La mala influencia de Ron
Ron Howard es un hombre apegado al cine desde su más tierna infancia: actor infantil, director y productor, ha sabido culebrear en sus cincuenta y dos años de actividad cinematográfica (empezó, bebé de dos años, en 1956) y conseguir ganar montones de dinero.
Como actor no pasó -no pasa- de aceptable y como director y productor se caracteriza más por ganar dinero a espuertas que por la calidad de sus obras.
Su último éxito en pantallas españolas fue El Código da Vinci y está próxima a estrenarse su visión particular de los avatares de Nixon
Este comentarista, dueño del bloc, no tiene reparo alguno en aclarar que, en mi modesta opinión, nada de lo que toca Ron Howard alcanzará la gloria eterna del cinéfilo exigente.
Supongo que el maldito dinero es el que ha promovido, causado y originado que un cineasta de mayor talla como Clint Eastwood se haya asociado con Ron Howard para realizar una película que, vista en riguroso multi-estreno nacional el pasado viernes diecinueve de diciembre, no ha llegado a colmar las esperanzas de asistir a la exhibición en pantalla grande (de las de verdad) de una nueva obra imperecedera de uno de los mejores cineastas de la actualidad.
El trastabillante Ron ha conseguido, me temo, que Clint Eastwood tropezara un poco con el desarrollo de una historia que, a priori, tenía todas las de ser un acierto en la paupérrima pantalla de este casi finiquitado año 2008.
Basada en una historia presentada como real, la trama ideada por J. Michael Straczynski malbarata una idea estupenda con unos diálogos pobres que convierten en planos la mayoría de los personajes que transitan por la última película estrenada de Clint Eastwood, El Intercambio (Changeling, 2008 )
Vista, uno tiene la impresión que ha asistido a un fantástico castillo de fuegos artificiales, un lujosísimo envoltorio que durante dos horas y veinte minutos nos fascina por la forma pero que, acabado el último petardo, queda en humo.
La técnica cinematográfica de Clint Eastwood ya depurada desde hace años y decantada en un clasicismo intemporal, nuevamente nos deja boquiabiertos por la precisión y sencillez narrativa que parece estar solo al alcance de algunos grandes cineastas en cuyo grupo Eastwood entró hace tiempo; la colocación de la cámara es simplemente perfecta; la fotografía, adecuadísima, sobresaliente en el recuerdo, como debe ser; y el ritmo otorgado a la acción, ajustado milimétricamente. Todo ello, fruto de la dirección sabia de Eastwood con la inestimable intervención de sus habituales colaboradores Tom Stern, Joel Cox y Gary Roach.
Otro tanto ocurre con el sobresaliente departamento de maquillaje y caracterización, regido por la también habitual Tania McComas, una labor encomiable que consigue convencernos, junto con Patrick M. Sullivan Jr., Director Artístico, que nos hallamos en la época de los años treinta de la ciudad de Los Angeles.
Incluso la música, compuesta por el propio Clint Eastwood y arreglada por su amigo Lennie Niehaus, es apropiadísima a la narración:
Changeling (Main title) [escuchar]
La trama se sustenta en la historia verídica de una mujer, Christine Collins (Angelina Jolie) que, tras el abandono de su marido, vive sola con su hijo. El chico desaparece misteriosamente de su propia casa un sábado en que la madre debe trabajar y a partir de ese momento empiezan una serie de hechos que alterarán trágicamente la vida de la Sra. Collins, que se verá ayudada por el Reverendo Gustav Briegleb (John Malkovich), pastor presbiteriano que tiene iniciada una campaña -casi una cruzada- encaminada a sacar a relucir los múltiples defectos de la Policía de la ciudad de Los Angeles, dirigida por el Jefe de Policía James E. Davis (Colm Feore) secundado por el Capitán J.J. Jones (Jeffrey Donovan)
Evitando los llamados spoilers, dejaremos de lado los detalles de una trama que a partir de lo contado, siquiera una sinopsis, se irán desarrollando a lo largo de esas más de dos horas de película que se supone pretende tomar el camino de antecedentes como L.A. Confidential o la más reciente Gone, baby, gone , en las que se pone en tela de juicio los modos operativos de las fuerzas policiales.
Sin embargo, la profusión de líneas argumentales que derivan del punto de partida inicial, aún siendo interesantes como partes conformadoras de un todo, mosaico que quiere reflejar una actitud y un modo de hacer rechazado por la sociedad, nunca llegan a emocionarnos; el espectador se queda asombrado por la magnificencia de la forma y la munificencia del detalle, pero lo que más nos interesa, los personajes, están a un nivel notablemente inferior: en parte porque el trazo grueso del guión no sabe profundizar en los sentimientos e intenciones de aquellos que veremos debatirse y en parte porque la elección de la protagonista, una Angelina Jolie que se muestra esforzada y muy bien caracterizada, carece de la fuerza necesaria para transmitir el amargo trance que sufre su personaje, esa Sra. Collins a cuyo alrededor gira toda la película: un regalo para cualquier actriz, una oportunidad para alzarse con una interpretación inolvidable: una pérdida para el cine en general, ya que la Jolie no tiene esa fuerza interior, esa llama en los ojos que nos penetre y nos haga partícipes de su sufrimiento.
Una pena: estoy en mi derecho de creer que la intervención de Ron Howard como productor ha promovido la participación de la mediática Jolie en busca de un taquillazo y el resultado ha sido una frialdad que en nada ayuda a que esta película pueda alcanzar el lugar que, a priori, todo cinéfilo le guardaba, máxime cuando se estrena a finales de un año tacaño en grandes películas. Porque no podemos dudar de la cualificación de Eastwood como buen director de actores y actrices: a la vista está su currículum vítae al respecto.
El resto del elenco cumple sin maravillar con su cometido, quedando una vez más pendiente del notable la composición de Malkovich en un papel corto y mal escrito, resultando encomiable el trabajo realizado por Jeffrey Donovan como el artero Capitán de la Policía Jones: en cada confrontación con la Jolie, se la come enterita.
La sensación al abandonar la sala de cine es haber asistido a la proyección de una película formalmente maravillosa, bien contada, pero desangelada en lo que concierne a los personajes que no llegan a emocionarnos: en ningún momento la angustia trasciende al patio de butacas ni la ira por la injusticia rozará nuestro corazón. Queda como un ejercicio algo impersonal, falto de esa garra a la que Clint Eastwood nos ha acostumbrado en los últimos años. Un traspié quizá necesario para recabar fondos con los que acometer una obra más personal, como la esperada Gran Torino
Aún así, recomendable; más, aún : de visión obligada para cualquier cinéfilo consecuente con su afición, porque, probablemente, la señorita Jolie habrá conseguido por fin entrar en la quiniela de los Oscar a entregar dentro de unos meses.... aunque no lo merezca, en mi opinión.
Changeling (End Title) [escuchar]
Me apetece brutalmente echarle el ojo a esta película, a pesar de Ronnie (ya le dediqué una tienda de los horrores exclusiva al conjunto de su "obra"). Eastwood es el último gran clásico en la manera de hacer cine en USA, y también tengo curiosidad por ver si por fin a Angelina Jolie se la puede llamar actriz...
ResponEliminaSaludos.
Al final, el domingo, no pude ir a ver este "changeling" que estaba deseando ver. Lo dejaré pendiente para el día de Navidad, único junto con el primero de año que no trabajo.
ResponEliminaA la espera de ver la actuación de Angelina Jolie creo que se le critica con mucha dureza. Yo la he visto en un par de peliculas en las que me ha parecido francamente buena. Cierto que ha prestado su fenomenal figura a bodrios tremendos, pero eso no la estigmatiza hasta el punto de negarle el pan y la sal de la interpretación.
Es muy peligroso juzgar una película inmediatamente despues de haberla vista. Tanto en un sentido como en otro tiendes a equivocarte.
En fin, ya cambiaremos impresiones sobre este último Eastwood cuando la vea.
Un abrazote.
39escalones, Antonio:
ResponEliminaNo quiero -ni debo- extenderme respecto a esa película.
Pero no quito ni pongo Rey (pues sólo sirvo a mi lector [ja, ja, ja] ), ni doy mi brazo a torcer: la Jolie seguro que va a los Oscar y hasta puede que lo gane- pero será, en mi opinión, inmerecidamente.
Espero con impaciencia leer vuestras opiniones, vista que sea la película.
¡Ojalá hubiera una mesa y tres taburetes cercanos para debatirla con gusto libando un malta! :-)
Gracias por estar ahí.
Pues en fin... en total desacuerdo con lo que apuntas, porque a mí la película sí me emocionó... y mucho. No creo que se pierda en subtramas y creo que el guión (que por lo visto es de un tipo que hace tebeos y series de televisión) está bastante bien (es mi opinión).
ResponEliminaEl capitán se come enterita a la Jolie (que está francamente bien en la peli; lo de los Oscar me da igual)...porque en la situación que plantea, el capitán se come a esa pobre mujer (joder! como que la ingresa en un psiquiátrico).
Para mí es una película estupenda, que habla de cosas que hubieran dado para varias películas (la corrupción y el poder policial, la lucha y las injusticias que se cometen con la madre, la suplantación de personalidad por parte del niño). Vale, tal vez se hubiera podido profundizar más en ese niño que quería ver a Tom Mix y se hace pasar por el hijo perdido...pero creo que la escena en la que Jolie le dice que le odia y luego se disculpa en la cama ya es suficiente. Además, la peli no deja cabos sueltos, y cuando el niño vuelve con su madre (que era su madrasta en realidad , por lo que he leído) se ve claramente quién se encargó de hacer que el niño dijera que era el desaparecido.
Así que... No sé...A mí me ha parecido una estupenda película que he disfrutado (más bien sufrido/ porque la película te mantiene en tensión) en todo momento.
Malkovich está de sobresaliente, pero si le das notable es porque no sale tanto. El abogado del caso está genial. Y el capitán de policía (Jeffrey Donovan) está fantástico (fíjate que yo cada vez que veía cómo funcionaba no hacía más que pensar en palabras malsonantes).
Supongo que me ha llegado (hoy cuando la he comentado con un amigo me decía en plan coña: "lo que pasa es que tú tienes hijos"...Y bueno, no creo que sea eso. Creo que es una estupenda película.
Creo, David, que eres un hombre afortunado, porque tienes amigos inteligentes.
ResponEliminaLa intervención de la Jolie es un error garrafal de casting porque esa niña no tiene lo que hay que tener para interpretar un personaje así. Aunque el cabrón del policía machaque al personaje, otra actriz hubiera robado todas las escenas. La Jolie es un bluff con todas las letras.
Y Malcovich apenas se esfuerza aunque es cierto que tampoco tiene mucho campo para jugar: se diría que aparece para hacerle un favor a Eastwood, suplicando por poder dirigir a alguien que le entienda.
Y el guión es un polti-polti, una medusa descabezada, un guirigay que intenta abarcar mucho y no aprieta nada.
Mucho ruido y pocas nueces.
Un abrazo.