gran momento.
Saludos.
A mí también me ocurrió algo así con este tema; destapó al tal Cooke, hasta entonces para mí desconocido. Pero claro, en mí, que ni mucho menos soy un vinilómano, está algo más justificado. Sonrío.
ResponEliminaYo también conocí este tema por esta escena. Estupenda pelicula que no fui a ver por Peter Weir, sino porque salía Harrison Ford...
ResponEliminaQué recuerdos... 13 ó 14 años tenía cuando fui a verla. Y claro, me enamoré de la Kelly McGinnis,que aquí me gustó más que en la de Top Gun. Un saludo.
Es la que más recuerdo de la película, Antonio: tanto por la música como por la pareja.
ResponEliminaDe Sam Cooke ya te digo...
Un abrazo.
p.d.: el lunes nieve inusual (dos palmos grandes) y hoy hace un frío que parece anunciar otra nevadita...
Sí que es verdad, Manuel: pocos elementos sencillamente presentados pero bien rodados ofrecen un resultado mágico y recordable.
ResponEliminaLa Kelly estaba magnífica (quizá su mejor papel) y la música, excelente; ignoraba que también se había usado anteriormente: claro que esa que apuntas no la vi... ;-)
Un abrazo.
Ya sabemos, Alfredo, que Hollywood maltrata sin piedad a las actrices exigiendo un físico estereotipado: cuantas se habrán perdido por culpa de esa estrechez de miras..
ResponEliminaLa muerte de Sam Cooke, segú creo, no se aclaró en absoluto: en aquella época, a mediados de los sesenta, me temo que tampoco dedicaron muchos esfuerzos policiales para averiguar quien fue el que mató a un negro...
Saludos.
Vaya, Raúl: vinilómano, ese adjetivo me faltaba en mi currículo de pasiones nada ocultas...
ResponEliminaClaro que esa ignorancia la remedié presto y raudo, como supondrás....
Saludos.
Me parece, David, que con 14 años tu sitio en la cola de enamoradizos de la Kelly al salir del cine, estaba bastante atrás....
ResponEliminaYa ni me acordaba que también salía en Top Gun, fíjate....
Saludos.
Te la puedo tararear porque cuando he oido algo queda grabado en mi como por pegamento mágico, pero no recordaba a su interprete, bueno es recordarlo aquí.
ResponEliminaUna abraçada
Esa melodía es inolvidable, Alma, una vez escuchada en la voz de Sam Cooke y ya iba siendo hora que apareciera por aquí aunque sea como de pasada...
ResponEliminaUna abraçada.
Me encanta esa escena, y reconozco que tampoco conocía a Sam Cooke, un error que subsané después de la película
ResponEliminaParece, Alicia, que ya somos pues unos cuantos que debemos a esta buena escena el descubrimiento de Sam Cooke, lo cual, bien mirado, no es tan raro: el gran Otis le sucedió con enorme éxito y sin duda ayudó a ocultar temporalmente a Sam.
ResponEliminaSaludos.
No sé las veces que he visto esa pelicula..Creo que cuando la compre en video me la cargué ¡ asi directamente !¡ Harrison Ford estaba estupendo aún !.. me recordaba a Han Solo y la escenita del coche tiene una sensualidad..! ayuda mucho la música desde luego, y el bailecito. Para todos
ResponEliminaSam Cooke fué un descubrimiento. Ésta Kelly con su ropa amis..tan modosita..¡ bueno bueno !:-))
Jajajaja... es lo malo del vhs, Abril: que se gasta... :-)
ResponEliminaYa te veo comprando el dvd, que seguramente aguantará más tiempo...
Harrison y la Kelly están ambos estupendos, pertenecientes a mundos tan distintos, unidos momentáneamente por esa estupenda melodía, cantada por el sin igual Sam Cooke, todo un descubdimiento, sí...
Besos.