221 B, Baker Street
Esa por muchos años ficticia dirección es sobradamente conocida por todos lo amantes de la novela policíaca o con más precisión, detectivesca: allí residen, para toda la eternidad, el Dr. Watson y su famoso amigo Sherlock Holmes, hijos de la pluma del famosísimo Sir Arthur Conan Doyle.
El arquetípico Holmes aparece en un sin fin de películas y series de televisión en las que, acompañado de su inseparable Watson, escudriña con tenacidad los escenarios de diversos crímenes y aplica una sagaz inteligencia para deducir infaliblemente el misterio a resolver, hallando siempre al culpable.
¿Siempre? Siempre, no.
Admirador confeso de las aventuras de Sherlock Holmes y el Dr. Watson, Billy Wilder , con la colaboración habitual de I.A.L. Diamond decidió que ya era hora de rodar una película de Holmes sobre Holmes y para ello ambos escribieron el guión de La Vida Privada de Sherlock Holmes (The Private Life of Sherlock Holmes, 1970), destinada en principio a ser ofrecida en la televisión en formato de serie de gran calidad.
Según contó el propio Wilder, que ya debería andar meditando la historia, la idea final le surgió al escuchar una notable composición de Miklós Rózsa, excelente, en la que el violín tiene gran importancia. No está de más refrescar la memoria para recordar que Sherlock Holmes es un violinista aficionado, acudiendo a la música en sus ratos de aburrimiento intelectual, cuando no hay caso a resolver a la vista.
Wilder nunca pretendió rodar una película que contara una de las varias aventuras de los inquilinos del piso de la calle 221 B de Baker Street. La aventura existe: hay una investigación que ambos, Holmes y Watson emprenderán, pero no deja de ser un "mcguffin", un pretexto: lo que de veras interesaba a Wilder era, basándose libremente en los relatos de Sir Arthur Conan Doyle, escudriñar en la compleja y poco explicada personalidad de Sherlock Holmes y su relación con el resto del mundo.
Sin dejar de lado el cuidado del relato de la aventura detectivesca que, ciertamente, no alcanza el nivel de las contenidas en los relatos originales, Wilder se dedica con suma atención a mostrarnos su visión del personaje, ampliando los detalles que su autor literario fue dejando, a retazos, en el conjunto de las obras.
Ya en la primera secuencia Wilder nos coloca un aviso visual del desprecio que por la lógica hallaremos en toda la película, un desprecio no ofensivo pero sí voluntariamente distanciador de la lógica que impera en todas las aventuras de Holmes, lógica que suele aparecer radiante al término de las pesquisas, resultando fácil y preclaro el misterio una vez el protagonista nos explica su itinerario deductivo.
En esa primera secuencia, una voz en off del Dr. Watson nos acompaña mientras, pasados ya cincuenta años de su fallecimiento, se procede a abrir una caja metálica custodiada en las arcas de Cox & Co., banqueros de Londres. El aviso visual de Wilder es la cantidad ingente de polvo que cubre la serie de utensilios contenidos en la caja sellada y custodiada por el banco, polvo totalmente ilógico. Es pues una historia inventada, no real, lo que veremos a continuación. No tiene porqué ser lógica, no tiene porqué ser "verídica".
Además, Wilder usará dos elementos también visuales para alejarnos del realismo: lentes focales suavizantes, muy al uso en la época de los 70 del siglo pasado en la fotografía artística, como un velo entre el espectador y lo que ve en pantalla, y un cuidadísimo y exagerado maquillaje que nos presentará a un Holmes como una figura de cera del Museo de Madame Tussaud.
Para reafirmar esa sensación de alejamiento con el personaje novelesco, y por si quedaran dudas de la intención de Billy Wilder, los primeros diálogos entre ambos protagonistas dejan claro que Watson, relator de las andanzas de su amigo, se ha tomado una serie de libertades y licencias "artísticas" que son denostadas por el propio Holmes, de forma cómica, quejándose de tener que vestir de la forma en que la figura se ha hecho famosa, usando el ridículo sombrero y fumando en la reconocible pipa de espuma de mar, ya que la gente espera verlo siempre de esa guisa. Un personaje "real" prisionero de un personaje "ficticio" que ha devenido en popular, apuntando arteramente Wilder la diferencia entre lo que la gente espera y lo que realmente es Holmes.
Para representar a "su" Holmes, Wilder contrató al excelente actor Robert Stephens y su amigo y compañero de fatigas detectivescas, el Dr. Watson, recayó en el eficaz Colin Blakely ; británicos ambos y muy adecuados a los personajes.
La historia girará entorno a una investigación iniciada con la aparición de una mujer, Gabrielle (Geneviève Page), en los aposentos de los dos solterones Holmes y Watson, pero las pesquisas servirán principalmente para ir dibujando, de forma certera e implacable, la personalidad de Holmes y de Watson, y la relación de amistad entre ambos, pese a su distinta forma de entender la vida.
La introspección de Holmes, su incapacidad para resistir momentos de abulia, su debilidad para resistir el aburrimiento, su ambigüedad sexual y su misoginia declarada y de origen desconocido, planean sobre la historia con más fuerza que el desarrollo de la aventura de investigación.
El ambiente de la Inglaterra victoriana está muy logrado y la habitual precisión de Wilder en el lenguaje cinematográfico es notable incluso si tenemos en cuenta que el gran Billy abominó de la película que podemos ver, ya que, en realidad, tan sólo veremos aproximadamente dos tercios de las escenas rodadas: lo que fue concebido por Billy Wilder como una historia de más de tres horas de duración se redujo, al presentarla directamente en las pantallas de cine, a unas dos horas aproximadamente, dejando en la ignorancia una serie de momentos que abundan, seguramente, en la descripción de la emblemática figura del maestro de detectives Sherlock Holmes.
El iracundo Wilder, que ya sabemos solía hablar sin tapujos ni cortapisas, lo dijo muy claro, cuando se le preguntó si no le parecía demasiado larga una obra de más de tres horas:
"Larga, larga, todos encuentran la película demasiado larga, pero nunca nadie halla demasiado larga ni su vida ni su polla"
Seguro que estaba muy enfadado.
Sea como sea, el resultado final es una película de Billy Wilder, con su ironía habitual, su destreza, y, probablemente, la película de Sherlock Holmes en la que mejor retratado está el personaje, aun cuando se rompan muchos de los esquemas que los aficionados a leer sus aventuras tengan en su imaginería particular.
Película maltratada injustamente. No es lo que más me gusta de Wilder, pero Wilder es Wilder. Cualquier otra consideración es secundaria.
ResponEliminaSaludos
A propósito del personaje, el otro día leí que se hará una nueva película, si no recuerdo mal, con Russell Crowe como nuestro querido Watson...
ResponEliminaSaludos!
Tengo que confesar, Josep, que le tengo especial cariño a esta peli de Wilder.
ResponEliminaEn principio fue mal recibida y mal aceptada. La historia de su proyecto es largo y triste, sobre todo por las zancadillas que le dieron al maestro.
Del papel estelar se descolgaron: Rex Harrison, Peter O'Toole y Sellers.
Wilder declaró que Homes le había fascinado desde niño. Quería resaltar su aspecto más oscuro, es decir, su misoginia y su adicción a las drogas.
En el año 1968 se explotaba la "contracultura" en todas las manifestaciones artísticas. Wilder se aproximaba a esa edad donde los jóvenes llaman "viejos" a los maestros. Recibió presiones de todo tipo, pero el hombre no quería cambiar un estilo que había mimado y del que había hecho un arte propio. El justificaba a los jóvenes de entonces: "Algunos de los jóvenes que están surgiendo son muy buenos y utilizan estilos verdaderamente novedosos. ¿Qué vamos a hacerle?" y luego apostofró con ironía "Cuando eres un pintor de una escuela concreta y ves que la galería de enfrente vende pop y gana dinero, mientras que tu material acumula polvo, lo peor que puedes hacer es cambiar tu estilo".
¡Cuánta razón tenía el tio¡ El ha permanecido y otros tipos vanguardiastas se han quedado en la cuneta.
Y es que no siempre los jóvenes llevan razón.
Josep, tocas temas que darían para más de una velada.
Un abrazote.
Soy una fan de siempre de Sherlock Holmes, y creo que Billy Wilder hizo la mejor película sobre él que ha habido, aunque para mi Holmes siempre seguirá siendo Peter Cushing. Ya veremos qué nos deparan las dos nuevas versiones del inquilino de Baker Street. Miedo me dan.
ResponEliminaHombre, 39escalones: eso es ser "fan" de Wilder, no hay duda. desde luego no es la "más mejor", pero sí es muy interesante su visión del mito y sobretodo la forma en que lo presenta.
ResponEliminaSaludos.
Eso dicen los mentideros, Marchelo: el Crowe haciendo de Watson para el marido de Madonna y sin saber quien será Holmes de momento, creo. Veremos que tal el experimento, aunque da miedo...
ResponEliminaSaludos.
Querido Antonio, esa última frase tuya la he metido en un marco para cuando me deprima...
ResponEliminaYo recuerdo haberla visto en estreno, sin apenas enterarme mucho, buscando más la ventura y el misterio que el personaje, pero recuerdo que ya entonces mi padre comentó que le había parecido extraordinaria.
La elección de Stephens, bien que casi forzada, no dejó de tener su origen porque Wilder quería para "su" Holmes una cara poco conocida en el cine. Creo que borda el personaje, ofreciendo una gestualidad muy ambigua que va que ni pintada al Holmes que presenta Billy. Por su parte, Colin hace suyo el personaje de Watson, valiente, atrevido y un tanto romántico.
El estilo ¡ay, el estilo! muchos lo buscan y nunca lo hallan, esto es lo que pasa...
Está claro que la edad, sea cual sea, no da automáticamente la razón; cuestión distinta es la experiencia, claro.... ;->
Un abrazo.
De hecho, Alicia, creo que esta es la única película sobre Holmes que se ha rodado; las otras, son versiones cinematográficas de las aventuras de Sherlock, sin incidir demasiado en el propio personaje.
ResponEliminaPara mí, cuando releo las aventuras holmesianas, Sherlock sigue teniendo los rasgos de Basil Rathbone...
Hablas de "dos" versiones nuevas en preparación, y me dejas atónito, pues, como decía marchelo, conozco una... pero... ¿y la otra?
Saludos.
Alberto Q.
ResponEliminawww.lacoctelera.com/traslaspuertas
He leído con calma su análisis. Yo soy de los defensores de Wilder ante todo. Me encanta, además, la figura de Sherlock Holmes.
Creo que esta película está infravalorada en general y a mí me parece muy notable. Es cierto que es más importante la profundidad de los personajes que la propia historia de misterio en sí...
La veré una segunda vez porque solo la vi en una ocasión hace años y creo que es hora de analizarla de nuevo, aunque ya digo que me gustó bastante. Wilder fue un genio.
Saludos!!!
Bienvenido, Alberto Q.
ResponEliminaEs cierto que la película está infravalorada; en parte por la costumbre de hallar la típica aventura de Holmes, que aquí es mera excusa, y en parte porque, habida cuenta de los cortes que sufrió, queda como incompleta, aunque opino que tampoco merece la abominación que el propio Wilder predicaba por tal motivo. Una segunda visión, recomendable, permite centrarse más en los aspectos que interesaron al gran Billy, evidentes entre líneas.
Saludos.
No acabo de entender lo que dices sobre que es la única película sobre el personaje, Josep Allí están sin ir mas lejos la entrañable El secreto de la pirámide o la simpática Elemental, querido Freud.
ResponEliminaSe habla de dos películas en marcha, aunque de momento la que va mas adelantada es la de Ritchie con Robert Downey Jr, pero también se había comentado otra en plan comedia con Sacha Baron Cohen y Will Ferrell, aunque de momento no está confirmada
Recuerdo, compa Josep, que la ví hace ya bastantes años, con motivo de su emisión televisiva en el programa de Garci, Qué grande es el cine, y apenas guardo recuerdo de sus detalles (me temo que los pocos que pudiera conservar, quedaron sepultados entre las ingentes toneladas de anuncios que, tanto en ésa como en cualquier otra, acompaña a cualquier emisión televisiva de cine en una cadena comercial que no sea de pago). Habrá, en todo caso, que revisarla en otro momento (hace unos días, casualmente, estuve a punto de "pillarla" en DVD en un bar de carretera, pero me arrepentí en el último momento, y la dejé pasar, otra vez será).
ResponEliminaPor cierto, no sé si estaría, o no, muy enfadado -quizá no; Wilder, según cuentan todos los testimonios, no era, precisamente, un gentleman hablando, y tenía un mal genio crónico de mil pares de cojones...-, pero esa frase que reproduces es, ciertamente, tan genial como casi todo lo suyo (y, además, de genial, cierta: hay que ver qué corto -no sólo lo que nombra, que también, sino muchas cosas más...- es todo -o casi todo, hay algún comentario que a lo mejor no lo es...).
Un fuerte abrazo.
Me dejas descolocado, Alicia: la de Elemental querido Freud la desconozco por completo, aunque me suena, quizás como novela o algo así; y la de El Secreto de la Pirámide viene a ser un refrito inventado del tipo del joven Indiana Jones, que poco o nada tiene a ver con el verdadero personaje, que, por decirlo gráficamente, fue parido ya adulto y bien talludito. Por lo que sigo pensando que la de Wilder es la única que se ocupa exclusiamente del personaje por todos sus lectores conocido, ya que la aventura es mera excusa.
ResponEliminaLo del Sacha Baron Cohen y Will Ferrell no lo sabía: supongo que vendrá a ser como un remake del pasteleo organizado por Gene Wilder en El hermano más listo de Sherlock Holmes. Miedo me da.
Saludos.
Amigo Manuel, haberla tenido en las manos y dejarla marchar ha sido un error, perdona que te lo diga así de claro.
ResponEliminaLo de las emisiones televisivas tiene su delito, máxime cuando, en realidad, el excelente programa de Garci se ofrecía en una televisión PUBLICA, se supone que pagada entre todos, con lo que los infames cortes publicitarios en ese programa son casi que prevaricaciones, como asesinato fue el quitarlo de enmedio dejándonos huérfanos a los cinéfilos con tal de favorecer abominables programas basura adocenantes y escasamente educativos.
No sé si Wilder estaría enfadado o no, pero desde luego en mi opinión un artista tiene todo el derecho a que su obra sea respetada: luego será elogiada o no, pero ése es su riesgo, y, desde luego, tanto recortarla, como colorearla, como insertar anuncios en medio, me parecen execrables costumbres que deberíamos denunciar constantemente.
Un abrazo.
No sé si Wilder estaría enfadado o no, pero desde luego en mi opinión un artista tiene todo el derecho a que su obra sea respetada: luego será elogiada o no, pero ése es su riesgo, y, desde luego, tanto recortarla, como colorearla, como insertar anuncios en medio, me parecen execrables costumbres que deberíamos denunciar constantemente. https://symcdata.info/simbolos-patrios-del-peru/
ResponEliminaPues en eso siempre estaremos de acuerdo: el respeto por la libertad del artista y la preservación de su obra original son cuestiones indiscutibles y nada tienen a ver con que luego se pueda verter opiniones o críticas porque lo primero no lleva al aquietamiento.
EliminaCurioso que hayas venido a comentar en una entrada de hace trece años, pero como puedes comprobar, no pasan desapercibidos los comentarios.
Saludos.