Nubes de algodón de azúcar
Este comentarista que suscribe tiene muy asumida su condición de bicho raro: contra la costumbre popular de apreciar ese dulce artificioso que conocemos como algodón de azúcar a mí siempre me ha parecido empalagoso, pringoso y demasiado dulce.
Me ocurre lo mismo con alguna comedia que se presenta a priori con un marchamo de reconocimiento popular e incluso específicamente alabada por gentes bien pensantes dotadas de cabezas bien amuebladas: acaba la película y quedo desconcertado porque he sido incapaz de ver nada que me llegue a emocionar; a veces pienso que mis entendederas son cortas pero luego, fríamente, me doy cuenta que tengo todo el derecho del mundo a que no me guste lo que a la mayoría.
Así que, amable lector, avisado queda: hoy toca -de nuevo- pataleta.
Tengo entre los "comediantes" actuales lo que en términos populares se conoce como "bicha": la señora Nora Ephron, de cuya última película ya di cuenta hace poco. Pues resulta que se le acaba de unir un especímen del género masculino, un tal Jason Reitman que, como vulgar Juan Palomo del nuevo cine estadounidense, se las da de guionista y director a un tiempo, como si la cosa fuera tan fácil: y no, no lo es.
Uno, acostumbrado a divertirse y solazarse con películas escritas y dirigidas por tipos como Lubitsch y Wilder, mantiene el listón muy alto: comedias con sarcasmo, vitriólicas y dotadas de diálogos bien construídos y frases dilapidando ingenio a raudales.
Reconozco que el listón es altísimo: pero no veo otra razón que la pura mercadotecnia para que un espectador pague lo mismo por ver una sombra dulzona y empalagosa de lo que alberga en su seno una historia que hubiera podido ser crítica y punzante, una buena idea que acaba por desinflarse como un globo pinchado con apariencia de ajado y vetusto.
La última incursión de Reitman es Up in the Air estrenada hace bien poco en España sin traducir el título en una nueva moda ditirámbica que pretende preservar el original sólo en apariencia ya que la copia vista está doblada al castellano, con lo que las actuaciones de los intérpretes quedan a medias.
Usar el género de la comedia para repartir tortas a destajo está inventado desde hace tiempo y sus claves las conocemos todos: un poco de vitriolo, otro poco de mala leche, un mucho de inteligencia, un montón de talento y una confianza en la capacidad del respetable para aprehender sin errores conceptuales lo que se pretende transmitir. Nadie ha dicho nunca que hacer comedia sea fácil: al contrario, puede que sea el género cinematográfico más difícil.
Jason Reitman, con el apoyo de Sheldon Turner guioniza una novela de Walter Kirn que reconozco desconocer de antemano. Da igual: lo que importa, ahora, es la película que sobre esa idea el amigo Jason ha realizado.
Probablemente, de haber contado Jason con la humildad suficiente y con la suerte de hallar guionistas de la talla de Ben Hetch, I.A.L. Diamond o quizá Pady Chayefsky, por citar sólo tres buenos guionistas, ahora mismo no estaría yo dándole vueltas para evitar calificar como mala una película que seguramente está llamada a obtener varios Oscar dentro de unos días.
Una buena idea muy mal desarrollada, mal escrita y pobremente interpretada:Ryan Bingham (George Clooney) es un tipo que se gana la vida viajando por toda la geografía de los Estados Unidos despachando empleados, dando la cara por aquellos ejecutivos sin el redaño necesario para enfrentarse a sus empleados a los que van a dejar sin empleo y sueldo. Una especie de mercenario que realiza el trabajo sucio intentando que los daños empresariales (de sus clientes) sean lo más leves posibles. Hay tipos que se dedican a eso: he conocido personalmente a uno y su falta de sangre siempre me dio asco: además, no siempre aciertan con sus consejos y dejan cadáveres, figurados o reales, a su paso.
La secreta ambición de Ryan es conseguir una tarjeta de cliente preferente de una aerolínea por el mero hecho de haber volado diez millones de millas: una gilipollez, vaya, representativa de un modo de vida artificial: más horas volando que en tierra.
Un sujeto con una personalidad que en manos de un guionista de los buenos hubiera dado mucho más de sí como genuino representante de una sociedad consumidora y deshumanizada más atenta a los resultados económicos que a otro concepto.
Le acompañan en sus viajes dos mujeres: una hermosa y seductora mujer joven que se dedica a nadie sabe qué, Alex Goran (Vera Farmiga), y una chiquilla recién salida del horno con ideas modernizadoras y poco espíritu, Natalie Keener (Anna Kendrick) que resulta una amenaza para el modo de vivir -y ganarse la vida- de Ryan.
Pero, como dice la frase popular, la sangre no llega al río.
Jason Reitman se convierte en émulo de la señora Nora Ephron en vez de fijar su vista en antecedentes tan ilustres como los ya citados: la trama, pese a albergar momentos y situaciones reconocibles, carece de la fuerza necesaria para erigirse en una crítica de un mundo económico hostil y las vicisitudes de carácter personal que apuntan a la soledad y a la vida en pareja quedan en meras anécdotas intrascendentes que alejan el conjunto de una proposición interesante respecto a una forma de vivir repleta de artificios y filosofía barata: si la presentación de los personajes y sus modos de vivir y discurrir es aceptable -nunca notable- el desarrollo y final a que se ve abocada la historia es lamentable en una cinematografía, la estadounidense, que alberga en su historia grandes páginas de comedias hilarantes, divertidas, inteligentes y repletas de mala intención, quedando la sensación de globo desinflado una vez terminada la película: globo muy hueco, globo de almidón de azúcar, mucho aire y poca sustancia: empalagoso, pegajoso y poco más.
No deja de sorprenderme la cosecha de nominaciones obtenidas por esta peliculita para la próxima ceremonia de los premios Oscar: la dirección de Reitman es funcional y poco más y desde luego el guión es almibarado y flojo: puede que sean los aires que corren en la industria cinematográfica actual; el trabajo interpretativo de George Clooney no me parece digno de galardón alguno pese a que reconozco haberlo visto a medias, es decir, doblado; ese Ryan está escrito con tan mala fortuna que no puede revestir dificultad alguna para un actor tan veterano -por mucho que se haya operado las bolsas de los ojos- como Clooney, capaz de mejores empresas: baste decir que la también nominada como actriz secundaria, Vera Farmiga, se lo come con patatas en cada escena, lo cual dice bastante en favor de ella pero poco en favor de él. De la nominación como actriz secundaria de Anna Kendrick tan sólo puedo decir que me sorprende y extraña. Evidentemente, no conseguirá (supongo) la estatuilla del tío Oscar como mejor película, porque se la llevará Avatar que ya sabe el amable lector que tampoco me gustó ni un pelo. Vamos mal, pienso.
En definitiva un nuevo retroceso en la comedia de altos vuelos que en este caso en vez de ser de águila, por mucho que Reitman nos ofrezca demasiadas escenas desde la ventanilla de un avión, apenas alcanza el corto vuelo de una gallinácea como una codorniz: ni siquiera una perdiz de aquellas del cuento: y fueron felices y comieron perdices.
De acuerdo que esta no es la repera de las pelis, amigo Josep, pero no me la maltrates de la manera tan desastrosa que lo haces.
ResponElimina"Up in the Air" (De acuerdo que no está bien conservar el título en inglés y doblar al castellano el guión) es una buena comedia y Clooney un buen actor que da el tipo que requiere la trama.
A Jason Reitman, si acaso, le podemos reprochar que no ahonde lo suficiente en los temas. En este caso el bombardeo de la crisis en la clase trabajadora.
La posición de REitman es ambivalente. Describe de forma irónica e incluso a veces con cierto ácido las situaciones que viven los personajes y a éstos los trata con benevolencia complaciente. Creo que hasta los clásicos caían en esos clichés. Estoy de acuerdo en que la comedia actual americana no vive sus mejores momentos y que por cada diez productos al menos ocho son absolutamente idiotas, pero seamos justos y no regateemos méritos a los únicos que tratan de hacer algo decente o al menos con cierta clase. Vuelvo a repetir que no nos encontramos frente a una obra maestra, Josep, pero creo que la has mirado con una lupa demasiado potente.
Un abrazote.
Por cierto que el título que le das a la entrada me parece excelente pero el algodón de esas nubes no tiene tanta azúcar como pudiera parecer.
ResponEliminaUn abrazote
A mí también me dejó un poco frío, pero viendo las otras finalistas al Oscar...
ResponEliminaBuen texto, contracorriente y mucho mejor y más argumentado que los escritos a favor (incluido el mío en otro sitio).
Saludos.
Como es lunes, no acerté ni una ni por aproximación en el examen y no he visto la película de la que tratáis, me siento baja de autoestima, amor propio y razones para opinar.
ResponEliminaUfff, vaya con la "tormenta perfecta", los lunes y las limitaciones personales!!!
Me inclino a ser un poco más benevolénte que vos..un poco en la linea de nuestro amigo Antonio.
ResponEliminaEl listón lo pones no en las nubes..¡ en el infinito y más allá !Las comparaciones además de odiosas no son posibles en el Hollywood actual, en la sociedad de hoy que se mira el ombligo y que casi todo lo frivoliza para que nos sea más
digerible.
Es cierto y tienes razón en eso que podia haber sido muchisimo más ácida y profunda. Los personajes más autenticos..pero no es de lo más infumable
que se vé por ahi.Se deja ver, creo humildemente.
A lo peor es que la gente es/somos asi de " idiota/s "...
Un saludo afectuoso :-))
Apoyo la moción de Antonio, porque no es una obra maestra (sin duda alguna) pero no es un petardo total. ¿Que hubiera podido ser mucho más ácida y punzante?. Sin duda también, pero es lo que hay hasta que alguien (quién sabe quién, quién sabe dónde) escriba mejore guiones.
ResponEliminaUna abraçada
Leo atentamente lo que escribes, Antonio, y no veo tanta diferencia entre tu opinión y la mía: creo que es un producto que dentro de apenas diez años habrá pasado a la categoría de "pasable" en las someras críticas televisivas de los periódicos. No digo que Clooney sea un mal actor: pero insisto en que para ese viaje no le hacen falta ni alforjas ni su escuálida maletita.
ResponEliminaEl guión es blandengue, porque la idea es cojonuda pero sin lo que hay que tener para sobresalir del marasmo de mediocridad en que se está convirtiendo el cine actual.
No quiero entrar en innecesarios spoilers, pero hay más de un agujero en ese nefando guión y la dirección de Reitman se ajusta a su propia estructura escrita.
Por otra parte, tampoco tengo vocación de líder en nada y ello me permite dar mi opinión de forma libre sin esperar continuas adhesiones: esta película no aguanta ni diez años. Me juego una copita del ron que tú elijas, Antonio.
Un abrazo.
No puedo comparar con el resto de las nominadas al Oscar, Alfredo, porque no las he visto; llevo una demora importante a causa de mi pereza en trasladarme en coche para ir al cine.
ResponEliminaYa sabrás que no busco adrede ir contra corriente, como tú dices, pero también sabes que soy de la especie de "si no lo digo reviento" así que aprovecho vuestra paciencia para desahogarme cuando sufro tamaño desengaño y por respeto a quienes tenéis la paciencia de leerme, procuro ofrecer mis mejores argumentos, claro.
Saludos.
Susy, querida, no me digas que empiezas mal un lunes por causa de lo que por aquí puedas leer; el examen requería un oído musical muy amplio (las canciones son todas bastante antiguas) y el hecho que no hayas visto esta película no significa, en mi clara opinión, mucha pérdida.
ResponEliminaBesos.
Buena frase la tuya, Abril, aunque la terminas, en mi opinión, con demasiada benevolencia: esa mirada al ombligo frivolizadora se debe, en mi opinión, a que no hay talento de verdad y a que el público está muy laxo a la hora de exigir sus derechos: una película como ésta no resiste comparación alguna ni siquiera con la última que tú relatas en tu casa, pese a ser bastante blanda de contenido en comparación con los tipos que yo referencié en la entradilla.
ResponEliminaNo creo que nadie sea idiota: creo que hay una dejación irresponsable del público que jamás se atrevería a patear la platea, cosa que sí se hacía antes, y esos holgazanes bien pagados se aprovechan de ello.
Cualquier día me dedico a comparar sueldos de antes y ahora, por curiosidad, a ver qué pasa...
Por otra parte, en el arte, las comparaciones son inevitables: uno no puede desechar ni olvidar: y no es justo que se me pida lo contrario.
Saludos. :-)
Te digo lo que a Antonio, Alma: en tu apunte, está la razón: el guión da pena y el director, metido a guionista, es como Juan Palomo: pues otro día, esa paella de arroz indigesta, se la va a comer él solito, porque conmigo que no cuente.
ResponEliminaUna abraçada.
No me atrevo a aventurar cuán larga será la vida cualitativa de esta película, si corta o permanente. Si que sé que, gracias al tirón Cloony, será una película de lo más "televisiva", y sino al tiempo.
ResponEliminaA mí no me desagradó, pero no puedo restarte ni un solo gramo de razón en cada una de las críticas que viertes.
Que la idea es una maravilla, es un hecho, y que no está estrujada convenientemente también.
Por ejemplo, la apuntada y mal resuelta relación que el personaje de Cloony tiene con su familia; ahi había mucha miga, mucha tela que cortar que se quedó sin embargo en la trastienda del sastre.
También es cierto que la actriz se come al galán en cada plano compartido; pues éste ni se esfuerza lo debido, ni su papel le exige sudar demasiado.
No me parece sin embargo que un principal (o posible e idóneo) objetivo de la película tuviera que ser el de hacer crítica más sangrante de la situación laboral actual. Con cuatro latigazos en el guión, con los primeros planos de los despedidos, y una música suave, alcanza el objetivo. Sí considero, sin embargo, que debería de haber subrayado con mayor acierto y saña, lo que entiendo es la esencia de la historia; la soledad del hombre moderno.
Yo le doy un aprobado, Josep.
Veo, Raúl, que tampoco tu opinión diverge mucho, aunque tu natural benevolencia le da más campo que yo mismo.
ResponEliminaEl guión, de haberse centrado en un sólo aspecto, seguramente hubiera sido mucho mejor: pretende abarcar mucho y como consecuencia no aprieta nada: incluso esa soledad está apuntada con medias tintas, cogida con alfileres: un pespunte que no aguanta un agarrón.
Pero seguro que, como dices, la pasarán por la tele en varias ocasiones, seguro, porque el chico del café tiene una audiencia por sí mismo, sí....
Saludos
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ResponEliminaJosef, no el 8, es el 6, Saturno, oscuridad, severidad. Respecto del algodón de azúcar o manzanas cubiertas de caramelo, para mi gusto, el mismísimo terror o peor que un tormento chino.
besos,
Ana Lucía
http://naturalezaycaminodelmedio.blogspot.com/
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Vaya! Me ha sorprendido tu reseña. Casi todas las que he leído destacan más sus virtudes que los defectos que tú le ves. Dudé en ir a verla este viernes, pero sólo la emitían a las cinco y media... ganó Clint y su Invictus.
ResponEliminaMe hace mucha gracia (y creo que tienes razón) lo del título original, pero la película doblada. Es así, y estoy totalmente de acuerdo con que una interpretación doblada es una interpretación cortada. Un saludo.
Entonces por los pelos, Ana Lucía... :-)
ResponEliminaJa,ja,ja... tanto como un tormento chino no, pero, desde luego, tampoco com para lo que se lee según donde...
Besos.
Ya ves, David: hay gustos para todo, como diría el castizo: lo de los títulos es algo que me tiene contrariado las más de las veces: evidentemente, el no poder oir la película como fue rodada, es una desventaja notable.
ResponEliminaSupongo que algún día la verás y espero tus sensaciones al respecto.
Saludos.
Alberto Q.
ResponEliminahttp://traslaspuertas.wordpress.com
Una idea mal desarrollada? A mí no me lo parece.
Malas interpretaciones? Tampoco.
No sé, a mí me gustó bastante. Me parece que mezcla con inteligencia el drama humano de la soledad con el tema laboral y las relaciones.
No es CASABLANCA pero sí una buena película, mucho mejor que la anterior de Reitman (Juno).
Saludos, Josep.
No puedo hablar de Reitman con anterioridad, porque la famosa Juno no la ví, ni nunguna otra de ese director; pero creo que siendo la idea tan buena, queda en agua de borrajas, y desde luego, Clooney no tiene dificultad alguna para representar un carácter tan pobremente escrito.
ResponEliminaNi siquiera con Casablanca, ejemplo de guión escrito a volapié, puede resistir comparación, dede luego; dudo que, dentro de apenas diez años, que para tí son muchos y para mí pocos, sigas pensando lo mismo, Alberto.
Claro que, ya se sabe: sobre gustos, no hay disputas.
Saludos.
Como suele ser habitual, discrepo. A veces parece que una película o es redonda o no funciona, y esto no es así: vivan los matices. "Up in the air" empieza estupendamente, y es cierto que se desinfla al final, porque no tiene claro hacia dónde quiere ir, en lo que es, evidentemente, un problema de guión. En general, sin embargo, la película tiene ritmo, es elegante y con alguna escena realmente potente (el videodespido). En ningún caso me parece justo despreciar a Jason Reitman por esta película. Le aconsejo a usted que intente agenciarse "Gracias por fumar", la primera y mejor película de Reitman, y a lo mejor cambia de opinión.
ResponEliminaPor cierto. Vi hace unos días "Los sustitutos", de la que usted ofreció cierta benevolencia en su análisis. Estuve a punto de arrancarme los globos oculares con un cascanueces, tan sólo para aliviar el sufrimiento...
Me agrada, Marcbranches, que sigamos discrepando, porque ello significa que sigues apareciendo por aquí, aunque te agradecería me apearas ese tratamiento, ilógico después de tantas "discrepancias".
ResponEliminaYa sabía de tu opinión pues leí hace timepo tu parecer y, además, publicado el mío, lo repasé.
Sigo pensando que la idea es muy buena pero mal desarrollada, perdiendo una buena oportunidad: no niego que tiene algún momento bueno, pero no me parece que ello sea suficiente, quedando deslavazada y desigual.
Ja,ja,ja: mejor con una cuchara que con un cascanueces...
Creo que la falta de pretensiones de aquella la salva de un varapalo, mira...
Saludos.
A mi me gusto esta película, me parecio interesante la forma de vida del personaje protagonico iterpretado por Geoge Clooney... La actuación de Vera Farmiga me parecio bastante buena, deja al espectador solidarse con el presonaje de Clooney cuando vive el desamor infrigido por esta actriz... Una pelicula que se le podria dar una calificación de 7.5, buena pero es para versela solo una vez en la vida y luego olvidarla...
ResponEliminaBienvenido, Ktavelez: yo creo que eres benévolo en la adjudicación de un notable, visto que afirmas que con una vez ya basta: me parece más apropiado el olvido, después de los pases televisivos, por supuesto...
ResponEliminaSaludos.
He de reconocer que este artículo me ha dejado perpleja, porque le veo un error de concepción a la hora de analizar la película, basas la mayor parte de tu crítica en adjudicarle a la película un género equivocado, tal vez por eso te decepcionó tanto, porque pensabas que ibas a ver algo que no era.
ResponEliminaLa verdad es que no entiendo como has llegado a la conclusión de que la película pertenece al género “comedia”, yo la vi sin saber el género y me pareció que su género es más “drama”, “drama romántico como mucho” y por si acaso me he ido al imdb para ver si la que estaba en un error era yo, y la clasifica dentro de este género.
Dicho esto, a mí sí me gustó la película, en especial, ese giro que la aparición de ella da a la vida del protagonista, feliz de ser un lobo solitario, como la mayoría de los solitarios, hasta que llega esa persona que te rompe los esquemas y te hace ver la vida de otra manera, y me gustó especialmente que fuera él al que le pasa esto, en contraste con la mayoría de estas películas en las que la engañada suele ser una mujer.
Otra cosa que me gustó fueron los magníficos planos aéreos de las ciudades.
Por último, si me permites, una recomendación en comedia, esta sí, con mi George, “Los hombres que miraban fijamente a las cabras”, lo que me pude reír, y no fui la única, todo el cine se partía de la risa, eso sí, humor surrealista.
Besos
No me parece, Vivian, que mi comentario sobre esta película -ni ningún otro que yo haya podido escribir o escriba en el futuro- parta de prejuzgar un género buscando en pantalla algo que no corresponda.
ResponEliminaCuando voy al cine suelo hacerlo sin ideas preconcebidas y mi comentario negativo nunca surge, por lo tanto, de un desengaño por no hallar lo que esperaba.
Intento argumentar, dentro de mis posibilidades, mi opinión, bien que, como es lógico, me puede gustar o no una película en función de elementos que no tienen porqué coincidir con los de mis lectores, que tienen su gusto particular: faltaría más; y nunca pretendo tener la razón en nada, pero, evidentemente, resultaría poco honrado para los que por aquí se detienen un rato que me esforzara en escribir intentando complacer gustos ajenos.
Fíjate, además, que el comentario está etiquetado como "no m'ha agradat" (que significa claramente que no me ha gustado), con lo que de antemano el lector está advertido de lo que va a hallar: lisonjas, cero.
Por otra parte, el género de la comedia es amplísimo: no es vano hay comedias dramáticas, comedias alocadas, comedias cómicas, comedias clásicas, comedias de "sombrero de copa", etc.
Que en imdb hayan resumido el género como drama tampoco es que sea un bastión inexpugnable, como no lo son las nominaciones a los Oscar y los galardones recibidos. Todo eso son datos que no deben influir a la hora de expresar uno lo que siente después de haber visto una película.
Así pues, siento que no te haya gustado mi comentario, aunque no veo rebatas un sólo argumento de los expresados, lo que sería mucho más interesante para mí y para el resto de participantes, aunque respeto que a tí te haya gustado.
Eso sí: esos planos aéreos, tan repetidos, cinematográficamente son abusivos por reiterados y más propios de un documental que de una película que intente explicar algo con fuerza.
Esa de las cabras la tiene "mi cine" programada para dentro de unas semanas: veremos qué tal...
Besos.